Archivo mensual: abril 2016

Shakhtar Donestk 2 – Sevilla FC 2. La eliminatoria se decidirá en Sevilla

Buen resultado el conseguido en el día de ayer por el Sevilla FC ante un complicado rival, el Shakhtar, que demostró que tiene jugadores de calidad y que, por tanto, no será nada fácil llegar a la final. Tal y como se preveía, por otra parte.

El partido no pudo empezar mejor, pues a los cinco minutos Vitolo recortó a su marcador y fusiló por bajo a Pyatov, al aprovechar un magnífico pase de Gameiro.

Pero esta jugada fue lo único destacable de la primera mitad, por parte sevillista. Incomprensiblemente, el Sevilla se echó atrás. Con las líneas demasiado atrasadas y juntas, el Shakhtar no tenía ningún problema para llegar a las inmediaciones del área, creando una sensación de agobio continuo que tuvo sus frutos, ya que le bastó media hora para dar la vuelta al marcador.

El primer gol ucraniano llegó tras un grave despiste defensivo de Carriço, que dejó libre a Marlos, quien, con toda la tranquilidad del mundo, ajustó al poste, batiendo a un David Soria que se había quedado a media salida.

El segundo gol llegó por banda. Marlos, el autor del primer gol, se fue con suma facilidad de Banega y puso un centro fuerte y preciso que Stepanenko cabeceó a placer, fusilando a Soria, quien esta vez sí que no pudo hacer nada.

Eran minutos en los que el Sevilla estaba grogui, y lo mejor que pudo hacer fue llegar al descanso con una desventaja mínima.

En la segunda parte cambió todo. Me dio la impresión de que el Shakhtar se conformaba con el 2-1, esperando un error para conseguir el tercer gol al contragolpe. Esa cesión de terreno la supo aprovechar el Sevilla con ambición, poniendo cerco al área ucraniana. Así, el Sevilla tuvo varias ocasiones para lograr el empate, por medio de Banega, N’Zonzi, Gameiro… hasta que, finalmente, lo logró. En primera instancia, marcó Gameiro pero su gol fue anulado por un ajustado fuera de juego. Pero, a la segunda, Gameiro sí transformó un penalti cometido sobre Vitolo.

Quien tenga dudas sobre si fue penalti, sólo tiene que ver la carita que puso Ferreyra cuando lo hizo.

El 2-2 nos da una ligera ventaja para la vuelta, pero habrá que estar muy concentrados, porque el Shakhtar es un buen conjunto, con jugadores muy rápidos y de calidad, como Ismaily, Stepanenko, Marlos, Kovalenko o Taison. Este último me pareció su jugador más incisivo, junto con Kovalenko. Habrá que tenerlos muy en cuenta.

Lo peor, sin duda, la grave lesión de rodilla de Krohn-Delhi. El Danés cumplirá 33 años en un par de meses, y si el tiempo de recuperación es elevado, podría ser su último partido con el Sevilla.

El jueves habemus otro partido histórico. Podemos plantarnos en otra final europea. Que se dice pronto.

Sevilla FC 2 – Betis 0. Velasco Carballo evitó la goleada

Otro derbi sin sorpresas. El Sevilla volvió a mostrarse muy superior al que dicen que es su eterno rival, y bien pudo ganar por más diferencia. Con sólo haber aprovechado algunas de las numerosas ocasiones que tuvo el Sevilla en la primera parte, o si Velasco Carballo hubiera señalado el claro penalti que le hicieron a Kevin Gameiro. Y por supuesto, si el asistente no hubiera anulado el gol a Krychowiak, cuya posición era totalmente legal. Pero bueno, aunque el arbitraje sí influyó en el marcador, al menos los puntos se quedaron en casa, que era lo importante.

