Archivo mensual: enero 2012

Situación mala, solución sencilla.

Lo de «situación mala» lo dice Monchi, y lo de «solución sencilla» Marcelino.

Pues yo no creo que la situación sea mala. Creo que es más que mala. Porque, como el propio Monchi reconoce, el Sevilla actual no puede estar en la onceava posición. Así que, sencillamente, no me creo las palabras de Monchi cuando afirma que la confianza en Marcelino es la misma que al principio de temporada. No puede ser la misma, porque todos los entrenadores del mundo dependen de los resultados, y los resultados de Marcelino, por ahora, son muy negativos.

Y tampoco creo que la solución sea sencilla, por más que Marcelino siga insistiendo en ello. Y no es sencilla, porque, si no, ya se habría encontrado esa solución hace tiempo y estaríamos ocupando una plaza de Champions, que, por cierto, esta temporada está más barata que nunca.

Es más, si el problema está en el vestuario, es un problema grave. Lo cierto es que, por el motivo que sea, Marcelino se está mostrando incapaz de sacar rendimiento a su plantilla. Aunque también es justo reconocer que no está teniendo suerte y que hay muchos jugadores que no están rindiendo al nivel esperado.

La actitud de los jugadores también es llamativa, ya que se han perdido muchos partidos de manera infame e incluso ridícula, dándose además la sensación de indolencia y falta de motivación. Yo diría que incluso están faltos de profesionalidad, porque si un jugador no salta al terreno de juego con la palabra «victoria» entre ceja y ceja,  y no sale con la idea de darlo todo por llevarse los tres puntos, es que no es un buen profesional.

A estas alturas de competición, si estamos donde estamos es porque se han hecho bastante cosas mal. Marcelino y los jugadores son los máximos responsables, porque, al fin y al cabo, los partidos se pierden por errores cometidos sobre el tapete. Pero también ha habido errores de planificación que no se les escapan a nadie.

Lo que sí es verdad es que aún queda tiempo para solucionar la pésima clasificación que ostentamos actualmente. Pero el tiempo se agota, y la paciencia también.

Sólo con victorias –no hablo de buen juego, porque eso no puntúa– se sale de la situación en la que estamos. Por todo esto, el partido contra el Villarreal se ha convertido en el más importante de la temporada.

Si se pierde, empezaremos a mirar para los puestos de descenso –si es que no se ha hecho ya– y veremos cómo se escapan los puestos que dan derecho a jugar en Europa.

Si se pierde –esperemos que no–, yo creo que la situación se volvería insostenible. Y cuando eso sucede, lo más lógico es hacer lo que ya han hecho otros clubes: cesar al entrenador.

Entramos en barrena

La situación es grave. Tras la derrota ante el Málaga estamos perdidos en mitad de la tabla y el equipo muestra defectos más que preocupantes: la defensa es lenta y está falta de calidad, el centro del campo tiene muchas dificultades para crear juego y pierde con una facilidad pasmosa el balón, y la delantera necesita que se creen muchas ocasiones de gol para materializar alguna de ellas. En este plan, parece casi imposible imponerse a los rivales, por muy flojos que sean. No hemos sido capaces de ganar a Rayo Vallecano, Levante, Betis, Granada, Santander… Y si no ganamos a estos equipos, ¿a quién vamos a ganar? Llevamos una racha de dos puntos de dieciocho. Cifras de descenso.

En el banquillo, Marcelino parece estar perdido. Sigue sin contar con la cantera y se empeña en poner una y otra vez a los mismos, aunque no estén para nada. Pasan los meses y nuestro entrenador se muestra incapaz de conseguir dar una imagen de equipo, una imagen de solidez. Si seguimos siendo tan vulnerables en defensa, no iremos a ningún lado. No se puede permitir que nos encajen los goles de ayer, ambos perfectamente evitables. Como casi todos los que nos hacen. Una buena defensa es la base de todo equipo, y si falla la base… batacazo seguro.

Pero cuando sólo se ha sido capaz de conseguir 26 puntos de 60 posibles, es que fallan muchas cosas, y no sólo el entrenador. Para empezar, la planificación en pretemporada, que ha dejado mucho que desear. También falla la actitud de los jugadores, que parecen faltos de motivación y de concentración. Y, para finalizar, los árbitros nos siguen machacando jornada tras jornada, con un doble rasero descarado y sospechoso. Habrá quien piense que quejarse de los árbitros es de perdedores, pero es que no es algo puntual, sino que es continuo. Nos llueven las tarjetas aunque apenas hagamos faltas, mientras los otros equipos prácticamente tienen patente de corso.

