Archivo mensual: febrero 2013

Más nos vale que Emery cumpla su palabra

Lo que más me preocupó del partido de ayer no fue el hecho de que quedáramos eliminados y el sueño de la final se esfumara. Tampoco que se fuera al traste la clasificación directa para la Europa League, aunque considero esto como un varapalo muy importante.

Lo que más me preocupó del partido de ayer fue la tremenda fragilidad defensiva que mostró el equipo, impropia de un equipo de Primera División. Incluso me atrevería a decir que hay muy poquitos equipos que tengan una defensa peor que la nuestra. Y lo peor es que tras la marcha de Spahic, ahora la defensa se queda apuntalada de mala manera.

No es que Spahic sea un fuera de serie, pero sí creo que estoy en lo cierto cuando digo que era nuestro mejor defensa. O el menos malo, como se prefiera decir. También era el más veterano, el más perro viejo. Ahora sólo nos quedan Fazio, Botía –que cada día que pasa me gusta menos–, Cala y Maduro, aunque este último se supone que sólo actuaría de central en caso de emergencia.

El Atlético de Madrid nos ha eliminado, simplemente, porque tiene bastante mejor plantilla que nosotros. Ellos tienen un equipo compensado, con jugadores de calidad en todas las líneas. Y nosotros dejamos mucho que desear en defensa y en ataque, donde estamos a merced de la puntería de Negredo.

El problema de flaquear en defensa es que ganar cualquier partido se convierte en casi una quimera, ya que recibir un gol en contra te obliga a marcar dos para llevarte los tres puntos. Eso es de Perogrullo. Y tal y como estamos nosotros arriba, meter dos o más goles es casi una hazaña. En los últimos partidos lo estamos consiguiendo por el aporte de la segunda línea, como en el caso de ayer, pero quien debería liderar esa responsabilidad es la delantera, que está desaparecida.

Para ser sinceros, yo pensaba que era más probable que llegáramos a clasificarnos para la Europa League a través de la liga que eliminando al Atlético. Veía demasiados obstáculos en el partido de ayer: resultado negativo en la ida, árbitro y un rival bastante superior a nosotros. Y, sin embargo, sólo veía un factor que me ilusionara: el empuje de la afición.

El problema es que ahora, tras ver el nivelito de nuestra defensa ayer y lo poco que hay como alternativa, empiezo a pensar que quizás llegar a la Europa League sea un imposible.

Así que más nos vale que Emery cumpla su palabra y encuentre una solución a esta defensa nuestra que hace aguas por todos lados. Si no, mucho me temo que tendremos que volver a mirar de reojo a los puestos de abajo.

Spahic se va

A cuadritos me he quedado con la noticia. De verdad que no entiendo esta salida, y mucho menos la noticia que se publica en la web oficial, donde se dice, literalmente, que su salida «ha obtenido lógicamente luz verde por parte del equipo técnico».

Pues yo no le veo la lógica por ningún sitio, porque Spahic era titular y, en mi opinión, era nuestro mejor defensa. No digo que fuera un gran jugador, pero sí que era nuestro mejor defensa.

Si ya teníamos problemas en la retaguardia, ahora sí que lo vamos a tener crudo. Nos quedamos con Botía, Fazio, Cala y, para una emergencia, Maduro.

Desde luego, muy mal tiene que estar económicamente el club para que se hagan estos disparates. Y ahí es donde sí veo la lógica, puesto que, entre ahorro de ficha y las cantidades por la cesión, el club se embolsaría casi dos millones y medios, y si finalmente se ejecuta la opción de compra, se ingresaría un millón y medio adicional.

Más vale que no se resfríe ningún central, ni Rakitic, ni Navas, ni Negredo… Mucho estamos arriesgando. Demasiado, diría yo.

Con confianza, pero consciente de la gran dificultad

Así afronto yo el partido de mañana. Sé que el equipo está perfectamente capacitado para ganar al Atlético de Madrid y a cualquier equipo, siempre y cuando, lógicamente, se juegue como el Sevilla ha demostrado que puede jugar.

