Qué duda cabe que todos queremos ganar, todos queremos tres puntos más para nuestro casillero que nos faciliten alcanzar los puestos europeos. Ya se vislumbraba, desde el minuto 1, que el partido iba a ser muy difícil. Tras las primeras decisiones arbitrales, quedó claro que no sólo nos enfrentábamos a 11 jugadores, sino a algo más. Álvarez Izquierdo no pudo ser más parcial, a la hora de mostrar –o no mostrar– tarjetas y en las faltas. El colegiado hizo gala de ese doble rasero que tanto mina la moral de los jugadores y aficionados.
El gol del Atlético precisamente llegó tras una falta no pitada a nuestro favor, que habría sido peligrosa, pues estaba en las cercanías del área. A continuación llegó la pérdida de balón en zona peligrosa de Coke, y el buen remate de Salvio.
A partir de aquí se puso el partido bastante complicado, ya que el Atlético se limitaba a encerrarse atrás y salir al contragolpe, que es precisamente lo que hacen todos los que nos visitan. Lo tenían muy claro desde el principio, probablemente por las bajas de Turan, Falcao y Diego.
Nuestra primera parte fue bastante floja, pero en la segunda fuimos bastante superiores y merecimos ganar. No obstante, temí por la derrota. Veía al equipo bastante tocado físicamente, con jugadores como Babá, Kanouté, Medel o Reyes, que habían hecho un gran esfuerzo y estaban muy justitos de fuerzas. Si a eso le añadimos la parcialidad del trencilla y que perdimos el orden en los momentos finales del partido, considero el punto bastante importante. Lo que hubiera sido un desastre y un palo gordo era la derrota.
El partido tuvo varios nombres propios:
Babá. Primer partido del senegalés desde el once inicial. Fue de menos a más. Se mostrós nervioso y con la ansiedad lógica del debutante. A raíz del gol, se le vió más participativo y con más ánimo. Aún hay que verle más, pero me da la impresión de que es un rematador nato, del que no debemos esperar virguerías ni florituras.
Medel. Descomunal su esfuerzo físico. Ahora mismo, quizás sea el jugador más importante de la plantilla, junto a Navas.
Navas. Partidazo del palaciego. Está en un momento de forma extraordinario. Destacó en ataque y ayudó en defensa. Un puñal por su banda. Cortó un contragolpe peligrosísimo.
Reyes. Al igual que Babá, fue de menos a más. Tiene que mejorar y tener más acierto, pero su entrega es máxima.
Partido a partido. Ahora el objetivo es llevarse los tres puntos de Gijón. No será fácil, aunque estén hundidos en la tabla. Precisamente, esta clase de equipos son los que peor se nos dan, como ya hemos demostrado en la primera vuelta.
Lo que ha hecho Babá hasta ahora es lo normal. Llega a un equipo hecho y en mal momento y se tiene que acoplar. Entrena, juega unos ratos, va entrando poco a poco, se esfuerza, le dan una oportunidad de titular, comienza dubitativo, se va entonando, marca su primer gol y se suelta.
Ahora es cuando yo quiero ver a Babá. Ahora que se ha soltado. Lo que hizo el otro día me gustó, teniendo en cuenta que aún andaba atenazado. Esperemos que siga avanzando.
Por cierto, yo creo que ya no le cabe duda a nadie de que Reyes no vino a retirarse, sino a jugar en el equipo que quiere. Fallará más o menos, estará acertado o no, pero se lo deja todo en el campo, lo intenta una y otra vez y se lo ve totalmente implicado.
Una gran noticia, porque es un jugador que mejora lo que teníamos.
Un saludo
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Reyes es el típico jugador que, cuando está bien, sólo se le pueda parar a base de faltas.
Yo creo que nos dará un par de años buenos, porque es un jugador con bastante resistencia.
Un saludo.
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