Archivo diario: 13/12/2012

Mallorca 0 – Sevilla 5. Bendita efectividad.

El Sevilla ayer hizo un buen partido, bastante completo y lleno de intensidad, hasta cuando incluso la eliminatoria estaba más que sentenciada.

Pero del partido de ayer destaca la tremenda efectividad que tuvo el equipo. En la primera parte, cada ocasión finalizaba en gol. Ya en la segunda se fallaron un par de ocasiones claras, por parte de Reyes y Manu Del Moral, pero, en líneas generales, el equipo ayer sí fue letal de cara a puerta.

La efectividad es lo que marca las diferencias en un equipo. No puedo evitar acordarme del partido Sevilla-Levante. En mi opinión, ése fue uno de los mejores partidos que ha hecho el Sevilla esta temporada, porque me parece muy meritorio conseguir que el Levante, un equipo europeo y con algunos jugadores de indudable calidad, no sea capaz de crearte ni una sola ocasión de gol. Y si tuvieron alguna, no fue clara.

¿Qué falló en ese partido? Pues la efectividad, que, al fin y al cabo, es lo único que se tiene en cuenta en fútbol. Tuvimos varias ocasiones de gol clarísimas, y las fallamos todas. Ahora bien, aun reconociendo la evidente importancia del gol, pienso que es muy simple el quedarse sólo con el detalle de si entra la pelotita o no. Tras ese partido, el Sevilla-Levante, había una impresión generalizada, en prensa y aficionados, de que el Sevilla había hecho un mal partido, y eso, aparte de no ajustarse a la realidad, me pareció bastante injusto, pues no se supo reconocer el buen papel que hicieron nuestros jugadores.

El partido de ayer fue muy cómodo, porque además a nuestro rival le faltó la efectividad de la que nosotros hicimos gala. Ellos fueron incapaces de aprovechar el clamoroso error de Kondogbia, que dió lugar a un dos contra uno, e incluso erraron un penalti. Penalti que, en mi opinión, fue inexistente. Es cierto que Fazio agarra mínimamente al jugador del Mallorca, pero el piscinazo que pega éste es bochornoso. Más dudas me despertó otra jugada de la segunda parte, donde también estaba Fazio implicado, y, sin embargo, en esa ocasión el árbitro decidió no pitar nada.

Partido completo, eliminatoria sentenciada, pero ayer hubo un detalle, por parte de Míchel, que no me gustó nada. Creo que, desde que se consiguió el 0-2, Álvaro Negredo sobraba en el campo. Sólo tenemos dos delanteros natos, y era un riesgo innecesario –como lo fue en el partido contra el Betis, donde acabó lesionado–  mantener al Vallecano en el terreno de juego. Era el momento perfecto para dar entrada a Babá. Al senegalés le hace falta un partido para coger confianza, un partido donde no tenga que ir a contracorriente, donde no tenga presión, con un Rakitic que le surta de balones… El partido de ayer pedía a gritos la entrada de Babá. Y, sin embargo, Míchel no le da ni un minuto. Yo, la verdad, no lo entiendo.

Después del contundente resultado de ayer, ya lo que queda es esperar a nuestro próximo  rival –el partido de vuelta será un trámite–, que saldrá de la eliminatoria Levante-Zaragoza. Mal haría el club, teniendo en cuenta el criminal horario y el resultado de la ida, si se decide cobrar a los socios.

La Copa se está poniendo muy interesante. Si no es para ganarla –el Barcelona es, como siempre, el favorito–, sí para clasificarnos para Europa.