Archivo mensual: marzo 2018

Sevilla FC 2 – Barcelona 2. Perdonamos lo imperdonable y, por tanto, hay que dar el punto como bueno

No se puede perdonar más que el Sevilla en la noche de hoy. Las falló de todos los colores y pudo conseguir el 3-0 en multitud de ocasiones. Creo que si hubiera estado Ben Yedder en el once, se habría hinchado de hacer goles. Nunca lo sabremos. Estaba Muriel, que a pesar de su gol, ha vuelto a demostrar, una vez más, que no es un delantero de los caros.

A cada ocasión perdida, no se podía evitar pensar que el partido se perdía, sobre todo cuando ya estaba Messi en el césped. Con él, el Barcelona era otro equipo totalmente distinto. Como lo sería cualquier otro equipo con él en sus filas.

El Sevilla no supo gestionar la ventaja del 2-0. Eché en falta más experiencia, más malicia, menos ingenuidad a la hora de mantener más el balón o sentenciar en alguna contra. Y el Barcelona no perdonó. Claro que no. O igual sí, porque también pudo ganar el partido. Algo que habría sido muy injusto, pero perfectamente posible cuando se tiene enfrente a Messi, Luís Suárez, Coutinho, Iniesta…

No entendí que Montella diera minutos a Nolito. Con dos goles de ventaja, en mi opinión, era necesario un jugador más defensivo. Diría que cualquiera antes que Nolito. Y Roque Mesa, un gran recuperador de balones, sin convocar. Son cosas que se me escapan.

Mercado nos pudo poner el partido imposible, pues con una amarilla hizo una dura entrada por detrás y pudo ver la segunda. Menos mal que el árbitro se la perdonó y Montella agradeció el favor sustituyéndolo al descanso.

Gran partido de todo el equipo, en especial de Mudo Vázquez, Nzonzi y Navas, que esperemos que su lesión no tenga importancia, porque ahora mismo es un jugador muy importante.

La única nota discordante la puso Sergio Rico, con dos errores gravísimos. El primero, con 0-0, despejó mal, hacia Iniesta, quien falló a puerta vacía. El segundo fallo también fue importante, al atajar un balón, que se le escapó, y que no acabó en gol de puro milagro. No está haciendo, desde luego, una buena temporada Sergio Rico.

El derroche físico del equipo ha sido impresionante y digno de elogio. Quizás por eso también se han ido dos puntos, porque muchos jugadores acabaron exhaustos.

El Sevilla pudo con el Barcelona, haciendo un fútbol de categoría, pero no pudo con Messi, sin duda, el mejor jugador del mundo. La incógnita es saber si también es el mejor de la historia.

El punto sabe a muy poco, casi a derrota, pero ahora sólo queda recuperarse y pensar únicamente en el Bayern de Munich, que hoy se ha entretenido hacerle un 6-0 al Dormund.

Leganés 2 – Sevilla FC 1. Bochornosa derrota que pone en peligro la clasificación para Europa

Como se temía, el Sevilla que se plantó en Butarque ha distado muchísimo del que triunfó en Old Trafford. No supo ponerse el traje de faena, ni competir, con lo que la derrota fue justa.

Al igual que otros muchos rivales esta temporada, el Leganés no tuvo que hacer gran cosa para llevarse el partido. Simplemente, aprovechar dos de los muchos errores que tuvimos. En el primero, llama la atención la facilidad con que se deja centrar al área y también cómo se traga el gol Sergio Rico, quien pudo hacer mucho más, ya que no era un balón fuerte ni ajustado. Y ya en la segunda parte, llegó el segundo gol, donde, a pesar de que hay muchos jugadores del Sevilla prestos a despejar el centro, se permite hacer un pase de la muerte, para que Eraso remate a placer. Aquí llama la atención la actitud de Nzonzi, que persigue a Eraso pero sin intentar anticiparse ni inquietarlo lo más mínimo.

Con 2-0 y quedando sólo 22 minutos, y teniendo en cuenta la patética actuación de los nuestros, el partido quedaba sentenciado. Sobre todo, cuando Sarabia fue expulsado por una falta normalita, quedándonos en inferioridad.

