Archivo mensual: diciembre 2016

Se presenta un mes de enero movidito

Este mes de enero tiene toda la pinta de ser bastante entretenido y apasionante. En primer lugar, porque se abre el mercado de fichajes y, en segundo lugar, porque disputaremos seis partidos, entre Liga y Copa, donde nos jugaremos buena parte de nuestro futuro, sobre todo en el torneo del KO.

Como siempre, estoy receloso ante el mercado de enero. Según parece, si nos atenemos a las palabras de Sampaoli y su larga carta a los Reyes Magos, la plantilla va a sufrir una importante remodelación.  Hasta cinco jugadores podrían salir: Trémoulinas, Kolodziejczak, Kiyotake, Krohn-Dehli y  David Soria o Sirigu. Pero vayamos por partes:

Trémoulinas, sigue en paradero casi desconocido. Continúa sin disputar un solo minuto, siguiendo lo que parece, al menos desde fuera, una estrategia para forzar su salida, la cual intentó en verano, pidiendo la carta de libertad para fichar, supuestamente, por su anterior equipo, el Girondins de Burdeos.

También Kolodziejczak ha mostrado su deseo de salir, y hoy incluso L’Equipe, da un nombre del que podría ser su sustituto: el central del Nancy Clément Lenglet, de 21 años.  Este jugador, según la prensa, ya estuvo en el punto de mira del Sevilla y la Juventus en el año 2015. Me parece que 21 años es muy joven para un central. No le he visto jugar, pero sólo viendo los pretendientes que ha tenido y siendo internacional sub-21, supongo que debe tener calidad.

Es evidente que Kiyotake no cuenta, en absoluto, para Sampaoli. A mí no me ha disgustando en lo poquito que le he visto jugar, pero parece que está más fuera que dentro, pues tiene ofertas de Alemania, donde tiene buen cartel, y de EE.UU.

Por otro lado, dada la grave lesión que tuvo Krohn-Dehli y el largo periodo que ha estado ausente de los terrenos de juego, sería una sorpresa que el buen jugador danés se hiciera con un puesto de titular, o incluso de que jugara algún partido esta temporada. Si hubiera que dejar fichas libres, Krohn-Dehli tiene papeletas.

Y por último, no tiene sentido que en la plantilla haya tres porteros. Esta temporada ha sido la de la consolidación de Sergio Rico, que está haciendo grandes partidos. No tiene sentido que Sirigu o David Soria continúen. Ambos necesitan jugar, y Sergio Rico no les está dando opción. Como David Soria no está inscrito en Champions, lo más probable es que sea el canterano el que tendrá que buscarse las habichuelas en otro lado.

Pero mi temor en el mercado de enero no es que no se acierten con los sustitutos de los que salgan, sino que llegue un equipo pudiente de la Premier y pague, por ejemplo, la cláusula de N’Zonzi. O llegue uno de esos equipos chinos y vuelvan locos a nuestros mej0ores jugadores con ofertas que, como decía El Padrino, «no vas a poder rechazar».

Para las altas suenan infinidad de nombres: Bacca, Calleri, Miguel Borja, Lucas Alario, Vangioni, Lenglet, Martial, Depay… Teniendo en cuenta que Sampaoli considera que tiene, según dijo texutalmente, «un problema gravísimo de centrales», espero que, como mínimo llegue un central nato y otro jugador polivalente, que pueda ocupar plaza en el lateral y en el centro de la defensa. También confío en que llegue un centrocampista y un delantero.

Todo lo que llegue será bienvenido para la frenética actividad que nos espera en enero, donde tendremos que eliminar al Real Madrid si queremos levantar un título –la Copa del Rey es el título más factible esta temporada– y jugar en liga ante un rival directo, como la Real Sociedad, de nuevo el Real Madrid –único partido de liga del Sevilla como local–, Osasuna y Español, siendo ya el primer partido de la segunda vuelta.

La eliminatoria contra el Madrid, obviamente, será muy complicada. El Madrid siempre tiene grandísimos jugadores y será fundamental estar a un gran nivel en el Bernabéu y llegar con opciones al partido de vuelta. El árbitro será el que, en mi opinión, es el peor de Primera División: Mateu Lahoz.