Ayer se perdieron tres puntos más, ante un rival directo, y dando una impresión paupérrima. Pero podría haber sido incluso peor. Parece increíble que Negredo resistiera la brutal entrada de Izco. Es casi un milagro que no haya acabado para él la temporada.

Eso es precisamente lo que más me preocupa: el dicho de «cualquier situación, por muy mala que parezca, siempre es susceptible de empeorarse». Claro que, si va a peor, algún cambio tendrá que haber. Y más vale que sea pronto. ¿O simplemente vamos a contemplar cómo nos estrellamos sin intentar nada?

 

 

Armenteros, una gran decepción

Hoy se ha hecho oficial el traspaso de Emiliano Armenteros al Rayo Vallecano, equipo donde triunfó la pasada temporada.

Yo esperaba mucho más de él. Desde el principio me pareció un buen jugador, con lo que creía que llegaría pronto al primer equipo. Sin embargo, para tener minutos tuvo que salir cedido al Xerez y al Rayo Vallecano. Destacó especialmente en este último equipo, donde marcó 20 goles. Esta facilidad goleadora hizo que el Sevilla lo repescara.

Esta temporada debería de haber sido la de la consagración de Armenteros. Lo tenía además fácil, porque el nivel que está ofreciendo Perotti –lesiones aparte– está siendo, hasta ahora, más que lamentable. Sin embargo, Armenteros ha desaprovechado todas las oportunidades que le ha brindado Marcelino, una tras otra.

Es curioso lo que ocurre con algunos jugadores. Parece que lo tienen todo, –llegó a ser internacional sub-20 con Argentina– pero después, por una cosas o por otras, no acaban de triunfar. Claro que Armenteros aún es joven –26 años– y aún no ha dicho la última palabra.

Sin embargo, ya no tenía sitio en el Sevilla y vuelve al Rayo. Allí, probablemente jugará en otra posición, más ofensiva, y con un poco de suerte, volverá a destacar.

Espero que su nueva etapa sea más provechosa.

Y nosotros tenemos que seguir soportándole

Tengo que reconocer que no he visto ninguno de los dos partidos que han jugado el Madrid y el Barcelona en la Copa del Rey, pero por lo visto, Teixeira no estuvo nada acertado, y no gustó a ninguno de los dos equipos. O sea, se dio el caso más lógico: que un mal colegiado arbitre mal. O muy mal, como suele ser en su caso.

Lo hizo tan mal que el Comité Técnico de Árbitros, presidido por Sánchez Arminio –otro que fue un mal árbitro–  ha decidido ponerlo en «la nevera», que es como se conoce coloquialmente a sancionarlo sin arbitrar.

Me parece muy bien que se castigue a los árbitros cuando lo hacen mal. El problema es que sólo se considera que lo hacen mal cuando perjudican a Madrid y Barcelona. Se vuelve a demostrar que estos dos clubes juegan con reglas distintas o cuentan con privilegios de los que los demás carecen.

Seguramente, Teixeira no será aún consciente del error tan grave que ha cometido. ¿A quién se le ocurre perjudicar al Madrid? Ya se dice que no volverá a pitar al Madrid en esta temporada y de que se puede ir olvidando de llegar a ser árbitro internacional, que es algo que, aunque parezca verdaderamente increíble por el bajo nivel de este árbitro, esperaba conseguir.

El resto de equipos, sin embargo, tendremos que seguir soportando las absurdas decisiones de Texeira, o de su hermano, que es tan malo o más que él. Claro que el nivel de los demás… tampoco es para tirar cohetes.

Y no hablemos ya de los insultos de Mourinho al árbitro, que seguramente quedarán impunes, ya que no crearán alarma social. Como todo el mundo sabe, «alarma social» sólo se crea cuando se escandalizan en Madrid por algún motivo. Y, por tanto, si hace algo Mou o Pepe, o cualquier otro madridista, nadie se alarmará.

La mejor liga del mundo. Eso dicen. Y a mí me sigue entrando la risa floja cuando lo oigo.

