Tengo que reconocer que tenía mis dudas de que el Sevilla fuera capaz de sacar los tres puntos en Ipurúa, sobre todo cuando vi que Emery tuvo la osadía de poner en el centro de la defensa a Arribas. Y es que no podía olvidar que, en su último partido como titular, el Sevilla encajó cuatro goles, siendo tres de ellos achacables a errores del exjugador osasunista.
Sin embargo, el partido no pudo empezar mejor, ya que antes del minuto Puerta, en el 15 de partido, ya se puso el partido muy de cara, con dos goles conseguidos por Carlos Bacca. El primero fue brillante, tras un pase sensacional de José Antonio Reyes, sorteando al portero y a un defensa, y el segundo fue de oportunista, pues sólo tuvo que empujar el balón a la red.
El Eibar apenas ofrecía resistencia. Y es que el equipo norteño tiene muy poquita calidad en el centro del campo. Le costaba un mundo crear ocasiones, lo cual era totalmente normal, porque su juego se limitaba a mover con lentitud el balón por la zona ancha. Únicamente creó algo de peligro a balón parado y en algún que otro centro al área desde la banda.
Precisamente, en una de esas poquísimas ocasiones llegó el 1-2, que puso algo de intranquilidad en el aficionado sevillista. A partir de aquí, el Eibar se envalentonó y puso más intensidad que el Sevilla, pasando ligeros apuros la defensa, línea que casi siempre se impuso en los balones aéreos.
Entonces Emery hizo un cambio que, particularmente, no me gustó. No teníamos el control en el centro del campo y nuestro entrenador creyó conveniente que entrara Gameiro, cuando pienso que habría venido mejor la entrada de Banega –que entró más tarde–. ¿Para qué queremos dos delanteros si vamos ya ganando y el rival tiene más posesión de balón que nosotros? En cualquier caso, la jugada salió bien, aunque ante un rival más potente podría habernos costado caro. Al poco de salir Gameiro, un contragolpe donde intervino decisivamente el francés, fue rematado por Reyes, consiguiendo el 1-3.
El utrerano fue uno de los mejores jugadores del partido, aunque su único error –una pérdida del balón innecesaria en defensa—dio lugar al gol del Eibar. Pero ese error quedó minimizado por dar dos asistencias y marcar el gol que dejó casi sentenciado el encuentro.
Tres puntos más, en esta ocasión relativamente fáciles, dada la poca entidad del rival. Manu del Moral fue de lo mejorcito. Con eso se dice todo. Pero también es cierto que en Primera División cualquier equipo te puede dar un disgusto si no se va a por el partido de verdad.
También hay que valorar que Emery pudo dar descanso a jugadores importantes, como Trémoulinas, Krychowiak o Carriço, con vistas al partido ante el Madrid. Partido que puede ser decisivo para conseguir plaza Champions, ya que, si conseguimos vencer, podríamos sacar ventaja al Valencia, pues ellos visitarán el Bernabéu la siguiente semana.