Archivo mensual: febrero 2018

Sevilla FC 2 – At. de Madrid 5. Tres puntos regalados

Desastroso partido el que hemos visto esta noche en el Ramón Sánchez Pizjuán. De inicio, pintaba bastante bien, con el Sevilla dominando al Atlético, pero se empezó a torcer en cuanto Muriel se quedó solo delante de Oblak, con toda la portería para él, y no se le ocurrió otra cosa que tirar al muñeco. Ante el equipo menos batido de la Primera División, y seguramente de Europa, no se pueden fallar goles cantados.

Se siguió torciendo el partido en el minuto 17, cuando tuvo que retirarse Navas por lesión. Fue un importante contratiempo, porque el Sevilla perdía velocidad, tanto en defensa como en ataque, profundidad y desborde. Layún, su sustituto, tiene toda la pinta, a no ser que cambie totalmente, de estar aquí muy poquito tiempo. Entre él y Navas hay un abismo.

Y se acabó de torcer definitivamente cuando Banega perdió un balón ante Diego Costa en una zona donde no se pueden hacer tonterías. Y el brasileño, con toda la ventaja del mundo, no tuvo problemas en batir a Sergio Rico. El principal culpable del gol es Banega, pero, probablemente, Sergio Rico no debía haberle pasado el balón con varios contrarios cerca de él.

No se puede regalar un gol a nadie, pero mucho menos a un equipo tan bueno como el Atlético de Madrid, construido a base de soltar muchísimos millones de euros. El problema es que no sólo se regaló un gol, sino tres, y así es imposible.

Con el 0-1, y viendo que el Sevilla estaba tocado por recibir un gol tan estúpido, rezaba para llegar al descanso con el 0-1, y en ese «tiempo muerto», tener la posibilidad de recomponerse. Pero no fue así, porque a Griezmann, un jugador de los caros de verdad, le dio por marcar un golazo, poniendo el balón en la escuadra, lejos del alcance de Sergio Rico.

Remontar un 0-2 ante un equipo de los menos goleados se antojaba poco menos que imposible. Los errores se sucedieron hasta llegar al 0-5, y ahí el equipo tiró de coraje para arreglar el destrozado goal-average. Primero marcó Sarabia, tras magnífica asistencia de Ben Yedder, y después Nolito, haciendo uno de sus habituales goles: disparo al primer poste, fuerte, ajustado y raso.

Se pudo arreglar el goal-average un poquito más si a Martínez Munuera hubiera pitado un penalti CLARÍSIMO de Oblak sobre Sarabia, pero al trencilla no le dio la gana. No me creo que ni él ni el asistente vieran la falta.

En mi opinión, Montella se equivoca al poner como delantero titular a Muriel, en lugar de Ben Yedder, quien tiene más gol y aporta más al equipo.

Partido muy malo de los argentinos Franco Vázquez y Correa, que no aportaron nada.

El árbitro fue un amiguete de los atléticos. Apenas influyó en el resultado –quizás en ese penalti a Sarabia, de haberlo pitado–, pero el doble rasero a la hora de pitar las faltas y sacar las amarillas era evidente.

Aunque pueda parecer lo contrario, por la contundencia del resultado, podría haber sido mucho peor, porque Griezmann tiró al palo, cuando tenía todo a favor para marcar. Porque Vitolo perdonó una contra de cinco contra tres. Y porque Griezmann y Gameiro se pusieron a tontear en un gol cantado y acabaron perdonando otro gol.

Tengo claro que hoy hemos regalado tres puntos, pero de nada sirve seguir pensando en ello. Dentro de menos de 72 horas hay otro partido importantísimo ante el Málaga, porque la Champions se ha puesto imposible, pero la Europa League no está ni mucho menos asegurada.

Sevilla FC 0 – Manchester United 0. Empate que deja la eliminatoria bastante complicada

Buen partido el realizado ayer por el Sevilla, aunque tuvo muy poco premio, pues el empate obligará al Sevilla a estar al máximo nivel, tanto en defensa como en ataque, para pasar la eliminatoria.

Los dos equipos se mostraron mucho respeto durante todo el encuentro. Los de Mourinho jugaban con las líneas muy juntas, al igual que el Sevilla, y no pudieron disfrutar de espacios para salir al contragolpe, excepto al final, cuando ya el cansancio hizo mella en los jugadores del Sevilla, y cuando se intentó conseguir el tan ansiado gol que pusiera la eliminatoria más de cara.

