Archivo mensual: septiembre 2014

Emery y Diogo Figueiras, principales culpables de la primera derrota

De la abultada derrota del sábado hay muchos culpables, pero han quedado especialmente señalados dos de ellos: Unai Emery y Diogo Figueiras.

Como no podía ser otra manera, Unai Emery queda como el máximo responsable del desastre. Desastre que, por otro lado, se venía venir, puesto que nuestro entrenador, por desgracia, ya es reincidente en plantear los partidos de forma timorata ante equipos supuestamente superiores a nosotros: Barcelona, Madrid, Atlético… En el Calderón dimos la impresión de salir derrotados del vestuario. O, al menos, ésa es mi opinión.

No me gustó nada la alineación inicial. Especialmente nefasta me pareció la idea de situar a Carriço en el centro del campo. En primer lugar, porque el portugués ya ha demostrado, en numerosas ocasiones, que su rendimiento baja mucho en la zona ancha –se nota a leguas que no es un centrocampista, pues tiene muchos problemas en la distribución y retención del balón–; y, en segundo lugar, porque se debilitó mucho la línea defensiva al faltar el tándem Pareja-Carriço, que tan buen resultado estaba dando.

Carriço hizo lo que pudo en una posición que no es la suya, pero la situación se vio agravada porque ni Krychowiak ni M’Bia tuvieron su día. Ambos tuvieron muchísimos problemas para sacar el balón, algo lógico si tenemos en cuenta que el equipo se echó demasiado atrás y regalamos el centro del campo al rival. El dominio de la zona ancha era total por parte del Atlético, porque además sus jugadores ponían mucha más intensidad en cada jugada. De esa manera, el gol se venía venir. Era sólo cuestión de tiempo. Y llegó en un mal despeje de M’Bia –hizo varios– y en un golpe de mala suerte, pues Beto no puedo hacer nada ante el balón desviado que se dirigió a la escuadra.

Pero a pesar del gol, Emery no reaccionó. Quizás porque habría sido reconocer un planteamiento erróneo. El equipo siguió igual de negado, en todos los aspectos, y recibimos el segundo gol antes del descanso. Entonces sí hizo cambios Emery, ya en la segunda parte, pero demasiado tarde.

El otro gran culpable de la derrota fue Diogo Figueiras. El portugués dejó meridianamente claro –si es que no lo había dejado ya antes– que no es jugador para un equipo del nivel del Sevilla. Su actuación fue decisiva para la goleada. En ataque no dio una a derechas –sus centros fueron a la grada– y en defensa se le puede achacar hasta tres goles. En el segundo gol, la defensa sale tarde, pero el que va a intentar despejar el balón, en la zona de Diogo, es Pareja. Cerca del argentino están M’Bia, Carriço y Krychowiak. Diogo creo que está casi fuera del área. No tengo ni idea de lo que hacía por allí.

El tercer gol llegó tras un penalti absurdo, donde llega tarde y arrolla al jugador del Atlético. Y en el cuarto, es incapaz de adelantarse o incomodar a su marcador, dejándole cabecear a placer. Vamos, lo que se dice un partido para enmarcar, pero en la galería de los horrores.

La posición de lateral derecho en el Sevilla es digna de estudio. Tenemos tres, pero dejan bastante que desear. Sigue siendo una asignatura pendiente de Monchi.

Yo sólo espero que, al menos, la primera derrota haya servido para que, como dice Monchi, se aprenda algo. Y es que no sirve de nada renunciar a un estilo que está dando éxitos. No sirve de nada salir a encerrarse, sin orden, regalando el centro del campo al rival, desde el minuto uno de partido, esperando que suene la flauta en algún contragolpe, sobre todo ante equipos superiores.

Cambiamos lo que funcionaba y lo perdimos todo. Cuando se pierde por un 4-0 es evidente que todo se hizo mal. Nos faltó seguridad y contundencia, tanto en defensa como en el centro del campo, donde también fuimos incapaces de dar salida al balón; y erramos en las contadísimas ocasiones de gol que tuvimos. Si a eso le añadimos que el rival corrió más que nosotros, pues está claro el resultado.

