Archivo diario: 31/05/2013

Los clubes podrán incluso perder la categoría por racismo

La FIFA ha aprobado, en el congreso que ha tenido lugar en Isla Mauricio, nuevas sanciones para combatir el racismo, y lo ha hecho con una mayoría de votos del 99%.

Las sanciones leves podrán saldarse con una simple advertencia, una multa o la disputa de un partido a puerta cerrada. Sin embargo, en los casos de reincidencia o casos graves, el castigo puede acarrear la pérdida de puntos, la expulsión de una competición o incluso la pérdida de la categoría.

Durante el Congreso, Blatter dejó claro que la lucha contra el racismo será firme: «Hemos pasado por un momento difícil. Ha sido una prueba para el mundo del fútbol y para los que lo gobernamos. Este año han ocurrido hechos despreciables que han ensombrecido al fútbol y al resto de la sociedad. Estoy hablando de la postura del odio: racismo, ignorancia, discriminación, intolerancia y prejuicios; una fuerza incivilizada, inmoral y autodestructiva que todos detestamos. Es una fuerte señal a los racistas de que su momento se les ha acabado».

Las tres razones para llenar el estadio mañana

Me da la impresión de que el partido de mañana, contra el Valencia, está pasando desapercibido, cuando es un partido importantísimo, ya que nos puede abrir el camino a Europa, siempre y cuando se mantengan las sanciones a Málaga y Rayo Vallecano, claro está. No es lo ideal ir a Europa así, pero a nadie le amarga un dulce, y mucho menos cuando nos hace tanta falta.

Por tanto, la afición mañana debe responder y llenar el estadio, principalmente por los siguientes motivos:

1º.- El partido contra el Valencia es el colofón a la temporada. A priori debe ser un buen partido, por la calidad del rival y porque los dos se juegan mucho. El Valencia saldrá a morder, y el Sevilla debería hacer lo mismo. A priori, se espera un partido de poder a poder y bastante interesante incluso para el espectador neutral. Nos enfrentamos a un rival superior, con lo cual no será fácil conseguir la victoria.

2º.- Será la despedida de D. Andrés Palop Cervera como jugador sevillista. Se va el mejor portero que he conocido con la camiseta del Sevilla. Sin él defendiendo la portería, todo habría sido más difícil, y posiblemente algún que otro título se nos habría escapado, como la UEFA de Glasgow. Merece irse con todos los honores y el sevillismo debe estarle eternamente agradecido por su profesionalidad y buen hacer.

3º.- También podríamos ser testigos de la despedida de Jesús Navas. Yo espero que al final se quede con nosotros y que todo lo que está saliendo en prensa sobre su marcha sean invenciones propias de pretemporada. Pero entre lo que sale publicado y la imperiosa necesidad que, por lo visto, tiene el Sevilla de recaudar dinero, da la impresión de que la posibilidad de que salga el palaciego es real. Desde luego, su traspaso sería un palo para el sevillismo, puesto que es un jugador de calidad, de la cantera, y muy querido. Especialmente doloroso sería el caso de que acabara en el Madrid. Si hace falta, que el jeque del Manchester City le ponga un jet privado, pero que no se vaya a la capital. Además, sería muy complicado encontrarle un sustituto de garantías, puesto que Navas es uno de los mejores del mundo en su posición.

Cualquiera de estas razones por separado ya sería más que suficiente para que mañana esté el estadio a rebosar, pero si además se dan las tres, yo creo que la asistencia es obligada.

Por si fuera poco, también podría ser la despedida de muchos otros jugadores, como Fazio, Negredo, Cala, Botía, Medel, Babá, Stevanovic, Rakitic, Javi Hervás o Fernando Navarro. Cualquiera sabe los jugadores que tendrán que salir para tapar agujeros.

Incluso si alguien se quedó con las ganas de protestar al palco en el partido contra la Real Sociedad, también puede aprovechar la ocasión mañana.

Desde luego, razones no faltan para ir, por última vez en esta temporada, al Ramón Sánchez Pizjuán.

Saliéndonos de madre con el tema del escudo

Desde mi punto de vista, la polémica que está surgiendo con el escudo es un poco exagerada. Tengo que admitir que a mí me gusta más el actual, que es el oficial y el que viene recogido en los estatutos, pero, a decir verdad, no me parece tan grave que se decida, por una temporada, que el que luzca en las camisetas sea el que diseñara José Lafita.

El escudo de Lafita no es un escudo cualquiera, sino que fue nuestro primer escudo, e incluso nuestros jugadores ganaron títulos luciéndolo en el pecho. Uno empieza a leer posts por internet y parece que nos quieren imponer un nuevo escudo o modificar el actual. De hecho, han surgido hashtags como #elescudonosetoca, #NoAlCambioDeEscudo. Y no es así. El escudo seguirá siendo el mismo, nadie lo va a cambiar. El magnífico mosaico de Santiago del Campo seguirá presidiendo el Ramón Sánchez Pizjuán. Simplemente, sustituirá al oficial en las camisetas durante una temporada.

Desconozco el motivo por el que se pretende que la nueva camiseta lleve el escudo de Lafita –no sé si es por una cuestión de márketing o es un requerimiento o imposición de Warrior–, pero si el Sevilla se ve beneficiado económicamente por ese cambio temporal, yo creo que el club está en la obligación de hacerlo. Es más, teniendo en cuenta la penuria económica por la que está pasando el Sevilla, me parecería una irresponsabilidad que no se hiciera. Y es que en época de crisis hay que sacar dinero hasta de debajo de las piedras. Eso es así de sencillo.

Igual hay gente que piensa que no se debe sustituir el escudo oficial por el de Lafita porque ofrezcan uno o dos millones de euros. Pero, seguramente, esas mismas personas no pensarían de igual modo si la cifra se remontara a diez o quince millones de euros. En el fondo, sería una cuestión de dinero, de fríos números, que en muchos casos suelen imponerse al sentimentalismo.

En cualquier caso, pienso que el club, si verdaderamente va a sustituir el escudo, aunque sea temporalmente, debería haber consultado a la afición, y, sobre todo, haber informado del motivo. Igual esa explicación la recibimos mañana, que es cuando se presentan las camisetas, pero, con el fin de evitar polémicas innecesarias, quizás debería haberse dado con antelación.

Ahora mismo, lo que sí debemos tener todos meridianamente claro es que lo verdaderamente importante, lo único importante, es el partido de mañana. Porque, aunque parezca increíble, gracias a que muchos equipos lo están haciendo aún peor que nosotros –que ya es difícil–, todavía tenemos opciones europeas. Y nada nos puede distraer de la importancia de los puntos de mañana. O, mejor dicho, nada debería distraernos.