Archivo diario: 17/02/2017

La incomprensible sanción de Antiviolencia por la pancarta de El Gordo en Pamplona

Vaya por delante que mis conocimientos jurídicos son más bien cortos, por no decir nulos, pero me suena algo denominado «presunción de inocencia». Tampoco conozco los detalles de los hechos que tuvieron lugar en Pamplona y que han llevado a «El Prenda» a la situación de prisión preventiva, pero supongo que habrá indicios claros de culpabilidad para que el juez lo haya mandado a la cárcel.

No obstante, aún no hay sentencia firme y, por tanto, creo que no se le puede considerar culpable. Pero eso no ha impedido que la Comisión de Antiviolencia haya propuesto multar con 4.000 euros a la persona que colocó una pancarta con la leyenda «Gordo» en el Osasuna-Sevilla del 22 de enero, junto con la prohibición de acceder a recintos deportivos durante un año.

La multa es porque Antiviolencia considera que ha habido «un claro apoyo al aficionado que se encuentra actualmente en prisión preventiva por su presunta participación en una agresión sexual ocurrida en Pamplona en julio de 2016″. Es decir, que la Comisión multa a alguien que ha puesto una pancarta que supuestamente –no está demostrado– hace referencia a alguien que presuntamente –tampoco está demostrado, al menos todavía– agredió sexualmente a otra.

La policía estuvo investigando el caso y creía que la pancarta habia sido colocada por un familiar de «El Prenda». Pero suponiendo que Antiviolencia estuviera en lo cierto y que esa pancarta fuera apoyándole… ¿Y qué? ¿Es un delito que alguien muestre su apoyo a un delincuente, en el caso de que lo sea? ¿No es normal que la familia le apoye?

Yo entiendo que lo más sensato es esperar a que haya sentencia firme y dejarse de juicios paralelos. Y una vez que la haya, entonces, si es culpable, que se lleve en prisión todos los años que se tenga que llevar –mientras más, mejor– y que le caigan todas las multas posibles.

Las sanciones de Antiviolencia no dejan de sorprenderme.

Como no nos tomemos en serio al Eibar, lo pagaremos caro

Mañana llega el Eibar. El equipo vasco no es lo que era. Antes se conformaban con mantenerse en Primera División, pero ahora están situados en la séptima plaza, la cuál, probablemente, dará derecho a jugar en Europa la próxima temporada.

Estamos ya en la segunda vuelta, y el Eibar avanza con paso firme. Su última derrota fue ante el Barcelona, por 0-4, pero después se ha entretenido en ganar 3-1 al Depor, 0-4 al Valencia –aprovechando una superioridad numérica cuando iba 0-1–, o goleando en su último partido al Granada, por 4-0.  Estos resultados le han puesto a sólo un punto del Villarreal y por delante de equipos como el Athletic Club o Celta de Vigo, teóricamente con mejores plantillas.

Y digo teóricamente, porque, en realidad, el Eibar tiene una buena plantilla, con jugadores de mucha calidad. Entre ellos, destaca su mejor delantero, Sergi Enrich, que lleva ya anotados nueve goles, los mismos que consiguió en toda la temporada pasada. Enrich lleva tres partidos consecutivos anotando –cuatro goles en tres partidos– y es el principal artífice de la buena marcha de su equipo. Su buen nivel ha llevado al Eibar a tener que mejorarle el contrato, ya que el Fulham ha estado muy interesado en ficharle en este mercado invernal.

Pero el Eibar, como es lógico, no es sólo Enrich. También tiene otros jugadores capaces de dar pases precisos, ya sean cortos o largos, como el japonés Inui, Arbilla, Dani García –que no jugará por sanción–, Pedro León –un verdadero peligro a balón parado y que ya nos marcó en la primera vuelta– , el argentino Escalante o el lateral Capa, en la órbita del Barcelona para sustituir al lesionado Aleix Vidal, pero que no saldrá, a no ser que haya cláusula de rescisión por medio.

No obstante, lo más importante del Eibar no son las individualidades, sino el conjunto. Es un equipo con todas las letras. Se conocen a la perfección, ya que la plantilla no ha variado mucho. Todos atacan y defienden a la vez. Todos presionan continuamente, y tienen una cualidad que a mí me encanta: si tienen la más mínima oportunidad, no se lo piensan a la hora de ponerla en el área o tirar a puerta. Y es que a mí me desespera cuando los jugadores del Sevilla tienen una posición franca para centrar o tirar a puerta, y no lo hacen.

Están dirigidos por Mendilibar, un entrenador que ha tenido una trayectoria con altibajos pero que lo está haciendo bastante bien en el Eibar.

Por si fuera poco, en la mentalidad del aficionado y de los profesionales está el próximo partido de Champions League, y Sampaoli puede caer en la tentación –esperemos que no– de hacer rotaciones. Para mí sería un error, porque, desde mi punto de vista, este es el rival más difícil de los tres que nos quedan en este mes de febrero.

Por supuesto, no son invencibles, pero si no nos tomamos en serio a este equipo, lo vamos a pasar muy mal y podrían volar los puntos.

El árbitro será Álvarez Izquierdo. Que pase desapercibido, y si no, que sea porque nos benefició.