González de Caldas ya es historia

González de Caldas ya es parte del pasado, del pasado más oscuro que yo recuerdo. Para mí, ha sido, con diferencia, el peor Presidente que he conocido. No es que su gestión fuera mala, es que fue nefasta. Convirtió un club poderoso en un cortijo. Cuando se fue, dejó al club en una situación económica delicadísima. No había dinero ni para pagar los trajes de los jugadores. Menos mal que llegó Roberto Alés, y con buen criterio y muchos sacrificios, empezamos a resurgir.

González de Caldas era uno de los máximos accionistas del club, y estaba ahí, oculto, latente, como un virus. Hasta ayer. Del Nido ha comprado sus acciones y se convierte, aunque muy cerca de Rafael Carrión, en el máximo accionista del Sevilla, a título individual.

Para mí es un auténtico alivio el ver fuera del club a un personaje como De Caldas, pero seguro que habrá quien piense que no es bueno que Del Nido tenga tantas acciones. Incluso habrá quién intentará igualarlo a Lopera, cuando no pueden ser más diferentes. Pero yo creo que con la venta de ayer se ha ganado en estabilidad y seguridad, porque el capital sigue estando muy repartido. Se hicieron bien los deberes cuando llegó el momento clave de la conversión en Sociedad Anónima Deportiva. Muchos sevillistas hicimos un esfuerzo para conseguir acciones, por pocas que fueran, y se logró que el club no estuviera en poder de una sola persona o grupo. Otros clubes no tuvieron la misma suerte.

El reparto actual queda reflejado perfectamente en este artículo de Diario de Sevilla.

El sustituto de Cáceres

Mañana hará tres meses que me hice la siguiente pregunta: ¿Y si se va Cáceres? Como decía en ese post, esperaba que el uruguayo no se fuera, ya que lo considero el mejor defensa que tenemos y porque es un jugador que va en progresión ascendente.

Desde luego, es obvio que económicamente la operación sólo puede calificarse como existosa, pues se ha vendido casi por el triple de lo que se compró. Ahora bien, el Sevilla es una Sociedad Anónima Deportiva, y aunque es innegable que el presupuesto tiene que cuadrar, también es importantísimo lograr los objetivos deportivos. Es decir, para crecer hay que estar acertados en los dos ámbitos: el económico y el deportivo, los cuales están estrechamente relacionados.

Una vez que Cáceres ya forma parte de la historia del Sevilla, ahora hay que pensar en su sustituto. Y no es nada fácil encontrar un jugador de calidad, que sea polivalente y que nos haga olvidar a Cáceres.

Curiosamente, parece que el principal candidato es el lebrijano Juan Cala. El Sevilla podría aprovecharse de la necesidad imperiosa que tiene el AEK de Atenas para repescarlo.

A mí me encantaría que Cala volviera al Sevilla. Al equipo le vendría de maravilla y, además, se haría justicia con él. Porque yo tengo clarísimo, y creo que la mayoría de los sevillistas piensan de igual manera, que Juan Cala nunca debió dejar el Sevilla, ya que este joven jugador tiene más calidad que muchos de los que formaban la línea defensiva cuando él se fue, e incluso que los que están ahora.

Espero ver a Juan Cala triunfar con su club. Si no es a partir de enero, que sea a partir de junio.

Seguro que multan al Barcelona

Hoy el Nou Camp ha recibido con gritos de «asesino» a Pepe. Como estamos en la mejor liga del mundo, seguro que un hecho tan lamentable no quedará impune y sancionarán al Barcelona. Eso es lo que hicieron en su día con el Sevilla, cuando en las gradas del Ramón Sánchez Pizjuán se cantó «Ujfalusi asesino». La multa fue de 602 euros. Los dos euros serían para pagar el sobre y el sello.

Claro que yo, entre que soy un malpensado y entre que no considero a nuestra liga como la mejor del mundo –más bien de las peores–, no me extrañaría que al colegiado de turno se le olvide poner el «Pepe asesino» en el acta. O también podría ser que, como en el Camp Nou sólo caben cuatro gatos, pues el hombre ni siquiera lo haya oído.

¿Multarán al Barcelona? Apuesten si quieren, pero si hay alguien que sea lo suficientemente inocente como para esperar que Antiviolencia multe al todopoderoso FC Barcelona, mejor que lo haga sentado.

Nota post post: ¡Qué casualidad! Resulta que el árbitro no escuchó nada. O lo escuchó y se le «olvidó» ponerlo en el acta.