Ahora bien, también soy consciente de que llegar a la final será complicadísimo, ya que incluso una victoria puede ser insuficiente. De hecho la única victoria mínima que nos sirve es el 1-0. Teniendo en cuenta que, en general, en defensa dejamos mucho que desear, más nos vale que pensemos en hacer tres goles, para evitar problemas y las taquicardias de la tanda de penaltis.  Es lo que tiene el afrontar la vuelta con un mal resultado en la ida. Porque a mí que me dejen de cuentos. Me he hartado de oír que el 2-1 es un buen resultado, y no es así. Tengo que reconocer que es un resultado asequible de revertir, pero de ahí a decir que es un buen resultado, va un largo trecho. Por tanto, tampoco me creo que la eliminatoria esté al 50%, simplemente porque ahora smismo el Atlético nos lleva una ventaja considerable.

El Atlético de Madrid está demostrando ser un gran equipo, con jugadores muy buenos, como Diego Costa, Turan, Adrián o Falcao, que pueden decidir la eliminatoria al menor despiste de nuestra zaga. Ahí puede estar una de las claves del partido. El Sevilla no está destacando esta temporada por su contundencia defensiva, como ya pudimos ver hace unos días en el Nou Camp, y para pasar la eliminatoria tendremos que rayar la perfección atrás. No obstante, me da la impresión de que el Atlético no llega en su mejor momento, ya que ha flaqueado tanto en la Europa League como en la liga.

También tendremos que tener un mínimo de efectividad. A ver si Negredo mejora su rendimiento, porque en los últimos partidos está aportando bien poco.

Se prevé un partido muy tenso, dada la rivalidad que hay entre los dos equipos en los últimos años y por lo mucho que hay en juego. Más nos valdrá que se contengan Alberto Botía y Medel con las tarjetas, pues estos dos jugadores tienen cierta facilidad para ser tarjeteados. Medel me preocupa especialmente. No quiero ni pensar que caiga en las provocaciones de Diego Costa. El brasileño es muy buen jugador, pero si jugara en otro equipo probablemente estaría más tiempo expulsado que jugando.

Del árbitro no espero nada. Desgraciadamente, por experiencia, no espero un arbitraje justo, y menos siendo el árbitro Fernando Teixeira Vitienes. Si no me equivoco, será otro handicap a superar.

Será muy difícil llegar a la final, pero no imposible, y menos aún con el estadio rozando el lleno. Las espadas están en todo lo alto.

Se ha parado el tiempo

Esa es la sensación que tengo. Y si no se ha parado el tiempo, es que está corriendo muy despacio. Se me van a hacer eternos estos dos días que faltan para la semifinal. Como decía la canción, voy contando los minutos, voy contando los segundos…

Estoy deseando reencontrarme con ese ambiente que hace mucho que echo de menos en el Ramón Sánchez Pizjuán, ese ambiente que te hace presentir que el rival no tiene nada que hacer, que acabará mordiendo el polvo sin remisión.

Atrás ha quedado ese Barcelona-Sevilla que sólo ha servido para avisarnos de que tenemos que mejorar mucho atrás si queremos alcanzar el objetivo de volver a Europa. No pude ver el partido, pero sí los goles, y me preocupó sobremanera los errores cometidos en ellos:

En el primero, se deja centrar tranquilamente a Alves –nada más y nada menos que a Alves– y los centrales son incapaces de evitar el remate a placer de Villa, prácticamente en el área pequeña.

Pero si graves fueron los errores en el primero, en el segundo ya fueron increíbles. Todos los defensas van a cerrar un posible pase al área pequeña, dejando a Messi –nada más y nada menos que a Messi– solo en el punto de penalty para que remate a placer. Es decir, se deja completamente solo al jugador que, precisamente, debe ser el que tiene que estar más marcado.

Para superar al Atlético el miércoles deberemos hacer muchas cosas bien, y una de ellas será marcar a Falcao, que es la pieza más importante de ese buen equipo que es el Atlético de Madrid. Y, por supuesto, deberemos tener más efectividad que en Barcelona, donde Negredo volvió a dejar claro que quizás no sea mal negocio venderlo en verano.

