Archivo diario: 22/02/2013

Milán e Inter enseñaron el camino

No vi el Milán-Barcelona de Champions, pero, por lo poco que he leído, parece que el Milán hizo un catenaccio perfecto y dejó listo al Barcelona tras dos zarpazos.

Sin embargo, sí recuerdo perfectamente cuando el Inter eliminó al Barcelona en la semifinal de la Champions en 2010. El Inter, entonces entrenado por Mourinho, hizo una formación táctica en forma de pirámide, con las líneas muy juntas y acumulando muchos hombres en el centro del campo, de manera que a los centrocampistas del Barcelona les era imposible entrar combinando por esa zona y siempre tenían que desviar el juego a banda. Eso sí, los centrales –Samuel y Lucio– se hartaron de despejar balones, porque el bombardeo fue contínuo. Aún así, perdieron por 1-0, pero como en la ida ganaron 3-1 lograron pasar la eliminatoria.

Parece que ésa es la única forma de vencer a un Barcelona que, además de ser un grandísimo equipo, saldrá con la intención de recuperarse del palo de Champions a base de goles. Es decir, dejarse el cuerpo y el alma en defender, aguantar el chaparrón e intentar sorprender en un contragolpe o a balón parado.

Pero no es tan fácil. Para hacer un buen catenaccio no sólo vale con acumular hombres, sino que hay que tener muchísimo orden, compenetración y, sobre todo, una buena defensa. Y ése quizás sea el punto más frágil del Sevilla 2012-2013. Milán e Inter contaron con centrales de primera como Samuel, Lucio, Mexes o el ex del Villarreal Zapata. Huelga decir que hay una gran diferencia con los centrales que tenemos en nuestra plantilla.

Recientemente, Zapata hizo unas declaraciones sobre la importancia de anular a Messi: «Siempre teníamos que estar cerca de Messi y había que referenciarlo por donde se moviera, para no perder pisada en el juego del argentino. Sin embargo, todos estábamos pendientes del Barcelona porque cualquier jugador puede marcar diferencia».

Y no es para menos, porque Messi, al fin y al cabo, es la diferencia entre un buen equipo y un extraordinario equipo.

Para ser sincero, estoy deseando que llegue el domingo, para pasar el mal trago de visitar el Nou Camp y pensar sólo en el Atlético.

Evidentemente, no soy nada optimista, y mucho me temo que nos caerá una buena goleada. Esta temporada nos está costando un mundo mantener la puerta a cero, y, por supuesto, el Barcelona no es el rival más adecuado para conseguirlo. Ni tampoco es el mejor momento, con la mente puesta en el día 27 y con el Barcelona encabronado por su mal papel en Champions.

Sorprender al Barcelona el sábado no es que sea difícil, es que se podría considerar incluso un milagro. Y milagros hay muy pocos en el fútbol.