El Sevilla tuvo infinidad de ocasiones de gol y atosigó por momentos al Manchester, con continuos saques de esquina –hasta 12–, pero siempre se impuso la defensa inglesa o un espectacular De Gea, que tuvo intervenciones de mucho mérito, como el paradón que le hizo a Muriel en la última ocasión de la primera parte. El colombiano cabeceó a placer, aunque, lamentablemente, al alcance de De Gea, y sus reflejos hicieron el resto. Quizás fuera esta la ocasión más clara del partido.

Una lástima que el Sevilla siga teniendo problemas con el gol, porque de estar algo acertados de cara a puerta, el Ramón Sánchez Pizjuán, que ayer se vistió con sus mejores galas, se habría convertido en un manicomio. Por eso no se entiende que nuestro mejor goleador, Ben Yedder, no jugara ni un solo minuto. Está claro que Montella prefiere a Muriel y a Sandro antes que al franco-tunecino, a pesar de que ha marcado 17 goles en 30 partidos.

Tampoco entiendo que Montella apure tantísimos los cambios. Me desespera, y supongo que a los jugadores a los que obliga a calentar tanto tiempo, aún más. No hizo el primer cambio  hasta el minuto 85 de partido. Pero es que el segundo no lo hizo hasta el 89, y prescindió del tercero. Desde mi punto de vista, es inexplicable, sobre todo porque había tres jugadores recién salidos de lesiones musculares y varios jugadores daban muestras de estar agotados en la recta final del partido.

El United dio algún susto, como un remate de Lukaku, tras un sensacional pase de Alexis, que se fue alto. Ayer los centrales tuvieron muchísimo trabajo, y muy meritorio, porque marcar a Lukaku debe ser una experiencia muy desagradable. Parece más un jugador de fútbol americano. Es una auténtica mole que es difícil de parar, tanto cuando juega de espaldas como en velocidad.

En general, todos los jugadores hicieron un gran partido, pero destacaría a Navas, quizás el mejor, y a Banega. El palaciego ha mejorado mucho físicamente. Se le ve más rápido y, por tanto, con más desborde. Se ha hecho dueño indiscutible del lateral derecho.

Lo más valioso que consiguió ayer el Sevilla fue mantener la portería a cero. Es la esperanza que tenemos de sobrevivir a Old Trafford, donde, teóricamente, vamos a sufrir de lo lindo, dado el potencial de los ingleses. De marcar allí, y si conseguimos mantener la fortaleza defensiva, podemos poner en muchos apuros al Manchester United,

Pero para eso aún quedan tres semanas. Y eso en fútbol es toda una eternidad. Creo que son cuatro partidos de Liga los que hay que disputar hasta entonces, y no son nada fáciles. Ahora es cuando llega la verdadera prueba de esfuerzo de la plantilla: muchos partidos, poco descanso, y ante rivales muy exigentes.

El primero llega el domingo, y es el Atlético. Vital para que la próxima temporada podamos volver a vivir lo de ayer.  La Champions engancha. Hay que darlo todo para conseguir esa cuarta plaza que ahora parece inalcanzable.

Las Palmas 1 – Sevilla FC 2. El Sevilla perdona, y mucho, pero se lleva tres puntos valiosísimos

Cuando perdonas al rival, sueles perder, pero, por fortuna, enfrente había un equipo muy endeblito que apenas creó peligro, excepto al final.

El Sevilla hizo un partido bastante bueno, aunque con un principio y un final decepcionantes. Me refiero a la acción de Ben Yedder, que repitió lo que hizo en Moscú, cuando sólo le quedaba por sortear un defensa bajo palos, y no se le ocurre otra cosa que tirar al muñeco. Menos mal que luego, más tarde, volvió a demostrar que es el mejor goleador que tiene el equipo, y sumó un golito más a su cuenta particular, al rematar una buena jugada de Sarabia.

Se pudo acabar la primera parte con más de un gol de ventaja, pero el Sevilla fue incapaz de aprovechar las múltiples ocasiones que tuvo, y hubo que esperar a que, al inicio de la segunda parte, Sarabia hiciera el 2-0, al rematar un magnífico pase de Vázquez.

El Sevilla pudo conseguir el 0-3 en un contragolpe, pero Nzonzi no acertó ante Chichizola.

