Quedan pocas horas para el decisivo encuentro en el Borussia Park, el cual nos dará impulso para seguir adelante, o nos hará frenar en seco en esta competición que tan buenos recuerdos nos trae y tantos éxitos nos ha dado.
Es obvio que el partido será muy complicado, tanto por la calidad del rival como por el ambiente que se espera. Por ello, creo que la única manera de pasar la eliminatoria es ir a por el partido, desde el principio, sin echar cuenta de la pobre renta que llevamos y con la idea fija de que será necesario conseguir, al menos, un gol.
Por supuesto, espero que Emery se deje de inventos y probaturas raras, como el trivote. Pienso que lo más sensato sería utilizar el sistema que mejores resultados nos ha dado: el 4-5-1, con un solo delantero. Sería también la mejor opción para jugar al contragolpe. Porque es cierto que el Borussia ataca mucho y bien, pero también lo es que, en la ida, le pudimos montar algunos contragolpes peligrosos.
Si no hay sorpresas de última hora, podremos alinear un equipo competitivo, y no como el que saltó al terreno de juego en Anoeta, que presentaba una falta de calidad y experiencia alarmante en el centro de la defensa y en la zona media. Confío en que Emery se decante por los mejores, que a estas alturas ya sabemos todos quiénes son.
Si las cosas se ponen feas, será fundamental no perder los nervios, ni el orden, porque entonces sí que estaremos perdidos. La experiencia es un grado en este tipo de encuentros, con lo cual espero que los jugadores jóvenes, como Sergio Rico, Denis Suárez o Deulofeu –creo que sólo el primero será titular– estén a la altura y no les pueda la presión.
Lo decía Iborra al finalizar el partido de ida, avisando de que el partido de hoy será un partido para hombres, donde habrá que rendir a gran altura, tanto individual como colectivamente, para pasar la eliminatoria. Sólo así tendremos opciones.
Ojalá que nos clasifiquemos sin necesidad de ir a la prórroga, porque un esfuerzo extra sería la puntilla para el importante encuentro ante el Atlético de Madrid, que será a las 12 h. del domingo, con apenas poco más de dos días de recuperación, cuando los jugadores colchoneros tendrán un día más de descanso. Yo creo que el horario está puesto con toda la mala idea del mundo, porque, si no, no se entiende. Pero también es verdad que esta desigualdad, esta falta de respeto que se ha tenido con el Sevilla a la hora de fijar el horario, se puede considerar hasta normal en una liga tan decadente como la española.