Archivo mensual: enero 2018

Leganés-Sevilla. A dejar la eliminatoria encarrilada ante un rival durísimo

Es evidente que tuvimos suerte en el sorteo, ya que nos tocó el rival teóricamente más débil, o al menos eso dice la clasificación, pero eso no quita que vaya a ser un rival fácil. Más bien, al contrario. Yo espero un equipo muy duro de batir. Tan duro que ya ha eliminado a dos equipos que nos preceden en la tabla: Villarreal y Real Madrid.

Por tanto, bien haríamos en no caer en el pecado mortal que sería la suficiencia o el exceso de confianza, porque de ser así, podríamos recibir un buen varapalo esta noche.

La tabla clasificatoria también nos dice que no hay mucha diferencia entre Sevilla y Leganés, porque sólo nos distancian cinco puntos, y que el equipo madrileño defiende bastante mejor que el Sevilla, puesto que es el cuarto equipo que menos goles ha encajado (21, por los 29 del Sevilla), sólo superándoles en la faceta defensiva el Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid.

El Leganés no es un equipo con grandes estrellas, aunque yo me traía para el Sevilla, sin pensarlo, al brasileño Gabriel Pires, jugador que aún no me explico que continúe en el Leganés tras haberse consolidado en Primera División. En la parte ofensiva cuentan con dos o tres jugadores que con capaces de lo mejor y de lo peor –espero que hoy sean de lo peor–, como son Amrabat, Beauvue y El Zhar. Uno de sus jugadores más destacados, el argentino Szymanowski, será baja hoy.

No obstante, lo que sobresale en el Leganés es su juego como equipo, con presión constante. Así que tendremos que tener mucho cuidado con las habituales pérdidas absurdas que tenemos en la zona media.

Ojito con el Leganés, porque su mejor arma será la ilusión. Y ya sabemos que es un arma muy poderosa.

Por contra, espero que noten su falta de experiencia en partidos como el de hoy, donde es fundamental mantener a raya los nervios y la puerta a cero, siendo conscientes de que aún queda un partido de vuelta.

Con ganas de que llegue ya la hora del partido, que presupongo que será muy disputado e igualado. Probablemente, la eliminatoria se decidirá en un Ramón Sánchez Pizjuán que vestiría, una vez más, sus mejores galas.

Sevilla FC 1 – Getafe 1. Vuelan dos puntos de la forma más dolorosa posible: en el descuento y por un error arbitral

Tremenda decepción la que nos hemos llevado hoy los sevillistas, ya que el Sevilla perdió dos puntos en la última jugada del partido, de forma bastante injusta e inmerecida, pero es lo que tiene el perdonar a tu rival cuando tienes la opción de darle la puntilla.

El partido fue muy trabado en la primera parte, ya que el Getafe se encerró muy bien, con mucho orden, y los jugadores claves en la creación, como Ever Banega y Vázquez, estuvieron muy desacertados, con lo que el Sevilla tuvo pocas ocasiones de gol.

El Getafe fue a lo suyo, a intentar sorprender en algún contragolpe o a balón parado. Algún susto hubo, pero el Sevilla fue completo dominador del partido, de principio a fin.

El partido se pudo poner de cara muy pronto, de haber señalado el árbitro un claro penalti sobre Sarabia. También Ben Yedder pudo adelantar al Sevilla en el marcador, pero su remate en plancha se marchó fuera por muy poco.

Sin embargo, fue en la segunda parte donde el Sevilla fue poniendo cerco a la portería de Guaita, hasta que, por fin, Muriel, aprovechó una buena asistencia de Sarabia, para conseguir el 1-0.

El Sevilla dio entonces un paso atrás que pagaría caro. Banega pudo sentenciar el partido, pero tiró al palo, cuando tenía algún compañero desmarcado.

En la segunda parte, también hubo otro posible penalti sobre Vázquez, pero Arberola Rojas dejó claro, una vez más, que no estaba por la labor de dar facilidades.

Sin embargo, el fallo más grave del árbitro llegó, desgraciadamente, en la última jugada del partido, al no ver –o no querer señalar, porque estaba perfectamente situado– una clara falta de Cala sobre Sergio Rico, quedando el balón muerto para que rematara a placer Ángel.

A Sergio Rico hay que criticarlo cuando falla, pero ayer estuvo bien. Hay quien piensa que debió despejar de puños, pero yo creo que hizo bien en intentar coger el balón. De haber despejado, podría haber dado lugar a una segunda jugada, y se le hubiera criticado el no haber cogido el balón. Si hubiera blocado, se habría acabado ahí el partido. El único error fue del colegiado.

Por lo visto, también hay quien critica a Cala, cuando él lo único que hizo fue buscar el gol, por cualquier medio, como es su obligación.

En mi opinión, el Sevilla no supo jugar el partido cuando había hecho lo más difícil, que era abrir la lata. Debió triangular más, tener más posesión, y aprovecharse de tener el crono a su favor, jugando con la desesperación  y prisas de los jugadores del Getafe.

No saber sentenciar significa quedar a merced de una genialidad o golpe de fortuna del rival, un rebote, o un fallo arbitral, como al final sucedió.

Por cierto, mal asunto la baja de Mercado para Eibar, ya que está jugando a un buen nivel y le está dando a la defensa la fortaleza que no tenía con Kjaer.

