Archivo mensual: abril 2013

Valladolid 1 – Sevilla FC 1. Imposible ganar fuera

El Sevilla ganó un punto que puede ser importante si el Deportivo gana hoy al Betis, porque además, todos los equipos que nos preceden pincharon: el Rayo empató en casa, y el Getafe y Español perdieron. Sin embargo, si al Betis le da por ganar hoy, la Europa League se pondría ciertamente complicada.

A decir verdad, el partido que hizo ayer el Sevilla me pareció muy lamentable en la primera parte, donde no hicimos absolutamente nada, sino desaprovechar los primeros 45 minutos. Sin intensidad y con un centro del campo donde Javi Hervás no sabía más que retrasar el balón o jugarlo horizontalmente y en corto, o perderlo directamente, la verdad es que no se podía esperar mucho del equipo. Para colmo, Rakitic estuvo a un nivel bajísimo, y tras dos fallos consecutivos del croata, llegó el gol vallisoletano.

En la segunda parte, mejoró bastante el equipo, pero pasó lo de siempre: nos empeñamos en hacer internacional al portero rival, fallando ocasiones clamorosas de gol, como las que erró Negredo en dos ocasiones solo ante el portero: una a bocajarro, que tiró al muñeco, y otra que tiró fuera, tras magnífica jugada de Diego Perotti.

Por otro lado, en esta segunda parte, también el Valladolid tuvo un par de ocasiones clarísimas: Ebert –el mejor del Valladolid– disparó al larguero y  a Javi Guerra, al rematar con la rodilla, se le fue alto un remate desde el área pequeña.

El detalle positivo del partido, fue el debut del canterano Israel Puerto, y el negativo, la lesión de Reyes, quien podría estar de baja varias semanas.

El empate me pareció justo, y ese punto puede tener su importancia, sobre todo teniendo en cuenta las bajas de Medel y Kondogbia, que perdonamos lo que no se puede perdonar nunca, y que el penalti que transformó Negredo, en mi opinión, no fue penalti. Creo que ha sido la única ocasión en esta temporada donde nos ha beneficiado el árbitro.

Las opciones de alcanzar la séptima plaza son cada vez más reducidas, pero tenemos la obligación de acabar esta nefasta temporada lo más arriba posible, por si suena la flauta de que no le levanten la sanción al Málaga o no le den licencia a algunos de los que se clasifiquen en puestos europeos.

A Valladolid, a ganar sin Medel ni Kondogbia

¿Es posible ganar un partido sin Medel ni Kondogbia? Incluso, yo diría: ¿es posible ganar un partido fuera? Acostumbrado a perder fuera de casa, contra todo tipo de rivales, ya me pregunto si volveremos a ganar fuera de casa antes de que acabe esta pésima temporada.

No sé cómo pretende Emery solventar las bajas de Medel y Kondogbia, nuestro centro del campo titular, pero lo va a tener bastante complicado. Quizás adelante la posición de Fazio, pero el argentino ya ha demostrado, en múltiples ocasiones, que no se le da nada bien jugar en esa posición.

El partido de hoy puede ser especial porque podría debutar un canterano: Israel Puerto, un prometedor central que podría tener su oportunidad tras la marcha de Spahic, Bernardo y la baja de Botía.

En cuanto al Valladolid, habrá que prestar especial atención a Ebert, extraordinario jugador que ya nos marcó en nuestro estadio y al goleador Guerra.

Al silbato, Undiano Mallenco. Que  no nos perjudique mucho.

Hoy sólo nos vale ganar. Todo lo que no sea eso, será un nuevo paso atrás, y más aún teniendo en cuenta los pinchazos de los equipos que nos preceden.

Las increíbles declaraciones de Javier Tebas, nuevo Presidente de la LFP

Javier Tebas,  es presidente provisional de la LFP, pero, a partir de hoy, lo será ya de manera definitiva. Nada más ocupar su nuevo cargo ha tenido la poca vergüenza de manifestar lo siguiente:

«En el reparto televisivo nos vamos a acercar mucho más al modelo italiano que al inglés. Cada sitio tiene su razón de ser y en España no podemos obviar las locomotoras que tenemos. Incluso en Italia han visto que los cuatro grandes se han debilitado y buscan arreglarlo. Lo he dicho y lo repito: un Real Madrid y un Barcelona fuertes, igual que el Atlético o el Valencia, nos beneficia a todos. Si son débiles a nivel internacional, también nos debilita al resto. Hay que buscar el punto de equilibrio».

