Una verdadera lástima la derrota de ayer, ante uno de los mejores equipos, y sobre todo, la que creo que es la mejor delantera del mundo: Messi, Neymar y Suárez. Nos quedamos sin los puntos y nos tuvimos que conformar con el buen juego de la primera parte y el gran espectáculo dado en un partido de alta repercusión internacional. Fue un partido apasionante, intenso y plagado de ocasiones de gol por parte de ambos equipos. Un partido muy atractivo para el espectador neutral… Pero lo importante, que era ganar o, en el peor de los casos, puntuar, no se consiguió.
Y fue una lástima porque el Sevilla no mereció irse de vacío. En la primera parte llegó a dominar al Barcelona con claridad, teniendo varias ocasiones para conseguir el 2-0. Y, lógicamente, cuando perdonas al rival, normalmente acabas perdiendo. Y si ese rival es el FC Barcelona, lo normal es que acabes goleado. Eso no ocurrió porque Sergio Rico hizo dos paradones impresionantes a Luis Suárez, uno en cada mitad.
El Sevilla hizo lo más difícil, que fue adelantarse en el marcador, por medio de Vitolo, pero fue incapaz de irse al descanso manteniendo la ventaja. Parecía que se nos olvidó que enfrente teníamos al mejor equipo del mundo, y en vez de templarla, decidimos arriesgar la posesión más de la cuenta, y algunas de esas pérdidas nos costaron el partido. La primera al filo del descanso, y la segunda, totalmente incomprensible en un jugador de la experiencia de Carriço, faltando media hora. En ese tiempo el Sevilla lo intentó, pero entonces el Barcelona hizo su juego, mareando la pelota y esperando alguna genialidad de sus tres delanteros para sentenciar.
En un partido así, no podía faltar la polémica. Llegó en la tarjeta amarilla a Messi, que llegó a enfrentarse con el árbitro –a cualquier otro jugador lo habrían expulsado por eso–, en la desfachatez de añadir sólo tres ridículos minutos de prolongación, y en un penalti, casi en la jugada final del partido, que el árbitro no vio o no quiso pitar. Fue claro, pero para que te piten penalti ante un grande, no tiene que ser claro, sino clarísimo, y aún así, lo más probable es que tampoco lo piten.
Durante el partido eché mucho de menos al que actualmente es nuestro mejor central: Mercado. Seguramente, con él sobre el campo el resultado habría sido otro, de la misma manera que si el ausente hubiera sido Messi, que fue quien, al fin y al cabo, como suele ser habitual, decidió el partido.
También me pareció, como el mismo entrenador ha reconocido, que los cambios tendrían que haber llegado antes. Me llevé todo el segundo tiempo esperando que entrara Ben Yedder, y me quedé con las ganas. Tampoco entendí que jugara de inicio Nasri. Me pareció una temeridad que se arriesgara a tener una recaída y estuviera fuera de combate varias semanas. Pienso que debió de ser sustituido mucho antes, ya que no aportó nada, y es lógico, ya que se le veía que le faltaba físico y estaba lento. Y para jugar en Primera División hay que estar al 100% siempre.
Pese a la derrota hay que estar orgullos del equipo, que lo intentó siempre. Ahora hay que superar el varapalo de ayer, pues hemos pasado de tener la posibilidad de estar segundos a salir de zona Champions. Por tanto, deberemos intentar recuperar posiciones el día 19, en Riazor, porque el Villarreal está demostrando, como en temporadas anteriores, tener una buena plantilla, y, además, el Celta y el Athletic siguen siendo una seria amenaza, aunque ahora estén a cuatro puntos.