El 2-1 llegó en el descuento, tras buen disparo de Layún, pero sólo sirvió para arreglar un poquito el maltrecho goal-average.

Es verdaderamente lamentable que apenas hayamos sido capaces de crear ocasiones de gol durante los noventa minutos. Y no me sirve la excusa del cansancio, porque han pasado casi cinco días desde Old Trafford.

El trío arbitral estuvo desastroso, aunque no cometió errores muy graves. Sin embargo, me parece que, siempre que no se trate a los dos equipos por igual, no es un buen arbitraje. No se puede tener diferentes criterios a la hora de mostrar las tarjetas –perdonando al Leganés varias muy claras y expulsado injustamente a Sarabia–. También Arberola Rojas no supo gestionar el tiempo añadido. Sólo añadió tres minutos y no tuvo en cuenta el tiempo perdido al realizarse una sustitución en el añadido. Los asistentes también tuvieron varios errores en fueras de juego y en saques de banda, desesperando a Nolito y Sarabia.

Lo que está claro es que no se puede tener dos caras. No se puede ganar a domicilio en el Metropolitano o en Old Trafford, y hacer el ridículo en Ipurua o Butarque. Hay que ser más profesional, tener más orgullo y ser consciente de que se está representando y vistiendo la camiseta de uno de los equipos más importantes del mundo. Pero la realidad es que, con tanto perder partidos ante equipos de la parte media-baja de la tabla, nos estamos complicando tontamente la clasificación para jugar en Europa la temporada que viene. No tenemos un calendario nada fácil, pues tenemos que recibir a Barcelona, Madrid y Villarreal, y, evidentemente, a estas alturas, quedar fuera de Europa sería un fracaso tan grande que no lo podría ocultar ni una final de Copa de Rey, ni una clasificación de Cuartos de Final de Champions.

El próximo partido, el Barcelona. Si el Atlético nos hizo cinco, mejor no pensar en un posible resultado.  Y para colmo, el Villarreal ya nos aventaja en dos puntos. Le ha dado la vuelta al marcador, en los últimos diez minutos de partido, ganando a un Atlético de Madrid que había marcado gracias a un penalti de chiste.

Manchester United 1 – Sevilla FC 2. Saca a Ben Yedder, saca a Ben Yedder…

“Saca a Ben Yedder”. Eso es lo que me llevé diciendo ayer durante casi todo el partido. No sólo porque soy de los que están absolutamente convencidos de que Ben Yedder debe ser titular indiscutible en este equipo, sino porque el Sevilla estaba haciendo un buen partido, muy serio, controlándolo a todos los niveles, pero cuando llegaba arriba no hacía nada de daño. Y era lógico, porque tanto Muriel como Mudo Vázquez, nuestros jugadores más adelantados, hicieron un partido desastroso, tanto en el pase como en la definición –Vázquez se salva porque aporta trabajo y tácticamente es bueno–, siendo incapaces de poner a prueba a De Gea ni una sola vez. Se llegaba a las inmediaciones del área con peligro, pero una vez allí, o hacíamos algo parecido a los ensayos de rugby, o tirábamos desviado.

 Y no se puede ir con balas de fogueo a la guerra. Claro que no. Por eso celebré la entrada al campo de Ben Yedder, porque es evidente que es nuestro mejor delantero. No lo digo yo, lo dicen sus cifras, sus estadísticas. Y éstas dicen que tiene mejor promedio de goles que delanteros históricos, como Luis Fabiano, Kanouté, Gameiro… ¿Que podría ser más veloz? ¿Que podría ser más alto? Pues sí. ¿Qué falla goles cantados, como en Moscú o ayer mismo, perdonando el tercero? También, pero eso le ocurre a todos los delanteros. Y por eso precisamente no es uno de los mejores delanteros del mundo, pero sí es nuestro mejor delantero, con diferencia.