Es decir, que el muchacho no sólo aboga por seguir beneficiando a Madrid y Barcelona, sino que además pone nombres a los equipos que deben animar la competición y hacerse fuertes en Europa: Atlétivo y Valencia. Y seguro que se decanta por ese orden en concreto.

Pues no, señor Tebas. Está usted muy equivocado. Si de verdad quiere lograr que la Liga española sea prestigiosa e incremente su valor de cara a los operadores televisivos, no se debe favorecer o reforzar a unos cuantos clubes, sino precisamente todo lo contrario: lograr un reparto justo de los derechos televisivos, y lo más equitativamente posible, para conseguir una liga competitiva. Es más, su obligación como Presidente de la LFP es la de mirar por todos los clubes. Por tanto, no debería permitir que unos naden en la abundancia y otros tengan que hacer encajes de bolillos para sobrevivir.

Y además, debería tener en cuenta que el reparto de los derechos televisivos no es lo único que debe solucionarse. También hay que ponerse manos a la obra para que todos los equipos tengan el mismo trato y compitan en las mismas condiciones. Lamentablemente, esto que es algo básico en cualquier competición que se precie, en España es una utopía, pues ya sabemos que los equipos más poderosos reciben, desde tiempos inmemoriales, tratos de favor arbitrales y de los diversos comités disciplinarios. De hecho, actualmente, no sólo no ha mejorado la situación, sino que ha empeorado, puesto que ahora los mismos clubes de siempre también se benefician de los mejores horarios. Más desigualdad aún.

Parece que con Tebas no nos queda ninguna esperanza de tener una liga justa. Seguiremos teniendo campeón de liga a mitad de temporada –Madrid o Barcelona–, quienes finalmente sacarán treinta puntos o más al tercer y cuarto clasificado. Y tras una temporada de pachanguitas, con abundancia de goleadas al resto de equipos, se darán de bruces con la realidad en Europa: Bayern 4- Barcelona 0 y Borussia Dormunt 4-R. Madrid 1.

Igual, si nos miráramos en el espejo del campeonato alemán o inglés –reparto derechos televisivos justos, plantillas compensadas, estadios llenos…–, todo sería muy diferente. Pero parece que aquí queremos seguir mirando para otro lado, para que todo siga igual.

Es una pena, pero parece que el fútbol español no tiene remedio.

Nota post post: Este hombre no para de decir tonterías. En referencia al resto de los clubes que no son poderosos y sus protestas, ha dicho: «Yo soy calvo y gordo y tengo que asumirlo».

Y tonto, hijo. Se te olvida decir que, además, eres tonto de capirote.

Valiente impresentable que tenemos de la LFP. Le viene el puesto como anillo al dedo.

Lo esperado: a Diego Costa le quitan la amarilla

La liga española está tan corrupta que estas cosas no deberían ya de escandalizarme. Viendo el comportamiento de árbitros y de los diversos comités que imparten «justicia» en nuestro fútbol, tendría que estar más que acostumbrado. Pero no es así.

Nada más acabar el partido, ya se pusieron los medios de comunicación de Madrid a hacer una campaña pro Diego Costa, para que estuviera en el derbi madrileño. Incluso el hombre de paja puesto para Presidir el Atlético de Madrid ha pedido respeto para Diego Costa. ¿Cabe más desfachatez? ¿Cómo se puede pedir respeto para alguien que no tiene la más mínima consideración por nada ni por nadie?

Diego Costa, probablemente, es el jugador más antideportivo de nuestra liga –se pega tortas con Pepe, del Real Madrid–, y tras el partido del domingo, el brasileño tendría que haber sido expulsado. El árbitro no se atrevió, pero tuvo varias ocasiones para hacerlo. Y en todo caso, si la liga española fuera medianamente seria, el Comité de Competición habría entrado de oficio para sancionar la simulación de Diego Costa ante Cala, y le habría caído una dura sanción.

Pues no, no sólo no entra de oficio, sino que además le levanta la sanción y Diego Costa podrá jugar el próximo partido. Y estamos hablando del mismo comité que consideró que las palabras de Antonio Luna «pita alguna hombre, pita alguna» eran merecedoras de dos partidos de sanción.

¿Qué hará Costa en el próximo partido? Pues seguirá fingiendo, agrediendo, escupiendo, insultando… sabedor de que quedará impune. De vergüenza.