Ha sido un duro varapalo, porque sólo recortamos un punto al Valencia y el Villarreal nos saca más ventaja. Pero hay que levantarse, porque el fútbol no da tregua y hay una semifinal que jugar, donde habrá que dar lo máximo ante un rival que será mucho más duro que el Getafe.

Sevilla FC 3 – At. de Madrid 1. De nuevo en semifinales, superando al Atlético en los dos partidos

Muy buena eliminatoria la realizada por el Sevilla, ante uno de los equipos de más calidad y competitivos de España. Todo el mundo daba por clasificado al Atlético cuando se conoció el resultado del sorteo, pero por entonces aún estaba por resurgir el Sevilla de Montella, que ha hecho cambios sustanciales, tanto tácticos –los más importantes– como de jugadores.

Lo cierto es que el Sevilla ha eliminado al Atlético con aparente facilidad, ya que el global de la eliminatoria ha sido de 5-2, pero ni mucho menos ha sido una labor de coser y cantar.

Desde mi punto de vista, han habido dos momentos claves. El primero en el Wanda, cuando con 1-0 en la recta final, el Sevilla consigue, en dos zarpazos, dar la vuelta al marcador, lo que deja muy tocado al Atlético y al Sevilla en inmejorable posición para dar el toque de gracia en su propio estadio, el cual, como era de esperar, estaba hasta la bandera.

Y el segundo momento clave es el gol de Escudero en el primer minuto del partido de ayer. Golazo más bien, porque la jugada fue muy completa.

En el Sevilla, a pesar del resultado de la ida, se era muy consciente de que había que estar al máximo nivel para pasar la eliminatoria. Y ese gol de Escudero nos daba mucha tranquilidad. De haber sido al revés, de haberse adelantado el Atlético, posiblemente habrían entrado nervios, tanto en la grada como en el césped.

El ambiente se enfrió, como es lógido, tras el golazo de Griezmann. Creo que el gol no es achacable a Sergio Rico –ayer tuvo una intervención decisiva, evitando el 1-2–, puesto que estaba situado donde debía estar: unos metros adelantado, para tener opciones de llegar a un posible pase en profundidad. Lo que no era previsible fue el gran control de Griezmann y la perfecta volea que se sacó de la chistera el francés. Vaya delantera que va a tener el Barcelona la próxima temporada con Messi, Luis Suárez y Griezmann. Para echarse a temblar.

Cuando verdaderamente se pone la eliminatoria de cara es en el inicio de la segunda parte, a raíz de un penalti tan claro como absurdo, cometido sobre Correa y transformado por Banega. Entonces es cuando Simeone tiene que arriesgar, luchando contra el cronómetro, y opta por ir a por todo, con tres delanteros. El Sevilla, no obstante, siguió defendiendo bien, con una alta presión y las líneas muy juntas, y sentenció en una de las contras que tuvo. Fue Sarabia quien tuvo el honor de dar la puntilla, a pase de Vázquez.

Todo el Sevilla hizo un gran partido y gran esfuerzo físico. Si hubiera que destacar a alguien, me decantaría por Navas, que salió airoso de la difícil papeleta que se encontró al tener que sustituir la lesión de última hora de Corchia. Cumplió en defensa y se incorporó con mucho peligro al ataque.

La Copa del Rey es la única opción que tiene el Sevilla esta temporada para ganar algún título. Es complicadísimo, porque, casi con toda seguridad, tanto Barcelona como Real Madrid estarán el viernes en el bombo. Pero, al menos, estamos ahí, en semifinales, y con esperanzas de estar en la final. Y también, por qué no decirlo, siempre es un gustazo eliminar a un equipo como el Atlético de Madrid, que nos resulta de lo más antipático y que nos «roba» nuestros mejores jugadores.

En sólo unos días, Montella consigue más que Berizzo en casi toda la primera vuelta

Montella acaba de llegar y, por tanto, aún es pronto para valorar su trabajo. Pero, por lo pronto, ya ha conseguido que veamos al Sevilla que todos los sevillistas queremos ver.

Dos partidos, los últimos dos partidos, han sido más que suficientes para cambiar el ánimo de la afición. En el primero, contra el Atlético de Madrid, por fin hemos visto a un Sevilla jugar sin miedo en el campo de un gran equipo, yendo a por el partido, sin salir derrotado desde el banquillo. Y en el segundo, contra el Español, hemos visto una goleada a domicilio, y con buen juego. Cuando con Berizzo sólo veíamos ganar por la mínima, con fútbol a cuentagotas, y con muchos apuros.

¿Qué ha cambiado para que veamos este nuevo Sevilla? Pues una barbaridad de cosas.

Para empezar, ha cambiado la actitud de los jugadores, que es algo fundamental. Antes, prácticamente, jugaban andando, sin presionar o haciendo una mala presión –lo segundo es mucho peor, porque te desgastas físicamente para nada–. Ahora, sin embargo, se presiona bien y los jugadores luchan durante los noventa minutos.

Pero lo más importante que ha logrado Montella es que se funcione como equipo. Y el cambio, como es lógico, se nota en todas las líneas. Se defiende mucho mejor y se ataca con más peligro, con mucha más verticalidad y rapidez. Atrás quedó ese fútbol lento, horizontal y aburrido, donde primaba la posesión del balón, aunque ésta fuera de lo más estéril.

