Partido tranquilo el de ayer. Ziganda nos hizo el favor de no pensar demasiado en nosotros, sino en la Europa League, dejando en el banquillo a sus mejores jugadores: Beñat, Aduriz y Raúl García. Sólo cuando estos entraron en la segunda parte, el Athletic inquietó algo más, pero sin poner en verdaderos apuros al Sevilla.
La primera parte empezó con el Sevilla arrollando. En pocos minutos dispuso de varias ocasiones de gol, y siguió percutiendo sobre el área hasta que, por fin abrió el marcador, por medio de Muriel, quien poco antes falló otro gol cantado, al estilo del de Manchester: con toda la portería para él, cabeceó a la cruceta, cuando lo más fácil era colarla.
Sólo cinco minutos después, Vázquez logró el 2-0 definitivo, cabeceando al fondo de la red, ganándole el salto a Yeray.
En la segunda parte, sobre todo en los primeros minutos, cambió el panorama, dominando el partido el Athletic, pero volvió a hacerse con las riendas el Sevilla y tuvo ocasiones clarísimas para golear al Athletic, pero, al igual que en Málaga, se desaprovecharon, unas veces por la gran intervención de Kepa, que evitó un golazo por la escuadra, de volea, de Nolito, y otras por perdonar lo que no se puede perdonar jamás en la vida. Tanto Vázquez como Nolito fallaron ocasiones de mano a mano con el portero.
Buen partido de todo el equipo, destacando Vázquez, Banega y Nzonzi, además de los centrales.
Sigo sin entender por qué nuestro mejor goleador, Ben Yedder, sigue sin contar con minutos, sobre todo cuando hemos dado otro recital de fallar ocasiones claras.
El Sevilla ha sido vapuleado varias veces esta temporada. Actualmente tiene un goal–average de -4. Por lo visto en Málaga y ayer, parece que no preocupa ponerlo en positivo. Ojalá no nos haga falta.