A pesar de la clara superioridad, al descanso tuve mis dudas de que el Sevilla pudiera ganar el partido. Y es que últimamente al Sevilla le sale todo mal, y ya nos demostró la Real Sociedad –con un tiro a puerta consiguió dos goles–, y otros muchos equipos, que no hay que hacer gran cosa para marcarnos. Además de que el equipo está mal físicamente –quizás por la sobrecarga de partidos–, de que el fuerte calor no ayudaba, y del nefasto arbitraje –Velasco Carballo hasta colocó mal la barrera en una peligrosa falta en la frontal del área–, Banega parecía estar pensando más en el Inter que en otra cosa, Krychowiak estaba desaparecido, muy por debajo de su nivel, y Reyes y Gameiro no parecían estar al cien por cien. Al francés se le notó falto de velocidad en alguna que otra acción. Creo que Emery arriesgó mucho dándole la titularidad, estando recién salido de una lesión muscular y estando a las puertas del partido de ida de una semifinal europea. Por fortuna, la apuesta de Emery salió bien, ya que Gameiro añadió otro gol a su cuenta.

El Betis apenas inquietó. Creo recordar que sólo tuvos dos ocasiones de gol. Muy flojo en todos los aspectos, sobre todo a partir de que el Sevilla se adelantara en el marcador. El segundo gol, más bien golazo, de Coke, dejó más que sentenciado el partido.

Por lo visto, Merino dijo, en rueda de prensa, que el Sevilla actual está varios escalones por encima del Betis. Emery no quiso valorar esas declaraciones, posiblemente para no crear una posible polémica, pero es obvio que es así. Eso es capaz de verlo hasta el más bético de los béticos. Hoy por hoy el Sevilla es uno de los mejores equipos de España y de Europa, y el Betis está luchando por no descender, aunque muy posiblemente mantendrá la categoría aunque no gane ni un solo punto más.

Importante victoria la de ayer, ya que nos permite asegurar, prácticamente, la séptima plaza, y nos permite encarar lo más importante –la semifinal europea– con mejor ánimo. Pero no nos engañemos, el Shakhtar Donetsk no es el Betis. En Ucrania tendremos que hacerlo mucho mejor que ayer para sacar un buen resultado para la vuelta.

Sporting de Gijón 2 – Sevilla FC 1. Derrota, como siempre, y con los mismos errores de siempre

Hay gente que se extraña de que el Sevilla, a estas alturas, finalizando la temporada, no haya ganado aún un partido fuera. A mí me parece de lo más normal, y lo mismo me ocurrió ayer. Vi el partido desde el minuto 11, cuando ya iba ganando el Sevilla, y pensé que mejor empezar bien, pero que seguramente lo perderíamos. Y a medida que iba viendo el partido, cada vez me convencía más de que ese partido acabaría mal. Y no es que sea adivino, ni mucho menos, sino porque se estaban repitiendo los mismos errores que nos han llevado a no ganar, ni de casualidad, fuera de nuestro estadio.

Juegue mal o juegue bien, el Sevilla al final pierde. Falta de actitud, malos planteamientos… Cuando no es el portero el que falla, lo hace un defensa –ayer fue Rami, aunque creo que le hicieron falta. No pude ver la repetición– ; Cuando no, mete la pata un centrocampista que baja a defender o pierde el balón en zona peligrosa; Cuando no, llega el gol en propia meta –como ayer, de Krychowiak otra vez– . A todo esto, se le une la mala suerte de que nuestros rivales suelen tener una facilidad tremenda para convertir nuestros errores en goles. Da igual que el rival esté hundido en la tabla, siempre aprovechan nuestros errores al máximo. Y eso también es porque defendemos muy mal. Y cuando digo que defendemos mal, no me refiero sólo a la línea defensiva, sino al equipo entero.

Y claro, si encima de que defendemos mal y de que nos cuesta crear ocasiones, fallamos, de manera clamorosa, ocasiones de gol clarísimas… Es muy difícil que la película acabe bien. Ayer Fernando Llorente estuvo desastroso, tanto en el pase como en la definición, a excepción de la jugada del gol. Pudo conseguir el 1-2 en dos ocasiones de esas que siempre tienen que acabar en el fondo de la red. Pero no sólo el riojano erró al definir, sino que también lo hicieron Coke, Konoplyanka –en tres ocasiones– e Iborra.

Para ser justos, también el Sporting tuvo dos ocasiones clarísimas, por parte de  Sanabria y Ndi, solos ante Rico.

Ayer nos vinimos de vacío porque también faltó cabeza. Si tienes un empate y quieres ganar, hay que ir a buscar los tres puntos, pero con orden, sin convertir el partido en un correcalles. Si no, es jugar a la ruleta rusa. Y ahí tiene mucha culpa el entrenador.