A partir de aquí, ya no me gustó nada el partido, pues el Sevilla se dedicó a encerrarse, dejándose dominar y permitiendo contínuos centros al área por parte de los jugadores amarillos, llegando a ser, prácticamente, un asedio. Quizás los jugadores empezaron a pensar en el Manchester antes de tiempo, pero, desde luego, ceder terreno al rival me pareció que eran ganas de complicarse el partido, porque aún no estaba cerrado.

A falta de diez minutos para el final, cambió todo, a raíz de un más que discutible penalti, señalado por Iglesias Villanueva. A mí me pareció un piscinazo de Halilovic. Puede ser que Layún le tocara, pero, en todo caso, mínimamente. Cometió la torpeza de tirarse mal y a destiempo, porque ya había superado a Layún, pero fue suficiente para que el árbitro picara.

Con el 2-1, se pasó bastante mal, más que nada por la incertidumbre del resultado, porque Las Palmas apenas creó peligro.

Acabó el partido con una jugada muy protestada por los locales, por creer que el gol que marcó Gálvez fue anulado por fuera de juego de este jugador (no lo estaba), cuando realmente fue anulado por falta previa de Calleri.

Con este susto acabó el partido. Un partido que debió ser un paseo militar pero que, debido a que se perdonó más que un cura en un confesionario, se acabó poniendo en serio peligro los tres puntos. Más que comprensible el enfado de Montella por esa falta de contundencia arriba.

Buen partido de todo el equipo, especialmente de los centrales y el trío Sarabia-Vázquez-Ben Yedder, que trajo en jaque a la defensa canaria. Victoria que sirve para despegarse de algún componente del grupito de perseguidores y para seguir atosigando a un Valencia que ayer volvió a dar muestras de que le sale absolutamente todo. La Champions está casi imposible, pero mientras queden puntos, hay que intentarlo.

Ahora, Manchester, Manchester y Machester. Otro partidazo en Nervión.

 

 

Sevilla 1-Gerona 0. Sergio Rico nos mantiene en zona europea

Tal y como se esperaba, el Gerona dio mucha guerra en la mañana de ayer. El equipo catalán arriesgó con una defensa bastante adelantada, pero le dio resultado, en parte porque nuestros jugadores de banda, tanto Correa como Sarabia no estuvieron muy acertados. Sin embargo, al inicio de la segunda parte, ambos fueron decisivos, en la jugada del gol que decidió el partido. Aunque parece que el gol es de Correa, seguramente, si no llega a ser por Sarabia, no lo habrían concedido, pues en el acta aparece Sarabia como el autor del gol.

El protagonista del partido fue Sergio Rico, ya que tuvo dos o tres intervenciones de mucho mérito, salvando los muebles. Por ejemplo, parando un penalti en la primera parte y sacando un cabezazo a placer de un rival, en la recta final del partido.

En la segunda parte el Sevilla pudo sentenciar, y no lo hizo, lo que me recordó muchísimo al partido contra el Getafe, pero en esta ocasión sí hubo final feliz.

Aparte de Sergio Rico, hay que resaltar el gran nivel que está mostrando Jesús Navas en el lateral derecho. Esta vez frenó al veloz Mojica. De seguir así, va a costar trabajo que le quiten el puesto tanto Corchia como Layún.

El Mudo Vázquez estuvo desaparecido, al menos ofensivamente. Se obsesiona en hacer cañitos y, a veces, provoca pérdidas peligrosas. Un cañito no está mal, pero intentarlo casi siempre, creo que es pasarse. Es como cuando Negredo se quedaba solo delante del portero, que siempre pensaba en hacerle una vaselina, aunque pareciera la opción más complicada.

Los centrales estuvieron magníficos durante todo el partido. Mercado siempre le ganó por alto al keniata Olunga, a pesar de que éste le superaba en altura. También Lenglet estuvo soberbio durante todo el partido. También asistió a Correa en el gol, con un pase largo medido. Es una pena que estos centrales no tengan recambio, porque le dan al equipo un gran nivel defensivo y no tienen recambio. Esperaba, iluso de mí, que hubiera llegado un central en el mercado de invierno. No fue así, y creo que, con el tiempo, lo pagaremos caro. Tanto Kjaer, como Pareja y Carriço están muy lejos de llegar al nivel que muestran la pareja Mercado-Lenglet.