Ya queda menos para un partido inolvidable, para bien o para mal –esperemos que lo primero–, que puede devolvernos a Europa (prestigio y dinero) y que puede alejarnos de los horarios criminales que tanto mal nos están haciendo. Mientras, yo sigo contando los minutos, contando los segundos… que se me están haciendo eternos.

Milán e Inter enseñaron el camino

No vi el Milán-Barcelona de Champions, pero, por lo poco que he leído, parece que el Milán hizo un catenaccio perfecto y dejó listo al Barcelona tras dos zarpazos.

Sin embargo, sí recuerdo perfectamente cuando el Inter eliminó al Barcelona en la semifinal de la Champions en 2010. El Inter, entonces entrenado por Mourinho, hizo una formación táctica en forma de pirámide, con las líneas muy juntas y acumulando muchos hombres en el centro del campo, de manera que a los centrocampistas del Barcelona les era imposible entrar combinando por esa zona y siempre tenían que desviar el juego a banda. Eso sí, los centrales –Samuel y Lucio– se hartaron de despejar balones, porque el bombardeo fue contínuo. Aún así, perdieron por 1-0, pero como en la ida ganaron 3-1 lograron pasar la eliminatoria.

Parece que ésa es la única forma de vencer a un Barcelona que, además de ser un grandísimo equipo, saldrá con la intención de recuperarse del palo de Champions a base de goles. Es decir, dejarse el cuerpo y el alma en defender, aguantar el chaparrón e intentar sorprender en un contragolpe o a balón parado.

Pero no es tan fácil. Para hacer un buen catenaccio no sólo vale con acumular hombres, sino que hay que tener muchísimo orden, compenetración y, sobre todo, una buena defensa. Y ése quizás sea el punto más frágil del Sevilla 2012-2013. Milán e Inter contaron con centrales de primera como Samuel, Lucio, Mexes o el ex del Villarreal Zapata. Huelga decir que hay una gran diferencia con los centrales que tenemos en nuestra plantilla.

Recientemente, Zapata hizo unas declaraciones sobre la importancia de anular a Messi: «Siempre teníamos que estar cerca de Messi y había que referenciarlo por donde se moviera, para no perder pisada en el juego del argentino. Sin embargo, todos estábamos pendientes del Barcelona porque cualquier jugador puede marcar diferencia».

Y no es para menos, porque Messi, al fin y al cabo, es la diferencia entre un buen equipo y un extraordinario equipo.

Para ser sincero, estoy deseando que llegue el domingo, para pasar el mal trago de visitar el Nou Camp y pensar sólo en el Atlético.

Evidentemente, no soy nada optimista, y mucho me temo que nos caerá una buena goleada. Esta temporada nos está costando un mundo mantener la puerta a cero, y, por supuesto, el Barcelona no es el rival más adecuado para conseguirlo. Ni tampoco es el mejor momento, con la mente puesta en el día 27 y con el Barcelona encabronado por su mal papel en Champions.

Sorprender al Barcelona el sábado no es que sea difícil, es que se podría considerar incluso un milagro. Y milagros hay muy pocos en el fútbol.

El dilema de Emery

La gran mayoría de los sevillistas tenemos claro lo que haríamos si tuviéramos que decidir la alineación del Sevilla en el Nou Camp. Pero mucho me temo que Emery no lo tendrá tan claro, ya que aunque el partido de Copa es mucho más importante, se enfrenta a la crítica que a buen seguro recibirá si no sale con todo en Barcelona.

El partido del día 27 es uno de los más importantes de los últimos años, ya que de pasar la eliminatoria, tendríamos asegurada dos finales –Copa y Supercopa de España– y la clasificación directa para la Europa League. Mucho dinero y prestigio en juego, como para arriesgarse a sacar a los titulares a un estadio donde, si se hacen medianamente bien las cosas, la derrota está casi asegurada. Y si se hacen mal, la goleada está garantizada, pues el Barcelona es muy superior al resto de equipos de la liga. Para ganar allí hay que rozar la perfección, y aunque hemos mejorado bastante con la llegada de Emery, sinceramente, pienso que no tenemos nivel para puntuar allí, salvo que haya un milagro de esos que no abundan en el fútbol.