Por cierto, Bacca sigue estando desaparecido. Que vuelva, porque lo necesitamos.

Sobrevivimos a Mateu Lahoz. ¿Escaparemos indemnes de González González?

Yo creo que no. Aún recuerdo cómo nos machacó el 21 de abril de 2013, en nuestro propio estadio (dejo mi post de aquel día). Así que, si no se cortó en el Ramón Sánchez Pizjuán, no creo que se vaya a cortar en el Manzanares. Porque ojalá González González, el árbitro que arbitrará mañana el Atlético de Madrid-Sevilla, fuera sólo un mal árbitro. De ser así, podría perjudicar a los dos equipos. Pero no, González González sabe muy bien lo que hace. Sabe perfectamente cuándo sacar una vara de medir y cuándo otra. Sabe cuándo ver las infracciones y cuándo no.

Espero equivocarme, pero tengo la impresión de que el poderoso Atlético de Madrid no será nuestro peor enemigo. Eso sí, el Atlético no deja de ser un rival temible, ya que sigue teniendo una gran plantilla. Pienso que ha perdido potencial. Ya no cuenta con el que, a mi modo de ver, es el mejor portero del mundo –Courtois–, ni con el jugador más antideportivo y gran goleador de la liga pasada –Diego Costa–, ni con Villa, Diego Ribas o Filipe Luis. Pero tiene otros grandes jugadores, como el francés Griezmann –La Real Sociedad está notando muchísimo su marcha–, Mandzukic, Arda Turan o el central Godín, al que habrá que vigilar muy de cerca a balón parado.

Por tanto, tendremos que sudar sangre, sudor y lágrimas para puntuar allí, y, por supuesto, armarnos de paciencia para no caer en las provocaciones arbitrales. A eso habrá que sumar el habitual ambiente hostil con que nos recibe la simpática afición atlética.

Habrá que mantener la cabeza fría y jugar un gran partido, donde no nos podremos permitir la falta de efectividad de la que hicimos gala ante la Real Sociedad.

Y si no se puede ganar, al menos espero que nuestros jugadores lo den todo y que no haya sanciones para el próximo partido, contra el Deportivo. La liga no ha hecho más que empezar y seguro que llegarán las derrotas y los malos partidos.

Ni el mismísimo Mateu Lahoz puede con este Sevilla

El árbitro de ayer era uno de mis temores, puesto que, desgraciadamente, ya sabemos todos de lo que es capaz. Más o menos se contuvo en el primer tiempo, pero en el segundo se destapó y empezó a mostrar tarjetas amarillas, sin ton ni son. A los jugadores del Sevilla, porque los de la Real parece que tenían patente de corso. Impresionante la entrada que recibió Banega –muy cerca de mi posición en el estadio– finalizando el partido, merecedora, como mínimo, de tarjeta amarilla, y no pitó ni falta.

Por suerte, aunque Mateu Lahoz consiguió desquiciar a los jugadores del Sevilla y a la afición, no hubo que lamentar males mayores. Acabamos con once jugadores y con los tres puntos en el zurrón.

Y nos llevamos los tres puntos más por garra que por juego. Tuvimos un buen arranque, donde pudimos haber sacado una buena ventaja en el marcador, pero poco después del gol, llegó una pájara que duró hasta el descanso. La Real no es que creara muchas ocasiones, pero un solo gol de ventaja da mucha intranquilidad, puesto que una jugada desafortunada por nuestra parte, una de calidad del rival, o incluso una jugarreta de Mateu Lahoz, podía mandar todo al garete.

En el segundo tiempo, con Mateu Lahoz desatado, intentamos sentenciar, aunque sin éxito. La Real sólo inquietaba a balón parado. Desde luego, hay que agradecerle a Arrasate que dejara en el banquillo a Carlos Vela, quien es, sin duda, el mejor jugador blanquiazul.

