Sevilla FC 4 – Oporto 1. El dragón nos duró media hora

Magnífico partido del Sevilla, de principio a fin, que superó con facilidad a un muy buen equipo, como es el Oporto. Para eso fue imprescindible la tremenda intensidad que ponían los jugadores sevillistas en cada acción, anticipándose y luchando en cada balón como si les fuera la vida en ello.

No empezó muy bien el partido, con un M’Bia que parecía que saltó dormido al terreno de juego, y fallando Bacca una ocasión clarísima de gol, en un mano a mano con el portero. Pero a los pocos minutos llegó el penalti –en mi opinión, inexistente–, perfectamente transformado por Rakitic; poco después, la genialidad de Vitolo, marcando el segundo; y finalmente, la puntilla de Bacca, que controló y se revolvió entre una multidad de defensas para lograr un 3-0 con el que se llegaba al descanso y que parecía definitivo.

Pero en la reanudación todo se volvió oscuro. Una estúpida expulsión de Coke, con cuarenta minutos por delante, pudo poner la clasificación muy difícil. Afortunadamente, Beto estuvo acertadísimo y la suerte también nos acompañó en alguna que otra jugada. Incluso creo que hubo un penalti a favor del Oporto que el árbitro no señaló.

En la expulsión de Coke, no sé quién tiene más culpa: si Emery por no cambiarlo, teniendo ya tarjeta amarilla o Coke, por hacer una fuerte entrada, además, totalmente  innecesaria. Me decanto por Emery, porque Coke ya había avisado de que estaba pasado de revoluciones, de manera que –ingénuo de mí– esperaba que el madrileño fuera sustituído en el descanso.

No obstante, a pesar de la inferioridad numérica, el equipo defendió con mucho orden y aprovechó los riesgos que estaba tomando el Oporto para conseguir el cuarto gol, que dejaba más que sentenciada la eliminatoria. El golazo de Quaresma, por suerte, quedó en anécdota.

Todo el equipo estuvo a un gran nivel: Beto, Fazio, M’Bia, Fernando Navarro, Bacca, Rakitic, Vitolo… partidazo de todos ellos. Por poner un «pero» al partido, la absurda expulsión de Coke, y que se fallaran ocasiones claras, como las Bacca o Gameiro, solos ante el portero.

Gran noche europea, inmejorable ambiente en las gradas, con remontada y final feliz. Ahora sólo queda esperar al sorteo, para ver si, una vez eliminado el dragón, ahora nos toca un águila, un murciélago o una señora vieja.

En mi opinión, el más fácil es el Valencia, aunque no me gustaría enfrentarme a ellos por ser un equipo español. El más complicado, la Juventus. Pero a ver qué nos depara el sorteo.

En semifinales de la Europa League. Casi nada.

4 Respuestas a “Sevilla FC 4 – Oporto 1. El dragón nos duró media hora

  1. Me equivoque de todas todas. Rconozco que anoche Emery hizo un buen planteamiento y el equipo realizo un gran partido me alegro equivocarme de vez en cuando pero esto no quita que siga queriendo que no renueven a Emery incluso si gana la Europa League

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  2. En mi opinión, fue el típico partido de un equipo que está absolutamente lanzado y que difícilmente podrá ser detenido. Cuando todos rinden a gran nivel, cuando el entrenador acierta en el planteamiento y en los cambios y cuando la grada revienta el estadio, la conclusión es que esto es algo global. Sobre todo cuando no fue solo ayer. Ya llevamos un tiempecito largo en un plan parecido Y cada vez más.

    Incluso la ridiculez de Coke fue motivada por algo que hemos echado de menos mucho tiempo: la intensidad. El partirse la cara por el escudo. Intensidad mal gestionada, mal aplicada, pero yo prefiero eso al pasotismo que hemos visto tantas veces. Con sus riesgos, como esa expulsión, pero lo prefiero.

    Ahora solo queda esperar y tratar de contener la euforia, porque esto tiene una pinta extraordinaria. Lo decía el otro día, yo adoro que Emery me calle la boca. POr mucho que siga sin gustarme su forma de hacer las cosas, los resultados son demoledores y hay que rendirse ante ellos.

    Un saludo.

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    • Pues sí. Tienes toda la razón. Ningún entrenador puede sobrevivir a los malos resultados, pero también sería una irresponsabilidad destituir a un entrenador si los resultados llegan. Es una de esas leyes no escritas del fútbol.

      Un saludo.

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