Yo creo que lo mejor sería que Emery se dedicara a pensar en el Atlético de Madrid, y si quiere maquillar la alineación, lo tendrá más fácil que de costumbre, porque puede poner de titulares a Beto –lo normal es que el portero no se lesione–, Fernando Navarro y Spahic –sancionados para la Copa– y aprovecharse de que Cicinho y Kondogbia están renqueantes para dejarlos en el banquillo.

Además, el Atlético de Madrid ya ha arrojado la toalla en la Europa League, pues Simeone lleva convocado a medio filial para jugar en Rusia, después de que su absurdo error dejara prácticamente sentenciada la eliminatoria.

Quizás también podría el Barcelona reservar a algún jugador, puesto que también tiene una importante semifinal a la vista contra el Real Madrid.

Así que Atlético, Atlético y Atlético. Aunque suene triste, me conformo con salir del Camp Nou con una derrota digna –como digo, ahora mismo las distancias entre Barcelona y Sevilla son insalvables– y en tener a la plantilla en forma para afrontar el complicadísimo partido del día 27. Porque ese día será necesario realizar un gran esfuerzo y jugar a un altísimo nivel si queremos eliminar al Atlético de Madrid.

Sevilla FC 3 – Deportivo 1. Decidió la segunda línea

Y menos mal que decidió la segunda línea, porque el partidito de Negredo fue, una vez más –y ya van muchas– verdaderamente lamentable, de principio a fin. No se puede aportar menos al equipo. Afortunadamente, el encuentro se decidió por el gran partido que hicieron jugadores como Navas, Medel, Rakitic o Kondogbia.

De seguir Negredo así, nos va a costar sangre, sudor y lágrimas endosar a nuestro mejor delantero en verano a algún equipo. Es una pena, porque no estamos para que nuestro delantero falle goles partido tras partido, porque eso se traduce en puntos, y necesitamos conseguir aún bastantes de ellos para lograr el objetivo de llegar a la zona europea.

Emery probó a Alberto Moreno, probablemente con vistas al partido del día 27. Me pareció que el chaval hizo un partido muy completo, con asistencia de gol incluida.

Beto volvió a destacar, en esta ocasión con dos paradones impresionantes, que evitaron que miráramos el cronómetro más de la cuenta. La defensa no me gustó mucho, sobre todo en la segunda parte. Fazio falló estrepitosamente en el gol deportivista, estando toda la defensa muy pasiva.

Mención aparte merece el árbitro, José Antonio Teixeira Vitienes. Es tan malo que me hace pensar que no se ha leído ni el Reglamento. Una calamidad.

Tres puntos muy importantes que nos hacen tener esperanzas en poder enmendar nuestro papel en liga.

Sevilla-Deportivo. Partido aparentemente fácil y, por tanto, peligroso

No me gusta un pelo el partido de esta noche. Es el tipo de partido donde el Sevilla suele pinchar. Y eso es algo que no podemos permitirnos a estas alturas, máxime cuando tendremos que visitar al mejor equipo de Europa, y posiblemente del mundo, la siguiente jornada. No obstante, soy optimista por varios motivos:

– Vuelven los Biris. Por fin podremos disfrutar de un ambiente normal en nuestro estadio. Eso lo debe notar nuestros jugadores y, sobre todo, el rival.

– El Deportivo es el farolillo rojo, y lo es con todo merecimiento. Además, tiene cuatro bajas en defensa, pues no jugaran Aythami, Laure –lesionados–, Marchena y Manuel Pablo –sancionados–.

— Prácticamente contaremos con nuestro equipo de gala, a excepción de Cicinho, que sigue lesionado.