Desde luego, tenemos lo que nos merecemos.

Nota post post: En la Premier le han puesto diez partidos de sanción a Suárez por moder a Ivanovic. El árbitro no lo vio pero el órgano disciplinario entró de oficio. Igualito que aquí. Por detalles como esos, la Premier es la mejor liga del mundo.

Sevilla FC 0 – Atlético de Madrid 1. Otro robo arbitral, y ya van… demasiados

Derrota totalmente inmerecida la de ayer, pues si alguien buscó la victoria fue el Sevilla. El Atlético se dedicó, durante todo el partido, a aprovecharse de la impunidad que le otorga su camiseta.

A un equipo que está situado en tercera posición se le presupone ambición y calidad. Sin embargo, el Atlético renunció a jugar desde el pitido inicial. Atrincherados en su campo, se limitaron a defender con mucha violencia y a esperar un contragolpe que llegó en pocas ocasiones. En una de esas contadas ocasiones llegó el gol, que debió ser anulado por clara mano previa.

Por una cosa o por otra, se nos han ido y se nos irán muchos puntos. Cuando no es por fallos infantiles en defensa, es por perdonar demasiado arriba –como ayer–, o porque el árbitro nos saquea –como ayer también–. Es incomprensible que el árbitro perdonara la tarjeta roja a Falcao –por codazo a Cala en un salto–, Mario Suárez –el que juega el balón con la mano en la jugada del gol–, por criminal entrada a Jesús Navas, o que permitiera que Diego Costa acabara el partido. Si González González tuviera un poquito de dignidad, habría echado al Brasileño.

Lo de Diego Costa es un tema aparte. Es el jugador más antideportivo de la liga con diferencia. En Madrid lo llaman pillo pero aquí y en el resto de España recibiría otros calificativos más apropiados y malsonantes. Se llevó todo el partido provocando y riéndose del árbitro, que no se atrevió a expulsarle ni cuando le protestó en su cara, ni cuando simuló una agresión al estilo Cesc. Esa jugada no admite discusión: o expulsa a Cala por agredir–opción incorrecta– o expulsa a Diego Costa por simular agresión –opción correcta–. Pero lo que no puede hacer es verlo y no pitar nada. La misma táctica utilizó en muchos lances del juego donde debió mostrar tarjeta amarilla.

Lo del tema arbitral ya es cansino e indignante. Es digno de estudio, pues prácticamente se da en todas las jornadas. Cuando no es un arbitraje sibilino –distinto rasero pero sin errores graves–, es un robo en toda regla, como en el caso de ayer, o la pasada semana en el Villamarín, o la anterior en casa, ante el Athletic Club de Bilbao, aunque en esta ocasión ganamos el partido, a pesar de que Mateu Lahoz puso todo de su parte para que no fuera así.

Esta temporada no se ha hecho una buena planificación deportiva, pero pienso que, de haber tenido arbitrajes normales, no deberíamos haber tenido problemas para estar en puestos europeos. Solamente con estos dos últimos partidos, tendríamos cinco puntos más. Eso sin contar con los arbitrajes del Sevilla-Barcelona –Mateu Lahoz–, el Español-Sevilla –Muñiz Fernández–, y otros tantos que han sido determinantes.

Es normal y justo que paguemos nuestros propios errores, que han sido muchos, pero ya clama al cielo que tengamos que pagar también los errores ajenos. Mal futuro nos aguarda si tenemos que llevar una carga tan pesada.

Sevilla – Atlético de Madrid. A dar la sorpresa

El partido de mañana es muy complicado. No sólo porque el Atlético de Madrid tiene un gran equipo, con una delantera muy peligrosa, sino porque el Sevilla sufrirá los efectos secundarios del robo del Villamarín, ya que no podrán jugar ni Gary Medel ni Federico Fazio. Un gran contratiempo, pues Fazio ahora mismo, tras la marcha de Spahic, es nuestro mejor central, y Medel es un trabajador incansable en la zona ancha.

El Atlético tendrá a su disposición a toda la plantilla, excepto a Arda Turan y Thiago. Será importante controlar a Falcao y, sobre todo, a Diego Silva. El brasileño es un grandísimo jugador, pero igualmente antideportivo. Si jugara en el Sevilla, estaría más tiempo sancionado que sobre el césped. Pero juega en el Atlético y tiene, por tanto, licencia para provocar, escupir, insultar, agredir… Lo que quiera.

