No ha sido bueno el partido contra el Valencia. Quizás, hasta haya sido el peor en nuestro estadio. Pero también es cierto que hace sólo cuatro días el equipo se vació ante la Juve, haciendo un esfuerzo titánico, al jugar con un jugador menos casi 60 minutos.
El ambiente tampoco ha ayudado, muy frío, con los Biris bastante callados. No sé si habrá sido debido a otra de sus protestas.
En la primera parte, apenas se crearon ocasiones. Algún tiro lejano y un contragolpe muy peligroso que fue incapaz de finalizar Vietto. Pudimos encajar gol en varias de esas pérdidas absurdas, por no despejar al voleón, a las que ya estamos acostumbrados. El Sevilla tuvo muchos problemas para sacar el balón jugado, por la gran presión que hacía una primera línea de tres, muy adelantada, de jugadores valencianistas. Lo mejor fue que llegamos con la puerta a cero al descanso.
En la segunda parte, mejoró algo el equipo, al subir algo la intensidad. Fue importante el golpe de suerte que tuvimos con el gol en propia meta de Garay. Aunque la alegría no duró mucho, al acortar poco después Munir, con un buen tiro ajustado al que no pudo llegar Rico.
A un cuarto de hora para el final del partido, llegaría el gol de la victoria, a la salida de un córner, obra de Nico Pareja, que ha hecho su segundo gol en cuatro días. Además, en defensa ha hecho un partido soberbio.
Seguirían unos minutos de desorden, por parte de ambos equipos, pero sobre todo por parte del Valencia. El Sevilla tuvo un par de ocasiones muy claras al contragolpe, pero nuestros jugadores, seguramente por el cansancio, parecieron olvidar las normas del fuera de juego: no existe fuera de juego si un jugador sale del campo propio o si todos los defensas están en campo ajeno.
El Valencia apretó y tuvo una clarísima ocasión en la última jugada del descuento, pero, por fortuna, Sergio Rico evitó con un gran paradón que se repitiera la historia de hace un par de temporadas, cuando Orban empató en el descuento, en un Sevilla (de Emery) que jugaba en superioridad numérica.
En cuanto a los jugadores, no me gustó nada la actuación de Franco Vázquez. Kiyotake mostró cosas positivas y negativas. Por un lado, ofensivamente ve bien el fútbol, pero también es verdad que perdió un par de balones en zonas muy peligrosas, que pudieron costarnos el gol.
Los defensas estuvieron perfectos, a excepción de Rami, cuya suficiencia nos pudo hasta costar el partido. Eché mucho en falta la profundidad y el poder ofensivo que da Mariano, uno de los titularísimos del Sevilla de Sampaoli.
Vitolo, como siempre, hizo un partidazo. Pero eso no es sorpresa. También merece destacarse el partido de Sarabia.
Quien estuvo absolutamente desastroso fue el árbitro, Del Cerro Grande, perdonando tarjetas amarillas, a diestro y siniestro.
Ahora a cambiar el chip, pues empieza la Copa del Rey, otra competición donde los sevillistas tenemos puesta la ilusión, ya que es donde tenemos más posibilidades de alzar un título. Sigue leyendo