Si contra el Córdoba fue M’bia el que hizo un auténtico partidazo, ayer el que destacó sobremanera fue el polaco Krychowiak. Hizo una exhibición de entrega, fuerza, compromiso y calidad. Incluso cortó una ocasión de gol, llegando como último hombre. Jugadores como Krychowiak, Aleix Vidal o Vitolo, que no paran de correr durante los 90 minutos, son fundamentales para que el equipo no pierda intensidad. Los tres derrochan ganas y esfuerzo que logran contagiar a sus compañeros.

Por el lado negativo, hay que señalar la falta de efectividad de la que hicimos gala anoche. Afortunadamente, bastó el golazo de Deulofeu, que voleó un sensacional pase, repleto de técnica, de Trémoulinas.

Y cómo no, también hay que lamentar que Carlos Bacca siga en plan figurita. Ayer no aportó nada. Prácticamente, casi se puede decir que jugamos con diez jugadores, si no fuera porque, aunque no haga nada, siempre tendrá un marcador pendiente de él.

Con trece puntos ya en el casillero, el Sevilla está preparado para intentar asaltar el complicadísimo feudo del Manzanares. Auténtica prueba de fuego ante el que puede ser un rival directo por la Champions, siempre que mantengamos el actual nivel de juego.

Los tres obstáculos que deberá superar el Sevilla esta noche

El partido de este noche tiene su miga. Nos visita la Real Sociedad, un equipo que tiene buenos jugadores y que es capaz de lo mejor y de lo peor. Por lo que se ve, esta temporada está flaqueando en defensa, pero de medio campo para arriba tiene jugadores contrastados y de calidad, como el mexicano Carlos Vela –su mejor jugador–, Castro, Granero, Xavi Prieto o Aguirretxe. Este es el primer obstáculo al que me refiero en el título del post: la calidad del equipo donostiarra.

El segundo obstáculo es el exceso de confianza. Ya he oído a varios sevillistas referirse a la Real Sociedad como un rival «fácil» y casi como dando por hecho que nos llevaremos los tres puntos en juego . Y pienso que ése es el principal problema por el que el Sevilla, históricamente, suele tropezar en lo más llano. En Primera División no hay rival fácil, sobre todo si no te esfuerzas al máximo. No conviene olvidar que la Real Sociedad le hizo cuatro goles al Madrid, remontando un 0-2. Así que confío en que ni Emery, ni los jugadores, tengan ese exceso de confianza que parece haber en la afición cuando llega un equipo que no es de los punteros de la tabla.

 Y el tercer y último obstáculo, será –aunque no debería serlo– el árbitro: Mateu Lahoz. En mi opinión, es uno de los peores árbitros de Primera –si es que no es el peor, ahora que no está Muñiz Fernández–. Porque no es que deje jugar, es que no pita las faltas, simplemente, porque no le da la gana. Aún recuerdo como nos machacó en aquel Sevilla-Barcelona, donde el hecho de que no señalara una falta a favor del Sevilla hasta el minuto 61 de partido, y que sólo nos concediera tres faltas en todo el partido, quedó en una simple anécdota. Porque Mateu Lahoz no es que echara una mano al Barcelona, sino varias. Las que fueron necesarias para que el Barcelona ganara aquel partido.

Esta noche no estará el Barcelona enfrente, pero Mateu Lahoz es valenciano –yo es que soy muy mal pensado– y el próximo partido es contra el Atlético de Madrid –lo dicho, soy muy mal pensado–. Y a ese partido conviene llegar con los máximos puntos posibles. No sé si lograremos vencer esta noche, pero sí creo que, si ganamos, no será fácilmente.

Por cierto, vaya tela la horita del partido de hoy. Perfecta para un día laborable, sobre todo para los que vengan de fuera de la provincia. Y después dirán que no va gente a los estadios.

 

Tras cuatro jornadas, el Sevilla colista

Eso es lo que ocurrió la temporada pasada. Despues de jugarse cuatro jornadas, el Sevilla se encontraba en la última posición de la tabla clasificatoria, con el cachondeo de los de siempre –que, precisamente, son los que menos deben reírse de los demás–. Por aquel entonces se decía, y con razón, de que la liga no había hecho nada más que empezar y que aún quedaba muchísimos puntos en juego.