Y ahora los aspectos que no me gustan del partido:

— Estrenan entrenador, con lo cual nos enfrentaremos a un nuevo Deportivo. No se sabe si será mejor o peor, pero será diferente. Normalmente, cuando hay un nuevo entrenador, todos los jugadores dan más de sí, y afrontan con diferente ánimo una nueva etapa. Eso hace al Deportivo más peligroso.

— Aunque no tienen una gran plantilla, el Deportivo, como todos los equipos de Primera, cuenta con algunos jugadores que pueden complicar el partido, como Valerón, Pizzi –buen golpeo a balón parado–, Riki, Camuñas y Bruno Gama. Si juega Juan Domínguez, habrá que tener cuidado también con los tiros desde fuera del área.

– Y por último, el árbitro. El de negro será un Teixeira Vitienes, en este caso Jose Antonio. Y eso es sinónimo de polémica y mal arbitraje.

Por tanto, máximo respeto al Deportivo. Confianzas cero, porque los tres puntos son muy necesarios para el Sevilla, pero más aún lo son para el Deportivo.

Acuerdo fundamental para volver a ser lo que fuimos

Por fin, parece ser que se ha puesto fin a la guerra Del Nido-Biris, o viceversa, que tenía dividido al sevillismo.

Esta guerra sin sentido nos ha costado muchos puntos y, en mi opinión, es una gran noticia que haya llegado a su fin. A partir de ahora, Nervión volverá a convertirse en nuestra fortaleza y debe de dejar de ser una perita en dulce para equipos de la zona media-baja de la tabla, y, por supuesto, para el resto de equipos que están ocupando los puestos de privilegio. Los rivales y los árbitros deberán sentir la presión en el cogote, y nuestros jugadores ese plus que da el aliento de la grada cuando las fuerzas escasean.

Para ser sinceros, esta guerra se había enconado de tal manera, que yo no veía solución alguna. Y la solución, sin duda, habrá llegado porque habrán cedido las dos partes, que es como se suelen alcanzar los acuerdos. Y además se ha hecho en un momento clave de la temporada, donde, si hacemos bien las cosas, aún estamos a tiempo de arreglar el desaguisado y meter la cabeza en los puestos europeos, bien sea por la vía lenta de la liga o por la vía rápida de la Copa, si logramos eliminar al Atlético de Madrid en la semifinal del día 27.

Estamos de enhorabuena los sevillistas. Volvemos a tener el Ramón Sánchez Pizjuán que todos conocemos, volvemos a tener un arma contundente que temen los rivales y que debe jugar un importante papel para lograr cualquier objetivo que nos propongamos.

Esperemos que no haya nadie que saque los pies del tiesto y se tengan que poner a instaurar unas medidas que no benefician a nadie.

El aparente error Stevanovic-Rabello

Entre el sevillismo hay una sensación general de que el Sevilla ha cometido un grave error al traer a Stevanovic, que ocupó la última plaza de extranjero disponible, haciendo imposible el que pueda jugar Bryan Rabello con el primer equipo hasta que quede liberada una plaza.

A priori, yo también tengo esa sensación. Es más, pienso que el primer error fue mandar a Rabello al filial, porque era el fichaje que más me agradó en pretemporada y creía que podría tener un puesto en el primer equipo, a pesar de su edad. De hecho, en los pocos minutos que ha jugado con el primer equipo lo ha hecho bastante bien.

Sin embargo, en mi opinión, aún es pronto para saber si el club se ha equivocado o no al traer a  Stevanovic. Mi visión sobre este asunto es muy simple: si el bosnio resulta ser un buen jugador, el Sevilla habrá acertado, y si no fuera así, se habría equivocado.

Parece ser que el club realizó el fichaje de Stevanovic siendo conscientes del problema que habría con Rabello, y aun así, decidió apostar por el ex de la Vojvodina, al considerar su incorporación como una oportunidad de mercado, habiendo, supuestamente, otros clubes interesados en su contratación. Además, el Sevilla confía en que esta situación se desbloquee en breve, ya que está tramitando la ficha como comunitario de Stevanovic, aunque bien es cierto que para eso ya habrá que confiar en la celeridad y el buen hacer de los organismos competentes. En palabras de Emery, este asunto puede solucionarse «en una o dos semanas o en dos o tres meses».

