Archivo mensual: febrero 2014

Sevilla FC 2 – Maribor 1. Menos mal que el Maribor es mucho peor que el Racing

No me ha gustado nada el partido del Sevilla esta noche. Nuestro equipo empezó más o menos bien, haciendo lucirse al portero rival en un par de ocasiones, pero fue sólo un espejismo. Al poco tiempo, noté la misma falta de actitud de otros partidos: se empezó a jugar andando, los jugadores muy estáticos, sin buscar el desmarque, y una lentitud en el pase que aburre a cualquiera y que facilita mucho la tarea de cualquier equipo que venga a encerrarse.

Si el Maribor no nos ha puestos en muchos apuros –sólo algo en el tiempo de descuento– es porque este equipo esloveno quizás tendría problemas para jugar en la Segunda B española. A mi modo de ver, el Racing de Santander era mucho más equipo. El que el Maribor nos haya hecho tres goles en la eliminatoria es una clara evidencia de que nuestra defensa es de chiste. Y eso es un muy serio problema.

Por tanto, mucho tiene que mejorar el Sevilla si queremos hacer algo importante en las competiciones que estamos disputando. Aún falta una conjunción en los jugadores y automatización en el juego, y no es de extrañar, puesto que Emery es el primero que tendría que tener las ideas claras, y ni mucho menos es así.

Quizás lo que más me gustó del partido fue el homenaje que se le brindó a Paco de Lucía en el descanso. Es un gustazo oír su famoso «Entre dos aguas» en el Ramón Sánchez Pizjuán.

En cuanto al derbi, a decir verdad no me lo esperaba. Creía que pasaría el Rubin, pero, por lo que se ve, el equipo ruso, al igual que el Sevilla, ha perdido mucho potencial en los últimos años.

Por supuesto, para el primer derbi europeo hay un claro favorito: el Sevilla FC. Como ocurre en todos los derbis. Pero ya sabemos que eso de ser favorito no sirve para nada. Si acaso, para las casas de apuestas. Lo único que cuenta es marcar más goles que el rival.

Pero para el derbi aún queda mucho. Ahora en lo único que hay que pensar es en el partido del domingo, contra la Real Sociedad. Ya habrá tiempo de sobra para los derbis.

Sevilla-Maribor. Tonterías, las justas

Al Sevilla se le presenta la espléndida oportunidad de plantarse en cuartos de final de la Europa League, a medio que se hagan bien las cosas. Y esto es así porque, a priori,  ni Maribor, ni Rubin ni Betis deben ser rivales que nos pongan en apuros. Especialmente el Maribor, que ya dejó claro en el partido de ida que es un rival bastante endeble.

Eso a priori. Luego hay que ver a posteriori, puesto que aún está muy presente la pifia ante el Santander. Este descalabro tuvo su inicio desde el momento en que Emery despreció al rival y dio por sentenciada la eliminatoria –se ganó 0-1 en Santander–, atreviéndose a alinear de inicio a M’Bia como central, a muchos suplentes, e incluso a algún que otro «suplente de suplente».

Es de esperar que Emery haya aprendido de aquel error que nos eliminó prematuramente de la Copa del Rey, y se tome el partido de hoy con la seriedad que se merece. Lo preocupante es que Emery no se caracteriza precisamente por aprender de los errores, sino en recaer en ellos, y no sería de extrañar que le dé por reservar jugadores con vistas al importante partido contra la Real Sociedad.

Reservar jugadores ante la Real me parecería un gran error, sobre todo porque lo más normal es que la Real nos gane el domingo. No se puede obviar que los donostiarras tienen jugadores de un gran nivel, algunos de ellos grandísimos jugadores, como Vela o Griezmann, y además está más conjuntado y mejor dirigido que nosotros. Después el balón y el árbitro dirán, pero, en principio, el Sevilla-Real Sociedad se presenta como un partido muy complicado, aunque es obvio que, como todos los partidos, se puede ganar.

La Europa League es la competición que más me ilusiona de las tres competiciones de esta temporada, siendo la Copa del Rey la que menos. La Europa League da dinero, prestigio y no está manipulada. Por tanto, para mí sería un duro golpe que nos eliminaran antes de cuartos de final, pues sería, como digo, desaprovechar una oportunidad muy buena que se nos presenta de llegar a una fase avanzada de la competición, donde ya, lógicamente, nos esperaría un rival importante.

Así que, Emery, por favor, tonterías las precisas y las justas. No nos defraudes aún más –que ya es difícil– , no hagas más experimentos absurdos y sal a ganar el partido desde el principio, respetando al rival y sin tirar los primeros 45 minutos a la basura.

Hoy hay que dejar sentenciada la eliminatoria lo antes posible y entonces, y sólo entonces, es cuando se debe pensar en la Real Sociedad. Nunca antes.