Ayer soñé que perdíamos el partido de ida 5-1, y en la televisión era entrevistado Morata, quien había participado en todos los goles del Madrid. Lo bueno es que mis sueños nunca han sido premonitorios. Y  espero que siga siendo así.

Sevilla FC 4 – Málaga 1. Clos Gómez aguó la fiesta

Superioridad absoluta esta noche ante el Málaga, que fue un pelele y sólo duró media hora. El cuarto gol, que sentenciaba el partido, fue en el minuto 35.

El Málaga no tuvo opción. El Sevilla bordó el futbol, con un juego de tiralíneas, y, a diferencia de otros partidos, cada vez que llegaba, marcaba.

Todo el equipo estuvo a un gran nivel, y sólo se notaron las importantes ausencias de Mariano y Escudero en algún que otro desajuste defensivo, sobre todo en el lateral izquierdo. Me gustó mucho el trabajo y el acierto de cara a gol de Ben Yedder y Vietto, así como la inmensa calidad de Vitolo, Nasri y N’Zonzi, que hizieron lo que les vino en gana en el centro del campo, ante la impotencia de los malacitanos.

Pero la segunda parte fue otro cantar. En parte, porque, incomprensiblemente, el Sevilla no quizo hacer sangre y se dedicó a tontear. No me gusta que, cuando el Sevilla va goleando, los jugadores muestren tan poca ambición y no busquen el quinto. Incluso me parece una falta de respeto con el público, que siempre quiere más. Aparte, lógicamente, que siempre puede venir bien para el goal-average.

Pero quien de verdad aguó la fiesta fue el árbitro: Clos Gómez. Se ve que el hombre quería protagonismo, y no le bastó con perdonar varias tarjetas a los jugadores forámeos, sino que desquició a jugadores y afición por la facilidad con que sancionaba a los sevillistas. El cúlmen del despropósito arbitral llegó en una falta inexistente de Rami, que dio al balón. Además le enseñó tarjeta amarilla, y eso convirtió al buen jugador francés en un energúmeno. Por supuesto, Clos Gómez no perdonó la afrenta y no se hizo el sueco, como suele ocurrir cuando protestan Messi, Ronaldo o cualquiera de esos jugadores endiosados, y tardó medio segundo en señalarle la segunda amarilla. El Sevilla se quedó con diez, quedando media hora para el final.

Evidentemente, también Rami debe ser más profesional. Debió controlarse y no perjudicar al equipo.

La supuesta falta de Rami fue en una posición perfecta para un especialista, y Sandro aprovechó el caramelito poniendo el balón imposible para Sergio Rico, quien prácticamente fue un espectador más en todo el partido.

A pesar de la inferioridad numérica, el Sevilla no pasó ningún apuro. Incluso dispuso de alguna que otra ocasión para incrementar el marcador.

Tres puntos más, muy merecidos, y que nos dejan en segunda posición, a la espera de lo que haga mañana el Barcelona.

Si conseguimos reforzarnos bien en enero, la tercera plaza debe ser nuestra a final de temporada. Ponerse un objetivo más alto en liga no creo que sea bueno, porque no tenemos el potencial de Barcelona y Madrid, ni, por supuesto, con el respeto arbitral, como hoy Clos Gómez nos ha dejado muy clarito. Pero hay que tener ambición, ir partido a partido, y a ver qué nos encontramos en junio.

 

Tocó el Leicester. ¿Una perita en dulce?

Obviamente, el Leicester no es ninguna perita en dulce. Sería absurdo ponerle ese calificativo cuando ha quedado primero en su grupo y, además, es el vigente campeón de la Premier League.

Ahora bien, entre los posibles rivales estaban el Ársenal, Nápoles y el Borussia Dortmund. Los tres equipos están plagados de buenos jugadores, pero, sobre todo, en mi opinión, los alemanes eran el principal objetivo a evitar. Y es que el Borussia tiene individualidades de mucha categoría y que te deciden el partido en un visto y no visto. De hecho, están disputándole el título al todopoderoso Bayern de Munich. Por tanto, se puede considerar que hemos estado afortunados en el sorteo. Pero sería un terrible error que eso nos llevara a un exceso de confianza.

