Partido aburrido el que presenciamos en el día de ayer en el Ramón Sánchez Pizjuán, sin ninguna intensidad por parte de los dos equipos. Parecía un simple partido de pretemporada. A decir verdad, el horario invitaba a ello, puesto que el calor era sofocante. Afortunadamente, el Villarreal es uno de los equipos que destacan por su juego combinativo y no por el derroche físico, porque si no, lo podríamos haber pasado mal. Posiblemente, también influyó el que los jugadores tuvieran en mente tanto el reciente partido contra el Valencia como la final de Turín. Entre una cosa y otra, nos tocó ver un tostonazo de partido.
El Sevilla de la primera parte fue mejor que el de la segunda. Al menos, en el primer período se crearon las mejores ocasiones de gol. Los dos equipos pudieron adelantarse en el marcador, pero faltó puntería. La ocasión más clara del partido fue para Musacchio, que sólo tenía que empular el balón, casi a puerta vacía, y la mandó fuera.
Prueba del carácter relajado del partido fue la actuación arbitral. El pamplonica Prieto Iglesias no mostró ninguna tarjeta amarilla, a pesar de que hubo alguna que otra falta que era claramente merecedora de amonestación.
Lo bueno del empate de ayer es que el Sevilla se asegura la sexta plaza, y lo malo es que pone en peligro la quinta, que se está disputando con la Real Sociedad. Si los donostiarras ganan hoy –que será lo más normal, puesto que reciben al Granada–, les queda visitar Bilbao y recibir al Villarreal. Aparentemente, un calendario más complicado que el nuestro, que visitamos Getafe y finalizamos en casa con el Elche, quien podría no jugarse nada en la última jornada.
El problema que podría tener el Sevilla en Getafe es debido a la última barrabasada de la Liga de Fútbol Profesional, que obliga al Sevilla a jugar tres días antes de la final de la Europa League. Como es lógico, esto obligará a Emery a alinear a suplentes y, posiblemente, a algún jugador del filial. De no ser así, a mi modo de ver, sería un grave error.
La verdad, no entiendo cómo la LFP no accede a que el Sevilla juegue otro día, puesto que, jugando el domingo, se perjudica al Sevilla de cara a la final europea y se beneficia, de manera notable, al Getafe en su lucha por evitar el descenso. También se perjudica a los demás equipos que tienen como objetivo el mantener la categoría. Supongo que esto será normal en una liga de mierda, como es nuestra liga, pero a mí no deja de sorprenderme.
La próxima vez que vea a mi equipo en vivo y en directo será en Turín. Espero que ese Sevilla difiera muchísimo del que vi ayer, en todos los sentidos.