Archivo diario: 26/01/2015

Valencia 3 – Sevilla FC 1. El Sevilla cae al encajar tres goles perfectamente evitables

El Sevilla pierde la cuarta plaza ante un rival directo –aunque no debería serlo, pues su dueño ha gastado más de cien millones de euros en fichajes–, el Valencia, que no tuvo que hacer gran cosa para ganar el partido. Simplemente, se limitó a aprovechar tres regalos en defensa:

El primer gol llegó tras un penalti que no debió señalarse. Es cierto que Diogo le da una patada a Negredo, pero es en respuesta a un claro empujón de éste. No hay carga legal, puesto que el empujón es con el antebrazo y no con el hombro. Pero es evidente que esa patada sobraba, ya que con ella se dan motivos para que un mal árbitro, como el de ayer, tire por el camino fácil: señalar penalti para el equipo local.

El segundo gol no tiene por dónde cogerse, pues además es una jugada donde el Sevilla es reincidente. Ya la he visto en demasiadas ocasiones durante esta temporada, y supongo que seguiremos cometiendo ese mismo fallo en próximos partidos. Me refiero a la jugada donde en un córner o falta a favor, van al remate demasiados jugadores, arriesgándonos a que nos hagan un contragolpe fatal. Para colmo, además de que se quedan muy pocos jugadores a un posible rechace, no lo hacen los más rápidos. Eso nos pasó ayer en el segundo gol. Si hubiera sido la última jugada del partido, lo habría entendido, pero fue en el primer tiempo.

Y el tercer gol es sorprendente. Beto tiene varios jugadores a los que pasar el balón, pero decide pasarlo a una zona cercana del centro del campo donde sólo hay jugadores del Valencia. Como nuestros laterales son bastante endeblitos, Rodrigo no encontró mucha resistencia para centrar a la frontal del área, donde Javi Fuego remató a placer.

Demasiadas facilidades para un Valencia que es un buen equipo, por mucho que ayer se mostrara vulgar y marrullero. Y si ante un buen equipo, además de no estar contundentes atrás, fallas también un penalti, y apenas se crean ocasiones de gol, pues está clarísimo que llevarse los tres puntos es poco menos que misión imposible.

El árbitro, Jaime Latre, merece mención aparte. En la primera parte estuvo, más o menos, bien, pero en la segunda, como suele decirse, se cagó. Le tembló el pulso a la hora de expulsar a algún jugador valencianista, como Enzo Pérez, al que perdonó la segunda amarilla o a Gayá, que debió ser expulsado con roja directa por brutal entrada a Krychowiak. Ya hay que ser malnacido –por no utilizar otra palabra malsonante– para hacer una entrada así con el partido decidido, y ya hay que ser malnacido para no sancionarla, ni siquiera, con tarjeta amarilla. Esa jugada, por sí sola, descalifica totalmente al árbitro.

Esperemos que lo de Krychowiak se quede sólo en un susto, pero las primeras impresiones son de que la lesion no es ninguna tontería, pues podría estar afectado el ligamento externo.

Espero equivocarme, pero creo que será imposible mantener el ritmo de Atlético de Madrid, Valencia y Villarreal en la lucha por conseguir plaza Champions. Ya tenemos demasiadas bajas importantes, y de larga duración: Trémoulinas, Reyes, M’Bia, Cristóforo, y ahora, muy posiblemente, Krychowiak. Además, Pareja tiene molestias musculares un día sí y otro también, aunque, por fortuna, parece que no se rompio ayer y sólo tiene una sobrecarga.

Lo único que me gustó del partido es que el Sevilla no bajó nunca los brazos y que fue a por el partido desde el inicio. Pero eso, ante buenos equipos no es suficiente.

Por cierto, prácticamente jugamos con un jugador menos, puesto que Banega no aportó absolutamente nada. Si acaso, ralentizar el ataque.

Y ahora, a pensar en el Español. De nada sirve recordar los tres puntos –más el goalaverage– que se fueron en Mestalla.