Ayer se dejó casi finiquitada la clasificación para la fase de grupos y con bastantes posibilidades de ser primeros de grupo. Muy mal lo tendría que hacer el Sevilla, en las dos jornadas que restan, para que no pasáramos a la fase de eliminatorias.
El partido estuvo entretenido y nos dejó detalles espectaculares, como la sensacional jugada, con una triple pared, que permitió a Reyes –el mejor ayer junto con Krychowiak– plantarse solo ante Thuram y batirle. Como diría Emery, fue una exhibición de automatismos. Fue una jugada para recrearse viéndola cientos de veces.
El resultado debió ser más abultado, pero los palos y algún fallo incomprensibles, como el de Diogo a los pocos minutos de empezar el partido, con toda la potería para él, evitaron una mayor goleada.
El Standard sólo creaba peligro a balón parado, pero tuvo muy pocas ocasiones claras. Avisó primero De Camargo, en un corner, y a la segunda llegó el gol, en una falta botada por Paul-Jose M’Poku. Me da a mí que este jugador va a durar muy poquito en el Standard, porque lo tiene todo: velocidad, corpulencia (1’80 de estatura), desborde, calidad técnica, y juventud, pues sólo tiene 22 años. Curiosamente, nació el día 19 de abril de 1992, un día antes de la inauguración de la Expo’92, en Kinshasa (Zaire).
No pasamos grandes apuros defensivos, en gran parte debido a que, de nuevo, nuestro centro del campo estuvo notable en la labor de contencion, con un gran partido de M’Bia y, sobre todo, de Krychowiak, que se está destapando como el mejor fichaje de la temporada.
Lamentablemente, el partido nos dejó dos lesionados por problemas musculares. Especialmente preocupante me pareció la lesión de Reyes, que se llevó la mano a los isquiotibiales. Aún están pendientes de pruebas médicas, pero dudo mucho que Reyes pueda estar contra el Levante. Una pena, porque está en un gran momento y se le ve muy implicado.
Si Beto no pudiera jugar, yo lo tengo claro: prefiero mil veces antes a Sergio Rico que a Barbosa, sobre todo si Emery pone al canterano a sacar de puerta media horita todos los días, a ver si consigue que no se les vayan a saque de banda. 🙂
Ahora a cambiar el chip, porque en nada de tiempo, el domingo por la mañana, nos espera el Levante, que no tiene tan buen equipo como en otras temporadas, pero que nos puede dar un disgusto como nos confiemos.