Quiere esto decir que, al igual que entonces no debía de haber motivos para preocuparse en demasía, ahora tampoco los debe haber para lanzar las campanas al vuelo, aunque es cierto que el equipo muestra síntomas que nos hace ser optimistas. Pero yo, hoy por hoy, entiendo el optimismo, como máximo, en tener posibilidades de conseguir plaza Champions y en llegar a la final de la Europa League. La Copa del Rey, desde que está manipulada para que Barcelona y Madrid se encuentren en la final, y la Liga, dado el reparto televisivo actual, las doy por imposibles.

Además, pensando fríamente, hasta ahora, el Sevilla sólo se ha enfrentado a un equipo fuerte, el Valencia, al que dejó escaparse vivo, dejándose empatar en los últimos minutos y, además, mientras estaba en superioridad numérica. Por tanto, tendremos una idea más exacta de lo que puede dar este equipo cuando juguemos los dos próximos partidos, contra la Real Sociedad y, sobre todo, contra el Atlético de Madrid, en el Manzanares. Ahora bien, mucho tendremos ganado si logramos vencer a todos o casi todos los equipos inferiores, que, afortunadamente, son la mayoría.  Pero ¿cuántas veces hemos visto cómo equipos candidatos al descenso nos pasaban por encima? Afortunadamente, eso no está ocurriendo hasta el momento.

En cuanto al partido de ayer, donde se ganó merecidamente por 1-3 a nuestros «hermanos» del Córdoba, hubo cosas que me gustaron y otras que no tanto.

Por ejemplo, me gustó mucho que el Córdoba apenas nos creara ocasiones de gol, fruto, sin duda, del buen trabajo defensivo en el centro del campo y defensa. Y no me gustó, absolutamente nada, que con 2-0 en el marcador se perdonaran varias ocasiones que podrían haber dejado sentenciado el partido. De haber tenido más concentración, no habríamos pasado los minutos de intranquilidad que siguieron al 1-2. Gol que dejó en evidencia la relajación de nuestros jugadores: dejaron centrar tranquilamente al área pequeña, donde remató a placer Borja García.

El máximo responsable de no haber cerrado el partido antes fue Carlos Bacca. A pesar de sus dos goles, no me gustó el partido del colombiano. Pecó de egoísmo cuando debía prevalecer el grupo, y falló lo que un jugador de calidad, como él, no puede fallar nunca, como en la jugada donde intenta hacer una vaselina al portero, cuando lo más fácil y lógico era fusilar. Jugada, por cierto, con la que nos solía desesperar Negredo.

Pero otros jugadores estuvieron a un altísimo nivel, como Krychowiak, Carriço y, especialmente, Aleix Vidal. Aparte del gran derroche físico del que hace gala en todos los partidos, ayer evitó un gol cantado, asistió en el primer gol y provocó la falta que dió lugar al segundo gol. En mi opinión, fue el jugador más decisivo del partido. También Sergio Rico estuvo salvador en las pocas ocasiones en las que tuvo que intervenir.

Está muy bien conseguir diez puntos de doce posibles, pero lo más sensato es huír de euforias e ir paso a paso. Ahora, a recibir a la Real Sociedad, partido donde se nos exigirá más que ante el Córdoba y donde se antojan imprescindibles las rotaciones, porque se debe —para hacer grupo y lograr que todos los jugadores estén implicados– y porque se  puede –hay banquillo–.

 

Sevilla FC 2 – Feyenoord 0. M’bia y Deulofeu fueron claves

Partido cómodo el de ayer ante el Feyenoord holandés. El conjunto de Rotterdam apenas inquietó. Si acaso, en algún contragolpe y, sobre todo, en la ocasión del doble palo. Jugada ésta difícil de ver en un terreno de juego, pero que ya hemos visto en el Sánchez Pizjuán en dos de los tres partidos que llevamos disputados esta temporada.

En general, los jugadores del Sevilla hicieron un buen partido, pero destacaron M’Bia y Deulofeu. El camerunés hizo un auténtico partidazo. Fue una exhibición de lo que debe hacer un buen centrocampista: movilidad, derroche físico, capacidad para controlar y retener el balón, y buena distribución. Y por si fuera poco, consiguió el segundo gol. Lo echaremos mucho de menos cuando se vaya a jugar a la Copa de África.