La mejoría en defensa es notable. A una presión bien hecha, de todo el equipo, se le une el hecho de que ha juntado las líneas y retrasado la defensa, con lo que los jugadores rivales se encuentran con menos espacios y más dificultades para elaborar jugadas. También se ha pasado a defender zonalmente, olvidándose el anticuado método que utilizaba Berizzo del marcaje al hombre. En mi opinión, también es fundamental que no se haya contado con Kjaer, ya que Mercado es mucho mejor central que el danés. En el último partido, ante el Español, Sergio Rico apenas tuvo trabajo, quitando los minutos iniciales, donde el Español achuchó de lo lindo, y los cinco primeros minutos del segundo tiempo, donde el Sevilla se dedicó a tontear, quizás por el exceso de confianza al que pudo llevar el 0-2 del marcador. Ojalá Montella también sea capaz de lograr que el Sevilla pierda esos balones, de forma tan absurda, en el centro del campo. Menos mal que Leo Baptistao la pifió, porque habría metido al Español en el partido.

El centro del campo ha vuelto a funcionar. Montella se ha dado cuenta de que la mejor combinación, la que ofrece más calidad y equilibrio, es Nzonzi-Banega, y también ha acertado con las bandas, donde Correa y Sarabia ofrecen más desborde y gol que Nolito y Navas. Berizzo, con tantas rotaciones salvajes, fue incapaz de formar un equipo, y esa falta de continuidad, unido a los nuevos métodos, fue muy negativa. Tengo la convicción de que deben jugar siempre los mejores, de tener un once tipo, y de sólo hacer cambios cuando los titulares no estén al cien por cien físicamente o estén atravesando un mal estado de forma.

La transformación en ataque también es llamativa. Disfruté viendo ante el Español un 4-4-2, mi sistema preferido, siempre que los delanteros, como así fue, presionen en el centro del campo. Por fin vimos a un Sevilla capaz de contragolpear con peligro. Cada vez que el Sevilla llegaba arriba, daba sensación de que podía marcar. En lugar de Vázquez, lo ideal sería contar con un segundo delantero que fuera rápido y con capacidad para desbordar, asistir y fijar a los centrales. Pero eso es difícil de conseguir, y suele valer mucho dinero. Mientras tanto, si el Mudo Vázquez está tan atinado como ante el Español, no echaremos demasiado en falta a ese tipo de delantero.

El once que está alineando Montella es el que más me gusta, exceptuando a Muriel, ya que prefiero a Ben Yedder. Aunque si Muriel va a marcar más golazos como el del sábado, me parece estupendo que juegue el colombiano.

Muchos que siguen sin entender la destitución de Berizzo –como el entrenador del Español, Quique Sánchez Flores–. Quizás, si vieran los partidos del Sevilla de la época de Berizzo y los compararan con los dos últimos disputados por el Sevilla, lo entenderían.

At. de Madrid 1 – Sevilla FC 2. Necesitábamos un partido así

Bocanada de esperanza la que recibimos los sevillistas ayer. Teníamos los ánimos… no ya por el suelo, sino por el subsuelo. Pero ayer vimos a un equipo capaz de competir, y ante uno de los rivales más fuertes de la Liga. Precisamente, ante el rival, en teoría, menos propicio, pues destaca por su intensidad, por la calidad de algunos de sus jugadores, y por su compenetración como equipo. Es decir, un fuerte contraste con el Sevilla que hemos visto arrastrarse en muchos estadios, como visitante, esta temporada.

Por el temprano horario, no pude ver la primera parte, pero el Sevilla me causó una buena impresión en la segunda. Era un Sevilla intenso, con las líneas juntas, defendiendo bien, triangulando en el centro del campo, e intentando sorprender a la contra. Y algo muy importante: fue capaz de sobreponerse al mazazo que supuso el gol de Diego Costa (minuto 79), a pesar del poco tiempo que quedaba.

El gol del Atlético llegó por una mezcla de errores defensivos y de mala suerte. Una mano involuntaria dio lugar a una falta. Nzonzi despejó mal, justo a la frontal del área, el remate de un jugador atlético rebotó en la defensa y se lo encontró Diego Costa, que estaba totalmente solo –increíble error de marcaje– y éste marcó de tiro fuerte, raso y cruzado, ante el que poco pudo hacer Sergio Rico.

En sólo ocho minutos, el Sevilla le dio la vuelta al marcador. Primero con un gol donde estuvimos bastante afortunados. Un centro de Jesús Navas, que acababa de entrar, fue desviado por un defensa y después palmeado por Moyá hacia dentro. El segundo llegó al cabecear Ben Yedder un balón largo, dejando con ventaja a Correa, que la aprovechó para plantearse solo ante Moyá y batirle de tiro cruzado.

En mi opinión, para lograr esta victoria ha sido básico que hayan jugado los dos mejores centrales que tenemos: Mercado y Lenglet –que casi marca en propia meta, despejando al poste– . Kjaer, visto el nivel que está dando hasta ahora, mejor que no juegue, a no ser que no haya más remedio. Para mí, el danés es la mayor decepción de los nuevos fichajes, junto con Muriel. Precisamente, ocupan las dos posiciones donde era vital acertar y donde más necesitábamos mejorar.

