Partido lamentable el que hizo el Sevilla en el día de ayer. No se puede jugar peor, con menos intensidad, con menos casta y coraje, que se hizo más patente aún cuando nos quedamos en superioridad numérica por clarísima roja directa del jugador celtiña Planas. Esto fue en casi lo único que acertó Velasco Carballo, que estuvo demencial, como sus asistentes.
El nivel de nuestros jugadores ayer fue bajísimo. Daba la impresión de que estaban pensando aún en las fiestas. Bacca estuvo totalmente desaparecido. Sólo Pareja –además fue el goleador–, Fernando Navarro y Reyes se salvaron. El utrerano tuvo un par de detalles de clase que se agradecieron en un partido tan malo.
Me gustó mucho el Celta, que fue un equipo que siempre tocaba el balón con sentido, con calidad y sin dar ni un pelotazo. Menos mal que sus cuatro mejores jugadores eran baja, porque, si no, se podría haber visto un numerito.
Visto el antecedente del Valencia, que nos empató con uno menos en nuestro estadio, parece que una expulsión de un jugador rival es un lastre para nosotros. Pienso que eso se debe, en primer lugar, al entrenador, que no plantea tácticamente bien el partido, y en segundo lugar, a que falta calidad en el centro del campo.
Por tanto, dado que perdemos a Cristóforo para el resto de la temporada y a M’Bia durante un mes, y que Krychowiak será baja en Almería, creo que ya estamos tardando en fichar, al menos, un jugador para la zona ancha.
Porque es más que evidente que jugando como ayer, perderemos muchísimos puntos, y, afortunadamente, aún estamos a tiempo de poner remedio al disaguisado de ayer.