Cuando pirateas fútbol, dañas al Barcelona y al Real Madrid

Ayer me llegó un twit de Raul Lalo (@raulalosfc) que decía esa frase: «Cuando pirateas fútbol, dañas al Barcelona y al Real Madrid», adjuntando un gráfico que es la vergüenza –o debería serlo– de nuestra competición:

reparto televisivo

Y yo no puedo estar más de acuerdo con Raúl. De hecho, ésa fue una de las razones por la que me borré de Gol Televisión, ya que me daba la sensación de estar colaborando con esta pantomima de liga. Las otras razones fueron la económica –siempre viene bien reducir gastos innecesarios– y el no tener que soportar los comentarios tan absurdos y ridículos de unos comentaristas que además no eran imparciales. Haría bien Gol Televisión en subir un poquito el listón del nivel de los comentaristas. Es un suplicio escucharles. Y lo malo es que si quitas el sonido, lógicamente, no puedes escuchar el sonido ambiente.

Así que lo tuve claro: fuera TV de pago y a piratear fútbol. Que esa es otra: yo no tengo tan claro que si pillo por Internet una señal de una televisión rusa o argentina esté pirateando, pero bueno… La cuestión es que veo fútbol gratis y con una calidad de imagen que supera a la que tenía antes.

El enlace que utilizo es el siguiente: http://www.wiziwig.tv/index.php?part=sports. Sólo hay que instalar el programa Sopcast y conectarse al canal que ofrezca una mejor transferencia de datos. Este sistema va mejor mientras más gente se conecte. Si la conexión es buena –de banda ancha, unos veinte megas de bajada–, la imagen es perfecta y en alta definición. Sin embargo, si la conexión no es buena o hay poca gente conectada, se pueden producir tirones o paralizar la imagen. En general, la mayoría de las veces se ve bastante bien, con la ventaja de que no tienes que escuchar las estupideces de los comentaristas, ya que suelen hablar un perfecto ruso.

Un pequeño inconveniente es que la conexión al partido la hacen en el último momento, a veces segundos antes de empezar el partido.

Por supuesto, si un año de estos sonara la flauta y se consiguiera conformar una liga justa, con un reparto más o menos equitativo de los derechos televisivos, yo sería el primero en abonarme a la TV de pago, pero estoy completamente seguro que eso no va a ocurrir en muchos años.

Así que, mientras tanto, pirateemos fútbol. Por el bien del fútbol español.

Rayo 0 – Sevilla FC 1. Muy mal partido, pero se ganó

Lo único bueno del partido de hoy es el resultado, porque, de nuevo, por enésima vez, el Sevilla volvió a dar una imagen deplorable.

Como es ya costumbre, la primera parte se tiró directamente a la basura. Nada de fútbol, pero, a diferencia de otras ocasiones, el rival no nos creó peligro.

En la segunda parte, ya se mejoró algo. Mínimamente, pero se mejoró. Rakitic volvió a ser decisivo. Tuvo una primera ocasión que paró el guardameta y después asistió a Coke para que marcara, al saque de una falta.

El mismo Rakitic pudo sentenciar el partido, pero increíblemente remató fuera, cuando tenía toda la portería para él y a poca distancia.

En la recta final llegó una de las expulsiones más esperpénticas que he visto en mi vida. El árbitro expulsa a Iborra, por pérdida de tiempo, cuando estaba a un metro de salir del terreno de juego. Era la clara demostración de que los árbitros no tienen ningún respeto al Sevilla, como se viene demostrando en los últimos años. Enseguida iba a suceder algo así con el Madrid o el Barcelona.

En cuanto al partido, habría que hacerse muchas preguntas: ¿por qué sigue jugando Pareja? –hoy no ha jugado tan mal– ¿Por qué el Rayo combina mejor que el Sevilla? ¿Por qué se le deja centrar desde la banda con tanta facilidad al rival?

En fin, seamos positivos y quedémonos con el resultado, que es lo único que cuenta.

El Sevilla sólo es capaz de empatar ante el Maribor, en un penoso partido

Inocente de mí, creía que el Sevilla no tendría problemas para ganar en Eslovenia, pues consideraba a nuestro equipo muy superior. Pero este Sevilla de Emery ya no supera a casi nadie, ni siquiera a un rival que en la liga española, muy posiblemente, estaría luchando por no bajar a Segunda División.

La primera parte fue para olvidar. No sé muy bien a qué se jugaba, pero sí sé que el llegar con 1-0 al final de los 45 minutos fue totalmente merecido. No se puede hacer tan poco y tan mal. Y el Maribor sólo tuvo que aprovechar una de las pocas ocasiones que tuvo, ante una defensa lenta y frágil, para meternos el miedo en el cuerpo.