En cuanto a Deulofeu, estuvo muy bien a balón parado, asistiendo en los dos goles, pero me pareció desesperante por su empeño en hacer la jugada perfecta. Demasiado individualista. Si aprendiera a jugar en equipo, sería un gran jugador. Al principio del partido perdió un par de balones que nos habrían costado muy caro, de haber tenido un buen equipo enfrente.

También me gustó el nuevo central: Kolodziejczak (Kolo para los amigos). Estuvo rápido y demostró técnica, sacando con facilidad el balón jugado. Habrá que verlo contra un equipo que exija más, puesto que ni siquiera Jordy Clasie, su jugador de más calidad, estuvo acertado. Cuesta creer que Clasie estuviera a punto de fichar, hace muy poquito, por el Oporto, por 9 millones de euros, despertando también un fuerte interés en el Manchester United.

Y si Kolo estuvo bien, mejor aún estuvo Carriço. Partido muy completo el suyo. Se nos ha ido un gran central, pero hemos recuperado al portugués, que se perdía más de la cuenta en el centro del campo.

Sergio Rico volvió a dejar su portería a cero, pero podría perder la titularidad en Córdoba, si vuelve Beto.

Quien no estuvo a la altura fue Reyes. Puso voluntad, pero nulo acierto. Tuvo dos ocasiones clarísimas para marcar y las falló, una de ellas estrepitosamente, con todo a favor.

Importante también el papel de Banega, que ya va dando pinceladas de lo que puede ofrecer.

Conseguimos nuestros tres primeros puntos. Hemos empezado con paso firme el largo viaje a Varsovia, donde este año espera el premio gordo de la Champions. Como siempre, será muy complicado llegar a la final, pero ya sabemos que no es ni mucho menos imposible.

 

Toque de humor en el Amsterdam Arena

Pancarta Amsterdam Arena

Ayer, en el Amsterdam Arena, pudo verse esta ocurrente pancarta: «La única Paris que nos gusta hizo una cinta X», donde los aficionados del Ajax hacen un juego de palabras, resaltándolo en rojo, haciendo referencia, por una parte, a  la ciudad de París y la multimillonaria Paris Hilton, y, por otra, al símbolo de la ciudad de Ámsterdam (de más de 500 años de antigüedad), que coincide con las XXX de la filmografía pornográfica.

A mí esta pancarta me parece graciosa, aunque quizás los aficionados del París Saint Germain no piensen lo mismo. Y también habrá que ver cómo se lo toma la UEFA, porque, teniendo en cuenta lo sensibles que se muestran con el respeto al rival, igual se les ocurre sancionar, de nuevo, al Ajax, como ya hicieron el año pasado. El club holandés fue multado con 10.000 euros, por «exhibición de una bandera provocadora e inadecuada», que mostraron en un partido contra el Manchester City:

pancarta contra el Manchester City

La única solución para evitar las colas en los accesos ante el Feyenoord

Ayer anunció el club que se tomarán nuevas medidas para evitar que se formen colas en los accesos al estadio. Me parece muy loable que se pida disculpas y se admita algo que, por otra parte, es más que evidente: el actual sistema no funciona y hay que cambiarlo. El problema es que el club sólo propone, a corto plazo, reorientar el láser de los tornos y, a medio plazo, solicitar más tornos a la LFP. Y el próximo partido es el jueves. No hay tiempo.

En cuanto al problema de los lectores del código de barras, lo noté en el primer partido contra el Valencia, pero no en el segundo. Supuse que se había solucionado, pero, al parecer, sigue habiendo tornos desajustados. Con este arreglo, se ganará tiempo, pero no el suficiente, puesto que el problema es, simplemente, que no hay puertas suficientes para que los espectadores puedan entrar con fluidez. No es normal que para acceder a la grada alta de Fondo, sólo se abran dos puertas –cuento la 18 y 19 como una, porque son muy pequeñas–, cuando deben acceder por ellas varios miles de personas, de las cuáles la mayoría llegarán a última hora. Es que es de cajón.

