Soy el primero en reconocer que la plantilla del Sevilla ha ido perdiendo potencial, progresivamente, en los últimos años. Sirva de ejemplo, que aún estamos esperando al sustituto de Luis Fabiano. Seguramente, el que llegue no tendrá el nivel del Brasileño, pero deberá ser alguien de calidad. Si no es así, no tiene sentido traer a nadie. Mejor recurrir a la cantera.
No obstante, pienso que, a pesar de esto, hay equipo para, al menos, conseguir plaza de Europa League. Lo de la Champions ya es más complicado, aunque sólo veo superior a nuestro plantilla al Valencia, y, más o menos equiparados con nosotros, al Atlético de Madrid, Málaga y Villarreal.
La cuestión es si hay entrenador. Muchos piensan que Marcelino está bien para entrenar a un equipo pequeño, pero no a uno grande. Yo jamás entenderé eso. Es más, pienso que tiene mucho más mérito hacer jugar bien a un equipo con pocos recursos y jugadores de nivel medio-bajo. En un equipo grande, siempre encontrará más facilidades y mejores jugadores. Es cierto que también encontrará más exigencia, pero no creo que ningún entrenador se amilane por eso. Por tanto, creo que Marcelino sí está capacitado para sacar adelante al equipo, pero también pienso que tiene que dar rápido con la tecla, ya que, yendo a paso de tortuga, nos quedaremos rezagados en la tabla, y, evidentemente, Marcelino, como todos los demás entrenadores, depende de los resultados.
Pero no veo a Marcelino como el único culpable de la situación a la que hemos llegado, ni mucho menos. A mi modo de ver, hay tres circusntancias que nos han llevado a caer en la tabla:
Una mala planificación deportiva. No puede ser que un equipo de altas miras tenga sólo un delantero y medio. Lo del «y medio» va por Kanouté, porque ya se sabía que se iba a perder un buen número de partidos. Creo que hemos perdido varios puntos por tener poca pegada. Y menos mal que Del Moral lleva una media aceptable de goles.
Decisiones erróneas de Marcelino. Desde mi punto de vista de aficionado, creo que Marcelino se ha equivocado, en diversos partidos, tanto en planteamientos, sustituciones y alineaciones. Él mismo lo ha llegado a reconocer en alguna ocasión en rueda de prensa. También creo que Marcelino no está sacando el máximo provecho de la plantilla. Hay jugadores que merecen jugar más minutos. Prácticamente, no cuenta ni con Luna –al que ha dejado desmoralizado– ni con Coke –que si no lo está, le faltará poco–, ni con Alexis –ahí no me meto, porque creo que este jugador no sirve para el Sevilla–. Y a Campaña, que por la baja de Medel se habría hecho la idea de ser titular ante el Bilbao, no lo llevó ni convocado. Es decir, no lleva convocado a un jugador joven, que ha llegado a ser titular y que necesita continuidad y confianza. A mi entender, Marcelino ha tomado decisiones que pueden conllevar el acomodamiento de algunos jugadores, ya que, lo hagan bien o mal, casi siempre juegan los mismos.
Y por último, lo que yo creo más importante: la actitud de los jugadores. No puede ser que todos los rivales corran más que nosotros, presionen más y combinen mejor. Incluso los de la parte baja de la tabla. Si nos esforzamos igual o más que el rival, casi seguro que ganamos. Lo que no podemos pretender es ganar andando. Y eso no es cuestión del entrenador únicamente, aunque sí es él el que debe concienciarlos y motivarlos para que salgan a morder en cada partido.
Lo cierto es que ahora mismo parecemos incapaces de ganar a cualquier rival, y esa mala impresión, como es lógico, sólo puede cambiarse con victorias. Será en Zaragoza donde tengamos la primera oportunidad, y ante un rival que está casi en nuestra misma situación, ya que sólo ha ganado un punto de los últimos quince. El mejicano Aguirre está en la picota.
Seis partidos sin ganar serían demasiados. No podemos fallar más.