Después de este panegírico dedicado al franco-tunecino, decir que me gustó mucho el planteamiento y el juego de mi equipo. En mi opinión, al igual que ocurrió en la ida, el Sevilla fue bastante superior al Manchester United, con un espectacular trabajo en defensa y en el centro del campo, con el único hándicap de que daba la impresión de que el Sevilla tenía demasiado respeto al United y que, en cuanto éste se le perdiera, en cuanto el Sevilla se olvidara de que el Manchester es el equipo más rico del mundo y de que se gasta una auténtica barbaridad de dinero en fichajes, podría ganar el partido. Y así fue.

Lo que no me gustó nada fue la exhibición que hicieron los franceses del equipo. Increíble el partido que hicieron Lenglet –que amargó a la mole Lukaku–, Nzonzi y Ben Yedder. Y no me gustó en el sentido de que la exhibición la hicieron en el gran escaparate del mundo del fútbol, la Champions League, y a buen seguro que habrán tomado buena nota tanto Deschamps  –eso no me importa tanto—como los Directores Deportivos de los equipos más pudientes del mundo. Y eso es un serio problema, si tenemos en cuenta que las cláusulas de rescisión de estos jugadores son bajísimas para esos equipos. Es decir, que nos va a ser casi imposible retener a nuestros mejores jugadores, como nos viene ocurriendo habitualmente. Debemos encontrar una solución a esto, porque la renovación obligada de la plantilla nos impide tener continuidad, formar una base fuerte con jugadores de calidad. El primer paso, desde luego, es poner las cláusulas de rescisión lo más alta posibles, y el segundo es el más complicado: conseguir éxitos deportivos, los cuáles llevan al éxito económico, necesario para poder mantener altas fichas.

También hicieron un trabajo excepcional el resto de jugadores de la defensa: Mercado, Kjaer y Escudero. Sergio Rico hizo de salvador con un par de paradones. No pudo hacer nada en el gol, donde fue fusilado a corta distancia por Lukaku.

Uno de los pocos detalles negativos del partido fue la tarjeta amarilla que vio Banega, algo absurda, por innecesaria, y que le impedirá jugar el primer partido de Cuartos de Final. Sin duda, una baja importantísima.

El éxtasis llegó, como es lógico, con los goles de Ben Yedder. El primero propio de un goleador nato, librándose del defensa y ajustando el tiro al máximo, fuerte y raso, poniéndolo imposible para De Gea. Y el segundo de oportunismo, con un cabezazo que entró por poco, pero lo suficiente para que lo vieran los árbitros.

El árbitro no estuvo mal, pero lo vi muy casero a la hora de mostrar las tarjetas, perdonando varias, bastante claras, a los locales.

Donde ya me quedo sin palabras es a la hora de referirme a nuestra afición. Verdaderamente impresionante, hasta el punto de que, por televisión, parecía que estábamos jugando en el Ramón Sánchez Pizjuán. Sólo se oía a nuestros aficionados, durante todo el partido.

Ahora toca disfrutar de unas horas del partidazo del histórico partidazo de ayer. Y no es para menos, porque hacía 60 años –que se dice pronto—que no alcanzábamos unos Cuartos de Final de la máxima competición europea. Pero ojo, porque en pocos días vamos a pasar del mítico Old Trafford, el llamado “Teatro de los Sueños”, a Butarque. Con todos los respetos para el Leganés, el cambio es total. En Old Trafford no era necesario ganar para conseguir el objetivo. El domingo, sin embargo, todo lo que no sea ganar será un fracaso, porque nos están pisando los talones un par de equipos (Villarreal y Gerona) y después hay otros que, aunque están algo apartados, no están tan lejos (Betis, Eibar y Celta). Tenemos que recibir aún a Madrid y Barcelona, y no nos podemos dormir en los laureles. Ya que no podremos jugar Champions la próxima temporada, hay que estar obligatoriamente en la Europa League.

France Football se hace eco de la delicada situación de Ben Yedder en el Sevilla

Esta mañana ha publicado France Football el siguiente artículo:

 

Sevilla: Wissam Ben Yedder está en una situación delicada en Andalucía

Excelente durante la primera mitad de la temporada, Wissam Ben Yedder estuvo incluso cerca de la Selección Francesa en 2017. Pero no parece tener la confianza de Vincenzo Montella, quien llegó al club en diciembre pasado, y ve disminuir sus escasas posibilidades de volar a Rusia considerablemente.