Así pues, sólo el tiempo dirá si el Sevilla acertó o no. Porque digo yo que a Stevanovic habrá que verlo. A ver si ahora va a pasar con este jugador lo mismo que ha ocurrido con Babá, al que muchos han crucificado sin apenas verlo jugar. Para valorar a un jugador, a mí no me valen 10 ó 15 minutos sueltos, saltando al terreno de juego con todo en contra y jugando una vez al mes o cada dos meses. A los jugadores hay que valorarlos, para ser justos, tras haber tenido una cierta continuidad y algo de confianza por parte del entrenador, porque sino, lo normal es que pueda con ellos la ansiedad de querer demostrar su valía en los escasos minutos de que puedan disponer. Hasta ahora, ni Míchel ni Emery han contando con el senegalés, demostrando muy poca confianza en él, a pesar de ser el único delantero centro nato, aparte de Negredo, y a pesar del hecho de que Babá ha marcado goles con cierta facilidad en Portugal, donde tiene un buen cartel.

Mi hermano me dice que yo debo ser la única persona que está a favor de Babá. Y yo le respondo que no estoy ni a favor ni en contra, sino que, simplemente, tengo que verlo. Esto me lo dijo en el partido contra el Rayo, donde no pude evitar preguntarme: ¿habría fallado Babá las cuatro ocasiones clarísimas de gol que desperdició Negredo en ese partido? Es imposible saberlo, por varios motivos, siendo el principal que Babá no juega nunca. Y ahora lo hará aún menos, pues Emery se ha decantado definitivamente por Manu Del Moral, quien por cierto, marcó un buen gol –su primer gol– en el Bernabéu.

Y me da la impresión de que Stevanovic va por el mismo camino que Babá. Eché en falta su alineación ante el Madrid, pues Rakitic era baja y pensé que Emery podría valerse de su supuesta polivalencia. Yo no entendería que tampoco tuviera su oportunidad en el Nou Camp, partido que, desgraciadamente, tampoco es de nuestra liga y que precede al importantísimo Sevilla-Atlético de Madrid de Copa, donde probablemente nos jugaremos el éxito o el fracaso de toda la temporada.

Stevanovic, Babá, Rabello… Dejemos pasar el tiempo, que como siempre, él se encargará de dar y quitar razones.

R. Madrid 4 – Sevilla FC 1. Ni siquiera Emery creyó en la victoria

Volvió Emery a repetir el planteamiento que hizo ante el Atlético de Madrid, dando un puesto de titular a un Maduro que no aportó nada y que además se buscó dos tarjetas amarillas tan absurdas como innecesarias que le llevaron al vestuario antes de tiempo.

No me gusta nada que Emery tenga un once tipo en la cabeza, con un sistema definido, y decida cambiarlo cuando va a visitar a un rival teóricamente superior, sacando una alineación más defensiva. En esta ocasión no nos ha servido para nada, y contra el Atlético, más o menos sirvió porque al segundo equipo de Madrid le dio por fallarlo todo en la primera mitad, donde pudo dejar setenciada la eliminatoria si hubiera tenido un poco de acierto.

Si al Bernabue no se sale totalmente convencido de que se puede ganar, lo más normal es que te lleves una goleada. Y eso es lo que pasó ayer. Dimos muchísimas facilidades en defensa y perdonamos claras ocasiones de gol. Para colmo, el Madrid tuvo una alta efectividad. Permitimos al Madrid contragolpear con total impunidad y mostramos muy poquita agresividad. En ese plan es casi un milagro traerse algo positivo.

Nuestro único gol fue marcado por Manu Del Moral en una buena jugada individual. A ver si sirve para que venga algún equipo y ponga algunos millones de euros encima de la mesa de Del Nido.

Estos puntos que se nos fueron contra el Madrid están previstos desde antes de empezar la liga. Menos mal que el próximo rival será el farolillo rojo: un Deportivo que ha perdido 0-3 contra el Granada y que hace mucho ha tocado fondo.