En la segunda parte se mejoró algo, lo suficiente como para darle la vuelta al marcador, con goles de Gameiro y Fazio. Pero entonces llegó lo más lamentable del partido: una falta de ambición total, tanto por parte de los jugadores como de Emery. Con el rival grogui, aturdido y desanimado por el segundo gol, incomprensiblemente, el Sevilla se dedica a perder tiempo, a mover sin sentido el balón en la zona de atrás y con un juego horizontal y parsimonioso capaz de aburrir al más animoso de los aficionados. Y en una de estas, como si fuera un justo castigo a tanta inoperancia y falta de ambición, llegó el empate. Como no podía ser de otra manera, el Maribor no tuvo que hacer mucho, ni siquiera fue necesario llegar al área. Vršic tuvo toda la tranquilidad y tiempo del mundo para soltar un misil ante el que poco pudo hacer Varas.

Uno de los graves problemas que tiene Emery, y por consiguiente el Sevilla, es que no sabe leer los partidos: No sabe cuándo lanzarse a la yugular del rival o cuándo replegarse y salir a la contra. Y si hace falta perder tiempo, pues se pierde, pero nunca ante un rival tan inferior como el Maribor. En estos casos hay que ir, sencillamente, a machacar al rival y a sentenciar la eliminatoria. Pero perder tiempo, de la manea tan bochornosa como lo hizo ayer el Sevilla, es hasta una falta de respeto hacia el aficionado que paga una entrada y para el que lo ve por televisión.

El empate a dos sabe a muy poco, pues se perdió una oportunidad de oro para dejar la eliminatoria prácticamente sentenciada. Visto lo de ayer, no tengo nada claro que vayamos a pasar la eliminatoria, porque este Sevilla últimamente no hace nada bien: ni los jugadores combinan, ni se ofrecen, ni se desmarcan, ni presionan, ni defienden o atacan bien –fallamos muchísimas ocasiones claras de gol, como la de Iborra, con toda la portería para él–, ni tenemos ambición… Con todos estos defectos, es casi increíble que nos hayamos traído un empate que, en una eliminatoria, se puede considerar un buen resultado.

Habrá que rematar la faena en el Ramón Sánchez Pizjuán. Para ello habrá que estar algo acertados y confiar en que Emery, por fin, se dé cuenta de que Pareja es un estorbo y que da mucha fragilidad a la defensa, de que Carriço no aporta nada en el centro del campo y que su lugar es, precisamente, el que ocupa Pareja; y de que hay jugadores, como Cheryshev o Kevin Gameiro que no merecen la titularidad. Por cierto, el francés ayer, al menos, coló una –sólo tuvo que empujar el balón en la línea de gol–, pero mucho tiene que mejorar para que este fichaje no acabe en fracaso. Desde mi punto de vista, está siendo verdaderamente decepcionante, aunque confío en que no sea tan mal jugador como aparenta. Digo yo que, si ha llegado a la selección francesa y al Paris Saint Germain, será por algo.

Me parecería imperdonable que no pasáramos la eliminatoria ante el Maribor. Por dos motivos: porque el rival es de lo mínimo que se despacha, y porque en la siguiente ronda, casi con toda seguridad, nos esperará un equipo ruso que tampoco es gran cosa y que, además, está en pretemporada.

No podemos fallar. ¿O sí?

Emery ante el partido de mañana: «No nos sentimos favoritos»

Pues si no nos sentimos favoritos ante el Maribor, apaga y vámonos. Otra cosa es que seamos conscientes de que un exceso de confianza puede resultar fatal, como ya ocurrió con el Racing de Santander, pero lo primero que hay que tener en cuenta para el partido de mañana es que el Sevilla es muy superior al Maribor, y, por tanto, todo lo que no sea dejar encarrilada la eliminatoria, será un mal resultado.

También haría bien Emery en refrescar un poco la plantilla. Hay jugadores que lo juegan todo, y eso es arriesgarse a que haya lesiones musculares. Y eso es lo últimos que nos hacía falta, porque la plantilla se ha quedado bien cortita tras el mercado invernal.

Lo que sí hace bien Emery es buscar un jugador para lanzar los penaltis. Rakitic ya ha demostrado que no es un especialista. En el arte de lanzar los penaltis, como en todo, lo que cuentan son las cifras, y las cifras del croata son paupérrimas: sólo ha sido capaz de transformar un 50 % de los lanzamientos. Y no hay que pasar por alto que en el Calderón faltó el canto de un duro para que lo fallara, pues Courtois –para mí, uno de los mejores porteros del mundo– llegó a rozar el balón con la punta de los dedos. En esta ocasión, al menos Rakitic tiró el penalti con fuerza, pero fue a media altura, y por eso casi lo falla.

Lanzar un penalti parece fácil, pero los que saben de esto dicen que no lo es en absoluto. La cuestión es que toda la presión recae sobre el lanzador, pues se da por sentado que el portero tiene bien poco que hacer. En realidad es así, puesto que si el penalti está bien lanzado, el portero nunca llegará al balón. Sólo puede atajar el lanzamiento si no está bien ejecutado.

Me da la impresión de que a Rakitic se le ve a leguas que no es un especialista en lanzar penaltis. Rakitic se aproxima al balón totalmente perpendicular a la portería, cuando los que están acostumbrados a lanzarlos suelen escorarse a un lado, para golpear con el interior del pie e intentar ajustar el disparo, y de paso intentar ocultar el lado hacia el que van a lanzar.