Derrota, como siempre. Ahora bien, no estoy de acuerdo con los que dicen que la derrota de ayer fue merecida. El Sevilla hizo mucho más para ganar que el Sporting y fue dominador del juego durante la mayor parte del partido, creando más ocasiones que el rival. Si perdimos, fue por nuestros errores y por los ajenos, porque también, de nuevo, tuvimos que pagar por errores arbitrales. Ayer el Sporting logra el gol de la victoria en el descuento y en fuera de juego. En Valencia, perdimos en el descuento, al saque de una falta inexistente, y de rebote. En Vallecas volaron dos puntos porque el árbitro no vio un agarrón a Gameiro que habría supuesto un penalti y expulsión. En Vigo expulsaron a Rami y no hizo ni falta… Y seguro que se me olvidan muchos más errores que al final suponen perder partidos y puntos.

Suele haber una concatenación de errores, de sucesos, que nos llevan a morder el polvo. Pero no, la derrota de ayer no fue merecida. En cualquier caso, da lo mismo que la derrota sea merecida o no, porque dan los mismos puntos: ninguno.

No podemos seguir así, porque ya peligra la séptima plaza. No tiene sentido mirar atrás. No queda otra que pensar en los cuatro partidos que restan de esta decepcionante Liga 2015-2016. Tenemos que ganar, como sea, el próximo partido, que es ante un rival que se nos suele dar bien: el Betis. Pero que nadie dude de que si volvemos a tener tantísimos errores, será difícil que ganemos.

 

Sevilla FC 1 – Deportivo 1. Los partidos lamentables ya no son sólo fuera

Tostonazo de partido el que nos ofreció el Sevilla ayer. A ritmo de pachanga, de partido amistoso, donde parecía que no había nada en juego. No había la más mínima intensidad, por ninguno de los dos equipos. Lo que haga el Deportivo me da igual, pero el Sevilla, aunque sólo sea por respeto a los aficionados, tiene que salir a morder desde el minuto uno hasta que el árbitro de turno pite el final del partido.

Entiendo que es un disparate jugar a las cuatro de la tarde en Sevilla, en abril, con fuerte calor, pero los jugadores son profesionales y deberían de dar lo máximo. Y no me vale lo de que la temporada está siendo muy larga y son muchos partidos, ya que la mayoría de los jugadores de ayer no jugaron el jueves. Y además, hay equipos como Madrid, Barcelona, Villarreal y Atlético de Madrid que apenas rotan jugadores. ¿Por qué nosotros tenemos que poner prácticamente un equipo nuevo? Quizás la explicación es que la preparación física de nuestros jugadores es bastante mejorable.

El partido no tuvo mucha historia. Las ocasiones escasearon por parte de ambos equipos. La primera parte se salvó un poco, porque el Sevilla fue el único que pudo marcar, ya que el Deportivo ni se acercó a la portería defendida por Rico. En el ecuador de este primer tiempo llegó el gol del Sevilla, de Iborra,  a pase de Llorente. Poco después el riojano, visto el nivelito del Deportivo, podría haber sentenciado el partido, pero, incomprensiblemente, lanzó fuera cuando lo tenía todo a su favor. Salta a la vista que Llorente no está bien –lento y fallón–, pero el problema es que Juan Muñoz está mucho peor. Ayer volvió a tirar a la basura una nueva oportunidad. Mucho me temo que ahora mismo no sirve para la primera plantilla y tendrá que salir cedido la próxima temporada.

La segunda parte fue un despropósito. Los jugadores sevillistas no parecían querer cerrar el partido y jugaban andando. Un mísero 1-0 no es prácticamente nada, teniendo en cuenta las muchas carencias que tiene el Sevilla en defensa. Esta segunda mitad se me hizo eterna, porque se veía venir el empate. Así, a falta de nueve minutos para el final, pasó lo que tenía que pasar: mala entrega de Banega en el centro del campo –por cierto, Banega está a un nivel bajísimo. Quizá tenga ya la cabeza en Milán–, contragolpe, pase al corazón del área y entre que Escudero no está y que a Kolo le cogen las espaldas, Oriol Riera marca a placer.

De nuevo, otro débil equipo es capaz de quitarnos puntos sin hacer prácticamente nada. Es lo que ocurre cuando no se defiende bien.