Con un tiempo de juego reducido en las últimas semanas, no es momento de fiesta para Wissam Ben Yedder. Hubo un momento en que todo iba bien para el delantero de 27 años en Andalucía. Aunque sólo jugó ante el Atlético de Madrid y el Barcelona, y estuvo en el banquillo ante el Real Madrid, en la primera mitad de la temporada, logró anotar 5 goles en 12 apariciones en La Liga. Sobre todo, Ben Yedder brilló en la más prestigiosa de las competiciones, la Champions League, anotando 6 goles en la fase de grupos. Con un hat-trick ante el Maribor y un doblete ante el Liverpool en el espectacular empate  (3-3) de noviembre pasado, en el Ramón Sánchez Pizjuán. Ese rendimiento fue posible gracias a la confianza otorgada por su ex entrenador, Eduardo Berizzo, quien lo hizo titular en la delantera en todos los partidos de la Champions League.

Se pensaba entonces que el ex del Toulouse había elegido bien su año, con la Copa del Mundo de Rusia el próximo junio. Sus actuaciones incluso le abrieron la puerta de la Selección Francesa, siendo preseleccionado por Didier Deschamps el pasado septiembre. No fue suficiente, sin embargo, para aparecer en la lista del entrenador. El ex internacional con las inferiores (3 convocatorias) no fue elegido para los partidos amistosos de octubre. En ese momento, sin embargo, no se habían enfriado sus esperanzas de jugar para los Blues, como dijo en el sitio web de la UEFA en noviembre de 2017: «Mi sueño es ir a la Selección Francesa, para jugar la Copa del Mundo, por supuesto.

El cambio de entrenador, un punto de inflexión.

Pero aunque las posibilidades del jugador de vestir la camiseta azul A siempre han sido muy escasas, la situación actual no parece ser de su agrado. Desde finales de 2017, un pequeño grano de arena ha llegado a cortar la dinámica del delantero, cuando Berizzo fue despedido y reemplazado por Vincenzo Montella en la dirección técnica del equipo. Un cambio de entrenador que, definitivamente, ha terminado con las posibilidades del principal interesado. Porque el técnico italiano parece haber decidido y confiar en Luis Muriel en punta, en detrimento del francés. Hay muchas rotaciones con el colombiano (Ben Yedder ha sido titular en 9 partidos de los 18, desde la llegada de Montella) en punta, con un 4-2-3-1. Pero el nativo de Sarcelles hierve de impaciencia. No jugó, para su sorpresa, un solo minuto de Octavos de Final, en el partido de ida de Champions League, contra el Manchester United, el 21 de febrero.

Un partido que el Sevilla no perdió (0-0), pero tras el cual Ben Yedder habló sobre su situación en las redes sociales: «Nunca pierdas la paciencia. Es la ultima llave que abre la puerta. #VamosMiSevilla”. La situación del francés tampoco ha escapado a la prensa española, que no se ha hecho de rogar para revelar su cláusula de rescisión – 30M de euros – al final de la ventana de transferencia, hace algunas semanas. Estadio de Deportivo incluso afirmó en febrero que el delantero había rechazado un contrato con el Beijing Guoan, quien finalmente puso su mira en Cédric Bakambu. Y como un problema nunca viene solo, no parece que la llegada de Sandro Ramírez, cedido en invierno, vaya a arreglar la situación del ex jugador del TFC. El delantero español fue incluso quien sustituyó a Muriel en los dos últimos e importantes partidos, en semifinales de la Copa del Rey y en Champions League. Mientras que la llegada de Montella parece haber sido el punto de inflexión de su temporada, Ben Yedder podría ser relegado a la tercera posición en la jerarquía de los delanteros del Sevilla. Si Montella no le da una oportunidad, el final de la temporada podría ser muy largo…

Hugo Girardot

Sevilla FC 0 – Valencia 2. Adiós a las posibilidades de Champions

La próxima temporada no podremos disfrutar de la máxima competición europea. La victoria del Valencia nos dejan sin posibilidades, ya que la distancia es abismal.

