Mal asunto este de perdonar al rival cuando se tiene contra las cuerdas, pero, salvo desastre, el Sevilla no deberá tener problemas para pasar la eliminatoria, puesto que es superior al Granada y, además, porque la eliminatoria se decidirá en el Ramón Sánchez Pizjuán.
De todas formas, hay que huir, desde ya, de cualquier exceso de confianza. Y aunque es verdad que el Sevilla perdonó, también lo es que el Granada nos creó ocasiones de gol, alguna de ellas bastante claras.
El partido tuvo varios protagonistas:
Gameiro. Marcó un gol, tiró al palo –cuyo rebote aprovechó Deulofeu para hacer el 0-1– y dio una asistencia a Aspas para que éste rematara a placer, solo ante el portero.
Iago Aspas. No aprovechó los minutos que le dio Emery. Por el lado positivo, logró ponerse en posición de gol en tres ocasiones, y por el lado negativo, las falló las tres. Tres ocasiones a cuál más clara. Tuvo en sus botas el dejar más que sentenciada la eliminatoria.
Deulofeu. Marcó un gol y le dio un toque de calidad al ataque, con su rapidez y desborde. También mostró su lado negativo: exceso de individualismo y fragilidad física.
Kolodziejczak. Hizo una falta absurda, en el borde del área, en la prórroga, que provocó el gol del Granada. No sé si será un buen lateral izquierdo, pero ahora mismo, como central es un peligro. Cuando no es expulsado, hace un penalti o una falta al borde del área. Lo cierto es que sus malas actuaciones nos cuestan goles. Igual con el tiempo se convierte en un gran central, pero pienso que aún le falta mucho para eso. Parece una mala broma que se haya traído a este jugador como sustituto de Fazio.
Pareja. Se retiró lesionado. Espero que no sea un lesión de importancia, porque ahora mismo el argentino es fundamental en defensa. No ya sólo por su aportación defensiva, sino también en la ofensiva. Dio el pase de gol a Bacca en Elche, marcó el tanto que nos dio los tres puntos contra el Celta, y ayer también hizo algunos buenos pases en largo. Si la lesión fuera importante, espero que, al menos, sirva para que la Secretaría Técnica se dé cuenta de que hace falta fichar en el mercado de invierno un buen central –y un mediocentro, aunque mejor dos–, porque sólo tenemos a tres, para tres competiciones. Lógicamente, no cuento a Kolo como central.
Mateu Lahoz y sus asistentes. Calamitosos. No sé si es que no ven las faltas o no las quieren señalar, aunque sean en sus propias narices, pero tan malo es lo uno como lo otro.
En resumen, es una pena que el Sevilla no haya sido capaz de rematar al Granada, dándole vida en el último suspiro. Por buscar algo positivo, al menos habrá algo de emoción en el partido de vuelta, sobre todo si el Granada se adelanta en el marcador, que esperemos que no sea el caso.