Archivo diario: 22/11/2017

Sevilla FC 3 – Liverpool 3. Partidazo para la historia

Lástima que el partido de hoy lo hayamos tenido que afrontar con una defensa de circunstancias, con un solo central sano, porque si no, podríamos haber visto un partido muy diferente. La mala planificación en defensa ha tenido sus consecuencias. Un partido vital, donde nos jugamos muchísimo, y con la defensa cogida con alfileres. En fin, ojalá se haya aprendido la lección y no se repitan estos errores en el futuro.

No pudo empezar peor el encuentro, porque, como nos está pasando habitualmente esta temporada, los rivales tienen que hacer muy poquito para hacernos daño.Llegó el primer córner y con él el primer gol. Muy buen sacado, nos ganan por arriba, y el segundo palo desierto. Un regalo que aprovechó Firmino para hacer el 1-0.

Por buscar algo positivo, y siendo muy optimistas, lo bueno es que nos quedaban 89 minutos para darle la vuelta. Lo malo, que el Sevilla tenía que arriesgar más y el Liverpool iba a disponer de más espacios para deleite de sus velocistas, como Firmino, Salah o Mane.

El Sevilla reaccionó bien, con raza, yéndose arriba, y pudiendo hacer, hasta en dos ocasiones, el empate. Pero Nolito se encontró con el palo y Ben Yedder falló lo que no se puede fallar nunca. Solo ante el guardameta la tiró fuera. Por muy poco, pero fuera. También está siendo habitual esta temporada que necesitemos muchas ocasiones para marcar, y solemos acabar pagando nuestra falta de acierto.

Y así fue. El segundo mazazo llegó pronto, a raíz de un contragolpe y previo paradón de Sergio Rico, que desvío a córner. Fue calcado al primer gol. Parecía la repetición de la jugada, pero con diferente goleador, que en esta ocasión fue Mané. Segundo córner, segundo gol.

Se ponía muy cuesta arriba el partido, sobre todo porque Berizzo no daba señales de vida. Con 0-2 y no se atrevió a meter un segundo delantero. Ni siquiera lo hizo cuando llegó el 0-3. En mi opinión, en este tercer gol no estuvo acertado Sergio Rico, que debió salir y no recular. Esto fue aprovechado por los tontos de turno, esos que se creen que silbando a los jugadores se arregla todo.

En la segunda parte por fin, ya hizo el primer cambio Berizzo. Vázquez sustituyó a un desaparecido Nzonzi (yo me habría decantado por Pizarro-Muriel, aunque, a la postre, el colombiano no aportó nada). Y, verdaderamente, se notó la entrada del argentino, porque vimos al Vázquez que costó 15 millones de euros y no al que se arrastra con indolencia y lo falla todo. El Sevilla empezó a llegar más, hasta que Ben Yedder cabeceó a la red un balón tras saque de falta lateral de Banega.

Este gol daba algo de esperanzas, pero aún se veía lejos la remontada. Y entonces llegó el penalti. Había que marcarlo. Ben Yedder, especialista en estas artes, no dudó, ni aunque tuviera que repetir el lanzamiento por la gracieta arbitral. No debió repetirse el lanzamiento, ya que entraron ocho jugadores en zona prohibida –área y semicírculo– antes de que lanzara Ben Yedder. De esos ocho jugadores, cinco eran del Liverpool.

Ahora sí se podía creer en la remontada. Porque el Sevilla triangulaba bien, hacía una presión asfixiante y tenía verticalidad. Apareció también el mejor Escudero, Banega se vistió de Capitán General –decepcionante su primera parte– y Vázquez y Sarabia daban muchos problemas a la zaga inglesa, por visión de juego y profundidad.

El delirio y el justo premio llegó en el descuento, al saque de un córner, convirtiéndose Pizarro en el héroe del partido. Minutos antes pudo haber marcado el cuarto el conjunto inglés, tras veloz galopada de Salah.

Partido para recordar. Por el ambiente y porque no todos lo días se remonta un 0-3 ante un equipazo como es el Liverpool.