El Sevilla puede confirmar en el día de mañana la clasificación para Europa, con lo cual es un partido muy importante, pero, al mismo tiempo, muy complicado, por varios factores:
1º.- Como es lógico, todos los sevillistas tenemos más en mente el partido del próximo jueves que el de mañana. Es imposible que los jugadores se abstraigan de eso. Ademas, la cercanía y la importancia del partido contra el Valencia provocará que Emery tenga que hacer, forzosamente, rotaciones. El equipo está funcionando bien, pero siempre se pueden echar en falta jugadores importantes.
2º. – El Granada es un equipo que está mirando de reojo los puestos de descenso, aunque podríamos decir que con cierta tranquilidad, puesto que está a cinco puntos de la zona catastrófica. A pesar de eso, tiene jugadores de contrastada calidad, principalmente en ataque, como pueden ser: Brahimi, El Arabi, Piti o Ighalo. La pasada jornada sorprendieron al Barcelona. A nosotros no nos debe pasar lo mismo.
3.- El clima. Las previsiones para mañana son que caerán alrededor de 22 litros por metro cuadrado. Supuestamente, estará lloviendo todo el día, y también durante el partido. Esto es un fastidio para los aficionados, pero también para los jugadores, puesto que se incrementa el riesgo de lesión y estarán obligados a hacer un sobreesfuerzo físico. En teoría, un terreno impracticable o rápido beneficiaría más al equipo visitante, que se espera venga a encerrarse y contraatacar, como hacen casi todos los equipos a los que recibimos.
Y 4º.- El árbitro. El trencilla de turno será uno de los hermanos Texeira. En este caso, Jose María. Los dos se dan tortas para ser el peor, pero se supone que el que nos pita mañana es el que tiene menos idea de arbitrar un partido de fútbol.
Por todo esto, considero que sería meritorio que el Sevilla fuera capaz de llevarse mañana los tres puntos. A ver si tenemos suerte y vamos a San Mamés a jugarnos la Champions.