El árbitraje no me gustó nada, ni el de Jaime Latre, ni el de sus asistentes, con fallos incomprensibles. Quizás el más grave fue cuando perdonó la expulsión a Borja García, por una entrada por detrás, que le hubiera supuesto la amarilla, y después, a continuación, por discutir con Pizarro. Pero el árbitro, no quiso expulsarle y sólo se la mostró al argentino.

Tampoco me gustó, en absoluto, la tardanza de Montella en hacer los cambios. No es la primera vez que lo hace, y creo que se equivoca. Pizarro no fue expulsado de milagro. Tener un centrocampista de cierre con amarilla durante tantos minutos es jugar a la ruleta rusa, y más cuando tienes a Roque Mesa en el banquillo. Pizarro hizo una buena primera parte, pero en la segunda cometió errores que pudieron costarnos el gol.

También me parece un grave error mantener a jugadores sobre el césped que estaban visiblemente fatigados, como era el caso de Correa y Franco Vázquez.

Victoria muy trabajada, ante un equipo que tiene jugadores de nivel –menos mal que Portu ayer no tuvo su día y que el máximo goleador del equipo, Stuani, estaba tocado y no jugó–, y que nos mantiene en zona europea. Estos tres puntos nos permiten acortar distancias con el Villarreal, pero, lamentablemente, no con el Valencia, que ayer ganó gracias a la inestimable ayuda del árbitro de turno (Medié Jiménez), que tuvo una actuación desastrosa y totalmente decisiva, ya que anuló un gol totalmente legal de Coke (hubiera supuesto el 1-2), por un empujón de un jugador del Valencia a otro del Valencia, no habiendo ningún jugador del Levante cerca. Es decir, que el árbitro se inventó la falta, pues era imposible que hubiera visto un jugador del Levante.

Lo peor es que en la jugada que hubo inmediatamente después, marcó el Valencia. Se pasó de un 1-2 a un 2-1 en cuestión de segundos, con el mazazo sicológico que supone eso. Pero no quedó ahí la cosa. Medié Jiménez quiso rematar su faena inventándose un penalti sobre Zaza cuando finalizaba el partido. Realmente, fue Zaza quien arrolló al central del Levante, que se le adelantó y tocó balón.

No creo que el Sevilla recupere la cuarta plaza, pero está claro que si el Valencia, además de ser un gran equipo y sólo disputar una competición, recibe ayudas de este tipo… entonces será imposible.

Sevilla FC 2 – Leganés 0. Una nueva final, probablemente ante el Barcelona

El Sevilla no se dejó sorprender ante un combativo Leganés y estará en una nueva final de Copa del Rey. Y lo estará con todo merecimiento, pues fue superior a su rival en los dos partidos.

No fue nada fácil el partido de ayer, ya que la posibilidad de prórroga estuvo rondando durante todo el partido, hasta el minuto 89, hasta que el Mudo Vázquez puso el colofón perfecto a su gran partido, colocando el balón en la escuadra de la portería defendida por Champagne.

En general el Sevilla no tuvo problemas para dominar el encuentro, y evitó algo que habría puesto la eliminatoria bastante complicada: que el Leganés se adelantara en el marcador. Esto bien pudo ocurrir en un remate de cabeza de Beauvue, desde bastante cerca, que, afortunadamente,  se fue por encima del larguero.

El 1-0, de Correa, a pase de Muriel –otro buen partido del colombiano–, dio mucha tranquilidad, pero faltaba el segundo gol para evitar disgustos, y éste tardó en llegar, en parte por la ansiedad de los jugadores del Sevilla, y en parte porque el Sevilla falló alguna que otra ocasión bastante clara, como la de Banega que sacaron bajo palos. El argentino tenía todo el tiempo del mundo para controlar y colocar el balón, pero se precipitó y tiró raso y no muy fuerte.

Al final de la primera parte, el Sevilla tuvo unos minutos de desconcierto, donde perdía continuamente el balón en el centro del campo, con bastante rapidez. Pero quitando esos minutos tontos, que suele tener en todos los partidos, el partido estuvo bastante controlado. Para ello fue básico la intensidad y concentración que emplearon los jugadores del Sevilla, que hicieron un gran partido en todas las líneas. La defensa estuvo magnífica, tanto los centrales como los laterales, destacando especialmente el partidazo que hizo Navas, que secó a Amrabat. Por cierto, el holandés sufrió un espectacular caño del Mudo que espero no le haya dejado secuelas.

