El Sevilla supo solventar el importantísimo partido de ayer, pero lo cierto es que el resultado puede resultar algo engañoso, puesto que el Celta hizo méritos para haber logrado algún gol más. De hecho, puedo haberse adelantado en el marcador, de no ser por la magnífica parada que le hizo Beto a Iago Aspas en el inicio del partido. Minutos más tardes, nuestro portero también tuvo que lucirse ante el mismo jugador.
Abel, quizás queriendo aprovechar nuestra debilidad defensiva, adelantó mucho la defensa y presionó hasta con tres jugadores arriba. Y la verdad es que nos hizo pasar un mal rato, sobre todo a raíz del absurdo gol que concedimos. Menos mal que el largero, ya al borde del descanso, repelió el trallazo de Orellana. Y, sobre todo, menos mal que a Negredo le dio por dejarse de filigranas –las hizo en el centro del campo y perdió un balón que nos pudo costar caro– y colar casi todo lo que le llegó.
Magnífico partido, como suele ser habitual, de Jesús Navas. Sin embargo, no fue el día de Kondogbia ni de Rakitic. Otro jugador que jugó a un gran nivel fue Alberto Moreno. Me da la impresión de que ya no va a soltar la plaza de titular.
Eché en falta más minutos para Babá, al que no le llegó ningún balón en condiciones en los diez minutos que jugó. Igualmente, ya que el partido estaba más que sentenciado, pienso que Hervás debería haber tenido una oportunidad. En mi opinión, convendría ir dando minutos a estos jugadores que tienen plaza fija en el banquillo, sobre todo en partidos como el de ayer, con todo el pescado vendido desde el minuto 68.
En resumen, creo que ayer estuvimos bastante acertados de cara a puerta y bastante flojitos en defensa. Por tanto, hay que mejorar bastante, sobre todo en la retaguardia, porque no siempre vamos a tener a un conjunto que dé tantas facilidades como el Celta. En este sentido, el próximo partido, que será ante el Mallorca de Gregorio Manzano, puede ser una prueba de nivel para nuestra defensa, ya que tendremos enfrente a Giovani Dos Santos, que es un extraordinario jugador, con mucho desborde y que no suele perdonar el más mínimo error.
Ir a Europa, con esta defensa que tenemos, casi se me antoja como un imposible, pero, al menos, hay que intentarlo.