Archivo diario: 27/10/2014

Sevilla FC 2 – Villarreal 1. El Sevilla hizo historia, una vez más.

El Sevilla consiguió un hito histórico, pues nunca antes había conseguido 22 puntos de 27 posibles. Y que yo recuerde, que llevo ya casi cuarenta años viendo fútbol, nunca antes había dado la vuelta a un marcador en sólo seis minutos. Es indudable que estamos en racha, pero también lo es que la victoria no hubiera sido posible sin la fe de nuestros jugadores y el empuje de la afición.

Lo único que me gustó del partido fue el resultado, y para mí eso es más que suficiente. Para llegar arriba y mantenerse es necesario ganar, y no importa cómo: ya sea de penalti, de rebote, en el último minuto, por un fallo arbitral… Da lo mismo. Ya llegarán triunfos más convincentes o más espectaculares, pero mientras tanto, buena señal es que la suerte esté con nosotros. Porque ayer tuvimos bastante suerte, que  espero que no nos abandone.

Yo sé que criticar a Emery está fuera de lugar con los resultados que estamos obteniendo, pero eso no quita que no me gustara el planteamiento inicial. Me pareció una temeridad el poner sobre el tapete a cuatro jugadores muy ofensivos y que apenas defienden (Gameiro, Bacca, Deulofeu y Denis Suárez), sobre todo teniendo en cuenta que enfrente estaba el Villarreal, que es uno de los equipos con mejor centro del campo y ataque de toda la liga. Tal planteamiento sólo es entendible por la enorme confianza que debe tener Emery en el poder de contención de Krychowiak y M’Bia.

La opuesta ofensiva, a mi juicio, no salió bien, puesto que el Villarreal se mostraba mejor plantado y dominaba el partido, aunque sin crear muchas ocasiones de gol.

A nosotros nos costaba un mundo llegar al área y sólo inquietábamos algo a balón parado, como en el lanzamiento de Deulofeu al poste, que estuvo a punto de lograr un gol olímpico. Eso era así por el mal partido que hicieron M’Bia, Gameiro y, sobre todo Carlos Bacca. El Colombiano hizo un partido desastroso, una verdadera exhibición de cómo perder balones y entregarlos al contrario. Eso sí, acertó en lo más importante: transformar el penalti en el último suspiro del partido.

A pesar de que el equipo no ofrecía el rendimiento esperado, incomprensiblemente, Emery no hacía cambios. Pienso que tardó mucho en reaccionar, puesto que la segunda sustitución fue en el minuto 74 (Aspas por Gameiro), cuando el Villarreal hizo su tercer cambio en el minuto 78 (Cani por Cheryshev). Justo después de la entrada de Cani, con el Villarreal más fresco, llegó el 0-1. Minutos antes ya había avisado Uche, que tiró el balón fuera con todo a su favor, sólo ante Beto.

Ya con el resultado en contra, el Sevilla fue a por todas, con el desenlace conocido por todos.

Por cierto, el penalti que nos dio la victoria me pareció clarísimo. Trémoulinas se acerca por la espalda de Givoani y éste, que no le ve, le hace falta dentro del área. No entiendo que Paco Cepeda diga en su artículo, en primer lugar, que es un «penalti más que discutible» y, después, que el «árbitro se inventa un penalti». La única explicación que le encuentro es que a este hombre le sentó como una patada en el estómago, o en otra parte más dolorosa, la victoria del Sevilla.

Por parte del Sevilla destaco el buen partido de los centrales, Trémoulinas y, sobre todo de Krychowiak, que ha sido el gran fichaje de Monchi, junto con M’Bia, para esta temporada.

Colíderes, junto al Barcelona. Y a disfrutar del momento, porque todos sabemos que el Sevilla no estará en la segunda posición al final de liga.