Si llega ese exceso de confianza sería reincidente, porque no deberíamos olvidar que ya nos eliminó el CSKA de Moscú y el Fenerbahçe. Y si no recuerdo mal, el Ramón Sánchez Pizjuán no estaba lleno en ninguna de las dos ocasiones. Y en un partido de ese nivel, tendría que haber estado hasta la bandera y haber sido una olla a presión.

Por cierto, me ha llamado la atención las palabras de Ranieri. El técnico argentino, tras alabar al Sevilla, ha dicho que si equipo nunca es favorito, entiendo yo haciendo referencia a que el Leicester aún no tiene un gran nombre en Europa. Y eso puede hacerlo incluso más peligroso, porque lo que está claro es que sigue teniendo un buen equipo, aunque quizás esté echando en falta el equilibrio que daba Kanté.

Otro punto a tener en cuenta es que los partidos serán en febrero y marzo. Es decir, que habrá un mes para que ambas plantillas cambien. No quiero pensar por ejemplo, que llegue un club ricachón y pague la cláusula «irrisoria» de 30 millones de euros. En todo caso, el Leicester, o cualquier equipo inglés, es mucho más fuerte económicamente que nosotros.

Probablemente, el partido se decidirá en la vuelta, pero si queremos tener posibilidades de pasar a Cuartos de Final, tendremos que jugar a un gran nivel y llevar alguna ventaja, aunque sea mínima.

Bonita eliminatoria, donde estará en juego mucho dinero y prestigio. Como para perdérsela.

Olympique de Lyon 0 – Sevilla 0. Más prestigio, dinero e ilusión

Objetivo cumplido en Champions. Ya lo que llegue será un premio añadido. Pero el Sevilla estará en el bombo de la Champions League, entre los más grandes de Europa, como le corresponde ya.

El partido no fue fácil, ya que el Lyon nos puso en apuros en bastantes ocasiones. Pudo haber quedado en un trámite si Vitolo hubiera ajustado un pelín más el disparo que se estrelló en el poste o si el árbitro hubiera señalado un clarísimo penalti que le hicieron al mismo jugador.

Creo que el Sevilla le tuvo demasiado respeto al Lyon. Es un gran equipo, pero no es invencible, de ahí que no me gustara que saltáramos al campo con ningún delantero. Eso dejaba demasiado libre a los defensas y no tuvieron problemas en dominar el centro del campo, llegando con mucha facilidad a nuestro área. También el Sevilla daba muchas facilidades, con continuas pérdidas de balón. Por fortuna, los postes nos salvaron en dos ocasiones.

El jugador más peligroso del Lyon fue Valbuena, un auténtico quebradero de cabeza. Además lanzaba muy bien los corners.

En la segunda parte, el Sevilla mejoró. Controló más el partido, con más posesión y menos pérdidas absurdas. Pienso que el entrenador francés echó una mano en la recta final, pues creo que se precipitó al poner en liza hasta cuatro delanteros, facilitándonos la tarea en el centro del campo.

Lo peor fue que Mercado vio la amarilla y se perderá el próximo partido. Espero que para entonces ya tengamos uno o dos centrales nuevos que puedan sustituirle con garantías.

El Sevilla estará en Octavos de Final, cumpliendo así uno de los objetivos marcados a principios de temporada. Entre nuestros posibles rivales, prefiero al Leicester. A evitar, claramente, el B. Dormunt, que es el rival más poderoso.

Importante paso el que da el club al estar entre los dieciséis mejores equipos de Europa, aunque eso implique el renunciar a la Europa League, o la Copa Sevilla, como ya he leído en un par de sitios.

 

Olympique de Lyon – Sevilla FC. En juego, estar entre los mejores de Europa

En el partidazo de esta noche nos jugamos, nada más y nada menos, que conseguir uno de los objetivos marcados por la institución: superar la fase de grupos de la Europa Champions League y estar entre los dieciséis mejores equipos de Europa.

