Archivo diario: 28/11/2011

Se ganó, que era lo importante

Victoria importantísima, que permite al Sevilla alejarse de algunos de sus perseguidores y a Marcelino respirar un poquito.

Ahora bien, tampoco hay que lanzar las campanas al vuelo, porque la victoria no es que fuera muy brillante. Más bien al contrario. Es cierto que hubo una buena media hora inicial, donde tuvimos ocasiones, dominamos con claridad y nos adelantamos en el marcador, pero después el equipo hizo bien poco, sobre todo, a partir de que saliera Negredo del terreno de juego.

La segunda parte fue desesperante, ya que éramos incapaces de mantener la posesión y estuvimos a merced de un Zaragoza que menos mal que no está para nada. El Zaragoza llevaba una racha tan negativa como la nuestra, y sus  jugadores, debido a la ansiedad, se precipitaban una y otra vez, eligiendo siempre  la opción equivocada. A este equipo, si nosotros estuviéramos medianamente bien, le habríamos goleado.

Hay que pensar en positivo y quedarse con los tres puntos. Lo importante era ganar, y no importaba cómo. Jugar bien no puntúa. Ya habrá tiempo para el juego bonito, pero ése llegará cuando el balón no queme en los piés y los jugadores recuperen la confianza en sí mismos y su estado de forma normal. Porque algunos siguen estando a un nivel más bajo de lo habitual.

Lo que sí debe preocuparnos son las dificultades que tenemos para sentenciar los partidos. Ayer, entre Navas y Campaña fallaron una de esas ocasiones que no se pueden errar nunca. Cuando se perdonan ocasiones como ésa, entra inseguridad y lleva a pensar que pueden volar puntos. No hubiera sido justo, porque el Zaragoza apenas creó ocasiones de gol, y si daba sensación de peligro, era más por deméritos del Sevilla que por méritos propios, que nos empeñábamos en tener pérdidas inocentes del balón y en otorgar faltas tan peligrosas como innecesarias.

Me gustó mucho el partido de Negredo, que es nuestro jugador más importante, y la línea defensiva, principalmente Spahic y Fazio. Ambos hicieron un buen partido, aunque Spahic sigue complicándose la vida, innecesariamente, más de la cuenta.

No entiendo cómo Perotti acabó el partido. No estuvo nada afortunado el argentino, pero, a pesar de ello, no fue sustituido. Ni siquiera fue capaz de retener el balón cuando hacía tanta falta.

El árbitro, Pérez Lasa, estuvo regular. Pitó el penalti clarísimo a Negredo, pero no el que le hicieron a Coke. Expulsó al zaragocista Juan Carlos, en los minutos finales, por dar un codazo, pero, sin embargo, no hizo lo mismo con Paredes, por fuerte entrada a Navas, por detrás y sin opción alguna de jugar el balón.

Ahora, a recibir a un Getafe, que dio la campanada ante el Barcelona y que ya nos ganó la temporada pasada en nuestro propio estadio. Por tanto, no será fácil derrotarles, pero si queremos mantenernos arriba tenemos que hacernos fuertes en casa, y para eso tenemos que mejorar mucho. Si la mejora no llega en juego, al menos que se consiga en resultados, que no olvidemos que es lo único que cuenta.