Como ya dije en mi anterior post, yo llegué con media hora de antelación para ver el partido contra el Getafe y tuve que esperar más de cinco minutos para entrar, cuando antes entraba de forma inmediata, llegando sólo diez o quince minutos antes del comienzo del partido.

Por tanto, teniendo en cuenta que los nuevos tornos van para largo, la única solución que veo para que no se formen colas ante el Feyenoord es volver a lo que funcionaba. Cuando lleguen los tornos nuevos, si el club quiere seguir con su idea, pues que lo haga, pero, mientras tanto, creo que lo mejor es no limitar tanto el acceso al estadio.  Ya es una vergüenza el espectáculo que damos en Liga, con colas kilométricas. No creo que sea buena idea que sigamos dando tan penosa imagen en Europa, con los inspectores de la UEFA rondando por el estadio.

 

Sevilla FC 2 – Getafe 0. Sergio Rico fue decisivo

Sergio Rico

En el partido de ayer hubo un protagonista claro: Sergio Rico. El canterano apenas tuvo trabajo –de hecho, no tocó el balón con las manos hasta el minuto 42–, pero en la única ocasión que creó el Getafe, estuvo sensacional. Su parada fue además el inicio de la jugada del 2-0. Su único lunar fueron las salidas, pues debió imponerse en algunos balones colgados al área.

El partido no tuvo brillo. Me recordó mucho al del Valencia, con la diferencia de que el Getafe tiene mucho menos potencial que el equipo ché, lo que posiblemente provocó que el partido tuviera un final feliz y no volaran otros dos puntos. Los cambios tardíos de Emery y la cesión del centro del campo al rival me hicieron temer por el resultado.

El Sevilla creó muy pocas ocasiones de gol. Se nota una barbaridad la falta de un creador de juego de calidad. Banega la tiene, pero está en muy baja forma física, y Denis Suárez tiende a escorarse a la banda y, además, le falta experiencia, contundencia y físico. Así que más nos vale que Banega se ponga las pilas pronto, porque creando tan pocas ocasiones de gol, en muchos partidos vamos a pasarlo mal.

Eso sí, lo bueno de que haya dos medios defensivos es que no pasamos apuros atrás, tanto por el buen hacer de Krychowiak e Iborra y de nuestros centrales, como por la falta de calidad de los jugadores del Getafe.

Por último, resaltar el esfuerzo realizado por Vitolo, Aleix Vidal y Carlos Bacca, quienes no dejaron de correr durante todo el partido. Los tres hicieron un enorme despliegue físico, tanto en ataque como en defensa, y los dos últimos incluso marcaron goles.

El Sevilla evidenció que aún tiene que mejorar muchísimo, y es lo más lógico del mundo, teniendo en cuenta que casi tenemos plantilla nueva. Pero mientras llega esa mejoría en el juego que dé confianza, nada mejor que ir sumando de tres en tres.

Finiquitado el Getafe, el jueves comenzamos el camino a Varsovia, que seguramente será la vía más fácil para conseguir un título. Próxima parada, Feyenoord de Rotterdam.

 

El Sevilla no rectificó y, de nuevo, largas colas para entrar

Pasó lo que tenía que pasar. Si algo no funciona y no haces nada por arreglarlo, va a seguir sin funcionar. Así que, de nuevo, volvieron a repetirse las largas colas para entrar al estadio. Me parece vergonzoso que se dé este espectáculo en un club como el Sevilla, que debería tratar a sus aficionados mucho mejor de lo que lo hace.

Como en el partido contra el Valencia llegué «sólo» un cuarto de hora antes del comienzo del partido y llegué a mi asiento segundos antes del pitido inicial, ayer me propuse, como aconsejaba el club, llegar antes. Lo conseguí, pues llegué con media hora de antelación. Pero aún así, tuve que esperar más de cinco minutos para entrar. Cuando antes de esta lamentable reorganización, el acceso era inmediato o tras una mínima espera.