Hemos perdido un partido clave por nuestra alarmante falta de gol. Podríamos haber ganado, porque hemos creado más ocasiones que nuestro rival, pero Neto, con un par de paradones, salvó a su equipo cuando peor lo estaba pasando.

El Valencia, sin embargo, tuvo una efectividad muy elevada, pues sólo tuvo tres ocasiones y coló dos. Ambos goles de Rodrigo. El primero al aprovechar un tremendo error de Escudero, y el segundo al quedarse solo ante Sergio Rico, tras sensacional jugada de Kondogbia. El exjugador del Sevilla fue el mejor de su equipo. El Valencia ya ha publicado que piensa pagar los 25 millones de su opción de compra. No me explico cómo Kondogbia y Banega no le sirven al Inter de Milán.

No ha sido nuestro mejor partido, desde luego. Banega, Mudo, Nzonzi, Sarabia…no lograron imponer su calidad. Nolito lo intentó pero estuvo muy desacertado.

Tampoco nos acompañó la suerte, — lástima del trallazo al larguero de Muriel–, ni el árbitro, que estuvo desastroso, desquiciando en algunos momentos a los jugadores sevillistas y al público.

Eché en falta un par de cambios ofensivos en el descanso. Teniendo Muriel amarilla, esperaba que hubiera sido sustituido por Ben Yedder, aunque yo creo que éste debe ser titular indiscutible, ya que ha demostrado ser el más certero de cara a puerta de la plantilla. Y también me quedé con las ganas de ver más tiempo a Sandro.

Ahora toca mirar para abajo, porque la mejor posición que podremos conseguir en la temporada 2017-2018 será la quinta plaza que ahora ocupamos, la cual debemos mantener a toda costa.

Pero hay que mirar al martes. No hay tiempo ni para lamerse las heridas. El Manchester United espera.

Valencia y Manchester United en tres días. Los equipos grandes no priorizan

El calendario es caprichoso y ha querido que el Sevilla se juegue la temporada en dos partidos que sólo estarán separados por tres días. Primero recibiremos al Valencia y después visitaremos al Manchester. Los dos partidos son vitales porque hay mucho dinero y prestigio en juego, y, posiblemente, también buena parte de la planificación de la próxima temporada.

Parte de la afición piensa que el partido más importante es contra el Manchester, ya que de pasar, aparte de ganar muchos millones de euros, igualaríamos la mejor participación europea de la historia del club. La otra parte cree que el partido más importante es el del Valencia, ya que el objetivo marcado por el club al inicio de la temporada era quedar entre los cuatro primeros. En mi opinión, no hay un partido que sea más importante que el otro, ya que en los dos nos jugamos muchísimo. Por tanto, en esta ocasión, más que nunca, hay que recordar a Joaquín Caparrós con su «partido a partido».

Otro objetivo del club, éste a largo plazo, es tener un crecimiento sostenido, tanto en lo deportivo como en lo económico, y para ello es fundamental la clasificación para la Champions, lo que nos permitiría además que el Sevilla FC siguiera siendo considerado, por parte de los jugadores, como uno de los mejores destinos posibles. No hay que olvidar que muchos jugadores, en caso de duda, aunque influyan muchos factores –campeonato, dinero, país…– siempre se decantarán por un equipo Champions.

Si queremos ser un equipo grande de verdad, de los que tienen muchísimos ingresos por publicidad, verdaderos plantillones y que, por tanto, están acostumbrados a ganar títulos y juegan Champions todos los años, no estaría mal que nos fijáramos en lo que hacen, por ejemplo, Madrid o Barcelona. A ellos, con la Liga en juego, no se les ocurriría priorizar entre partidos importantes de Champions y Liga. Esta temporada es atípica, porque el Madrid ha quedado sin posibilidades en Liga, desde hace mucho tiempo, y sí ha priorizado, descaradamente, la Champions. Pero ¿acaso el Barcelona reserva a Messi, Luis Suárez o a Piqué? Si están bien, lo juegan absolutamente todo. Y rara vez se lesionan. Para ellos no existe cansancio. Son jugadores de los llamados top, de primer nivel. Están acostumbrados a jugar cada tres días.