Me pareció muy preocupante la falta de ambición de los jugadores y del entrenador, Unai Emery. No es lo mismo quedar séptimos –plaza que aún no está garantizada– que quintos. Entiendo que se priorice la Europa League, ya que estamos cerca de acceder a una nueva final, pero de ahí a estar ya en chanclas, como diría Caparrós, hay un largo trecho. Si ya es vergonzoso ver arrastrarse al Sevilla en los partidos de fuera, donde hasta ahora ha sido incapaz de ganar un solo partido, ya es el colmo tener que aguantar esa misma actitud en nuestro propio estadio.

Desde luego, hay mucho que cambiar y que mejorar, de cara a la próxima temporada.

Sevilla FC 1 – Athletic Club 2. Gracias, Sevilla. Gracias, Beñat

Gracias, Sevilla por hacernos vivir partidazos como el de ayer y por darlo todo, hasta la extenuación. Y por supuesto, también hay que darle las gracias a Beñat, que fue el mejor de su equipo, pero que hizo «un Nono» en el momento decisivo. Se sufrió mucho, pero se consiguió el objetivo de estar en semifinales.

En mi opinión, el Sevilla no debería de haber tenido necesidad de recurrir a la  épica para pasar la eliminatoria. Es cierto que el Athletic dominó buena parte del partido, pero fue el Sevilla el que dispuso de más ocasiones de gol. Y si no llega a a ser por los errores garrafales en defensa, principalmente de David Soria, que tuvo tres errores graves –dos de ellos acabaron en gol–, el Athletic no habría tenido ninguna opción de poner en apuros al Sevilla.

Como todos los sevillistas, eché muchísimo de menos a Banega. Aparte de que se notaba su ausencia, una barbaridad, en ataque, en muchos momentos del partido se hizo necesario tener posesión y templar el juego, y en el Sevilla no hay ningún jugador que haga esa función como el argentino. Más nos vale que Monchi encuentre un recambio de garantías pronto, porque Banega es un jugador fundamental. Es más, tengo la impresión de que, con él en el campo, el partido de ayer habría sido un paseo. Pero no sólo no fue un paseo, sino que, por momentos, sobre todo, a partir del 1-2, fue un calvario.

El partido empezó con un buen susto, pues Kolo consiguió despejar a córner, tras dar en el palo, un disparo de Aduriz, que logró esquivar la salida de David Soria. A continuación llegó la respuesta, por medio de Rami, que remató alto, con toda la portería para él. Fue una primera parte con pocas ocasiones pero muy intensa por parte de los dos equipos.

En la segunda parte, llegaron los goles y muchas más ocasiones. No se había cumplido ni el cuarto de hora de juego cuando llegaron los dos primeros goles. El primero del Athletic sentó como un mazazo, como no podía ser de otra manera. Por lo que suponía, ya que nos dejaba a las puertas de la eliminación, y por la forma que llegó: por un error garrafal de David Soria, que no pudo atajar un fácil remate de Aduriz.

El empate llegó en la jugada siguiente. Sensacional galopada de Vitolo, que se deshizo con mucha clase de dos rivales, se cruzó el campo y cedió, en el momento justo a Krychowiak, para que éste le sirviera el balón en bandeja a Gameiro.

A partir de este momento, el Sevilla pudo prácticamente sentenciar la eliminatoria, pero Gameiro –dos veces– y N’Zonzi desperdiciaron claras ocasiones de gol.

También Skomina, el mal árbitro esloveno, perdonó la segunda amarilla a San José, por derribo a Gameiro. Habría sido una expulsión muy importante, pues quedaba aún mucho tiempo de juego.

El Sevilla perdonó y, como castigo, llegó el segundo mazazo. De nuevo, otro fallo de David Soria, que se queda a media salida y Raúl García aprovecha el regalo, batiéndole por alto. También hay que decir que su marcador, Kolo, ni siquiera le estorbó.

A estas alturas fue cuando vi muy negro el panorama. La clasificación estaba complicada porque el Athletic ya se hizo total dominador del centro del campo, nuestros jugadores estaban cansadísimos –varios de ellos con problemas físicos– y nuestro portero era un verdadero flan.