Otro aspecto importante es aguantar hasta el último momento para intentar engañar al portero. Pocos guardamentas son capaces de aguantar sin tirarse antes de que golpee el lanzador. Eso lo saben perfectamente los especialistas y se aprovechan de ello, no teniendo si quiera que lanzar con fuerza. El gran Kanouté lo hacía de lujo.

Lo que es evidente es que el Sevilla no se puede permitir el lujo de tener un porcentaje de acierto de sólo el 50%. Y es que ya nos cuesta un mundo que nos piten un penalti, como para que, encima, nos dé por fallarlos. Se nos han ido ya varios puntos por este importante detalle.

Ahora bien, si no es Rakitic, ¿quién deberá lanzarlos? Pues encontrar al lanzador apropiado, como en todo, es misión de Emery. Pero no haría mal en darle la confianza a jugadores que ya han demostrado en otros equipos que lo hacen bien. Dicen que Reyes los tira muy bien. También Bacca y Vitolo lo lanzaban en sus anteriores equipos. Marcar de penalti es incluso fácil, si se domina la técnica, lógicamente.

Mañana hay que dejar claro quién es el favorito. Emery no lo sabe, pero es evidente para todo el mundo que es el Sevilla. Como lo era ante el Santander. Es decir, que eso de ser favorito no sirve absolutamente para nada, excepto para las casas de apuestas. Lo único que sirve en fútbol es meter más goles que el rival. Con eso me conformo. Si hace falta, ya dejamos el «jogo bonito» para otro día.

Sevilla FC 0 – Valencia 0. Incapacidad absoluta

Supo a poco el punto conseguido ayer, sobre todo porque fuimos incapaces de apuntillar a un Valencia que se había quedado en inferioridad numérica durante casi toda la segunda parte, fallando incluso un penalti. Pero lo cierto es que fue el Valencia el que se pudo haber ido al descanso con el partido sentenciado, de no haber fallado sus jugadores en el último pase, en algunas ocasiones de manera incomprensible.

Emery volvió a tirar la primera parte a la basura, al reincidir de nuevo, por enésima vez, en su error de poner de titular a Pareja de central y a Carriço en el centro del campo. En realidad, es un doble error, pues ni Carriço lo hace bien en la zona media, ni Pareja en la defensa. Con lo cual, al Valencia no le costó dominar el partido, ni tampoco el montar contragolpes que, como digo, no acabaron en gol porque les faltó acierto en el último pase.

Verdaderamente, no entiendo la confianza total que tiene Emery en Pareja, pues el argentino está en un estado de forma lamentable. Ayer fue una máquina de perder balones, y lo hacía en zonas donde se suelen pagar muy caro los errores. Con un central así, es casi un milagro que no nos hicieran algún gol, teniendo enfrente además a un buen equipo como es el Valencia.

Probablemente, Pareja estará jugando porque Emery quiere recuperar al central que dio tan buen rendimiento en Barcelona y en Rusia, pero resulta obvio que el Pareja actual está muy lejos de ser aquel que en su día fue codiciado por grandes equipos.

En la segunda parte, la historia fue muy diferente, pero fue a raíz de la expulsión de Ricardo Costa, quien fue expulsado, por tercera vez, por Álvarez Izquierdo, como temían en Valencia. Aunque en esta ocasión no deben quejarse, pues la expulsión fue justa y además debió de haber pitado penalti, al ser las  manos dentro del área.

Para intentar aprovecharse de la ventaja de tener uno más sobre el campo, Emery realizó un doble cambio. En mi opinión acertó en quitar a Pareja –demasiado tardó en quitarlo– y falló al dar entrada a Cheryshev. Y es que el ruso no está para nada. Por supuesto, también me parece incomprensible que Emery apueste por un jugador que incluso él mismo ha reconocido que está falto de ritmo y es obvio que fuera de forma. Me parece además una falta de respeto para otros jugadores que tienen que seguir esperando su oportunidad desde el banquillo.

Como Emery también dio cancha a otro jugador que está totalmente desaparecido, como es el francés Gameiro, el Valencia no tuvo muchos problemas para aguantar el resultado. También influyó que el Valencia se dedicó, descaradamente, durante toda la segunda parte, a perder tiempo, con el permiso del árbitro, Álvarez Izquierdo, quien demostró ser un muy mal árbitro: permitió pérdidas de tiempo, dejó tres o cuatro penaltis claros sin señalizar y no tiene ni idea de lo que es la Ley de la Ventaja.

Emery, el Sevilla –ayer no se salvó nadie, si acaso Fazio–, el Valencia, el árbitro… todos fueron incapaces de hacer bien su trabajo. Y esa total y absoluta incapacidad nos ha llevado, irremediablemente, a un empate a cero que sólo sirve para complicarnos aún más las posibilidades de estar en Europa la próxima temporada.