Tendremos que hacerlo muy bien mañana para puntuar. Será necesario defender a un gran nivel, y, la verdad, con Botía atrás eso parece algo realmente complicado. Por consiguiente, nuestro trabajo en el centro del campo y en la delantera deberá ser sobresaliente.

Si no ganamos, y teniendo en cuenta el rival al que nos enfrentamos, también podría considerarse positivo el empate, puesto que el Betis ha vuelto a pinchar, esta vez en el Bernabéu, y no ha sido capaz de imponerse al Real Madrid B –o Real Madrid C. No lo tengo muy claro–, el Rayo sólo ha conseguido un empate en Mallorca y el Levante ha perdido.

Parece increíble, pero aún tenemos opciones de ir a Europa, y tenemos que agarrarnos a ese clavo ardiendo hasta el final.

El árbitro será González González. Visto el trato que estamos recibiendo esta temporada, como siempre, no espero nada bueno de él. Ojalá me equivoque, pero creo que no será así.

El AEK de Atenas baja a segunda por primera vez en su historia

El AEK de Atenas, club con el que nuestro gran Vassilis Tsartas logró dos ligas y dos Copas de Grecia, ha bajado a la Segunda División tras haber sido sancionado por la Liga Griega tras los incidentes que tuvieron lugar durante el partido contra el Panathinaikos la pasada semana, el cuál era decisivo para la permanencia.

El árbitro dio como finalizado el partido antes de cumplirse el tiempo reglamentario cuando Panathinaikos se adelantó en el marcador y los aficionados del AEK invadieron el terreno de juego y arremetieron contra sus jugadores, a los que persiguieron hasta los vestuarios. La liga declaró el partido como perdido por el AEK por 0-3, recibiendo igualmente tres puntos de sanción para la presente temporada y dos para la próxima, más 4.000 euros de multa.

Dado que el AEK estaba a cinco puntos de la salvación, y únicamente quedaba un partido por disputarse, esta sanción ha provocado el descenso matemático de un histórico del fútbol heleno.

Olympiakos es la otra cara de la moneda, pues ya se ha proclamado campeón de liga, por cuadragésima vez en su historia.

Cristian Lobato, aparentemente, buen fichaje

Si finalmente se confirmara el fichaje de Cristian Lobato por el Sevilla –ni Barcelona ni Sevilla lo han oficializado aún–, todo parece indicar que podría tratarse de un jugador bastante interesante.

Tengo que reconocer que no he visto jugar al tal Lobato ni un solo minuto, por tanto, no puedo opinar sobre él, pero, por los datos que llegan desde Barcelona, da la impresión de que el Sevilla se ha hecho con los servicios de un buen jugador y con un desembolso mínimo: 300.000 €.

Lobato, de 24 años y 1’80 de estatura, es titular en el Barcelona B, dirigido por Eusebio Sacristán, y es un jugador polivalente, que puede actuar en todas las posiciones de la banda izquierda: lateral, interior y extremo. Lleva anotado seis goles y ha dado seis asistencias.

He mirado a ver cómo se ha tomado la afición del Barcelona la marcha de Lobato al Sevilla, y parece que no ha sentado nada bien. Por un lado, consideran a Lobato un jugador de bastante calidad y verían mejor su cesión –supongo que después de renovarle, porque acaba contrato en junio–, pero, por otro lado, creen que hay otro canterano –Alex Grimaldo– que tiene aún más calidad y futuro que Lobato. Curiosamente, otro aficionado piensa que el Barcelona lo acabará recomprando en el futuro, pagando bastante dinero. En general, están convencidos de que perder a Lobato es un mal negocio y más aún por sólo 300.000 euros.

Habrá que ver si finalmente llega Lobato a Nervión, pero está claro que el Sevilla arriesga poco con su fichaje, el cual, por cierto, se ajusta perfectamente  a la anunciada economía de guerra.

La importancia del punto conseguido ante el Betis

Es evidente que el empate a tres conseguido en las inmediaciones de Dos Hermanas no es un buen resultado, pero al menos conseguimos un punto, que es algo que temí perder por las circunstancias, todas adversas, que se dieron en ese partido. El Betis da por bueno ese resultado, porque lo consiguió en el tiempo de descuento y de forma inmerecida, pero en realidad han perdido una ocasión única para deshacerse de nosotros. No fueron capaces de llevarse los tres puntos, a pesar de jugar muchos minutos en superioridad numérica y de tener a unos amigos como árbitros. Y eso lo pueden pagar caro, porque además tienen perdido el goal-average con nosotros.