Babá, ¿titular o suplente?

Ya, por fin, está aquí el delantero que tanto necesitábamos. Ahora está en manos de Marcelino el utilizarlo o no.

Nuestro entrenador tendrá que marearse un poquito, porque Babá puede darnos más gol, pero para eso tendrá que sacrificar uno de los elementos que parecen fijos en su actual sistema.

Si Marcelino quiere incluir a Babá en el once inicial y sigue insistiendo en jugar con cinco centrocampistas –incluyo aquí la posición de mediapunta– y un solo delantero, únicamente tiene la opción de desplazar a Reyes a la banda izquierda y situar a Babá en la mediapunta. O, por supuesto, un cambio puro y duro: Babá por Negredo, pero me da a mí que mandar a Negredo al banquillo sería, cuando menos, arriesgado, porque el exvallecano ha mostrado ya su eficacia goleadora –aunque a rachas– y tiene ya ciertos galones.

Y si Marcelino vuelve al 4-4-2 de los inicios de la temporada, igualmente tendría que desplazar a Reyes a la banda izquierda, para formar una delantera Negredo-Babá, situándose el senegalés algo más atrasado que Negredo.

En cualquier caso, Reyes parece que está abocado a abandonar la posición que ocupa actualmente.

Imagino que Marcelino, antes de tomar la decisión de darle un puesto de titular a un recién llegado, tendrá que conocer mejor las prestaciones que pueda dar y otorgarle un tiempo para que pueda conocer a sus compañeros. A no ser, claro está, que a Marcelino le impresione tanto que ni se lo piense y le dé un puesto de titular en La Rosaleda.

El Domingo saldremos de dudas, pero hasta entonces, estoy seguro que Marcelino no parará de darle vueltas a la alineación.

De aprobado nada. Suspenso.

Del Nido ha calificado la primera vuelta que ha hecho el equipo con un «suficiente» o «aprobado ramplón».  Yo entendería esas palabras si, al menos, estuviéramos en posiciones que den acceso a jugar la Europa League, pero es que ahora mismo ocupamos la novena posición, aunque es verdad que empatados a puntos con el Atlhetic y el Atlético.

En mi opinión, la nota que ahora mismo se merecen Marcelino, plantilla y Directiva es la de SUSPENSO. Con todas las letras y en mayúsculas. Y pienso que ésa debe ser la calificación porque se ha hecho una mala planificación deportiva en pretemporada, porque Marcelino no ha sabido sacar el máximo rendimiento a la plantilla que tiene a su disposición, ni aprovechar a los jugadores del filial; y, sobre todo, porque pienso que es inadmisible que a estas alturas tengamos sólo 26 puntos –hemos marcado sólo 20 goles– y que nos hayan adelantado equipos como el Español, Osasuna y Levante.

Estos tres equipos que he mencionado tienen plantillas bastante inferiores a la nuestra, pero, sin embargo, ahí están. Pero no están en posiciones de privilegio porque hayan hecho las cosas bien, sino porque Sevilla, Atlético de Madrid, Málaga y Athletic de Bilbao están haciendo las cosas muy mal. Y no hablemos ya del Villarreal, que es el colmo.

Parece que también se ha olvidado con prontitud la eliminación en la fase previa de la Europa League y la eliminación en la Copa del Rey. Yo no lo olvido, y considero que también deben incluirse en la nota final.

Por supuesto, todavía queda mucha liga –la mitad exactamente–, pero nuestra pésima primera vuelta nos deja poco margen de maniobra. Está en nuestra mano el aplicarnos e intentar sacar un aprobado –sexta plaza, con previa de Europa League–,  un bien –quinta plaza, Europa League–, un notable –cuarta plaza, Champions– o un sobresaliente –tercera plaza y acceso directo a fase de Grupos de Champions–. Pero, por ahora, la nota no puede ser otra que la del Suspenso. O el Deficiente, si lo prefieren.

Entiendo que hemos suspendido un parcial, pero lo que de verdad importa es la nota final. Depende de nosotros.

Betis 1 – Sevilla FC 1. Una verdadera desgracia.

La desgracia no el resultado, sino el tener tan poco gol. Ayer, como ante el Español, tuvimos ocasiones para haber dejado más que sentenciado el partido en la primera parte. Pero, ¿de qué sirve crear tantas ocasiones si después las fallamos? Menos mal, que Negredo en esta ocasión metió una, porque hubiera sido durísimo venirse de vacío de un campo de un rival tan interior.