¿Qué nos encontramos en Vallecas? Seguimos estando en manos de Emery, y eso no es nada alentador.

Emery se juega su futuro ante su ex equipo

Pase lo que pase en el partido de mañana, Emery seguirá siendo entrenador del Sevilla, pero todo lo que no sea un resultado favorable podría suponer su sentencia por parte de una afición que ya le ha aguantado bastante.

El aficionado sevillista ya está muy quemado. Lleva viendo toda la temporada cómo se están esfumando muchísimos puntos por culpa de un entrenador que a estas alturas de temporada no tiene las ideas claras, infrautiliza su plantilla y sigue reincidiendo en errores jornada tras jornada. Errores que, por otra parte, llaman la atención porque son de base, impropios de un entrenador de élite. Porque Emery, aunque a veces no lo parezca, es un entrenador de Primera División, y ahí no se llega por casualidad.

Incluso antes del partido se sabrá si Emery ha cometido su primer error. En mi opinión, es una gran metedura de pata el no alinear de salida a la pareja Fazio-Carriço, pues se ha demostrado que estos son los centrales que mejor rendimiento están ofreciendo. Obviamente, esta defensa no es inexpugnable, entre otras cosas porque nuestros laterales y portero están dejando mucho que desear, pero ha sido la clave para que durante muchos partidos nuestra línea defensiva no haya dado la lamentable imagen de estar compuesta por aficionados y no por profesionales.

Si además a Emery se le ocurre poner por delane a dos centrocampistas de contención y no le da por liarla con unos cambios que, a veces, son tan absurdos que  parece que los ha hecho el entrenador rival, tendremos mucho ganado para salir victoriosos mañana ante un rival directo. Bueno, directo no, más bien directísimo. No conviene olvidar que ya caímos derrotados en Mestalla, con lo que el goal-average también juega un papel muy importante.

El Valencia viene enrachado, tras haber contratado a un nuevo entrenador y haberse reforzado convenientemente en el mercado de invierno –que aprenda nuestra Secretaría Técnica–. Nosotros también estamos enrachados, pero en el sentido negativo. Así que, a priori, será un partido bastante complicado, por el buen momento de  nuestro visitante.

En el Valencia es baja Piatti –me parece bien, pues el argentino ya nos armó una buena cuando jugaba en el Almería–, pero, por lo demás, Pizzi tendrá disponible a todo su arsenal.

Ya nos ha pillado el Levante, y mañana puede hacerlo el Valencia. Es lo que tiene el fallar tantísimo y ante rivales tan débiles: que, como te descuides, te encuentras en tierra de nadie y firmas una temporada para olvidar.

Partido vital. Por tanto, el Ramón Sánchez Pizjuán tiene que estar hasta la bandera y los tres puntos tienen que quedarse en Sevilla, cueste lo que cueste.

En Valencia temen el arbitraje de mañana –Álvarez Izquierdo será el soplapitos–. ¡Qué graciosos! Como que nosotros no. Y eso que ya estamos curados de espanto. O deberíamos.

Por cierto, esta es la entrada 666 de mi blog. Espero que no sea un mal presagio.

Final de la Copa del Rey Madrid-Barcelona, tal y como quería la Federación

Últimamente le ha dado a la Real Federación Española de Fútbol por manipular el sorteo de la Copa del Rey, con la finalidad de que ni Madrid ni Barcelona se enfrenten entre ellos, hasta llegar a la final. Dado el poderío deportivo y económico de estos dos clubes, junto con las cada vez más descaradas ayudas arbitrales que reciben un partido sí y otro también, hubiera sido un milagro que la final de la Copa del Rey no fuera un Madrid-Barcelona.

Esta manipulación a mí me indigna sobremanera y es la culpable de que haya perdido la ilusión en un torneo que me ha hecho pasar grandes momentos en las finales de Madrid (contra el Getafe) y Barcelona (contra el Atlético de Madrid). Por ese motivo, tampoco me preocupó en demasía que nos eliminara el Racing, puesto que este Sevilla es muy complicado que fuera capaz de eliminar a Madrid o Barcelona a doble partido, por las circunstancias que todos sabemos.

Lo que es evidente es que a la Federación lo único que le interesa es el dinero. Esto ya quedó meridianamente claro cuando Villar quiso llevar la final de la Supercopa de España a China. Y si esto no se llevó finalmente a cabo, fue únicamente porque ni Madrid ni Barcelona dieron su visto bueno.

Como se puede ver en este artículo del diario Expansión, el principal ganador, a efectos económicos, de una final entre los dos mastodontes del fútbol español es la Federación. Aunque el artículo en cuestión data de 2011 –hace poco más de tres años–, verdaderamente se puede decir que nada ha cambiado desde entonces. Si acaso, en que las cifras a percibir serán mayores.