A pesar de ello, conseguimos llegar a la prórroga. A los pocos minutos, Susaeta perdonó el 1-3. Se quedó solo, a pase de Beñat, pero su disparo, salvando la salida de Soria, salió fuera por poco.

Parecía no ser nuestra noche, porque el balón no quiso entrar en una doble ocasión donde se estrelló en el poste, tras una falta lanzada por Konoplyanka, y después San José –sí, ese que debió ser expulsado– sacó el balón de la misma línea de gol, evitando el golazo de chilena que habría marcado Coke.

Con mucho sufrimiento y con varios jugadores lesionados se llegó a la tanda de penaltis, donde todos marcaron excepto Beñat. El ex bético fue el mejor del partido, siendo el asistente en los dos goles y en otras jugadas que desaprovecharon sus compañeros. Extrañamente muy libre –algo que no entendí–, repartió cuanto quiso y como quiso. Pero, por suerte para el Sevilla, falló en el momento decisivo. Su error también sirvió para la redención de David Soria.

El Sevilla está en semifinales, que es lo importante. En dos horas será el sorteo. Allí nos esperan tres equipos que, desde mi punto de vista, por orden de dificultad, son: Liverpool, Villarreal y Shakhtar Donetsk.

 

 

Valencia 2 – Sevilla FC 1. La Juventus no habría perdido este partido

Otra jornada más volvemos ver un Sevilla lamentable, especialmente en la primera parte, donde fue incapaz de crear una sola ocasión de gol y donde pudo quedar sentenciado el partido. No es que el Valencia hiciera gran cosa, pero le bastaba con correr más, quizás por esa extramotivación por el efecto M’Bia, que aún perdura. Sencillamente, se limitó a aprovecharse de las facilidades que brindábamos. Tuvimos varios errores graves en defensa que, por suerte, no fueron aprovechados por el Valencia. Uno de ellos fue de Sergio Rico, aunque, de no haber sido por él, habríamos sido goleados.

Si la primera parte fue vergonzosa, al menos en la segunda se intentó la remontada. Aunque tampoco es que se hiciera un gran fútbol, al menos se crearon algunas ocasiones de gol. Las más claras fueron de Llorente y Coke.

En la recta final llegó el gol del Sevilla, que hacía justicia en el marcador. Gameiro aprovechó un buen pase de Krohn-Delhi para batir a Alves.

Pero el Sevilla defiende tan mal que me hacía dudar de si sería capaz de aguantar el resultado durante los cinco minutos que quedaban. Y por desgracia, no lo consiguió, porque Negredo se aprovechó de una falta muy mal defendida.

En este sentido, creo que hay que aprender de los mejores. Rogaría que alguien tuviera la amabilidad de enseñar al señor Emery un vídeo de cómo defiende la Juventus. Este equipo sólo lleva 17 goles encajados en 32 partidos –el Atletico de Madrid lleva incluso uno menos–. Eso se consigue, en primer lugar, teniendo muy buenos defensas, pero también con orden y colocación. Por ejemplo, en las faltas laterales –a no ser que la falta sea muy cerca de la línea de fondo, obviamente– a ningún defensa se le ocurre entrar en el área antes del saque de la falta. Porque si entran en el área y se sitúan, por ejemplo, cercano al punto de penalti, sólo se consigue:

  • Estorbar al portero, ya que tiene menos visibilidad y se le dificulta la salida.
  • Hacer más peligroso el ataque del rival. Cualquier remate –como en el primer gol de la Real Sociedad de la semana pasada–, desvío –segundo gol de la Real Sociedad, en propia meta–, o rebote –el gol de ayer en el descuento– será desde cerca, de modo que el portero queda prácticamente vendido y sin apenas posibilidad de reacción.
  • Desaprovechar la ventaja del fuera del juego. Lo más probable es que los delanteros entren en el área antes del saque de la falta, con lo cual quedarían en fuera de juego. También les complica rematar, porque puede que el portero llegue antes al balón o, si rematan, no lo harán desde cerca.

A veces me da la sensación de que los defensas del Sevilla intentan no entrar en el área, pero, al final, siempre acaban entrando varios, por esa manía absurda de seguir al delantero. Una vez vi una jugada, en un saque de esquina, –creo que le pasó a Las Palmas– donde el defensa estaba tan pendiente de su marcador que no miraba el balón, y éste acabó dándole en la espalda, un atacante recogió el rebote y marcó.