La importancia del punto conseguido se ve tras haberse disputado el resto de partidos de la jornada, ya que hemos recortado un punto a Getafe y Rayo, y mantenemos la distancia con el Betis, que aún tiene que jugar contra el Madrid y el Barcelona. Lo malo es que Madrid y Barcelona tienen puesta la mente en la Champions y, probablemente, reservarán jugadores en liga. Por tanto, es el momento ideal para enfrentarse a ellos.

Sin embargo, a nosotros también nos quedan rivales complicados, como nuestro rival del Domingo, el Atlético de Madrid –ya aviso que sufriremos otro mal arbitraje–, o la sorprendente Real Sociedad.

Habrá que esperar a ver cómo sale parado Medel de las decisiones de los diversos comités, porque es un jugador fundamental para nosotros, pero todo parece indicar que, al menos, estaremos en la lucha por Europa hasta el final, que es algo que, sinceramente, viendo las carencias de la plantilla y lo «bien» que nos tratan los árbitros, no me esperaba.

En todo caso, siempre será importante quedar clasificado lo mejor posible, por si al final UEFA decide dejar sin plaza a algunos de los equipos que finalmente se clasifiquen.

A final de temporada los árbitros te dan lo mismo que te quitan

Esta frase que tanto se escucha en los medios de comunicación, a mí me parece una verdadera estupidez. Al menos, en lo que se refiere al Sevilla no se da nunca.

Es evidente que esta temporada no se ha hecho una buena planificación deportiva, pero me parece igual de evidente que también estamos recibiendo un trato muy injusto por parte del estamento arbitral y de los organismos disciplinarios.

Esta temporada hemos tenido que soportar arbitrajes escandalosos, tan extraños que probablemente no volverán a repetirse en el mundo del fútbol. El de ayer, del madrileño Del Cerro Grande fue, simplemente, otro más que añadir a la lista.

Es curioso lo de Del Cerro Grande. Es un árbitro que, no sé muy bien por qué, está ganándose fama de buen árbitro, cuando a mí me recuerda en demasía a otros árbitros ilustres como Pérez Lasa o Iturralde, que son de la misma escuela que Muñiz Fernández o Mateu Lahoz. Es decir, el típico árbitro que es capaz de hacer un arbitraje lamentable, lleno de errores, y quedarse tan tranquilo, aparentemente sin ningún tipo de remordimiento de conciencia y sin ninguna intención de, ni siquiera, pedir perdón, como ocurre en otros países.

Pero más allá de arbitrajes especialmente llamativos, como el de Muñiz Fernández en Barcelona, contra el Español –expulsó a Reyes por sacar una falta–, los dos de Mateu Lahoz, contra el Barcelona y Athletic Club de Bilbao, y el de ayer de Del Cerro Grande –seguro que se me olvida alguno que otro–, lo que más me llama la atención es un detalle que se da en casi todos los partidos: la diferente vara de medir a la hora de señalar faltas o enseñar tarjetas. Esto es algo que se viene repitiendo continuamente. A nosotros ya nos pueden pegar codazos en la cara en cada salto, que el rival, o no ve tarjeta o, en todo caso, es amarilla. Si lo hacemos nosotros, es roja segura.

Y mejor que vayamos preparándonos para el arbitraje del Sevilla-Atlético de Madrid, porque seguro que será más de lo mismo.

Lo cierto es que, entre los arbitrajes escandalosos y los sibilinos, se nos han ido bastantes puntos. Y ya si pensamos en los que se han ido por errores absurdos de nuestros jugadores, entonces ya es para echarse a llorar.

Ahora bien, ¿es casualidad esta falta de respeto de los estamentos arbitrales y comités disciplinarios ante el Sevilla y su afición? Hace mucho tiempo que no creo que en las casualidades. Al menos, en el fútbol.

Medel y los árbitros equilibraron un partido que el Sevilla tenía ganado

Ya avisaba en la previa que no me gustaba el árbitro, y el partido que ha dirigido –nunca mejor dicho– hoy Del Cerro Grande no ha hecho más que convencerme aún más de que este árbitro está al nivel habitual de la Primera División; es decir, lamentable.

Pero no sólo él es el culpable de que sólo hayamos conseguido un punto. También fueron enormemente decisivos uno de sus linieres y Gary Medel, que volvió a demostrar, una vez más, que tiene mucha sangre y muy poco cerebro. Sin olvidar, por supuesto, que un enorme error suyo provocó que el Betis, que era un alma en pena arrastrándose por el césped, cobrara vida.

