El Sevilla se llevó tres puntos importantísimos al vencer en un derbi que llegó casi sin avisar. El principal problema con el que se enfrentaba el Sevilla era que no había tenido apenas tiempo para preparar el partido, al haber disputado recientemente un intensísimo partido ante el Oporto, en Europa League. Lógicamente, Emery debía presentar un equipo en plenitud de facultades físicas, por lo que, prácticamente, estuvo obligado a renovar la mitad del equipo titular. Por contra, el Betis tuvo todo el tiempo del mundo para preparar a conciencia el partido. Salir vencedor del derbi era la única alegría que podría llevarse la afición bética en esta temporada, pero ni por esas.
El partido del Sevilla no fue bueno. Empezó mal, dominando con claridad el Betis, pero sin crear ocasiones de gol. La primera jugada polémica llegé en una entrada, dentro del área de Iborra a Baptistao. Lo vi por televisión, y a mí me pareció penalti, aunque en las tomas que mostraron no se veía con claridad si el portugués tocó balón o no. El árbitro estaba bien situado y no pitó nada.
El Sevilla sólo inquietó algo en una contra de Gameiro, que se quedó solo ante el portero, pero se dejó ganar la partida por Amaya.
Pero la jugada que decidió el encuentro fue en un penalti polémico. Bacca se quedó solo ante el portero, tras hacer él mismo una obra de arte e irse de varios contrarios, y es derribado por Juan Carlos. Penalti y expulsión. A mí no me pareció penalti, y tras ver la repetición menos aún. Es cierto que el jugador bético derriba a Bacca, pero toca balón. Pocos minutos antes había ocurrido una falta similar, a favor del Betis, en la frontal del área sevillista. Era una falta peligrosísima, pero inexistente, puesto que Alberto Moreno también tocó balón. Afortunadamente, se lanzó sin consecuencias.
A partir de aquí, Velasco Carballo demostró ser muy mal árbitro. Las dos jugadas polémicas anteriores, los dos posibles penaltis, eran jugadas de apreciación y difíciles de ver, y donde hay que tomar las decisiones en décimas de segundo. Pero tras el 0-1, logrado al transformar Gameiro el penalti, el árbitro, posiblemente por el remordimiento, intentó compensar en cada jugada, a favor del Betis, convirtiendo el partido en una retahíla de errores arbitrales, a cuál más grave.
El doble rasero del árbitro fue vergonzoso. Si enseña tarjeta amarilla a Trochowski por agarrar a un contrario, debe hacer lo mismo si el que agarra es un jugador bético. Y no lo hizo, no en una sino en dos ocasiones. Además, la amarilla que le enseñó a Vitolo fue de chiste.
También perdonó la segunda amarilla a Rubén Castro, en la jugada en que éste lesiona a Alberto Moreno. Y a N’Daye –o como se llame– también le perdonó la segunda amarilla, hasta en dos ocasiones.
Por si fuera poco, erró al anular un gol a Carriço por fuera de juego inexistente y convirtió un penalti por manos claras y voluntarias en un fuera de juego, que tampoco existió. Aunque en esta ocasión el culpable fue el linier.
Este evidente afán de Velasco Carballo por compensar puso en peligro el resultado, hasta que Gameiro aprovechó un buen pase de Diogo para hacer el 0-2 y sentenciar el partido.
No fue un buen partido del Sevilla, que debió amarrar el partido mucho antes, pero lo importante es que se ganó, nos afianzamos en puestos de Europa League, y, de paso, seguimos mirando de reojo los puestos de Champions, por si le da al Athletic por pinchar.
El protagonista del partido fue, sin duda, Velasco Carballo. No se puede errar tantísimo en tan poco tiempo. Y eso que es internacional. Si no recuerdo mal, este mismo árbitro fue el que nos birló tres penaltis contra el Valencia, en nuestro estadio.
Ahora, a seguir la racha en liga, ante el Granada y, después, a pensar en el partidazo de Europa League contra el Valencia. Dos partidos vitales donde no podemos fallar.
Es cierto que el penalti fue muy polémico y que decidió el choque. Pero luego el árbitro perdonó hasta varias veces a los jugadores béticos que se liaron a patadas de una manera escandalosa. No he leído aún el parte médico por ningún sitio, pero seguro que hay tocados. Lo mejor de todo es que los perdemos de vista por una temporada mínimo.
Sólo puntualizar un par de cosas. Emery se equivoca una vez más en el planteamiento del partido. Vale que nosotros venimos de otra onda y sin tiempo apenas para recuperar. Pero vaya mandanga de primera media hora, y vaya mandanga para rematar un partido que estaba a huevo. Aparte se equivoca dejando en el campo a Reyes, que hizo un partido perro de los suyos, fue el mejor del Betis. Por suerte llegó el segundo y nos evitamos líos.
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Estoy de acuerdo. Quizás, el partido de ayer era para jugar con un solo delantero. En la primera media hora casi ni la vimos. En realidad, hasta la jugada del penalti.
Por otro lado, me habría gustado que jugara Jairo, que no sé muy bien por qué, no cuenta para Emery. Creo que cuando Jairo ha jugado, no lo ha hecho mal.
El partido de Reyes, como bien dices, es para olvidar.
Fue un partido malo, pero se ganó, que es lo único que importa.
Un saludo.
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