Quizás nos falte un jefe en defensa, un jugador con carisma que dé dos gritos bien dados y que marque la línea, que ponga orden, al estilo de Godín o Mascherano, por poner unos ejemplos. Estos jugadores suelen ser centrales o porteros, que son los puestos donde recae la más alta responsabilidad en defensa. Pero es evidente que nos hace falta un jugador así, porque los dos últimos partidos los hemos perdido por defender muy mal tres faltas.

En cuanto al árbitro, no me gustó. Dejó sin sancionar dos placajes a Llorente dentro del área, uno de ellos clamoroso, y, además, la falta que nos costó la derrota fue inexistente.

Ya está mas que claro, por si alguien aún tenía esperanzas, de que el objetivo será quedar quintos. No puede ser de otra manera si seguimos regalando partidos y haciendo experimentos a estas altura de temporada.

 

Athletic Club 1 – Sevilla FC 2. A puertas de una nueva semifinal europea

Magnífico resultado el cosechado en el día de ayer por el Sevilla a domicilio. Por fin, una victoria fuera del Ramón Sánchez Pizjuán, y nada menos que en la Catedral, ante un potente rival, como es el Athletic Club.

Partido muy serio, de principio a fin. Se controló el juego durante casi todo el partido y se supo sobreponerse a las adversidades. Muy pronto, en los primeros minutos, se lesionó Tremoulinas, teniendo que ser sustituido por Fazio, pasando Kolo al lateral izquierdo. Ver a Fazio jugar asusta, pero hay que reconocer que hizo un buen partido, así como Kolo, que jugó en su posición natural antes de que llegara al Sevilla.

Fue un partido de pocas ocasiones, pero bastante claras. En la primera parte, por parte del Sevilla, un disparo al poste de Banega y un mano a mano que falló Vitolo, tras sensacional pase de Khron-Dehli. Por el Ahtletic, un cabezazo al poste de Aduritz, en una falta muy mal defendida por nuestra parte, y una ocasión donde a punto estuvo de rematar, casi en la línea de gol, Muniain.

En la segunda parte llegaron los goles. El gol del Athletic, a los tres minutos, del de siempre, Aduritz, al rematar de cabeza un muy buen pase de Muniain, cogiendo a contrapié a David Soria. A continuación pudo llegar el 2-0, en un cabezazo, pero David Soria hizo un paradón. Lo pasó mal el Sevilla en estos primeros minutos de la segunda parte, pero se rehizo y llegó el empate, por medio de Kolo, quien remató a puerta vacía, tras aprovechar Banega un fallo clamoroso de Muniain que hizo una mala cesión a su portero.

El gol del Sevilla sentó como un jarro de agua fría al Ahtletic, y a partir de ahí el Sevilla se hizo con el partido, dando la sensación de que Gameiro o Vitolo –partidazo el suyo– podían liarla en algún contragolpe. En la recta final, una contra llevada por Gameiro fue finalizada por Iborra, consiguiendo el definitivo 1-2.

El resultado es magnífico, puesto que incluso una derrota en la vuelta por 0-1 nos daría el pase a semifinales. No obstante, no será nada fácil, porque el Athletic tiene muy buenos jugadores y porque tendremos la sensible baja de Banega, que vio una tarjeta amarilla por una acción que no fue ni falta.

No estuvo muy acertado el árbitro, el inglés Mark Clattenburg, en algunas acciones, pero no influyó en el resultado y no se dejó influenciar por el ambiente.

La eliminatoria se decidirá en nuestro estadio, como era el objetivo. Estamos a las puertas de una nueva semifinal europea, pero mal haríamos en confiarnos. Si nosotros hemos hecho dos goles en Bilbao, ellos están perfectamente capacitados para hacer lo mismo aquí.

Ahora, aunque estemos todos deseando que llegue el jueves de Feria, toca cambiar el chip y a pensar en Valencia. Mira que si ahora nos da por ganar dos veces seguidas fuera de casa…

 

Europa League. El Sevilla se enfrenta al Athletic y a la ilusión

Estoy completamente de acuerdo con quien piensa que el Athletic era uno de los rivales más duros que nos podían tocar. Y lo es porque, en primer lugar, nos conoce perfectamente –aunque nosotros a ellos también–, y, en segundo lugar, porque desde Bilbao han dejado claro que la Europa League les ilusiona muchísimo. Y ya sabemos por estos lares lo fuerza que da la ilusión. Con ella es mucho más fácil conseguir con los objetivos, pues te hace dar el máximo, aun cuando llegue el momento en que parezca que estos objetivos sean inalcanzables.