En la línea media, quien desentonó fue Pablo Sarabia. No fue su día, aunque siempre da lo máximo. Gran partido de N’Zonzi y Ever Banega, que se tuvo que retirar lesionado.

Sergio Rico apenas tuvo trabajo. Se mostró inseguro en un par de balones aéreos. Ya ni intenta agarrar el balón, sino que despeja de puños para evitar problemas.

En la delantera tuvo minutos el recién llegado Sandro, quien participó en la jugada del 2-0. No me gustó que no tuviera minutos Ben Yedder, quien, a pesar de sus buenos números, con el resurgir de Muriel y la llegada de Sandro, no está jugando nada. Ayer, sin embargo, parecía más lógico que entrara Sandro, más veloz que el franco-tunecino.

Tenía ganas de ver a Ben Yedder en un 4-4-2, pero entre que Franco Vázquez ocupa una de esas posiciones y hay una fuerte competencia por la otra plaza, me da la impresión de que tendré que seguir esperando.

Muy importante, fundamental, que no vieran tarjeta los tres jugadores que tenía apercibidos el Sevilla y que corrían riesgo de perderse la final: Vázquez, Lenglet y Mercado. Sobre todo, me preocupaban los centrales, porque son los máximos responsables de que defendamos decentemente. El equipo pierde mucho cuando uno de ellos es sustituido.

Tiene muchisimo mérito lo del Leganés. Es un club que está haciendo bien las cosas, con humildad, y que está logrando consolidarse en Primera División.

Estoy seguro de que no habríamos alcanzado la final de haber continuado Berizzo de entrenador. No me imagino ganando el Sevilla los dos partidos contra el Atlético de Madrid, con el planteamiento que hizo en Liga, sin Mercado de central, sin N’Zonzi, y con los anticuados marcajes al hombre.

Esperaremos pacientemente al rival de la final de la Copa del Rey, que se decidirá esta noche. Supongo que será el Barcelona, que tiene un buen resultado de la ida (1-0). Lo más normal es que el Barcelona, que reservó a Messi en Liga, marque, al menos, un gol, lo que obligaría al Valencia a hacer tres.

Ojalá sea el Valencia el finalista. Aunque también es un gran equipo, es más factible vencer al equipo ché que al todopoderoso Barcelona. Lo único bueno de enfrentarnos a los azulgranas, es que, prácticamente, nos aseguraría también disputar la Supercopa de España.

Y si jugamos con el Barcelona, al menos que no pueda jugar Messi. Porque tener al argentino en el once es como jugar con doce. Para mí, sin ninguna duda, es el mejor jugador del mundo. Sin Messi, el Barcelona, a pesar de la grandísima plantilla que tiene, no da esa desesperante sensación de invencibilidad, como dejó claro el Español hace unos días en Liga.

Sevilla-Leganés. Partido para sufrir o disfrutar. Partido de gran éxito o de gran fracaso

Mañana tenemos otro partidazo en la bombonera de Nervión. Al final del partido, sea el resultado que sea, será un gran éxito o un gran fracaso. No cabe el término medio. Si pasa el Sevilla la eliminatoria, se habrá conseguido el siempre complicado objetivo de disputar una final. Por contra, si es el Leganés el que se lleva el gato al agua, no hay más remedio que hablar de fracaso, porque el Leganés es un equipo inferior técnicamente, y además significaría que hemos desaprovechado la ventaja de haber marcado fuera de casa y poder decidir la eliminatoria en nuestro estadio.

Ojalá me equivoque, pero creo que, si pasamos, lo haremos sufriendo. Me baso en que el Leganés es uno de los equipos que mejor defiende y en que el Sevilla, como se pudo comprobar en la ida, y en infinidad de partidos, tiene serios problemas para sentenciar los partidos.

También creo que será un partido de tener mucha paciencia, pues el Leganés hará lo mismo que hacen casi todos los equipos que nos visitan: encerrarse atrás, con todos los jugadores por detrás del balón, para intentar sorprender al contragolpe o a balón parado.