La recuperación de Perotti

Las declaraciones de Perotti, afirmando que quería quedarse cedido en Racing de Avellaneda, sonaron, en mi opinión, a un claro grito de auxilio. Ese grito ha sido desoído, pues al final Racing no ha apostado por él de verdad y Perotti tendrá que volver a Sevilla.

Ahora el Sevilla tendrá que afrontar el reto de recuperar a un jugador importante, tanto física como anímicamente.

Entiendo perfectamente al jugador. Me pongo en su piel y tiene que ser verdaderamente desesperante el estar continuamente lesionado. Cuando reaparece, cae de nuevo a los pocos partidos. Y eso para un jugador joven y ambicioso, con mentalidad ganadora, tiene que ser un tormento.

Parecía que se iba a ver la luz al final del túnel cuando se operó de la espalda en Estados Unidos, pero fue un espejismo. Si yo estuviera en su lugar, ya hace tiempo que habría perdido la confianza en los servicios médicos del club. Esas lesiones musculares que se repiten continuamente tendrán un motivo: inadecuada preparación física, movimientos defectuosos, mala alimentación, sobreesfuerzo… el que sea. Pueden influir múltiples factores, con lo que encontrar la causa no parece tarea fácil. Y está claro que después de tanto tiempo, nuestro cuerpo médico parece incapaz de encontrar una solución. Se ha intentado ya de todo, recurriéndose a la opinión de los mejores profesionales, pero no hay manera.

Así pues, no me extraña que Perotti quisiera quedarse en su país, en otro club. Sería una forma de volver a empezar, de hacer un reseteo mental. Porque parece que entre las causas de lesiones musculares también se incluyen el estado anímico del jugador, y Perotti ahora mismo tiene que tenerlo por los suelos.

Los sicólogos del club tienen mucho trabajo por delante. Tienen un papel fundamental en la recuperación de uno de los jugadores que, en principio, están llamados a ser de los más importantes de la plantilla. Pero para eso necesita una cierta continuidad y un pelín de suerte. Necesita olvidarse de tantos médicos y fisios, y sentirse futbolista. Aquel futbolista que desbordaba una y otra vez por su banda, no hace tanto tiempo.

Qué buen regalo sería para Emery y qué alegría para el Sevillismo volver a ver al mejor Perotti. Pero, sobre todo, qué gran alegría para él mismo.

El grave error de poner a Rabello en el escaparate

Me da la impresión de que el Sevilla ha cometido un grave error al dejar ir a Rabello al Mundial Sub 20. Al menos, dejarle ir con esa cláusula de rescisión, que, según algunos medios, asciende a 8 millones de euros. Igualmente, se publicó que equipos como el Manchester City y la Roma, ante la exhibición del chileno, estarían estudiando pagar la citada cláusula.

Rabello está haciendo un gran mundial, siendo uno de los jugadores más destacados. Ha clasificado a su país con un golazo de falta lejano que está dando la vuelta al mundo. Hoy es el diario francés L’ Equipe el que le dedica unas líneas y el vídeo del gol.

El artículo se titula La mina de Rabello, entre otros , y las breves líneas dedicadas a Rabello dicen así:

«Ha sido en el último partido de la fase final de la Copa América sub-20 cuando el joven chileno, de 18 años, centrocampista del Sevilla FC, Brian Rabello, ha transformado, frente a Perú, un  golpe franco lejano, permitiendo a Chile validar su billete para el próximo mundial de la categoría.»

El mundial Sub-20 está repleto de ojeadores de equipos de todo el mundo, y me parece un riesgo innecesario exponer a Rabello con esa cláusula, que es insignificante para muchos equipos. Y más aún cuando el Sevilla Atlético le está echando tantísimo de menos.

En mi opinión, incluso Rabello podría venirle bien al primer equipo, por ejemplo, para el próximo partido, donde será baja Rakitic. Míchel no contó con él, salvo en pretemporada, pero no sabemos qué actitud tendrá Emery con él. Igual, sus 18 años pesan mucho.

