No será nada fácil superar al Valencia en Mestalla. Tenemos dos buenos aliados: el resultado de ida y el cronómetro, pero sabemos perfectamente que ese resultado es remontable. Hace un par de días el Bayern de Munich nos ha hecho toda una exhibición de las desastrosas consecuencias de no defender bien. Así pues, todo dependerá del nivel de nuestro sistemas defensivo. Y cuando digo «defender bien», no me refiero a encerrarnos atrás y empezar a despejar balones como locos. Me parece fundamental defender con orden, con intensidad y presión continua en el centro del campo, pendientes en todo momento de montar la contra que sentencie la eliminatoria.
Pienso que sería mucho mejor si Emery se decantara por poner en liza a un solo delantero (Gameiro, e intentar reservar a Bacca para una posible final). Está más que demostrado que con el 4-5-1 el Sevilla ofrece un mejor rendimiento y una mayor seguridad defensiva.
El Valencia irá a por todas, entre otras cosas, porque no tiene mas remedio. Están ante su última oportunidad para salvar la temporada. Para ello presentarán, en mi opinión, un equipo mejorado con respecto al del partido de ida. Diego Alves es un porterazo y Jonas un gran jugador que aporta mucho a su equipo. Particularmente, habría preferido que jugara Alcácer antes que Jonas.
Desde mi punto de vista, en las condiciones en las que se presenta hoy el Sevilla en Mestalla, todo lo que no sea pasar la eliminatoria será un fracaso. Un 2-0 es mucha ventaja y, aunque el Valencia es un buen equipo, desperdiciar una ventaja así, sólo sería posible si se hicieran muy mal las cosas. A decir verdad, me da más miedo las decisiones de Emery –planteamiento, alineación y cambios– que el propio Valencia. Por lo demás, veo a los jugadores muy concienciados y a la afición… ¿Qué decir de la afición? Increíble que vayan casi 6.000 aficionados. Armados con la camiseta roja, la bandera del centenario y el himno de El Arrebato, son nuestra mejor arma.
Turín nos espera. No desaprovechemos la oportunidad.