Lo del linier fue un no parar. Con el 0-0 e incluso el 0-1, señaló varios fueras de juego a nuestros jugadores totalmente inexistentes. En uno de ellos, Navas encaraba solo al portero. No se quedó contento el muchacho, porque se inventó un penalti inexistente a favor del Betis.

A partir de la expulsión de Medel, sinceramente, me temí lo peor. Jugando tantísimos minutos en inferioridad y habiendo disputado un intensísimo partido ante el Athletic Club en los días previos, el desgaste iba a ser enorme. Por eso estoy orgulloso de los jugadores, porque lo han dado todo. Una derrota habría sido muy injusta y demoledora. Por tanto, este punto habrá que valorarlo a final de temporada.

Es una pena que la exhibición de la primera parte haya tenido tan poco premio al final, pero en el fútbol muchas veces no basta ser mejor, sino que también hace falta saber competir, y hoy hemos tenido demasiados errores, muchos de ellos imperdonables.

Lo peor es que probablemente perderemos a Medel por varios partidos, por reincidente, y puede que a Negredo, que se echaba mano a los isquiotibiales.

Al final, salió a relucir el ya famoso Estilo Betis, de la mano de Pepe Mel, que dejó en evidencia su dedo corazón y a él mismo.

Poco premio para tanto trabajo. Por lo que se ve, nuestro sino esta temporada.

El Betis, claro favorito para el partido de mañana

Este titular es algo impactante, por provenir de un sevillista, pero si analizamos algunos datos objetivamente, creo que el Betis es favorito para el derbi, principalmente por dos razones:

La primera es porque nos saca seis puntos en la tabla. He de admitir que sólo he visto un partido del Betis esta temporada (y perdió 5-1), con lo cual no tengo ninguna base para opinar sobre nuestro rival de mañana. Pero sí es cierto que, si a estas alturas, afrontando ya el sprint final en liga, el Betis está clasificado en séptima posición, no es por casualidad, sino porque tendrá unos cuantos jugadores de calidad y, en general, una plantilla, como mínimo, decente.

Y la segunda razón, que es la más poderosa: el lamentable papel que el Sevilla está mostrando como visitante. De hecho, es difícil hacerlo peor. Es casi milagroso que con 10 derrotas como visitante, 4 empates y sólo una victoria, estemos aún aspirando a conseguir una plaza europea.

Ahora bien, y teniendo en cuenta estos números y nuestra mermada defensa, ¿es posible ganar el derbi? Por supuesto que sí. Faltaría más. Aunque para eso tendremos que mejorar bastante nuestro rendimiento fuera de casa y hacer un partido serio y efectivo en todas las líneas. Más o menos como se hizo en la primera vuelta.

Todos los partidos son impredecibles, y los derbis más aún. Cualquier detalle puede decidir un partido de fútbol, pero creo que nuestra principal baza estará en el centro del campo. Si finalmente se recupera Kondogbia, junto con la brega de Medel y la calidad de Rakitic y Navas podemos hacer bastante daño. Sin embargo, son ellos los que se imponen en el centro del campo, a priori, no tendremos muchas opciones, porque nuestra defensa –sobre todo si finalmente no puede jugar Fernando Navarro– no está para muchos trotes.

Otro detalle que puede decidir el partido –esperemos que no– es el árbitro. El colegiado será Del Cerro Grande, que personalmente no me gusta nada. Curiosamente, es un árbitro que se le da mal al Sevilla y bien al Betis. Al menos, sí tengo la certeza de que no lo podrá hacer peor que el nefasto Mateu Lahoz. A no ser que se esfuerce mucho, claro está.

El enfado de Negredo

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Se ganó el complicado partido de ayer, contra el Athletic de Bilbao, tal y como se preveía, con mucho esfuerzo y dificultad, pues sólo en la recta final se decidió el partido.

Si hubo un jugador destacado, para bien o para mal, fue Álvaro Negredo. El madrileño estuvo en su línea habitual: marca uno pero falla cinco, lo que, lógicamente, desespera al aficionado. Bueno, más bien, Negredo estuvo por encima de su línea habitual, pues hizo un doblete. Precisamente, al conseguir su segundo gol hizo un gesto que, simplemente, sobraba. Entiendo que Negredo esté molesto por la actitud de una grada que le recrimina –desde mi punto de vista, con razón– sus continuos fallos, no sólo en el remate, sino también en el pase. Porque vaya tela el pase de la muerte que intentó darle a Manu del Moral en el primer tiempo. Sencillamente, no lo pudo hacer peor.

