Ayer se pudo disfrutar de un gran ambiente, de una gran noche europea, con final feliz. Pero costó muchísimo lograrlo. Superar a un gran equipo como la Juventus nunca es fácil, y mucho menos cuando se jugaba el pase como primero o segundo de grupo.
En general, el equipo estuvo a gran altura, pero también fue necesario una buena dosis de fortuna. Casi no podía creer que Morata fallara a placer, rematando fuera, cuando lo más fácil era colarla. O ya con el 1-0 en el marcador, cómo repelió el larguero el magnífico disparo de Dybala –desde mi posición, parecía que entraba–. Y ya para rematar, casi al final, cómo Sergio Rico desvió un balón a bocajarro de Morata, cuando el gol parecía inevitable.
Pero también nosotros tuvimos nuestras opciones, algunas clarísimas, para haber marcado algún gol más. Llorente la tuvo en la primera parte y, sobre todo, Gameiro. Imperdonable que el francés no sentenciara el partido cuando se quedó solo ante Buffon.
Me gustó la intensidad con la que jugó el Sevilla todo el partido. Contrastaba totalmente con la actitud que acostumbra a mostrar el equipo en los partidos como visitante en Liga. Ayer todos se hartaron de correr y de presionar, y así todo es más fácil.
Quienes no estuvieron a la altura fueron N’zonzi y Konoplyanka, aunque el ucraniano asistió a Llorente en el único gol del partido, sacando un muy buen córner. Pocos jugadores hay que ganen un balón aéreo a tres centrales internacionales como los que alineó ayer la Juventus, pero, por suerte, teníamos a uno de ellos.
Dos de nuestros jugadores estuvieron inmensos: Sergio Rico, que lo paró todo, y Ever Banega. El argentino dio toda una exhibición, un verdadero recital en el centro del campo. Y lo hizo ante un equipo que, según dice la prensa, le pretende.
Victoria importantísima, que nos da dinero, prestigio, la posibilidad de volver a revalidar un título y una segunda vía para lograr la clasificación para la Champions. Siempre es difícil lograr un título, pero este año será imposible si Monchi no soluciona en enero los defectos que tiene la plantilla, sobre todo en defensa. Como mínimo, veo necesario un central y, ya que no se cuenta con Cristóforo, un centrocampista defensivo. Aún se está a tiempo de no tirar la temporada y de hacer algo importante.