Esa misma ilusión hará que San Mamés esté lleno, y apuesto a que el ambiente será espectacular. En este sentido, será fundamental que nuestros jugadores logren abstraerse, en lo posible, y, sobre todo, que el árbitro tenga personalidad y no se raje a la hora de tomar decisiones importantes. Aún recuerdo, en la famosa eliminatoria de 2009, cómo Mejuto González no se atrevió a expulsar con roja directa a un jugador del Athletic por una bestial entrada por detrás a Jesús Navas, que cortaba además un contragolpe. Pitó la falta, pero su cobardía le impidió incluso mostrar amarilla al jugador bilbaíno. Y para más inri, sí le enseñó la tarjeta amarilla a Jesús Navas, que se volvió loco protestando, porque no podía creerse que esa entrada quedara impune. Era el minuto 22 y entonces el marcador era de 1-0. Esa jugada podría haber cambiado el signo del partido.

Otro obstáculo que puede encontrarse hoy el Sevilla es el estado del terreno de juego. Es obvio que el césped es el mismo para los dos, pero si llueve, seguro que los jugadores del Athletic se desenvolverán mejor, sencillamente, porque están acostumbrados. Ya pudimos ver en Molde, cómo el equipo noruego se desenvolvía como pez en el agua, con tiempo lluvioso, mientras que nuestros jugadores no hacían más que resbalarse y tenían dificultades para controlar el balón.

También es probable que haya mucho juego aéreo, y ahí me preocupa la ausencia de Carriço. Y es que ése es precisamente el punto débil de Kolo, quien, salvo sorpresa, será titular hoy.

En mi opinión, el partido de esta noche es complicadísimo, y por ese motivo consideraría un buen resultado un 0-0, pese al enorme riesgo que supone no marcar fuera de casa en una eliminatoria. Pero lo importante es salir vivos hoy y que se decida la eliminatoria en el Ramón Sánchez Pizjuán.

 

Sevilla FC 1 – Real Sociedad 2. Rompió la racha el que menos lo mereció

Se acabó la racha victoriosa en el Ramón Sánchez Pizjuán. Tuvo que ser la Real Sociedad, que, como muchos otros equipos esta temporada, sólo tuvo que aprovechar un par de regalos para llevarse el triunfo.

El primer gol del partido llegó en el minuto uno, en una falta lateral defendida calamitosamente y donde Sergio Rico no pudo hacer nada para atajar el buen cabezazo de Bergara. A partir de ahí, la Real se dedicó a perder tiempo y a defender en cuerpo y alma, con las líneas muy juntas, agazapado, con la única intención de salir al contragolpe. Hasta tal punto se encerró que no tuvo más ocasiones, exceptuando algún que otro balón parado y un tiro lejano sin peligro.

Pudo llegar el empate si el árbitro, Clos Gómez, hubiera señalado un claro penalti sobre Rami, quien además fue tarjeteado por protestar. Esta acción podría haber cambiado el signo del partido. Pero poco después la Real puso tierra de por medio, tras un nuevo fallo estrepitoso en defensa. Era una falta centrada y, aparentemente, sin mucho peligro, pero ya nos encargamos nosotros de crearlo. En primer lugar, la defensa estaba, incomprensiblemente, demasiado atrasada. Hasta ocho jugadores blancos había en el área, cuando no tendría que haber ninguno. Eso no hace más que entorpecer la salida del portero, que pierde ventaja, y, sobre todo, facilitar el remate al rival. En segundo lugar, si se permite el centro al corazón del área, al punto de penalti, ahí deben imponerse, siempre, los centrales. Y en tercer lugar, nunca, jamás, se debe despejar hacia atrás, como hizo Krychowiak.

Al polaco le deberían hacer un homenaje en San Sebastián, pues en el partido de ida también tuvo un papel decisivo para que perdiéramos. Dejó en bandeja dos goles. Krychowiak es un gran centrocampista, pero cuando defiende en el área es para echarse a temblar.