Uno lee la prensa y parece que el partido fue igualado, que fue justo el resultado. Me pregunto qué partido verían. En el que yo vi, el Sevilla dominó el partido de principio a fin, y sólo pasó algunos apuros a partir de la rigurosa expulsión de Fazio. Incluso jugando con diez jugadores tuvimos ocasiones para ganar.

Es desesperante que se escapen tantos puntos por falta de gol. Esperemos que el nuevo fichaje, que será presentado mañana, mejore nuestros números.

Me gustó el partido que hizo Luna, aunque yo hubiera preferido que jugara Luis Alberto.

También hay que destacar el debut de Hiroshi, que se convierte en el primer jugador asiático que se enfunda la elástica sevillista.

El partido que hizo el Sevilla ayer me gustó bastante. Fue desde el inicio a por el partido, y no se descompuso tras encajar el gol. Definitivamente, Reyes, aunque no esté viendo puerta, ha dado un plus de calidad y agresividad al equipo. Debe seguirse en esta línea, porque siempre no vamos a fallar tantísimas ocasiones de gol.

Es evidente que el punto conseguido sabe a poco, porque merecimos los tres. Pero también es verdad que perdonamos mucho, y eso se suele pagar con la derrota, y más aún teniendo en cuenta que jugamos bastantes minutos en inferioridad.

Y el próximo partido es contra el Málaga, un rival directo. A ver si, de una vez por todas, aligeramos el paso y vamos de tres en tres, porque puntito a puntito no vamos a ningún lado.

No me gustan los derbis

Nunca me han gustado los derbis. Son partidos donde el Sevilla siempre tiene más que perder que el Betis. He visto derbis desde que era pequeño, y casi siempre, quitando quizás cuando el Betis contaba con Jarni, Alfonso y Finidi, el Sevilla ha tenido una plantilla superior, con lo cual, todo lo que no fuera una victoria se podía considerar un mal resultado.

Mañana pasará lo mismo. A priori, será un partido más complicado de lo previsto, ya que tenemos algunas bajas importantes y el Sevilla, a pesar de lo que diga Marcelino, no llega en su mejor momento, que es algo que sí ocurre en el Betis. Y no llega en su mejor momento, sencillamente porque llevamos una racha nefasta, no sólo de resultados, sino también en cuanto a juego y goles. Lo hemos hecho tan mal en los últimos partidos, que hemos permitido al Betis, que tocaba con los dedos las posiciones de descenso, situarse a sólo tres puntos de nosotros. Lo cierto es que, por los motivos que sean,  el Sevilla no acaba de despegar, y cuando juega bien, lo hace de forma intermitente.

Tampoco me gustan los derbis porque suelen ser partidos que ofrecen un pobre espectáculo sobre el terreno de juego. Quizás lo mejor sea el colorido y animación de las gradas, pero, por lo general, suelen ser partidos muy trabados, de mucha tensión tanto entre los propios jugadores como entre los aficionados.

Y al final, siempre ocurre lo mismo. Si gana el Sevilla, será lo normal, habrá tranquilidad en la ciudad y la vida sigue como si nada hubiera pasado. Pero si gana el Betis, esos béticos que estaban debajo de las piedras, dejarán su escondrijo para recordarte que ganaron y que son los mejores. ¡Y qué pesados pueden llegar a ser! Menos mal que son pocos y que ganan de higos a brevas.

Así que esperemos que gane el de casi siempre, y que el domingo sea un día tranquilito, de lo más normal. En todo caso, si no ganamos, tampoco será el final del mundo. Es algo que también puede darse, y más esta temporada, donde hemos fallado estrepitosamente contra los equipos de la parte baja de la tabla.

Y es que no conviene olvidar que en fútbol no siempre gana el mejor.

Monchi sigue con nosotros

Afortunadamente, Monchi seguirá comandando la Secretaría Técnica, según publica la web oficial: http://www.sevillafc.es/nuevaweb/actualidad/noticias/23585. Yo lo daba prácticamente como un hecho su continuidad, ya que él mismo dijo en la televisión del club que quería seguir y que por él no iba a haber ningún problema. Y como por parte de Del Nido tampoco lo iba a haber… pues estaba claro que iba a seguir.