El resultado de la ida es engañoso, ya que el Sevilla debe hacer un mínimo de dos goles para evitar posibles sobresaltos. Si el Leganés marca, ya estaríamos con el corazón encogido, por la posibilidad de la prórroga y porque se les pondría la eliminatoria de cara, por el valor doble de los goles en campo contrario. También habría que ver, sobre todo si se adelanta el Leganés en el marcador,  cómo reaccionaría la afición, aún muy dolida con el enésimo bochorno de la temporada, en esta ocasión con el Eibar. Y, verdaderamente, también se está comprobando que, por cuestiones propias o ajenas, nos está costando muchísimo mantener la puerta a cero está temporada.

A tener en cuenta que están apercibidos de sanción Vázquez, Mercado y Lenglet. El primero es sustituible, pero miedo me da, más bien pavor, tener que disputar una final, sea ante Valencia o Barcelona, con Kjaer, Pareja o Geis de central.

Montella podrá alinear al equipo de gala, a ése que ya nos estamos aprendiendo de memoria, aunque parece ser que Mudo Vázquez es duda.

Mañana, partido para disfrutar –por ambiente y por la importancia de lo mucho que está en juego– y para sufrir –por la incertidumbre del resultado–.

La eliminatoria podría haber estado muy encarrilada, de haber estado más acertado el Sevilla o el árbitro en la ida. Increíble la expulsión que le perdonaron a Brasanac, hasta en dos ocasiones, y la nueva falta al portero que no señalaron. Está claro que si disputamos la final, no será porque nos hayan regalado algo.

Mañana debería estar el Ramón Sánchez Pizjuán hasta la bandera. La ocasión lo merece, a pesar del horario tardío y la baja temperatura que se espera. Mañana veremos un partido histórico, tanto para el Leganés, como para el Sevilla. Y esperemos que lo sea más para el Sevilla.

Eibar 5 – Sevilla FC 1. Que no se resfríe Mercado

No sé si ha sido casualidad o no, pero llegó Mercado y se recuperó la fortaleza defensiva. Faltó Mercado y la defensa ha sido una verbena. Partido desastroso de lo centrales en particular y de la defensa en general, que ha sido superada en todo momento por el Eibar.

El partido ha sido un baño total, de principio a fin. El Sevilla defendía tan mal que cada vez que el balón rondaba el área de Rico se olía el gol.

El Eibar ha superado en todo al Sevilla: fortaleza física –con el terreno de juego pesado, parecían balas–, velocidad, anticipación, intensidad, eficacia de cara a puerta… En todo, completamente en todo. Por tanto, no es de extrañar la goleada.

Con el 2-1 parecía que el Sevilla, si lograba reaccionar, podría puntuar. Pero apenas pasados unos minutos, quedó en evidencia que con esa defensa no íbamos a ningún sitio. En un córner, Ramis remató a placer, sin nadie que le molestara, casi en el área pequeña.

En la segunda parte, llegó el cuarto gol, que es para analizar: Lenglet pasa mal, en horizontal, Pareja está lentísimo, ganándole la partida Orellana, y Rico es batido con facilidad, dando la impresión de que pudo hacer más.

Y para rematar la faena, el quinto, que llegó de falta directa, la cual, fue inexistente, ya que a Navas le da el balon en el costado y después rebota en el brazo.

Goleada que, como es lógico, sienta muy mal, por la malísima imagen mostrada, y que, además, provocará que no haya el ambiente ideal para la Semifinal de la Copa del Rey del miércoles. Sin embargo, a mí me sentó peor el empate con el Getafe, ya que el Sevilla mereció ganar ese partido. El Eibar, sencillamente, ha pasado por encima del Sevilla y es justo vencedor.

A ver qué Sevilla nos encontramos el miércoles. Supongo que uno muy distinto. Si ya defiende algo, habrá mejorado mucho al de ayer.

Ya no hay solución, porque no ha llegado el central que muchos aficionados llevamos pidiendo desde agosto. Hay que tirar con lo que hay. Y lo que hay es la asignatura pendiente de Arias, que ha fallado estrepitosamente con Kjaer y con la renovación de Carriço. Y Pareja, lamentablemente, salta a la vista que está en las últimas. O, directamente, que no está. Es decir, sólo tenemos como centrales fiables a Mercado y Lenglet. Que no se resfríen.