Por supuesto, no vi el partido de ayer entre Real Sociedad y Barcelona, pero me ha llamado la atención lo que publicó en Twitter Diego Ifrán, el jugador de la Real Sociedad:

“Qué impotencia siento, por la ilusión que había con la afición, con el equipo dando todo, etc, etc, esto es imposible. Hasta que no cambie la mentalidad (?) o no sé cómo llamarlo de los árbitros será imposible, o un equipo lleno de estrellas que no lleven los escudos de Barcelona o Madrid. No entiendo la mentalidad de los árbitros de pitar siempre “ante la duda a favor de los mismos, qué es miedo? Están obligados? Están comprados? Son hinchas? No entiendo, pena siento por eso y por el gran esfuerzo y deportividad que han mostrado mis compañeros plantando cara contra todo eso!! En fin… A seguir luchando contra todo eso… Orgulloso de que dejaron todo jugadores y afición hasta el min.90”.

Pues Diego, yo te diría que, probablemente, la actitud de los árbitros será motivada por todo lo que tú dices: los habrá que estén untados, los que tengan miedo o los que sean hinchas. La cuestión es que siempre salen ganando los mismos, y eso seguirá ocurriendo hasta que el resto de equipos no hagan frente a Madrid, Barcelona y a sus protectores: la Federación de Fútbol y la Liga de Fútbol Profesional. Es decir, que nada va a cambiar, al menos a corto plazo.

Por mi parte, haré lo único que, humildemente, pudo hacer: no veré la final de la Copa del Rey. Desde luego, para mí no es ningún esfuerzo, pues sólo veo las que juega el Sevilla. Y por supuesto, una final entre Madrid y Barcelona no me interesa en absoluto. Una lástima que no puedan perder los dos.

Sevilla FC 1 – Barcelona 4. De nuevo, mangazo arbitral y goleada

De nuevo, el todopoderoso Barcelona necesitó tirar del trío arbitral para superar al Sevilla. Era más que previsible, sobre todo después del sospechoso cambio en la designación arbitral que había tenido lugar días antes.

Se le puso cuesta arriba el partido a los culés cuando el Sevilla se adelantó en el marcador, y cuando tuvo ocasiones claras para sacar una ventaja de dos goles –lástima del cabezazo de Bacca al poste–, pero entonces el colegiado, el peor de los  hermanos Teixeira, dijo: «Aquí estoy yo», y se inventó una falta en el centro del campo. Su linier remató la faena al no señalar ninguno de los dos fueras de juego clamorosos que hubo en la jugada del primer gol.

No contento con eso, Teixeira, para dejar claro lo mal árbitro que es, tampoco se atrevió a expulsar a Song, por cortar una jugada con la mano. Habría sido la segunda amarilla, pero quizás Teixeira pensó que entonces el Barcelona podría perder el partido, y que eso no se podía permitir. Así que señaló la falta, pero se le olvidó mostrar la amarilla. Demasiada ventaja para un Barcelona que tiene tanta calidad que no debería necesitar ayudas de ningún tipo para superar a sus rivales. Pero las tiene. Vaya si las tiene.

Lo peor del robo arbitral es que encima no puedes ni quejarte. Nuestros directivos parece que tienen miedo de levantar la voz, seguramente por miedo a represalias. Como suelen decir, quejarse no sirve para nada. Pero digo yo que, por lo menos, te quedas más tranquilo. Es algo que te lo pide el cuerpo: desahogarte y dar salida a la indignación.

A partir de que el árbitro allanara el camino, decidió Messi, que demostró que es, sin duda, el mejor jugador del mundo.

Pero si previsible fue el mangazo arbitral, más previsible aún fue la goleada. Emery sigue empeñado en meter con calzador en la defensa a Pareja, y con él de titular, el Sevilla ha encajado tres goles en cada uno de los partidos que ha disputado contra equipos inferiores, como Levante y Málaga. Así pues, era de esperar que encajáramos más goles ante un equipo de primer nivel.

También insiste nuestro entrenador en darle cancha a Gameiro, pese a que no esté aportando absolutamente nada. Hasta el punto de que, si Texeira hubiera expulsado a Song, habríamos quedado en igualdad numérica. Y es que el francés no está para nada. Y Jairo muriéndose de asco, junto a Cristóforo, en el banquillo. Eso es justo lo que necesitan dos jugadores jóvenes: chupar banquillo y una falta de confianza absoluta por parte de su entrenador.

Otra de las claves en el día de ayer fue nuestra poca efectividad de cara a gol. Y es que no se pueden fallar tanta ocasiones de gol, y tan claras. En Primera División no se puede perdonar a nadie, y menos aún al Barcelona.

Ahora sólo queda pensar en el partido contra el Valencia, que es un rival que sí es de nuestra liga.

Me da la impresión de que si Emery no recapacita –y creo que no lo hará–, mucho me temo que el Valencia, un rival directísimo, también nos hará un mínimo de tres goles. Y si eso ocurre, Emery puede llevarse la primera gran bronca de su afición. Y ése es el primer paso para la destitución, por mucho que digan los dirigentes que seguirá hasta final de temporada. Porque todos los entrenadores dependen de los resultados, y Emery no es una excepción.