Sé que hay muchos sevillistas que no son partidarios de Monchi, porque consideran que se ha equivocado mucho. Yo no lo veo así, y creo que ha acertado bastante más de lo que ha errado. Probablemente, si no fuera por el buen hacer de Monchi y de su equipo, no habríamos conocido la época dorada de los títulos.

Me da la impresión de que a Monchi lo valoraremos en su justa medida cuando se haya ido. Yo lo único que espero es que, cuando eso ocurra –porque ocurrirá algún día, como todo– sea dentro de mucho tiempo.

Llega Baba Diawara. Por fin llega el delantero.

Llega con seis o siete meses de retraso, pero más vale tarde que nunca. Estaba claro que era necesario fichar a un delantero. No había que ser un clarividente ni un genio para darse cuenta de eso. Preocupaba, no obstante, las palabras de Monchi, no hace mucho, diciendo que la Secretaría Técnica creía que no había escasez de delanteros. Probablemente, las ridículas cifras de goles a favor que llevamos esta temporada les habrán hecho cambiar de idea.

Papa Babacar Diawara es un completo desconocido, al menos para mí, pero en su fichaje ya hay algunos detalles que me gustan: su edad –24 años–, su progresión, su velocidad, su dominio del juego aéreo, y su coste, que ha sido de 3 millones de euros.  He leído algunos comentarios de aficionados portugueses y están verdaderamente escandalizados por el bajo precio del traspaso.

Hay que tener en cuenta que Diawara procede de una liga que no es de primer nivel, y habrá que ver cómo se adapta, tanto a la liga como a sus nuevos compañeros.

Según parece, el Marítimo también tenía ofertas de Celtic de Glasgow, Stuttgart, Sochaux, Mónaco, Lille, CSKA de Moscú y el Palermo italiano.

Probablemente, el Sevilla ya tanteara su fichaje en verano, ya que he encontrado en un foro del Deportivo de la Coruña –que también estaba interesado en su contratación– una referencia al interés del Sevilla, fechada el 28 de julio de 2011.

Habrá que ver con detenimiento a Diawara, y darle cierta continuidad para ver su rendimiento, pero, aparentemente, se trata de un nueve puro, de los que tienen el gol entre ceja y ceja, y no se lo piensan a la hora de tirar a puerta; rápido, con facilidad para el desmarque, de los que viven en el área y tienen olfato para el gol.

Esperemos, por tanto, que este senegalés –nacido en Dakar– se adapte pronto, tenga suerte con las lesiones y nos dé muchas alegrías.

¿Por qué juega Perotti?

Perotti, junto con Armenteros, es uno de los jugadores que más me está defraudando esta temporada. Recuerdo que cuando debutó mostró una gran capacidad de desborde. Veíamos a un jugador rapidísimo y con buen regate. El argentino, además, daba asistencias y, de vez en cuando, marcaba algún gol. Perotti era entonces una joven promesa, y todo hacía presagiar que iba a durar poco en nuestra plantilla, como oí decir a un aficionado, asombrado de sus habilidades.

Pero ha pasado el tiempo, y ese argentino prometedor no ha ido evolucionando, sino involucionando. Es cierto que no está teniendo continuidad, por culpa de las lesiones, porque cuando sale de una, se mete en otra, pero también es cierto que Perotti ahora no tiene velocidad, ni desborde, ni asiste, ni marca goles.

Una de las causas de su bajo rendimiento puede haber sido su acomodamiento. Ahora no tiene a Capel para disputarle el puesto. Se supone debería hacerlo Armenteros, pero su compatriota está mostrando un nivel muy bajo. Ahora su máximo competidor es Del Moral, que, en mi opinión, pierde potencial en la banda.

Otra de los motivos puede ser las contínuas lesiones que está sufriendo, y además, algunas de ellas repetitivas, en la misma zona. Ahí habría que mirar, quizás, a los servicios médicos. ¿Precipitación? Algo no se debe estar haciendo bien, porque no es normal que un jugador recaiga de una lesión una y otra vez. Así es normal que no coja la forma, no tenga confianza y no le salgan las cosas. Para que un jugador rinda, debe estar en una buena forma física y mental. Debe pensar sólo en fútbol.

En cualquier caso, me pregunto por qué juega Perotti, porque, para mí, está claro que no da el nivel exigido, bien sea por las lesiones o por acomodamiento, o por cualquier otra razón que se me escapa.

