Lamentable partido, desde mi punto de vista, el que hizo nuestro equipo en San Mamés. Se puede perder, pero no de esta manera. Al menos, hay que intentar ganar el partido y ofrecer un poquito de fútbol. El Athletic nos superó en la primera parte sin hacer nada del otro mundo, pero tuvimos fortuna y llegamos al descanso con sólo un 1-0.
Quizás fuera un error salir de inicio con dos delanteros. El Athletic sobresale en el centro del campo, con jugadores técnicos y con mucha movilidad, como Ander Herrera y Muniain, que se complementan muy bien con Rico, que está haciendo una gran temporada. Ahí nos ganaron la partida, en la gran mayoría de las ocasiones, sobre todo porque ellos presionaban más y mejor. La diferencia de intensidad fue clave.
Creí, iluso de mí, que Emery aprovecharía el descanso para hacer cambios, puesto que teníamos cuatro jugadores con tarjetas amarillas. Era el momento de ir a por el partido, porque el Athletic tampoco es que estuviera jugando a las mil maravillas.
Pues no. Mi gozo en un pozo. Los cambios no se hicieron hasta que llegó el 2-0, precisamente cuando ya era demasiado tarde. Poco después llegó la expulsión de Diogo, quien reincide con expulsiones absurdas –no le vendría mal una buena sanción– e inmediatamente el 3-0. Gol que no se puede permitir encajar un equipo de Primera División. Nunca te pueden rematar a placer en el corazón del área. Si eso ocurre, es que se ha defendido verdaderamente mal. Y es que ayer no fue precisamente el mejor día de nuestra defensa.
El árbitro no me gustó. Hizo el típico arbitraje sibilino, con diferente vara de medir a la hora de sacar tarjetas amarillas, lo que provocó que nuestros jugadores de contención se cargaran de tarjetas en el primer tiempo.
La sensación que me dejó el partido de ayer fue que el Sevilla no puso toda la carne en el asador, debido a que tanto los jugadores como Emery tenían puesta la cabeza en Mestalla. Nos jugábamos tanto como el Athletic, pero ellos sí prepararon su partido como debían. Quizás con una plantilla más amplia podríamos haber ido a por los dos objetivos. Pero se eligió ir a por la final de la Europa League. Esperemos que, al menos, este sacrificio sirva para llevar a Turín.
Otra emerydada y que lo sigan pensando en renovar. Ya hacia tiempo que no la hacia, y el que esterco se morira terco
Me gustaMe gusta
A ver cómo se comporta Emery en la semifinal. Me da más miedo nuestro entrenador que el Valencia. 🙂
Me gustaMe gusta