Ya sabíamos que no iba a ser fácil de conseguir, porque la Champions es una competición muy exigente, pero sí es verdad que a estas alturas todos esperábamos que el partido de hoy fuera un mero trámite. No lo será por el extraño gol que encajó la Juventus en su propio estadio ante el Lyon –rarísimo que un equipo con la calidad y experiencia que tiene en defensa y portería encaje un gol en una falta sin demasiado peligro en la recta final del partido– y por el desastroso arbitraje, del inglés Mark Clattenburg, que tuvimos que sufrir en el Ramón Sánchez Pizjuán ante la propia Juventus.

Así que habrá que poner toda la carne en el asador e ir a por el partido desde el principio. Las posibilidades de éxito las veo al 50%. Es cierto que al Sevilla le basta incluso con una derrota mínima, pero también hay que tener en cuenta que el Olympique de Lyon jugará ante su público, en un estadio lleno, y no se puede obviar que es un gran rival, con jugadores muy importantes, como Gonalons, Tolisso, Grenier, Darder –cuidado con su disparo lejano–, Fekir, Valbuena y, sobre todo, Alexandre Lacazette, su máxima figura. Ya el Lyon nos dio muchos problemas en nuestro estadio y les faltó Lacazette, aunque Cornet también nos dio algún susto.

El Sevilla tendrá otro handicap: Sampaoli no podrá sentarse en el banquillo, por sanción, aunque confío en que esto no será problema y no quedemos en manos de Lillo.

Por otra parte, podremos contar con nuestro equipo de gala. Por fin, no será de la partida Franco Vázquez, sancionado. Creo que merece un banquillazo desde hace tiempo. Me gustaría que su sustituto fuera Ben Yedder, o bien que jugara el francés en lugar de Vietto, pero me da a mí que Sampaoli se decidirá a alinear a Iborra, para liberar a Nasri de tareas defensivas. Por cierto, si como dice Sampaoli, Nasri no está en el estado de forma ideal, pienso que no debería jugar, ya que el partido será muy exigente. Yo, al menos, espero un partido «a cara de perro».

En Francia son optimistas por varios motivos, aunque son conscientes de la dificultad: porque el estadio estará a reventar, porque el Lyon ya ha realizado varias «hazañas» con anterioridad, por la facilidad goleadora que están mostrando últimamente y, la más peculiar: porque el Sevilla tiene un idilio con la Europa League.

No estar en octavos sería un duro revés, pero nos daría paso a otra ilusionante competición, la Europa League, donde seríamos uno de los favoritos y donde tendríamos otra vía para clasificarnos para la Champions League. Esperemos que no sea el caso y podamos estar en Octavos de Final.

 

Granada 2 – Sevilla FC 1. Sin actitud, sin efectividad, sin suerte… Así es imposible

Muy mal partido el realizado por el Sevilla en el día de hoy en Granada, donde ha caído derrotado ante el que seguramente es el peor equipo de la categoría. El equipo local sólo llevaba cinco puntos, era el más goleado y el colista. Todo a favor para conseguir una victoria, pero no. Volvimos a ver al Sevilla desesperante de fuera de casa, y en esta ocasión ni siquiera reaccionó, como hizo en La Coruña.

Desde el primer momento, al Sevilla se le vio con falta de actitud, como si no fuera consciente de lo que había en juego y estuviera pensando más en el fundamental partido en Lyon.

El Granada, como suele ser habitual, no tuvo que hacer gran cosa para adelantarse en el marcador y después para lograr el segundo. Les bastó con aprovechar un doble error de N’Zonzi –perdió el balón y no cortó el contragolpe–, seguido de un doble error de Rami, quien se echó al suelo antes de tiempo y permitió el centro de Boga al corazón del área, donde remató a placer Pereira. Después, el 2-0 llegaría en un córner muy mal defendido, donde el balón se pasea por el área pequeña y Lombán, el mismo jugador que había sacado un balón en la misma línea de gol, marcaba, de nuevo, completamente solo.

No obstante, si el Sevilla hubiera tenido un mínimo de gol, se podría haber ganado el partido sin muchos problemas. Pero nuestro delantero centro hizo un partido nefasto. Estuvo desacertado y falló un claro gol. El problema es que él no fue el único que estuvo desacertado de cara a puerta. También fallaron claras ocasiones de gol Correa, Mariano, Vitolo, N’Zonzi, Franco Vázquez y Ben Yedder. A pesar del mal partido, se crearon ocasiones suficientes para ganar, pero sólo Ben Yedder acertó, y fue de penalti –bastante claro y realizado sobre él mismo–, en la última jugada del partido.

