No me ha gustado nada el partido del Sevilla esta noche. Nuestro equipo empezó más o menos bien, haciendo lucirse al portero rival en un par de ocasiones, pero fue sólo un espejismo. Al poco tiempo, noté la misma falta de actitud de otros partidos: se empezó a jugar andando, los jugadores muy estáticos, sin buscar el desmarque, y una lentitud en el pase que aburre a cualquiera y que facilita mucho la tarea de cualquier equipo que venga a encerrarse.
Si el Maribor no nos ha puestos en muchos apuros –sólo algo en el tiempo de descuento– es porque este equipo esloveno quizás tendría problemas para jugar en la Segunda B española. A mi modo de ver, el Racing de Santander era mucho más equipo. El que el Maribor nos haya hecho tres goles en la eliminatoria es una clara evidencia de que nuestra defensa es de chiste. Y eso es un muy serio problema.
Por tanto, mucho tiene que mejorar el Sevilla si queremos hacer algo importante en las competiciones que estamos disputando. Aún falta una conjunción en los jugadores y automatización en el juego, y no es de extrañar, puesto que Emery es el primero que tendría que tener las ideas claras, y ni mucho menos es así.
Quizás lo que más me gustó del partido fue el homenaje que se le brindó a Paco de Lucía en el descanso. Es un gustazo oír su famoso «Entre dos aguas» en el Ramón Sánchez Pizjuán.
En cuanto al derbi, a decir verdad no me lo esperaba. Creía que pasaría el Rubin, pero, por lo que se ve, el equipo ruso, al igual que el Sevilla, ha perdido mucho potencial en los últimos años.
Por supuesto, para el primer derbi europeo hay un claro favorito: el Sevilla FC. Como ocurre en todos los derbis. Pero ya sabemos que eso de ser favorito no sirve para nada. Si acaso, para las casas de apuestas. Lo único que cuenta es marcar más goles que el rival.
Pero para el derbi aún queda mucho. Ahora en lo único que hay que pensar es en el partido del domingo, contra la Real Sociedad. Ya habrá tiempo de sobra para los derbis.