Primero se pone en bandeja al FC Barcelona a Luis Alberto y ahora casi se hace lo mismo con Rabello. Si los datos publicados en prensa son ciertos, creo que, desde nuestro club, no se están haciendo bien las cosas con nuestras jóvenes promesas. Disfrutémoslos nosotros y luego, si se tienen que vender, pues que se haga, pero dejando una buena cantidad de millones en nuestras arcas.

La diferencia entre una carga ilegal y una agresión

Curioso el vídeo que está en Internet. Es un partido en Bélgica y se puede ver cómo el jugador Daniel Opare hace una carga ilegal sobre Jovanovic. El árbitro no pita nada y éste se toma la justicia por su mano, agrediendo al ganés por la espalda. El árbitro, lógicamente, lo expulsó.

Creo que la carga de Opare es ilegal, porque sólo están permitidas las cargas hombro con hombro. Esto es así, precisamente, para evitar casos como éste, donde Jovanovic sale despedido. En mi opinión, Opare contacta hombro con hombro, pero después suelta el brazo, empujándole.

Esta jugada tiene que sentar muy mal, pero de ahí a agredir al otro jugador por la espalda… Jovanovic es un extraordinario jugador, pero se entiende que perdió los nervios.

Sevilla FC 2 – Rayo Vallecano 1. Jugamos con fuego pero no nos quemamos

Tres puntos importantísimos los que conseguimos ayer ante el mejor Rayo que yo recuerdo en mucho tiempo.

Fue una victoria muy trabajada, principalmente, porque en la primera mitad nos dedicamos a fallar ocasiones clarísimas de gol, por medio de un Negredo que se mostró negado de cara a portería. Cuando nuestro mejor delantero se pone en ese plan, buscando lo bonito en lugar de lo efectivo, dan ganas de traspasarlo al primero que venga. Pero ahora mismo, por lo que se ve, es nuestro mejor y casi único delantero, porque Babá cuenta para Emery un poquito más que yo. Sólo un poquito.

En el centro del campo perdimos algunos balones que nos pudieron costar muy caro. Si queremos mantenernos arriba, no podemos dar tantas facilidades como ayer. Afortunadamente, ayer el Rayo también perdonó, sobre todo en una contra de un dos contra uno de las que tienen que acabar siempre en gol.

Con el partido encarrilado, tras el gol de Rakitic, nos volvimos a complicar la vida con otro penalti estúpido e innecesario de Fernando Navarro. Menos mal que, casi inmediatamente, tras una buena jugada Navas-Coke-Negredo, nos volvimos a adelantar, ya de manera definitiva.

Pudimos tener un final de partido tranquilo, pero a Rakitic, con toda la puerta para él, dentro del área y sin nadie que le molestase, le dio por tirar al muñeco, fallando otra de esas ocasiones que un jugador profesional no debería de errar nunca.

Beto volvió a tener una buena actuación, atajando dos disparos muy peligrosos. Habrá que estar atentos a su lesión, pues se dolía de la rodilla. Esperemos que se queda en una simple contusión. En dos partidos que ha jugado el portugués, ya ha hecho bastante más de lo que hizo Diego López.

Muñíz Fernández estuvo a su nivel habitual: chulesco y desacertado. Este muchacho no cambia. No tiene remedio. Perdonó varias amarillas clarísimas a los jugadores rayistas, pero con Rakitic no tuvo compasión y lo expulsó sin dar una sola patada, en menos de cinco minutos.

Curiosamente, el equipo madrileño encajó dos goles de exjugadores rayistas. Por suerte, a nosotros no nos pasó lo mismo con nuestros canteranos Casado y José Carlos.

A pesar de haber cometido graves errores tanto en ataque como en defensa, logramos tres puntos más para nuestro casillero que nos hacen ver la liga de otra forma, ya que estamos a cinco puntos de Europa y a nueve del descenso. Parece que con la llegada de Emery ha cambiado el viento y ya no nos sale todo mal.