La verdad es que no entiendo que Perotti se haya hecho con un puesto de titular, con lo poquito que está aportando. Igual merecería una oportunidad Luis Alberto o cualquier otro jugador del filial. Pero es que hay tan poquitas cosas que entiendo esta temporada…

Luis Fabiano y Kanouté

Nos la prometíamos muy felices los sevillistas cuando la delantera estaba conformada por Luis Fabiano, Kanouté y Negredo. Los dos primeros habían demostrado ser unos auténticos cracks y el tercero llegaba con la vitola de ser un gran goleador. De hecho, costó como si fuera uno de los mejores del mundo: 15 millones de euros.

Con estos delanteros íbamos tirando bien. Teníamos un poder ofensivo importante, que nos daba para estar siempre en la parte de arriba de la tabla, y había cierta competencia entre ellos, con lo que ninguno aligeraba el paso. Si dominábamos un partido, lo normal era que lo ganáramos.

El problema empezó a gestarse cuando se traspasó a Luis Fabiano, con la temporada pasada en juego. Se suponía que su sustituto llegaría en el verano de 2011, pero el único jugador ofensivo que llegó fue Manu Del Moral, que, si bien era un buen delantero, de ninguna manera llegaba a las cifras anotadoras del brasileño. Si estaba previsto que el jiennense fuera su reemplazo, estaba claro que, a priori, perdíamos calidad, no tratándose además de un delantero centro nato, sino más bien un mediapunta.

Durante el verano surge la duda de si Kanouté se va o se queda, y si se queda, también hay dudas sobre el rendimiento que dará, pues no hay que olvidar que el maliense tiene 34 años y que ya la temporada pasada se perdió un importante número de partidos por lesión.

Finalmente, tras semanas de incetidumbre, Kanouté  se queda, y la delantera queda conformada, además, por Negredo y Rodri, que es considerado una promesa con mucho futuro. Se habla de que puede venir, para rematar la plantilla, Giovani Dos Santos, pero antes de confirmarse su llegada, el club comete el error, difícilmente justificable, de desprenderse de Rodri.

Pero no queda ahí la cosa, sino que el club sorprende al decir que, ya que sólo había que disputar dos competiciones, quizás no fuera necesario fichar a un delantero, ya que no sobraba el dinero y había que cuadrar el presupuesto.

Finaliza el plazo de inscripción, y Dos Santos no llega. Todos los sevillistas nos llevamos las manos a la cabeza. No nos lo podíamos creer. Como tampoco llegó el sustituto de Luis Fabiano –si es que no era Del Moral–, ni el de Kanouté –en mi opinión, debió llegar hace tiempo–, ni el de Koné, que supuestamente estaba ya recuperado de su eterna lesión, pero que también salió.

Así pues, los delanteros que nos quedaban para afrontar dos competiciones son: Kanouté, Negredo y Del Moral, siendo sólo los dos primeros, delanteros centro. El primero, por sus problemas físicos, no puede ni jugar un partido completo; el segundo, lleva una racha muy negativa, donde ni ve puerta ni aporta nada al equipo; y el tercero está cumpliendo, pero no es un goleador nato. Dos delanteros centro para dos competiciones –y uno de ellos con 34 años– para hacer frente a lesiones o sanciones, o simplemente para poder tener una alternativa por si algún jugador necesita descanso o atraviesa una mala racha, como está ocurriendo con Negredo.

Lógicamente, los números ofensivos del Sevilla son preocupantes, y en el mercado de invierno se ficha a Reyes, que es un buen jugador pero tampoco es un delantero centro.

No es casualidad que hayamos tenido partidos como el Sevilla-Granada, Sevilla-Santander, Levante-Sevilla, Sevilla-Español… donde hemos podido golear y finalmente hemos empatado o perdido.

Hace falta un delantero. Hacen falta los sustitutos de Luis Fabiano y de Kanouté. No digo que sea fácil de encontrar, más bien al contrario, pero, ¿de verdad que no hay por ahí ningún delantero goleador y que no cueste una millonada? Si lo hay, que venga ya, lo más pronto posible. Que buena falta nos hace. Y si no lo hay, tenemos un problema. Y gordo.

Pocas cosas hay más desesperante en fútbol que ser superior a tu rival, tener infinidad de ocasiones de gol y no ser capaz de convertir ni una de ellas. Si queremos ser un equipo grande, hay que poner fin a esto, y que sea más pronto que tarde.