El cursillo que necesita Emery

Los últimos minutos del no-derbi creo que han dejado claro que Emery no sabe defender un resultado favorable, ni aunque queden pocos minutos para el final del partido. Y estoy convencido de ello porque no es la primera vez que le ocurre, y, lo que es peor, supongo que no será la última. Y a decir verdad, que te remonten un partido sienta mal; que te remonten un partido en los últimos minutos, sienta muy mal; pero que ya estas remontadas se conviertan en un déjà vu, es que parece una broma de muy mal gusto.

Así pues, creo que bien haría el Sevilla en buscarle a Emery un cursillo intensivo de «Cómo defender un resultado favorable, por lo civil o criminal». Estas artes defensivas siempre las han dominado los argentinos o los italianos. No estaría mal, por tanto, que igual que Monchi se ha ido a Londres a formarse, Emery cogiera el avión y se escapara a Argentina –y que se lleve a Perotti de paso– a recibir algunas clases para que se diera cuenta de que en fútbol es más importante el defender que el atacar.

Y si no puede ser, porque no encuentre un hueco porque su agenda esté muy apretada, pues que Mourinho le dé unas nociones básicas por Internet –Mourinho a pesar de haber digirido plantillones, a veces ha recurrido al típico catenaccio–. O Bilardo cuando se pase por aquí, o  Manolo Jiménez… Prácticamente, cualquier entrenador puede aleccionar a un Emery que ya debería haber aprendido de la lección que nos dio el Estoril en nuestro estadio. Su entrenador, Marco Silva, tiene fama de ser un gran estratega y de sacar un buen rendimiento a sus jugadores, y aquí su humilde Estoril nos demostró cómo debe replegarse y defender un equipo: con presión, contínuas coberturas y, sobre todo, mucha intensidad.

Yo soy un admirador del fútbol ofensivo, pero también disfruto como un enano cuando veo defender bien a un equipo, cuando veo cómo se adueña de la posesión, cómo roba el balón, cómo controla el partido hasta aburrir al rival y dar la sensación de que, aunque durara el partido 180 minutos, jamás crearían una ocasión de gol.

Y a este Sevilla le pasa exactamente lo contrario: puede ser goleado casi por cualquiera. Y eso no se puede permitir. Desde luego, algo habrá que hacer. Porque lo que no puede ocurrir es que venga cualquier equipucho y nos dé la vuelta al marcador casi sin hacer ningún mérito, como ya hicieron el Valladolid, Levante o Málaga.

Y a ver qué pasa con el Barcelona. Miedo me da. Aunque seguramente Emery para este partido se cubrirá bien las espaldas, el problema es que contra el Barcelona eso no suele ser suficiente.

Y el Valencia acechando.

El día en que Cristiano Ronaldo hizo de Medel

Cuesta trabajo creerlo pero Cristiano Ronaldo fue expulsado en San Mamés. Seguramente, el santo intercedió para ello, poque es casi milagroso que expulsen a un jugador del Madrid por lo que hizo. El valiente o incauto que se atrevió a tal hazaña fue el valenciano Ayza Gámez, quien probablemente irá a la nevera y será sacrificado públicamente por los medios de comunicación nacionales.

La jugada recuerda mucho a las que sufrió Medel con Cesc y el exbético Cañas. Está claro que Cristiano fue el pardillo, y donde hay un pardillo, hay un listo. En esta ocasión el listo fue el más listo de todos: Gurpegui. Que es tan listo que debería estar sancionado por doping, pero ahí está el tío, jugando todo lo que puede y más.

Cristiano Ronaldo, con el balón parado, le da un suave golpecito a Gurpegui y éste teatraliza la acción, como si estuviera en Broadway, y se tira al suelo, fingiendo descaradamente una agresión que no fue tal y que dio como resultado la expulsión del portugués.

Un buen árbitro habría mostrado tarjeta amarilla a Cristiano Ronaldo, por tonto y por provocar a un rival, y tarjeta amarilla a Gurpegui, por fingir una agresión. Y un buen Comité de Competición cambiaría la tarjeta roja por amarilla y sancionaría duramente a Gurpegui, por antideportivo, al estilo de lo que ocurre en la Premier.

Lo que ocurre es que nuestra liga no es la mejor liga del mundo, como es la inglesa, y aquí al «listo» se le dice «pillo», y se le alaba y se le ríe la gracia, y casi con toda seguridad Gurpegui saldrá impune de esta acción, como ya se fueron de rositas, en su día, Cesc y Cañas.

Cristiano Ronaldo está en la misma situación que estuvo nuestro exjugador Gary Medel, y con él no tuvieron piedad. Aunque las imágenes mostraron claramente que no agredió a sus rivales, los Comités le sancionaron con varios partidos de sanción.