En mi caso, tengo que acceder a la grada alta de fondo. El club ha tenido la genial idea de que los miles de sevillistas que vamos a esa zona accedamos únicamente por las puertas número 14, 18 y 19. Tres puertas, pero que, en realidad, son sólo dos, ya que la puerta 18 sólo tiene dos tornos, y la 19 tres. Así que no es de extrañar que se formen colas kilométricas, aun llegando con tiempo más que suficiente.

Ahora bien, tras este nuevo esperpento, ¿recapacitará el club para el próximo partido contra la Real Sociedad o se volverá a tropezar en la misma piedra? Es un problema facilísimo de solucionar. Basta con admitir el error y volver a lo que funcionaba.

Blatter quiere revolucionar el fútbol mediante los «Challenge Calls»

Parece que la tecnología ha llegado al fútbol para quedarse. Si en el Mundial de Brasil ya se puso en práctica con éxito la tecnología de línea de gol, ahora Joseph Blatter quiere ir un paso más adelante e implantar el «Challenge Call», mediante el cual, los entrenadores tendrán la posibilidad de «desafiar» al árbitro, teniendo ambos, que ver la jugada polémica repetida, por si el árbitro tuviera a bien el cambiar de opinión.

Durante un vídeo que se proyectó en Soccerex, en Manchester, Blatter señaló que su intención es utilizar la nueva tecnología en una liga nacional y en el Mundial Sub 20 de Nueva Zelanda en 2015.

Blatter ya había dejado claro, en un congreso de la FIFA en Sao Paulo, antes del Mundial de Brasil, su apoyo al uso del vídeo para aclarar jugadas polémicas en el fútbol, tal como sucede en otros deportes. «¿Por qué no podemos darle a los entrenadores la posibilidad de apelar dos decisiones en caso de que tengan otra opinión?», se preguntó el suizo.

Blatter aseguró que  “podemos probar en una competición juvenil, como el Mundial Sub-20 del próximo año en Nueva Zelanda. Podrá realizarse sólo cuando la televisión cubra todos los partidos. ”Los entrenadores tendrán derecho una o dos veces en el mediotiempo para impugnar una decisión arbitral, pero sólo cuando el juego se detenga”, afirmó el directivo.

Y también agregó: “Tendrá que haber un monitor de televisión por parte de la compañía que estuviera transmitiendo. El árbitro y el entrenador verán la repetición y entonces el árbitro podrá o no cambiar de opinión.»

En mi opinión, la implantación de la tecnología en el fútbol sólo tiene ventajas, puesto que la competición será más justa y limpia. Los errores arbitrales importantes, que a veces cuestan puntos, pero que en otras ocasiones pueden costar un descenso de categoría o la pérdida de un título, podrían pasar a la historia. Eso sí, yo no le veo sentido a que la revisión de la jugada se haga en el medio tiempo, sino que debe hacerse inmediatamente, una vez finalizada la jugada polémica, obviamente sin el balón en juego.

En cualquier caso, ya es un avance importante el que se esté estudiando poner en práctica la implantación del vídeo.

Se acabó el plazo para fichar. ¿Tenemos mejor plantilla que el año pasado?

M’Bia ha sido la última incorporación del Sevilla, que ha fichado a once jugadores, incluido el camerunés. Ahora cabe preguntarse si realmente tenemos mejor plantilla que el año pasado, pero la respuesta sólo tendrá lugar al final de temporada, cuando ya sepamos nuestra posición definitiva en la tabla y si se han conseguido los objetivos o no.

El Sevilla 2014-2015 es una verdadera incógnita, pues ahora mismo Emery dispone de una plantilla muy renovada y sin conjuntar. Es decir, tiene muchísimo trabajo por delante. No será fácil lograr engrasar la máquina. Ya tenemos la experiencia del año pasado, con incluso más incorporaciones, y donde el equipo no empezó a carburar hasta la segunda vuelta.

Las bajas más importantes han sido, sin duda, las de Rakitic, Alberto Moreno y Fazio. En mi opinión, el Sevilla no ha tenido mucho margen de maniobra en estas salidas y no ha sido capaz de encontrar sustitutos del mismo nivel o superior.