La mala suerte de Sergio Rico

Sergio Rico está en el ojo del huracán por dos errores, ante el Getafe, en Liga, y el Leganés, en Copa del Rey. Pero, a decir verdad, Sergio Rico siempre ha estado cuestionado. Y eso es algo que no entiendo muy bien. Es cierto que ha cometido errores y que en algunos partidos no ha estado afortunado, entrando casi todo lo que le tiraban, como ante el Spartak de Moscú, Real Madrid o Betis. Pero no es menos cierto que en otros partidos ha sido él quien ha salvado los muebles, como, por ejemplo, el paradón que hizo en el Juventus Stadium, en la prórroga, cuando le remataron fuerte y abajo, a placer, porque Mariano Ferreira se durmió en los laureles. O no hace mucho, ante el Levante, en casa, evitando el 0-1 de Enes Ünal, haciendo gala de unos reflejos extraordinarios

A veces, me pregunto si está en el punto de mira por su condición de canterano. Y creo que la respuesta es que sí. Posiblemente, de haber costado una barbaridad de millones o de ser un jugador extranjero, la afición tendría más respeto por él. Parte de la afición es así. Por un lado, piden canteranos, pero cuando suben  al primer equipo, al más mínimo error, se ceban con él.

Esa parte de la afición que le tiene sentenciado ejerce una gran presión hacia Sergio Rico. Cada vez que hay un balón aéreo en el Sánchez Pizjuán, donde el portero debe salir, hay dos o tres voces de alarma a mi alrededor: “¡¡Porterooo!!” o, directamente, de desprecio: “¡Vaya con el porterito”. O el típico runrún en la grada. Y no debe ser nada fácil soportar esa presión.

En mi opinión, aparte de estar siendo tratado injustamente, Sergio Rico está teniendo muy mala suerte, como ha podido apreciarse en los dos últimos goles encajados, ambos muy polémicos.

Para empezar, no deberían haber subido al marcador, porque en ambos Sergio Rico es objeto de una clara falta. Ante el Getafe, Cala le golpea con el codo en el pecho, con la mala fortuna de que el balón va a parar al único jugador del Getafe que andaba por allí. Y ante el Leganés, es Siovas el que golpea el brazo de Sergio Rico, lo cual le impide despejar de puños. Aquí ya la mala suerte se regodea, porque Siovas ni siquiera intenta rematar, sino que el balón le da en la cabeza y se cuela para dentro.

Es decir, son dos jugadas que, de haber estado acertados los árbitros, habrían quedado como una mera anécdota. Sin embargo, han costado puntos y deja igualada una eliminatoria de Semifinal de Copa del Rey. Ni que decir tiene que esos mismos árbitros habría señalado falta, sin dudarlo, de haberse tratado del guardameta de algún equipo poderoso.

Del posible error contra el Leganés me ha llamado mucho la atención dos cosas: primero que Sergio Rico haya pedido perdón, y, en segundo lugar, que Andrés Palop comentara en Gol TV que no apreciaba falta al portero. Palop me dejó boquiabierto cuando añadía que lo de que el portero es intocable cuando está dentro del área pequeña era una “leyenda urbana”… pero, por lo visto, tiene razón. Es intocable cuando tiene el balón en su poder. No obstante, existe falta porque Siovas no hace una carga legal –hombro con hombro–, sino que impide con su brazo que el portero pueda coger o golpear el balón.

Muchos aficionados prefieren a David Soria, al que ven mejor portero que a Sergio Rico. Yo difiero totalmente. No podemos olvidar que David Soria también ha tenido fallos que nos han costado goles. Lo que ocurre es que Soria ha tenido más suerte y sus errores no han costado puntos, porque se acabaron ganando los partidos, como fue el caso del Sevilla-Celta. Curiosamente, David Soria apenas recibió críticas.

Sergio Rico es un buen portero, aunque no es de primerísimo nivel, como Palop, Oblak o Courtois. Sin embargo, no se puede obviar que, además de tener a una buena parte de la grada en su contra, su actuación esta temporada está siendo bastante irregular. Por tanto, no me extrañaría que el club fichara un nuevo portero para la próxima temporada, a no ser que Sergio Rico se ponga las pilas en lo que resta de competición.

En cualquier caso, nos guste Sergio Rico o no, hay que apoyarlo al máximo. No hay que hacerlo porque sea canterano o porque haya pedido perdón, sino porque es nuestro portero y no se le hace ningún bien, ni a él ni al equipo, si le silbamos o criticamos mientras viste la elástica del Sevilla FC.