Como digo, entiendo que Negredo se enfade, pero él tiene que asumir como algo normal el estar sujeto a la crítica, y, por tanto, sólo debería de preocuparse de luchar por el equipo y dar lo máximo siempre. Y, por supuesto, el intentar mejorar su efectividad de cara a gol. Porque Negredo lleva 17 goles en liga, que es una cifra considerable, pero, ¿cuántas ocasiones de gol ha desperdiciado en lo que llevamos de liga? Es difícil de calcular, pero yo creo que una media de dos goles por partido no se la quita nadie. Y me refiero sólo a las ocasiones claras de gol.

Es contradictorio que el máximo goleador nacional de nuestra liga sea tan criticado por su propia afición, pero pienso que la gente ya está un poco harta de su desesperante ineficacia de cara a gol. Aún tenemos en la retina sus dos estrepitosos fallos ante el Levante: el que tiró fuera, desde el área pequeña, con toda la portería para él, y el que tiró al cuerpo del portero, en el tiempo de descuento, también desde corta distancia. Ocasiones tan clamorosas que no se pueden fallar nunca.

A veces da la impresión de que Negredo busca más el lucimiento personal que el bien del equipo. Desgraciadamente, vemos con relativa frecuencia –ayer mismo— cómo intenta superar al portero con una vaselina, o recurrir al taconazo o regatear a un rival de manera innecesaria, cuando lo más fácil parece ser, como se suele decir, romper el balón.

En mi opinión, Negredo es un buen jugador, aunque considero que está sobrevalorado. No creo que valga 15 millones de euros, ni mucho menos. Y, por supuesto, pienso que si sólo vamos a jugar con un delantero, éste tiene que ofrecer mucho más de lo que ofrece Negredo habitualmente. Es decir, el único delantero debe presionar y desmarcarse más de lo que lo hace él. Precisamente, en ese sentido, no estuvo nada mal el partido que hizo ayer. Aunque le faltó efectividad –aunque pudo ser peor–, no se le puede reprochar nada en cuanto a la entrega. Sin embargo, en esta temporada le hemos visto en demasiadas ocasiones como un espectador más, sin aportar nada al conjunto. Y eso, sencillamente, no se lo puede permitir ningún equipo, y menos aún si se tiene a Europa como objetivo.

Hay quien piensa que echaremos mucho de menos a Negredo cuando no esté. Y yo estoy de acuerdo con esa afirmación, siempre y cuando su futuro sustituto lo haga peor. De no ser así, pocos se acordarán de él, y Negredo pasará a la historia sevillista como un buen jugador más, y no como lo que podría haber sido, a poco que tuviese un poquito más de implicación y efectividad: uno de los mejores, uno de los grandes, a la altura de Súker, Luis Fabiano o Kanouté.

Navas y Muniain igualan el partido de esta noche

Mal haríamos los sevillistas si despreciáramos al equipo que nos visita esta noche. Los vascos, al igual que nosotros, están haciendo una temporada decepcionante, pero tienen una serie de jugadores que ya los quisiera yo para mi equipo, como son: Llorente, De Marcos, Muniain, Aduriz o Ander Herrera.

La baja de Navas y la vuelta de Muniain a la titularidad hará que tengamos que emplearnos a fondo para llevarnos los tres puntos. Bielsa contará con Iker Muniain, a pesar de la extraña decisión del técnico argentino la pasada jornada, contra el Granada, cuando sustituyó a Muniain a los 20 minutos de haber entrado en el terreno de juego por Ibai.

La única duda de Bielsa es si jugará Aduriz, ya que tiene pequeñas molestias en los isquiotibiales. De no jugar Aduriz, lo haría Llorente. Así que más nos vale que se recupere Aduriz, porque Llorente ante una defensa cogida con alfileres como la nuestra, que no destaca por nada, pero ni mucho menos por su juego aéreo, podría hacer estragos.

El resto de la alineación del Athletic está totalmente decidida, y será la formada por Iraizoz en la portería, con Iraola, Gurpegui, Ekiza y Laporte en defensa; San José, Herrera y De Marcos en el centro del campo e Ibai Gómez y Muniain acompañando al delantero centro.