La salida de Rakitic era obligada, puesto que el jugador no quería renovar. Rakitic y su hermano engañaron al club durante varios meses, haciendo gala del «Mucho te quiero perrito, pero pan poquito». Pienso que el Sevilla podría haber sacado más tajada en el traspaso, aprovechándose del escaparete que suponía el mundial, del hecho de que ya habían alcanzado un acuerdo con el Barcelona, y de que el entrenador del Barcelona quería a Rakitic a toda costa. Puestos a apretar las tuercas al comprador, no habría pasado nada si se hubiera llegado a la Supercopa de Europa con el croata en la plantilla. Claro que también está la otra cara de la moneda: ¿qué habría pasado si Rakitic se hubiera lesionado de gravedad en el Mundial? Pues que nos habríamos quedado sin una buena cantidad de millones de euros y sin jugador.

La salida de Alberto Moreno es la única que me ha gustado, puesto que considero que nuestro canterano no valía la cantidad que ha pagado el Liverpool. Alberto puede ser un gran jugador en el futuro, pero ahora mismo no lo es. Tiene cualidades para triunfar, pero hizo partidos muy malos la temporada pasada. Recuerdo especialmente el Málaga-Sevilla, donde tuvo dos fallos que nos costaron el partido. También creo que Alberto Moreno es perfectamente sustituíble.

Fazio es punto y aparte. Para mí ha sido una auténtica decepción la forma en que se ha ido un jugador que era capitan del equipo y que llevaba ocho años en nuestro club; un jugador al que hemos aguantado carros y carretas, al que incluso hemos tenido que enseñar a andar, para que no se lesionara contínuamente. Y resulta que tiene una temporada buena y ya piensa en dejar al club, exigiendo un sueldo al que sabe que nunca podría llegar el Sevilla y obligando a poner una cláusula de rescisión baja. Por si fuera poco, Fazio negocia a espaldas del club y lo deja en la estacada a sólo dos días del primer partido de liga. En pocas palabras, Fazio traicionó al club que le ha dado todo. Obviamente, el Sevilla no pudo hacer nada por evitar la marcha del argentino.

Ahora bien, ciertamente esperaba que el club, con dinero fresco en las arcas (Presupuesto de fichajes de esta temporada+ superávit de otras temporadas + superávit por haber ganado la Europa League + dinero procedente de las salidas de Fazio, Rakitic y Alberto Moreno), fuera capaz de encontrar jugadores del mismo nivel que los que se han ido. Y en mi opinión, no lo ha logrado:

Por Rakitic ha llegado Denis Suárez y Ever Banega. Denis es una promesa y aún tiene muchísimo que aprender y Banega no es que sea mal jugador, pero es muy inferior a Rakitic, en todo. Esperaba un fichaje importante, contrastado, donde el club hiciera un importante desembolso económico, y ha traído dos jugadores de bajo coste, arriesgándose con la adquisión de un jugador polémico, como es Banega.

Por Alberto Moreno han llegado dos jugadores: Tremoulinas y Kolo. Está por ver que mejoren a Alberto Moreno, pero, a priori, no me parecen, al menos, que sean peores. Los dos han triunfado en Francia.

Por Fazio esperaba un central contrastado, que no ha llegado. En su lugar se ha fichado a un lateral izquierdo con mucha proyección, pero lateral izquierdo. No he visto nunca jugar a Kolo, pero, según dicen, cuando ha jugado de central no ha convencido. Es jugar con fuego en una posición clave.

Y hablando de posiciones clave, decir que el Sevilla ha perdido una oportunidad de oro para reforzar con garantías la portería. El guardameta es la posición más importante de la plantilla y, por tanto, pienso que el Sevilla tendría que haber buscado un portero titular y haber convertido a Beto en suplente. Y no sólo no lo ha hecho, sino que ha logrado que surjan dudas con las primeras actuaciones de Barbosa.

Los fichajes que más me han gustado han sido los de Krychowiak y M’Bia, fundamentales para la contención en el centro del campo.

En definitiva, creo que la Secretaría Técnica tenía mimbres para hacer un cesto mejor del que ha hecho. Pero como siempre suelo decir, el tiempo será el que dé y quite razones.