Me parece muy importante que Montella se esté dando cuenta ya de quiénes son los mejores jugadores e imprescindibles, y las posiciones que deben ocupar. Berizzo ya lo sabía, pero no le dio la gana de hacer un conjunto, empeñado en hacer continuas y numerosas rotaciones.

El 1-2 es un muy buen resultado, que ni el más optimista esperaba, pero no deja la eliminatoria sentenciada. De eso tendrá que encargarse un Ramón Sánchez Pizjuán que espero que muestre sus mejores galas. Y es que tenemos, nada más y nada menos, unas semifinales de Copa a la vuelta de la esquina.

Pero ahora toca aparcar esta competición que se nos está dando realmente bien en los últimos años y pensar en el Español. Hay que recobrar el pulso en Liga y poner fin a esta nefasta y larga racha que está a punto de sacarnos de la zona europea.

 

 

A 15 de enero, y el Sevilla sigue sin encontrar solución a unos problemas más que localizados

Es desagradable esa sensación que tiene el sevillista de ver a un equipo que parece no estar capacitado para ganar a ningún rival, por muy endeble que éste sea. Esto ocurre porque el equipo falla en todas sus líneas, por lo que se hace necesario, si no se quiere correr el riesgo de no jugar competición europea la próxima temporada, fichar en el mercado invernal. Todos sabemos que este mercado es difícil, porque los clubes no quieren desprenderse de sus mejores jugadores en plena competición, pero aún así deberían venir entre uno y tres jugadores, con el fin de corregir los tres graves defectos que están convirtiendo al Sevilla en un equipo de lo más vulgar:

1º.- El equipo defiende muy mal.

En mi opinión, se debería empezar por reforzar la defensa. En el caso de que no hubiera mucho dinero o no se quisiera descuadrar el presupuesto, pienso que muchos problemas se solucionarían con un central con experiencia y, a ser posible, que tenga entre sus cualidades la velocidad, ya que el Sevilla suele jugar con la defensa muy adelantada. Kjaer volvió a demostrar ayer que no tiene nivel para jugar en el Sevilla, y yo incluso diría que para jugar en la Primera División española. Si a eso le unimos que Corchia y Carole –otro que aporta bien poco– no destacan por su nivel defensivo y que Escudero parece otro jugador totalmente distinto al de la temporada pasada, no es de extrañar la gran cantidad de goles que estamos recibiendo.

Yo esperaba, iluso de mí, que, teniendo en cuenta las lesiones de larga duración de Carriço y Pareja, que el día 1 de enero ya estaría aquí un nuevo central. Pero sigo esperando, a ver si ocurre un milagro y llega. Porque están sonando nombres de fichajes, pero no de centrales.

Muy preocupante también es el nivel que está mostrando Sergio Rico, que ha pasado de ser un jugador que salvaba partidos, con grandes actuaciones que le llevaron a la Selección, a un jugador que se muestra muy inseguro y que no está parando casi nada. Últimamente, si le tiran entre los tres palos, prácticamente es gol. Ayer, en el gol del Alavés, ni se tiró. El problema es que su posible sustituto, David Soria, no lo mejora, y ya hay buena parte de la afición que le ha sentenciado, señalándolo como el culpable de muchos de los males defensivos.

2º.- Un centro del campo que ni contiene en defensa, ni tiene fluidez en ataque.

La temporada pasada el centro del campo se sostenía defensivamente, principalmente, por el gran nivel que mostró Nzonzi. Pero se quedó a disgusto esta temporada, y está demostrando que el Sevilla le importa un bledo. Su falta de implicación es palpable y ha tenido enfrentamientos con compañeros y Berizzo. Ayer no fue titular, y ha corrido el rumor de que tuvo un nuevo enfrentamiento con otro compañero.

Es decir, tenemos a Nzonzi, que es como si no lo tuviéramos, y a Pizarro, que a lo mejor en la liga mejicana destacaba, pero aquí es un jugador de lo más normalito. Tan normalito, que, por lo visto hasta ahora, tampoco creo que tenga nivel para jugar en el Sevilla.

El único que está dando el callo en la zona media es Ever Banega, y tampoco es que esté sobresaliendo. Con lo cual, tenemos un centro del campo que apenas defiende, con lo que, a veces, nos llegan en defensa en superioridad, e incluso en oleadas, y que no tiene calidad ni para retener el balón cuando es necesario, ni para moverlo con rapidez y fluidez para surtir a los delanteros. Bueno, más bien el único delantero que tenemos: Ben Yedder. A Muriel, por ahora, me niego a catalogarlo de delantero.

Hacemos agua en defensa y también en el centro del campo, que es la zona donde se define quién controla el partido. Podría solucionarse buena parte de los males si se fichara a un centrocampista defensivo, con fortaleza física y con calidad para distribuir el balón. Si se pudiera hacer un segundo fichaje, yo iría a por este tipo de jugador, del estilo de Kondogbia, M’Bia, Roque Mesa…

Tampoco estaría mal que jugadores que están demostrando una baja forma alarmante, como Nolito y Navas, incapaces de desbordar, se vieran más habitualmente en el banquillo, y jugaran más asiduamente, con más continuidad, Correa y Sarabia, que tienen más velocidad, desborde y gol.

