Archivo diario: 14/01/2012

Sevilla 0 – Español 0. El mejor resultado posible.

Dado que somos incapaces de hacer un gol, el mejor resultado posible era el 0-0, y, afortunadamente, se ha conseguido. Podría haber sido peor, porque los sevillistas hemos visto muchos partidos como el de hoy, pero que acabaron en derrota. Supongo que llegará el día que sumaremos de tres en tres, pero, hasta entonces, nos tendremos que conformar con ir de uno en uno.

El partido no ha tenido mucha historia. En la primera parte, el dominio del Sevilla ha sido total, tanto que, de haber tenido un poquito de pólvora,  podríamos haber sentenciado el partido. En la segunda, sin embargo, ya entraron los nervios y los jugadores se precipitaban, no inquietando apenas al equipo barcelonés. Abusamos de colgar balones arriba, y encima lo hacíamos mal, con poco acierto.

El Español sólo tuvo dos ocasiones de gol, pero fueron bastante claras: Thievy estuvo a punto de batir a Varas, en un mano a mano, y a última hora una volea que casi rozó el larguero.

Los resultados no acompañan, pero sí se nota una mejoría en el juego y, sobre todo, en la actitud de los jugadores, que se esfuerzan más, a excepción de Negredo, que sigue en el mismo plan. El exvallecano sigue empeñado en que no lo llame Vicente del Bosque. O eso parece.

Esta vez el planteamiento de Marcelino me pareció correcto, aunque si otras veces ha pecado de hacer los cambios demasiado tarde, en esta ocasión quizás los haya hecho demasiado pronto, ya que el último lo hizo cuando aún quedaba media hora de juego, incluyendo descuento.

Kanouté vio la quinta amarilla y, por tanto, será baja contra el Betis. Y posiblemente, también lo será Del Moral, que se retiró con molestias musculares. Es de suponer que ahora llegará la hora de la cantera: Luis Alberto o Hiroshi.

Otro partido más donde pagamos caro la falta de delanteros y de gol que tenemos. Y van ya…  demasiados. Nos hace falta un delantero como el comer, y no un mediapunta, sino un delantero centro de los de toda la vida. Alguien que la empuje dentro. Simplemente. Seguro que en algún sitio habrá un buen delantero que no cueste una millonada. ¿O no?