Espero que en el partido de esta noche prestemos especial atención a De Marcos, pues en partidos anteriores este jugador, jugando de lateral, nos ha sorprendido con sus continuas subidas al ataque –tiene una gran resistencia y movilidad– e incluso nos ha hecho algún que otro gol. Hoy se prevé que juegue en el centro del campo, con lo que previsiblemente tendrá más llegada.

Ojalá esta noche todo transcurra como la seda y nos llevemos los tres puntos, pero, a priori, el partido de esta noche me parece muy complicado. No sólo porque el Athletic tiene un puñado de buenos jugadores que se entregan al máximo, ni por la ausencia de Navas –nuestro mejor jugador y mejor baza ofensiva–, sino porque, además, al silbato estará el valenciano Mateu Lahoz, quien ya nos machacó sin piedad en el inolvidable –no he visto un peor arbitraje en mi vida– Sevilla-Barcelona . Si a Emery además le da por poner a Botía de central, como se rumorea puede ocurrir, entonces ya es que me echo a temblar.

Tampoco acompaña la hora del partido. Es criminal jugar a las 22 horas, un lunes, pero, sea como sea, los tres puntos puntos deben acabar en nuestro casillero. Todo lo que no sea una victoria acabaría con las escasísimas posibilidades de clasificación europea que, sorprendentemente, aún nos quedan.

Monchi da el primer paso

Siempre he sido de la opinión de que para salir de la mediocridad en la que, lamentablemente, nos encontramos actualmente, el primer paso debe ser, induscutiblemente, el reconocer los errores; los cuáles, por desgracia, se están dando más de la cuenta en los últimos años.

Hoy Monchi hace eso precisamente, el reconocer los errores, en la magnífica entrevista publicada en Diario de Sevilla. Ahora  viene lo más difícil, que es conseguir que esos errores no se repitan en el futuro.

En la entrevista Monchi habla largo y tendido sobre muchos asuntos, y, aunque coincido con él en la mayoría de ellos, hay algunos en los que no puedo estar de acuerdo, como, por ejemplo:

– Su defensa a ultranza de Victor Orta. Entiendo que defienda la labor de Orta a capa y espada, pero decir que su conocimiento del mercado es de 10 sobre 10 me parece una exageración. Y si así fuera, menos explicación tendrían sus errores, que, por otro lado, quizás sean menos de los que los aficionados nos creemos. Puede que yo tenga una impresión equivocada, pero creo que el acierto y el conocimiento de Antonio Fernández –que lo está haciendo bastante bien en el Málaga– excede al que tiene Orta. En cualquiera caso, tengo que admitir que esto es algo difícil de evaluar, y más desde fuera, que es mi caso.

– Su empecinamiento, al igual que el de Víctor Orta, en afirmar que la cesión de Luis Alberto al Barcelona B es un gran acierto. Yo por ahí no paso, porque pienso que Luis Alberto tiene calidad de sobra para jugar en este Sevilla, y tendría que ser nuestro equipo el beneficiado de sus goles y asistencias, y no el Barcelona B. Ahora bien, ya me callo si Míchel no contaba en absoluto con él. Porque, en ese caso, sí vería bien su cesión, pero siempre como un mal menor y necesario.

– Su creencia de que, tras la marcha de Spahic, teníamos una defensa de garantía con jugadores como Cala, Botía, Fazio y Fernando Navarro. Puede que, desde el punto de vista económico, la operación de Spahic fuera beneficiosa, pero desde el punto de vista deportivo, creo que es un error y grave, porque Spahic era nuestro mejor central –aunque no tenga nivel para jugar en el Sevilla–. Incluso tampoco tengo claro que fuera un acierto económicamente hablando, porque si no entrásemos en Europa perderíamos bastante más dinero de lo que nos costaría Spahic. Eso, sin hablar de la pérdida de prestigio que conllevaría estar otro año más fuera de Europa.

En mi opinión, el mayor error que ha cometido Monchi y su equipo es el no haber sido capaces de encontrar relevos de garantía a Javi Navarro, Luis Fabiano y Kanouté, pues ahí residía principalmente el poder del Sevilla de los títulos.

En cualquier caso, si Monchi sigue, yo me alegraré enormemente. Aunque se han cometido errores, creo que Monchi es un gran sevillista y un gran profesional, al que le avala su trayectoria y resultados. Es cierto que últimamente ha cometido más errores de los deseables, pero ¿acaso alguien está libre de equivocarse?