Y 3º.- El equipo adolece de gol.

Menos mal que tenemos a Ben Yedder, que lleva dieciséis goles entre todas las competiciones. Recemos pues para que no se lesione, porque, además, es el único delantero de la plantilla.

Ben Yedder es muy buen delantero, y además siempre da lo máximo sobre el terreno de juego. Y hay un detalle a tener muy en cuenta, y es que siempre juega solo, como único delantero, con lo que sus dieciséis goles tienen muchísimo mérito.

Ben Yedder, por su estilo de juego y presencia física, debería jugar junto con  otro delantero como referencia. Me refiero a un tipo de delantero que puda imponerse en el área, de buena estatura y que vaya bien por arriba –tipo Dzeko–. Ben Yedder cae mucho a banda, con el problema de que, al ser el único delantero, en muchas ocasiones no suele haber nadie para rematar los posibles centros al área.

Así es que, si quedara algo de dinero, yo traería un segundo delantero.

Pero estamos a 15 de enero, que se dice pronto, y el equipo sigue sin reforzarse, dando sobre el terreno de juego una imagen paupérrima, impropia de un club de primer nivel. Y lo peor es que, de seguir así, pronto dejaremos de estar en plaza europea.

Y no entro a valorar en profundidad lo del esperpento del cambio de entrenador, donde considero que se ha fallado al elegirse a Montella, un entrenador que no conoce ni la Liga, ni al club, ni a su plantilla, como está demostrando con las alineaciones y con los cambios.

A pesar de todo, aún estamos a tiempo de salvar esta temporada –clasificándonos para la Europa League. Hay que ser realistas–, pero hay que actuar ya, sin más demora. Hay que acabar con esa sensación de que es casi imposible el ganar un partido, porque el equipo es tan débil que, por poco que haga el rival, acaba llevándose el gato al agua.

Defensa muy frágil, centro del campo que no funciona y poco gol son síntomas de equipos que luchan por no descender. Si a eso le unimos la negativa actitud de muchos jugadores, la situación es para echarse a temblar. Incluso reconozco que ayer miré a cuántos puntos estábamos del descenso.

Hay que intentar solventar esta temporada como se pueda y, por lo que se está viendo, se antoja muy necesario hacer una buena limpia la próxima. Y espero que para entonces ya se haya aprendido de los muchos errores cometidos en la presente.

Alavés 1 – Sevilla FC 0. Este Sevilla no tiene pulso

El Sevilla va de mal en peor. Ya está sin constantes vitales. Incapaz de ganar a un Alavés que, como todos los rivales, nos ha ganado con la ley del mínimo esfuerzo. Les bastó con aprovechar nuestro desorden y desidia en un córner.

Es desesperante ver al Sevilla. El primer bajón anímico llega cuando se ve en la alineación inicial a jugadores como Kjaer, Pizarro o Carole, que ni siquiera dan el nivel para jugar en  Primera División. Después el desánimo sigue creciendo en el aficionado cuando ve la total inoperancia en ataque, creando muy pocas ocasiones de gol, y desaprovechándolas todas. Pasan los minutos y el equipo es incapaz de reaccionar, hasta que se llega al final del partido.

El problema de fichar a un entrenador como Montella es que, ni conoce la liga española, ni a su propia plantilla. Y cuando la conozca, ya habrán pasado muchos partidos, y habrán volado muchos puntos.

El entrenador italiano me dejó desconcertado cuando decidió dar entrada a Corchia, cuando nos hacía falta gol y posesión. Creí que iba a echarse atrás cuando el Alavés se quedó en inferioridad numérica. Pero no, siguió con el cambio. Y por supuesto, fue infructuoso.

Veo al Sevilla tan mal que he mirado la clasificación para ver a cuánto estamos del descenso. Sin implicación de los jugadores, sin calidad, sin defensa, sin portero –pésimo estado de forma de Sergio Rico–, sin gol, con el entrenador sin conocer a sus jugadores… parece imposible ganar un partido. Afortunadamente, sabemos que eso no es así. No hay plantilla para ir a la Champions, pero sí para la Europa League y, sobre todo, para no dar una imagen tan penosa y desastrosa.

Vamos en picado y urge cambiar la dinámica. Si tienen que venir fichajes, que vengan, pero sin grandes desembolsos. No se debe hipotecar la planificación de la próxima temporada, cuando el objetivo principal ya está perdido.

Me gustaría decir algo positivo del partido de hoy, pero no se me ocurre nada, excepto que no hubo lesionados.

Hay que cambiar, pero a la voz de ya.

Sevilla FC 2 – Cádiz 1. Pasamos a cuartos de final, pero con jugadores “sentenciados”

Tal y como se esperaba, no hubo ningún problema para eliminar al Cádiz y el Sevilla estará en el bombo de esta mañana para conocer a su nuevo rival en los Cuartos de Final de la Copa del Rey.

La eliminatoria, que ya estaba muy de cara, prácticamente quedó sentenciada con el gol de Ben Yedder, que incrementa su cuenta goleadora, llevando a estas alturas dieciséis goles, entre todas las competiciones. Una cifra nada desdeñable. El segundo gol llegó de perfecto cabezazo de Correa, al saque de un córner.

