Anteayer se dió un paso importante, aunque no definitivo, para implementar el uso de la tecnología en el fútbol, según publicó la FIFA. Todo parece indicar que finalmente se aprobará, puesto que hay intención de acabar con los goles fantasmas, tras el escándalo del pasado mundial, donde los árbitros no vieron el gol que Lampard le hizo a Alemania y que resultó decisivo para que Inglaterra fuera apeada de la competición.
La duda parece estar en usar un sistema lo más fiable posible, y para ello han preseleccionado al Ojo de halcón (hawk-eye), que tiene un margen de error de 3’6 mm y el sistema GoalRef, que tiene un margen de error algo mayor: 0’5 cm.
Por supuesto, en la mejor liga del mundo ya están deseando aplicar esta innovación, como se recoge en la siguiente noticia: La Premier acelera el uso de tecnología en el fútbol.
Es de esperar que, con el tiempo –mucho tiempo, me temo–, la tecnología acabará utilizándose también para los fueras de juego, porque es evidente que tan importante, de cara al resultado final, es no dar por válido un gol fantasma que un gol anulado por fuera de juego inexistente. Pero al menos, mientras tanto, se van dando pasitos para convertir al fútbol en un deporte algo más justo.
Claro que siempre está el peligro de los dirigentes que piensan como el retrógrado de Platini, que, por lo que se ve, tiene un extraño concepto de la deportividad y la justicia, y prefiere que los árbitros sigan cometiendo errores importantes antes que poner fin a ellos mediante medios tecnológicos.