Este mes de enero tiene toda la pinta de ser bastante entretenido y apasionante. En primer lugar, porque se abre el mercado de fichajes y, en segundo lugar, porque disputaremos seis partidos, entre Liga y Copa, donde nos jugaremos buena parte de nuestro futuro, sobre todo en el torneo del KO.
Como siempre, estoy receloso ante el mercado de enero. Según parece, si nos atenemos a las palabras de Sampaoli y su larga carta a los Reyes Magos, la plantilla va a sufrir una importante remodelación. Hasta cinco jugadores podrían salir: Trémoulinas, Kolodziejczak, Kiyotake, Krohn-Dehli y David Soria o Sirigu. Pero vayamos por partes:
Trémoulinas, sigue en paradero casi desconocido. Continúa sin disputar un solo minuto, siguiendo lo que parece, al menos desde fuera, una estrategia para forzar su salida, la cual intentó en verano, pidiendo la carta de libertad para fichar, supuestamente, por su anterior equipo, el Girondins de Burdeos.
También Kolodziejczak ha mostrado su deseo de salir, y hoy incluso L’Equipe, da un nombre del que podría ser su sustituto: el central del Nancy Clément Lenglet, de 21 años. Este jugador, según la prensa, ya estuvo en el punto de mira del Sevilla y la Juventus en el año 2015. Me parece que 21 años es muy joven para un central. No le he visto jugar, pero sólo viendo los pretendientes que ha tenido y siendo internacional sub-21, supongo que debe tener calidad.
Es evidente que Kiyotake no cuenta, en absoluto, para Sampaoli. A mí no me ha disgustando en lo poquito que le he visto jugar, pero parece que está más fuera que dentro, pues tiene ofertas de Alemania, donde tiene buen cartel, y de EE.UU.
Por otro lado, dada la grave lesión que tuvo Krohn-Dehli y el largo periodo que ha estado ausente de los terrenos de juego, sería una sorpresa que el buen jugador danés se hiciera con un puesto de titular, o incluso de que jugara algún partido esta temporada. Si hubiera que dejar fichas libres, Krohn-Dehli tiene papeletas.
Y por último, no tiene sentido que en la plantilla haya tres porteros. Esta temporada ha sido la de la consolidación de Sergio Rico, que está haciendo grandes partidos. No tiene sentido que Sirigu o David Soria continúen. Ambos necesitan jugar, y Sergio Rico no les está dando opción. Como David Soria no está inscrito en Champions, lo más probable es que sea el canterano el que tendrá que buscarse las habichuelas en otro lado.
Pero mi temor en el mercado de enero no es que no se acierten con los sustitutos de los que salgan, sino que llegue un equipo pudiente de la Premier y pague, por ejemplo, la cláusula de N’Zonzi. O llegue uno de esos equipos chinos y vuelvan locos a nuestros mej0ores jugadores con ofertas que, como decía El Padrino, «no vas a poder rechazar».
Para las altas suenan infinidad de nombres: Bacca, Calleri, Miguel Borja, Lucas Alario, Vangioni, Lenglet, Martial, Depay… Teniendo en cuenta que Sampaoli considera que tiene, según dijo texutalmente, «un problema gravísimo de centrales», espero que, como mínimo llegue un central nato y otro jugador polivalente, que pueda ocupar plaza en el lateral y en el centro de la defensa. También confío en que llegue un centrocampista y un delantero.
Todo lo que llegue será bienvenido para la frenética actividad que nos espera en enero, donde tendremos que eliminar al Real Madrid si queremos levantar un título –la Copa del Rey es el título más factible esta temporada– y jugar en liga ante un rival directo, como la Real Sociedad, de nuevo el Real Madrid –único partido de liga del Sevilla como local–, Osasuna y Español, siendo ya el primer partido de la segunda vuelta.
La eliminatoria contra el Madrid, obviamente, será muy complicada. El Madrid siempre tiene grandísimos jugadores y será fundamental estar a un gran nivel en el Bernabéu y llegar con opciones al partido de vuelta. El árbitro será el que, en mi opinión, es el peor de Primera División: Mateu Lahoz.
Ayer soñé que perdíamos el partido de ida 5-1, y en la televisión era entrevistado Morata, quien había participado en todos los goles del Madrid. Lo bueno es que mis sueños nunca han sido premonitorios. Y espero que siga siendo así.