Hasta ahí, lo normal. Pero durante el partido ocurrieron un par de cosas que me dejaron bastante preocupado.

La primera es que el Sevilla sigue defendiendo rematadamente mal. El Cádiz, sin hacer nada del otro mundo, se encontró con dos o tres ocasiones clarísimas para adelantarse en el marcador. Y es que, con la defensa muy adelantada, perdía el balón en el centro del campo, en zonas muy comprometidas, dejando muchos espacios, con lo que los jugadores cadistas podían montar los contragolpes a placer. Alguna de esas pérdidas fue de lo más absurda, como la que tuvo Geis, que regaló el balón a un rival, acabando el balón estrellado en la cruceta de la portería defendida por Sergio Rico.

La segunda es que, a falta de quince minutos para el final del partido, a parte de la afición le dio por tomarla con varios jugadores: Muriel, Franco Vázquez, Nzonzi y Sergio Rico. Correa se libró de la quema, probablemente por su gol y porque estuvo muy participativo, pero muchos también lo tienen enfilado.

La verdad, no entiendo a esos aficionados que silban a jugadores que están defendiendo la camiseta de su equipo. ¿Esperan acaso que su juego mejore? Más bien lo contrario, pues se verán más presionados y nerviosos. No ayuda en absoluto.

Es evidente que los cuatro jugadores que fueron blanco de las iras de esos aficionados no están pasando por su mejor momento:

                Muriel no está para nada. Los 23 millones de su coste es una losa muy pesada, y ni por asomo está rindiendo como se espera de un jugador internacional por Colombia, al que se le presupone cierta calidad. También hay que tener en cuenta que está jugando en una posición que es nueva para él.

                Franco Vázquez  me está decepcionando bastante esta temporada. Esperaba que, al ser su segundo año, iba a mejorar su rendimiento, pero lo ha bajado. No es un jugador rápido ni fuerte físicamente. En mi opinión, por lo visto hasta ahora, no es un jugador que marque diferencias, por lo que si llegara una buena oferta por él, lo traspasaría. Cuando Monchi lo fichó, lo ponía por las nubes, y puede que, por ese motivo, todos esperáramos más de él.

                Nzonzi. Ayer no hizo un buen partido y está lejos del Nzonzi al que estamos acostumbrados a ver. Pero las protestas contra él fueron más que nada por su actitud irrespetuosa hacia el club que le paga, Berizzo y compañeros. Debería ser traspasado a final de temporada, siempre que llegue una oferta cercana a su cláusula de rescisión, porque de nada sirve tener a un jugador a disgusto.

             Sergio Rico. Para mí es el caso más sangrante, porque me parece tremendamente injusto cómo se le está tratando. Después queremos que jueguen más canteranos, pero a la mínima nos tiramos al cuello y no les dejamos pasar ni una. Si Sergio Rico hubiera costado una millonada y fuera extranjero, seguro que el trato sería muy distinto.

Es cierto que Sergio Rico está atravesando una mala racha, encajando bastantes goles donde puede hacer más. Desde mi punto de vista, le ha perjudicado muchísimo que Berizzo lo rotara continuamente con David Soria. Esa falta de continuidad no le ha venido nada bien en el aspecto anímico y le ha puesto casi imposible el ir al Mundial de Rusia. Desde el principio no ha encajado con buena parte de la afición, que considera que no tiene calidad para defender la portería del Sevilla.

En el partido de ayer Sergio Rico volvió a mostrarse inseguro y cometió varios fallos. Uno de ellos acabó en gol, al calcular mal una salida. Pero vuelvo a lo de antes. ¿De qué sirve silbarle? Además, en el caso de Serio Rico la crítica es más cruel, porque es uno de los pocos jugadores de la plantilla que sienten verdaderamente el escudo del Sevilla. Estoy seguro de que le habrá dolido muchísimo los pitidos de su propia afición.

Con la presión que tiene que soportar Sergio Rico será difícil que haga buenos partidos, al menos ante su gente. También ha tenido grandes actuaciones  donde ha salvado puntos, pero eso no parece tenerlo en cuenta sus detractores. Es triste, pero seguramente Sergio Rico sería más valorado en otro club, como ya le ha ocurrido a infinidad de canteranos.

Dadas las circunstancia actuales, y siendo el puesto de guardameta uno de los más importantes de la plantilla, si no el que más, vería bien la contratación de un portero para la próxima temporada, ya que considero que la presión que tiene que soportar Sergio Rico es casi imposible de llevar. Ahora bien, encontrar un guardameta de primer nivel no es nada fácil, ni barato. Ojalá encontráramos un Palop, pero encontrar ese tipo de porteros, de gran calidad, es muy complicado.

Y en cuanto David Soria, me parece que está por debajo de Sergio Rico. Y pienso que se ha demostrado cuando ha jugado. Pero hay quien piensa que debería ser titular.

Del partido me quedo con lo más importante, y es que logramos pasar a Cuartos de Final, aunque no hayamos dado una buena imagen. Montella tiene mucho trabajo por delante. Mucho trabajo y muy poquito tiempo, que es lo peor.