A mi modo de ver, el Sevilla debería hacer lo mismo. Debe acostumbrarse a tratar con la misma importancia un partido de Liga y un partido de Champions. Posiblemente, por priorizar la Champions, como hizo Berizzo, con rotaciones salvajes, hemos estado dando bandazos en Liga durante buena parte de la temporada, teniendo, a día de hoy, bastante complicado quedar entre los cuatro primeros. Porque no nos engañemos. Aunque consigamos ganar al Valencia, seguirá estando difícil arrebatarles la cuarta plaza, pues seguirán estando a cinco puntos más el goalaverage. Pero debemos tener claro que, mientras queden puntos, hay que intentarlo, por muy difícil que parezca. En los finales de Liga suele haber muchas sorpresas, pues todo los equipos se juegan mucho. Se juega al límite, hay lesiones… Y el Sevilla tiene que estar ahí, al acecho, echándole el aliento en el cogote al Valencia.

Este sábado se nos presenta una oportunidad magnífica para acortar distancias con ellos, y no podemos dejarla escapar. Un empate o una victoria del Valencia nos alejaría definitivamente del objetivo Champions. Una vez que pase este partido, entonces será el momento para pensar en el Manchester. Pero no antes, porque lo único que conseguiremos es afrontar el partido más ilusionante de la temporada con una derrota previa, y ésa no es la mejor manera de encarar un partido de tanta importancia.

Por tanto, yo apostaría, sin ninguna duda, por alinear a los mejores el sábado –siempre que estén al cien por cien, evidentemente—, y después Dios dirá.

Hay que estar en Champions la próxima temporada. En esa competición es donde están los mejores jugadores y los mejores clubes. En esa competición es donde tiene que estar el Sevilla FC.

Sevilla FC 2 – Athletic 0. Victoria más cómoda de lo previsto, pero ¿y el goal-average?

Partido tranquilo el de ayer. Ziganda nos hizo el favor de no pensar demasiado en nosotros, sino en la Europa League, dejando en el banquillo a sus mejores jugadores: Beñat, Aduriz y Raúl García. Sólo cuando estos entraron en la segunda parte, el Athletic inquietó algo más, pero sin poner en verdaderos apuros al Sevilla.

La primera parte empezó con el Sevilla arrollando. En pocos minutos dispuso de varias ocasiones de gol, y siguió percutiendo sobre el área hasta que, por fin abrió el marcador, por medio de Muriel, quien poco antes falló otro gol cantado, al estilo del de Manchester: con toda la portería para él, cabeceó a la cruceta, cuando lo más fácil era colarla.

Sólo cinco minutos después, Vázquez logró el 2-0 definitivo, cabeceando al fondo de la red, ganándole el salto a Yeray.

En la segunda parte, sobre todo en los primeros minutos, cambió el panorama, dominando el partido el Athletic, pero volvió a hacerse con las riendas el Sevilla y tuvo ocasiones clarísimas para golear al Athletic, pero, al igual que en Málaga, se desaprovecharon, unas veces por la gran intervención de Kepa, que evitó un golazo por la escuadra, de volea, de Nolito, y otras por perdonar lo que no se puede perdonar jamás en la vida. Tanto Vázquez como Nolito fallaron ocasiones de mano a mano con el portero.

Buen partido de todo el equipo, destacando Vázquez, Banega y Nzonzi, además de los centrales.

Sigo sin entender por qué nuestro mejor goleador, Ben Yedder, sigue sin contar con minutos, sobre todo cuando hemos dado otro recital de fallar ocasiones claras.

El Sevilla ha sido vapuleado varias veces esta temporada. Actualmente tiene un goal–average de -4. Por lo visto en Málaga y ayer, parece que no preocupa ponerlo en positivo. Ojalá no nos haga falta.