Cuando Sampoli retiró a Mercado del terreno de juego y fue a por todas, más bien a la desesperada, entonces el Sevilla sí tuvo más ocasiones para controlar al Granada, que dispuso de un par de ocasiones para lograr el tercero. En general, el Sevilla fue incapaz de controlar a los jugadores de más calidad del Granada –que también los tiene–, como son Boga, Carcela y Cuenca, quienes destacan sobre el resto.

El árbitro, González González, pasó desaparcibido. Dejó sin pitar un penalti que me pareció claro, aunque muy tonto –en el centro del campo lo habría señalado seguro–, sobre Franco Vázquez, con 0-0 en el marcador. También los locales protestaron un posible penalti sobre Cuenca, en la recta final del partido.

Partido para olvidar, y mientras antes se haga, mejor. Ahora sólo hay que pensar en Lyon, donde el Sevilla tendrá que mostrar una imagen muy superior si quiere continuar en Champions. Porque el Olympique de Lyon es muchísimo mejor equipo que este Granada que nos ha derrotado hoy.

 

Formentera 1 – Sevilla FC 5. El Sevilla estará en octavos de final

Dicen que no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo, pero es evidente que la eliminatoria ha quedado más que sentenciada. No ya por el resultado de la ida, que también, sino porque entre el Sevilla y el Formentera hay una diferencia abismal. Tan abismal como lógica, porque el Formentera es el único equipo de Tercera División. Es decir, que está tres divisiones por debajo. El Formentera es un equipo tan humilde que sólo unos cuantos jugadores son profesionales, y algunos de ellos están pluriempleados como técnicos.

En este partido «light», donde los no habituales tuvieron una buena oportunidad para demostrar su valía, destacó Joaquín Correa, haciendo tres goles y provocando dos penatis, los cuáles fueron transformados por Ben Yedder. A pesar de esos dos goles del franco-tunecino, no se puede decir que estuviera muy acertado.

El Sevilla fue superior desde el minuto 1, cuando llegó el primer gol, aunque en la segunda parte el Sevilla bajó el pistón descaradamente, no queriendo hacer más sangre innecesariamente. Y es que se prevé que la temporada sea larga y repleta de partidos –sobre todo, si tenemos la desgracia de caer eliminados en Champions League–  y tampoco es cuestión de forzar la maquinaria cuando no existe riesgo de traspié.

Lamentablemente, todo no salió bien, ya que Carriço tuvo que retirarse lesionado. Al parecer, fue solo por precaución, pero parece que Carriço, una pieza importante de la plantilla, no acaba de arrancar. No consigue tener continuidad, debido a las lesiones, y eso es un serio hándicap, porque Sampaoli basa su juego defensivo en los centrales, y, ante la baja forma de Carriço, se ve obligado a recurrir más de la cuenta a Pareja, Rami y Mercado, que lo están jugando prácticamente todo.

Tampoco me gustó que, llevando hasta cinco jugadores del filial, sólo jugaran de inicio Diego González y David Carmona, siendo sustituido uno de ellos por Borja Lasso, quien apenas disfrutó de diez minutos de juego. Pienso que deberían haber jugado como titulares los cinco. No hay que olvidar que nuestro primer filial, el Sevilla Atlético, está dos categorías por encima del Formentera.

El Sevilla deberá promocionar la asistencia al Ramón Sánchez Pizjuán para el partido de vuelta. Un 21 de diciembre, con casi nada en juego, ante un débil rival, y a las siete de la tarde, no parecen los mejores ingredientes para que haya un lleno.

Ahora toda el Granada. A priori, es un rival propicio: colista más que merecido, pues sólo ha conseguido cinco puntos después de trece partidos disputados. Temo que Sampaoli, debido a que el rival es el más débil de Primera, haga cambios y reserve a titulares pensando en el Lyon. Pienso que sería un error. Confianzas, ninguna.