Era difícil de creer, pero la Real se puso 0-2 sin hacer prácticamente nada y con un solo disparo a puerta. Demasiado premio, pese a que la primera parte del Sevilla fue verdaderamente lamentable. No se salvó ningún jugador. Todos desaparecidos: Gameiro, Reyes, Banega… Y lo peor no era eso, sino que los jugadores blanquiazules, desde el principio, no paraban de presionar y pusieron más intensidad en cada acción.

En la segunda parte, mejoró el Sevilla, algo que era difícil de hacer. Fue un monólogo, un cerco constante a la portería de Rulli, pero estéril. Sólo de penalti acortó distancias el Sevilla. Lo señaló Clos Gómez, pero a instancias del linier. Transformó Gameiro –debería, de vez en cuando, cambiar de lado–, pero, a pesar de ello, no hizo un buen partido. En la primera parte falló una dos ocasiones, y otras dos en la segunda. Tres de ellas eran un mano a mano con el portero, y en una incluso pudo ceder el balón a Iborra, que se encontraba solo y habría rematado a placer.

También tuvieron ocasiones Banega, Konoplyanka, Vitolo… Pero estaba claro que ayer no era el día. Fue un partido que recordó a los que solemos hacer fuera de casa o a otras épocas ya casi olvidadas.

La Real demostró que para ganar no hay que hacer un gran partido, ni jugar bien, tan sólo tener un poco de fortuna y hacer un gol más que el rival. Y que, a veces, ni eso, ya que los goles en propia puerta también valen. Han pasado multitud de grandes equipos por nuestro estadio –Madrid, Barcelona, Juventus…– y, curiosamente, han tenido que romper la racha los que menos méritos han hecho.

Por cierto, me pregunto cuándo acabarán los estúpidos registros a la entrada del estadio, que no sirven absolutamente para nada, sólo para molestar al aficionado y retrasar la entrada al estadio. Ayer un guarda de seguridad me tiró a la basura un pequeño bote de plástico con jabón de manos, sin alcohol, que estaba prácticamente vacío. Ni cayendo desde la estratosfera podría hacer daño a alguien. Hasta ahora, me habían permitido pasar con él. Me dijo el guarda que ya lo sabía para otra vez. Desde luego, ya sé que otra vez lo tengo que esconder.

Se ve que ayer no sólo era el día tonto de los jugadores.

 

Si esto es verdad, el Sporting de Lisboa se lleva a un gran jugador: Alan Ruiz

Ayer oí el rumor de que Alan Ruiz podría fichar por el Sporting de Portugal por 3 millones de euros. Me pareció baratísimo. Y hoy aparece la siguiente noticia.

No sé si el Sevilla tiene ojeadores en Argentina –supongo que sí–, pero me parece una pena que Alan Ruiz se vaya a jugar a Portugal. Es un perfil que creo que encajaría perfectamente en el Sevilla: centrocampista ofensivo, zurdo, joven –22 años–, goleador, rápido, técnico, con un gran disparo a puerta… seguro que también tiene defectos, pero no a simple vista.

Creo que también tiene la nacionalidad italiana, con lo que no ocuparía plaza de extranjero. Pienso que, por menos de 6 millones de euros, es un auténtico regalo.

Otro jugador que también promete mucho es el centrocampista organizador de Rosario Central: Giovani Lo Celso. Sólo tiene 19 años, pero ya le ha echado el ojo el Paris Saint Germain. Hablan los medios de que lo fichará por 15 millones de euros. La única opción que tiene el Sevilla para poder competir con los grandes es adelantarse a ellos.

Es de esperar que la maquinaria de Monchi ya esté rastreando el mercado, porque me da la impresión de que se avecina, de nuevo, una gran desbandada. No me extrañaría que jugadores como Gameiro, Krychowiak, Banega, Konoplyanka, Llorente… no continúen.

Dinero habrá de sobra para reconstruir un nuevo equipo de garantías. Entre ventas programadas, ofertas irrechazables –o fuera de mercado, como gusta decir en el Sevilla– y los nuevos ingresos por TV, se dispondrá de un dinerito llamativo. La cuestión es la de siempre: acertar. Que no es tan fácil, aunque Monchi nos tenga acostumbrados a parecer que sí.