 

Málaga 0 – Sevilla FC 1. Victoria sufrida, pero que debió ser muy holgada

Buen partido del Sevilla, sobre todo en defensa, ya que controló en todo momento el partido, siendo incapaz el Málaga de crear ocasiones de gol. De hecho, Sergio Rico no tuvo que intervenir, excepto en algún que otro balón colgado al área.

El partido se puso de cara muy pronto, ya que en el minuto 15 llegó el único gol, tras una bonita jugada. Magnífico pase de Nolito, por encima de la defensa, y perfecto remate de Correa, a bote pronto, cruzado, y ajustado al poste.

A partir de aquí, el guión empezó a repetirse: el Málaga quería pero no podía, y el Sevilla juntó líneas, con el objetivo de que los de la Costa del Sol, un equipo falto de técnica, le diera oportunidades para sentenciar a la contra, pero, como suele ser habitual, nuestros jugadores no estuvieron muy afortunados de cara a gol.

En algunos momentos, eché en falta más determinación, por parte de nuestros jugadores, para ir a por el partido, porque daba la impresión de que, a poco que se lo propusiera, no tendría muchos problemas para dejar el partido sentenciado.

Lamentablemente, volvimos a sufrir un arbitraje horrible, con tres errores muy graves –obviando el ya repetitivo y mosqueante diferente criterio a la hora de mostrar las tarjetas amarillas–, que podrían haber convertido el partido en un paseo, con lo que no tendríamos que haber pasado las fatiguitas que pasamos para llevarnos los tres puntos. Fatiguitas, más que nada, por lo incierto del resultado, no porque el Málaga tuviera ocasiones de gol.

El primer error arbitral evitó que nos fuéramos con un 0-2 al descanso, ya que el asistente anuló un gol por fuera de juego de Ben Yedder, que no era. El segundo error, ya en la segunda parte, fue no señalar un penalti, por manos de Rosales, que tenía amarilla. Y el tercer y último error fue señalar un fuera de juego inexistente a Sandro, evitando que se quedaran dos jugadores sevillistas solos ante el portero. No era fuera de juego porque los diez jugadores del Málaga estaban en campo sevillista.

En cualquier caso, no hubo goleada porque a estos fallos arbitrales, hay que sumarles los que tuvimos arriba. Los más claros fueron en la recta final del partido, cuando Sarabia, casi en boca de gol, no llegó por muy poco a un buen centro de Vázquez, y cuando este mismo jugador, en el descuento, fue incapaz de batir a Roberto, cuando además tenía completamente solo, a su derecha, a Sarabia.

Hay que destacar el sensacional partido de los centrales, pues tanto Kjaer como Lenglet despejaron todo lo que le llegaron y tuvieron que lidiar con los peleones En-Nesyri e Ideye, que fueron unos verdaderos incordios. El Málaga sólo creaba peligro a balón parado, y no dudaban en central al área a la más mínima ocasión, quizás queriendo aprovechar la inseguridad que mostraba Sergio Rico, quien en más de una ocasión se quedó bajo palos cuando debió salir.

El único defensor que desentonó fue Layún, que no pudo frenar en ningún momento al veloz Rolán. En ataque estuvo algo mejor.

Agradezco al entrenador del Málaga que no alineara a Juanpi y a Borja Bastón, que me parecen dos de los jugadores de más calidad que tiene a su disposición.

Por fin debutó Arana. En mi opinión, hizo un buen partido, ya que no pasó ningún apuro por su banda. Apenas se incorporó al ataque, que se supone es su fuerte. Hay que darle tiempo a este jugador, no sólo por la edad, sino porque llega de una competición muy diferente.

Los tres puntos son importantísimos para clasificarnos para Europa, ya sea Europa League o Champions. Esta última competición, ahora se ve muy difícil, pero quizás dentro de unas jornadas el panorama puede cambiar por completo. Son las cuentas de la lechera, porque no son partidos fáciles, pero si ganamos los dos próximos encuentros en casa –Bilbao y Valencia–, y al Betis le da por hacernos el “favor” de ganar en Mestalla, la cuarta plaza quedaría a tiro de piedra.

Lo que está claro es que, mientras matemáticamente queden posibilidades, hay que intentarlo, por difícil que parezca.