Ante el Cádiz, sin confianzas y con madurez

No puedo estar más en desacuerdo con el artículo que publica Jesús Alba en el Diario de Sevilla, titulado «Cuando la bronca está asegurada«. Yo pienso que está muy equivocado, y que los pocos que vayamos a ir al estadio hoy –eliminatoria muy de cara, ante un Segunda División, a las siete y media de la tarde de un día laboral y con bajas temperaturas– vamos a tener más que olvidado el derbi. Si no fuera así, la afición demostraría una inmadurez preocupante.

Al derbi no hay que darle más importancia de la que tiene. Y me refiero a todos los casos, tanto cuando se nos da bien –la inmensa mayoría de las veces, afortunadamente– como cuando se nos da mal. Lo peor del derbi fue que perdimos tres puntos, y eso es algo que ya nos pudo ocurrir perfectamente contra el Celta o contra el Levante, pero tuvimos la suerte de que estos equipos perdonaron ocasiones clarísimas de gol. Y ese fue el motivo por el que perdimos el derbi, y no otro. El Betis únicamente nos superó en lo único que importa: el acierto de cara a gol. Si no recuerdo mal, tiraron seis veces a puerta, logrando cinco goles y un tiro al palo. Les salió todo. Supieron aguantar el chaparrón y enfriar el partido con el llamado «otro fútbol» –sí, ése que es de todo menos fútbol–, logrando un resultado engañoso y abultado, en la última jugada del partido, cuando el Sevilla se volcó a la desesperada, sin orden, y con todo, para lograr el empate.

Siempre sienta mal perder un partido, sobre todo cuando es en casa y ante un rival inferior, pero lo más importante ahora es corregir errores y sentar las bases para que podamos volver a la senda del triunfo. Porque ahora mismo el Sevilla da la sensación de no poder ganar a nadie. Y eso pasa, en primer lugar, por arreglar el desaguisado en defensa, donde, como es lógico, se está echando mucho de menos a los centrales llamados a ser titulares, como son Pareja y Carrriço, que llevan ya, y se dice pronto, tres meses en el dique seco.

Mucho me temo que el Sevilla no fichará a ningún central en el mercado invernal. Ojalá fuera cierto lo que he leído de que hay interés en Musacchio, del Milán, porque es justo el tipo de jugador que necesitamos. Pero supongo que sólo llegaremos a fichar un lateral derecho, con el fin de que Mercado pase a jugar de central.

Eso es precisamente una de las cosas que espero ver en el partido de hoy: ver a Mercado jugando de central. Teniendo en cuenta el nivel mostrado por Kjaer –la mayor decepción de los fichajes de este año, junto con Muriel–, parece totalmente necesario probar con Mercado. Es algo que ya esperaba que hiciera Berizzo, pero, por motivos que se me escapan, no lo llegó a hacer nunca.

El partido de hoy, ante el Cádiz, será una buena oportunidad para ver a los menos habituales y para hacer probaturas, ya que Montella, por ahora, tiene que encontrar soluciones con lo que hay, con el importante hándicap de que aún no conoce a su plantilla.

A pesar de que el Cádiz es equipo de Segunda División, no espero un partido fácil. Nunca lo espero, porque cualquier equipo te puede poner en problemas, máxime cuando el equipo se está mostrando tan frágil atrás. Por supuesto, confío en la victoria, pero si el Cádiz, por lo que fuera, se adelantara en el marcador, espero que la afición reaccione bien y esté con el equipo. Porque lo único importante hoy, aparte de que no haya más lesiones, es lograr que el Sevilla esté en el bombo el viernes. Y para eso será imprescindible que no haya confianzas por la teórica inferioridad del rival y por el claro resultado a favor de la ida.

Una vez en el bombo, que esperemos que así sea, será momento de pensar en el fundamental partido contra el Alavés. Porque ya no podemos perder más puntos ante equipos de la parte media-baja de la tabla. Y no lo digo pensando en los puestos que dan acceso a la Champions –a los que ya doy por perdidos, salvo que Arias acierte de lleno en el mercado invernal y Montella saque el máximo rendimiento a los buenos jugadores de los que dispone–, sino en los puestos de Europa League, ya que hemos dejado escapar tantos puntos en las últimas jornadas que hasta estamos poniendo en peligro lo que ya parecía casi asegurado: estar en Europa una temporada más.

El Sevilla FC da otra exhibición de cómo no se debe defender

Cada día es más urgente arreglar los serios problemas que tiene el Sevilla en defensa. Sin una defensa sólida se corre el serio peligro de quedar fuera de Europa a final de temporada. Así que más vale que la Secretaría Técnica afine en la contratación de un central y, si puede ser, que venga un delantero, porque Muriel se está empeñando en demostrar que él no es delantero. Y si lo es, es uno muy malo.

El rival de hoy, el Betis, como ya viene siendo habitual, tuvo que hacer muy poco para crear peligro y hacer gol. Y es que el Sevilla defiende fatal, y no sólo me refiero a su defensa, sino a su sistema defensivo en general. Repliegues, falta de anticipación, de intensidad en la presión, posición en los córners a favor… En fin, en multitud de detalles.

El partido en general fue muy disputado, con dominio alterno, a veces apabullando el Sevilla, por momentos, pero sin acierto de cara a gol. El 3-5 es la clara demostración de que las dos defensas estuvieron muy desacertadas, especialmente la del Sevilla, claro está. El resultado fue incierto hasta el último minuto, donde un fallo en cadena, con un desorden total, sentenció el partido.