Ahora bien,  ¿ocurrirá lo mismo con Cristiano Ronaldo? Supongo que sí, porque además el árbitro recogió en el acta que, mientras el jugador madridista se retiraba a los vestuarios, se golpeaba con la palma de la mano su mejilla, dirigiéndose al linier. Ese agravante no debería pasarse por alto por ningún comité, pero en esta liga de mierda puede ocurrir cualquier cosa.

Se admiten apuestas.

Emery tropieza, por tercera vez, en la misma piedra

Emery lo ha vuelto a hacer. La primera vez fue en Valladolid, después en Villarreal –donde ganamos, pero faltó el canto de un duro para que nos empataran–, y la última vez ayer, en Málaga. En las tres ocasiones el Sevilla ganaba, a falta de pocos minutos para el final, y nuestro entrenador mantuvo a los dos delanteros sobre el terreno de juego.

Emery no se entera de que los delanteros son para hacer goles. Si vamos ganando, la prioridad no es incrementar nuestra cuenta goleadora, sino mantener el resultado.  ¿No sería mejor entonces quitar a uno de ellos y meter un centrocampista de contención? Pienso que un cambio de ese estilo daría más orden y control al centro del campo, y complicaría mucho al rival el crear ocasiones. Además, el quitar un delantero no implica, ni mucho menos, que se renuncie al ataque.

Evidentemente, Emery no piensa de igual modo que yo, pues no sólo no quitó a un Gameiro que volvió a mostrarse perdido, sino que dio entrada a otro jugador ofensivo, como es Cheryshev. Es decir, prefiere meter a un jugador que viene de una larguísima lesión, sin ritmo, y deja en el banquillo a Cristóforo, que a estas alturas estará preguntándose para qué demonios ha venido al Sevilla.

La cuestión es, ¿escribiré  un post titulado «Emery tropieza, por cuarta vez, en la misma piedra? Sin duda que sí, pues Emery no aprende ni a base de palos.

Bueno, en realidad ya ha tropezado por cuarta vez en la misma piedra, ya que contra el Levante se dio la misma situación. Lo que ocurre es que, al ser en casa y ante un rival inferior, mucha gente habría visto mal un cambio, a priori, defensivo. No habría sido mi caso, desde luego, pues lo más importante es el resultado.

También es cierto que tenemos el cenizo. Al igual que en Elche, nos marcó un gol un jugador que había entrado en sustitución de un compañero lesionado.

Y, por supuesto, no hay que pasar por alto el nefasto partido de Coke, Alberto Moreno y Gameiro, y el hecho de que se tirara a la basura una primera parte donde la intensidad brillaba por su ausencia.

Todo no es culpa de Emery, pero dejémoslo en «casi todo».

Nos la prometíamos muy felices, pero lo cierto es que se nos han ido los seis últimos puntos de manera estúpida, ante equipos netamente inferiores. Pero esto es de lo más normal, si tenemos en cuenta la cantidad de fallos que se han cometido desde el banquillo y sobre el césped.

Y lo peor es que el próximo partido es contra el Barcelona.

De nuevo, el mercado de invierno sólo nos sirve para debilitar la plantilla

Esta mañana no me podía creer lo que leía a través de Twitter: Cala rescinde su contrato y se va. Que conste que, como decía en mi post de ayer, me parece perfecto que Cala no renueve con el Sevilla, pero, por supuesto, daba por seguro que seguiría hasta final de temporada. Pues no, Cala se va a la mejor liga del mundo, y nos quedamos, para lo que resta de temporada con sólo tres centrales. A no ser que desde el cuerpo técnico se tenga una fe ciega en el canterano Luismi, me parece un verdadero disparate dejar el centro de la defensa cogido con alfileres.

Como tampoco ha venido un delantero que sustituya a Rusescu, tenemos el mismo problema en la delantera. Sólo contamos con dos puntas natos para los meses que quedan de competición, que son los más importantes y donde los fallos de planificación pueden costar una temporada. Tendremos que rezar lo que sepamos para que las lesiones nos respeten, porque como tengamos una racha como la de las primeras jornadas, vamos listos.

También nos dejó en este mercado de invierno Rabello y, posiblemente, le seguirá Perotti. Sin embargo, en estos casos puedo entender sus salidas, pues Rabello necesita jugar, y aquí Emery no le está dando ninguna oportunidad. Y Perotti se ha convertido en un lastre que conviene soltar cuanto antes.

Se ha cerrado el mercado de invierno y, lamentablemente, otro año más, sólo ha servido para hacernos más frágiles. Desde mi punto de vista, es un riesgo que no nos deberíamos de permitir, máxime cuando, aparentemente, no hay problemas económicos que obliguen a aligerar plantilla.

No es que estemos haciendo una gran temporada, pero, por ahora, vamos bien encaminados para entrar en puestos europeos. Sólo queda confiar en que la dirección deportiva sepa lo que hace, porque sería una pena que al final nos quedemos fuera de Europa por no tener suplentes de garantías.