El Sevilla lo intentó siempre, y eso hay que agradecérselo a los jugadores, pero el Betis tuvo un arma que suele resultar demodelora: una tremenda efectividad, cercana al 100%. Prácticamente, cada vez que llegaba, marcaba.

Mal partido de Corchia, Kjaer –a pesar de su gol– y Sergio Rico, que hoy no pilló ni una, aunque en otras ocasiones haya sido decisivo. Entre otros, porque hoy pocos se salvan.

Montella tiene mucho trabajo por delante. Entre otras cosas, conocer a su plantilla y a la liga española. Y para eso necesita tiempo. Un tiempo que no tenemos. Por eso habría preferido un entrenador español. Pero ya sólo queda tirar hacia adelante e intentar compensar un poco la plantilla con un par de fichajes.

Por cierto, a esos que no pueden dormir por perder un partido… Evidentemente, perder un partido siempre sienta mal. Hacerlo ante el Betis, sienta aún peor. Pero el fútbol debe estar para disfrutar. Para quedarte sin dormir hay cosas muchas peores. Si se piensa bien, el fútbol, el que entre una pelotita o no en una portería, es una tontería que no merece demasiada preocupación. Al menos, ése es mi punto de vista.

Fue bonito mientras duró. Alguna vez tenía que ganar el Betis. Lo que hay que procurar es que vuelvan a pasar muchos años más hasta que lo consigan de nuevo.

 

Cádiz 0 – Sevilla FC 2. Montella se estrena con victoria

Montella lleva muy pocos días trabajando con el Sevilla, pero ya ha hecho algo muy importante, que es darle plaza de titular indiscutible a Nzonzi. No sabemos si el francés va a estar con nosotros unos días o hasta el final de temporada. Eso dependerá de que su padre encuentre una oferta de 40 millones de euros, o muy cercana. Pero, mientras tanto, tendremos una pieza muy valiosa en el centro del campo, como pudo verse ayer en Cádiz.

Me gustó sólo la primera parte. Confío en que el bajón se debiera a que con el 0-2 se dejaran llevar, pensando en el importante partido del sábado.

En esta primrea parte el equipo jugó con intensidad, con mucha movilidad, y moviendo el balón con más rapidez y verticalidad que a la que estábamos acostumbrados con Berizzo. También se tuvo eficacia en el gol, primero con un buen disparo de Nolito, marca de la casa, sorprendiendo al primer palo, con un disparo fuerte y raso; y después con Jesús Navas, también de disparo fuerte y raso. Pudo quedar más que sentenciada –si no lo está ya– la eliminatoria, si Nolito no hubiera enviado al poste una asistencia de Muriel. Fue lo único meritorio que hizo el colombiano, quien volvió a desaprovechar una ocasión para lucirse.

Ojalá Montella sea capaz de sacar rendimiento a Muriel, aunque sea en la posición en la que jugaba en la Sampdoria, de extremo izquierdo. Lo que está cada día más claro es que no es delantero centro, con lo cual sólo contamos con Ben Yedder y, por tanto, se hace necesario incorporar uno en el mercado invernal. Quiero pensar que los técnicos del Sevilla habrán estado observando a Muriel durante mucho tiempo y que, si decidieron pagar 23 millones de euros por el 80% de su pase, sería porque en los partidos donde le vieron se salió. Si no, no se entiende tal dispendio. Un jugador que cueste ese pastizal, debe tener unas cifras goleadoras muy importantes y marcar las diferencias en los partidos. Y por ahora, no está haciendo ni lo uno, ni lo otro.

También vendría bien, tanto para Ben Yedder como para Muriel, que alguna vez jugaran juntos. Pienso que con Montella es posible que lo veamos, al igual que ver jugar a Geis en su posición natural. Con la baja de Pizarro para el sábado, espero que el alemán sea de la partida, y no se decante por Krohn-Delhi.

El partido de ayer también nos dejó la agradable sorpresa de ver parar un penalti a Sergio Rico. Penalti que fue más que evitable. Primero, porque ninguno de los centrales reaccionó ante el desmarque en diagonal que dejó solo a un jugador cadista, y, en segundo lugar, porque Rico sale tarde y mal. Luego enmendó su error con un paradón, porque el disparo de Salvi era fuerte y Sergio Rico desvió lo justo para que diera en el poste.

Sigue sin gustarme la defensa. Ayer, aparte de Rico, también tuvo un error individual importante Lenglet, que se saldó con tarjeta amarilla porque estaba Kjaer cerca. El danés sigue sin convencerme. Un central indiscutible con su país y que ha costado 13 millones debe ser más contundente y más técnico. No se complica nunca, y abusa del voleón para despejar a saque de banda. Donde parece que más destaca es en su juego aéreo.

Mateu Lahoz, uno de los peores árbitros de Primera División, no hizo de las suyas y pasó desapercibido.

En resumen, noté cierta mejoría en la primera parte, pero también me dio la sensación de que Montella tiene mucho trabajo por delante y que el Sevilla necesita traer dos jugadores más: un central rápido y un delantero centro que complemente a Ben Yedder. Si viene alguien más, bienvenido sea, pero esas dos posiciones me parecen fundamentales.