En mi anterior post decía que viajábamos sin pólvora a Mallorca. No sólo lo decía por la falta de delanteros, sino porque en el centro del campo, sólo el chileno Medel –vio la quinta amarilla– está dando la talla. Los demás no están a su mejor nivel. Esperemos que recuperen su juego –sobre todo, Rakitic y Navas– y el Sevilla cambie su dinámica. Porque para que el Sevilla se aferre a los puestos Champions tiene que cambiar mucho.
Marcelino volvió a poner a Cáceres y a Trochowski fuera de sus posiciones habituales, y eso no me gusta nada. Creo que los dos bajan mucho su nivel. Pero parece que es lo que nos queda, al menos hasta el regreso de Perotti o que Coke acabe convenciendo a Marcelino. Spahic también volvió a pasarse de listo y su suficiencia nos pudo costar caro en la primera ocasión del Mallorca. Al igual que ocurrió con un garrafal error de Escudé, ya en la segunda parte, pero menos mal que Alfaro falló lo que nunca puede fallar un delantero.
Hoy hemos vuelto a dar una imagen lamentable, contra uno de los equipos destinados a pasarlas canutas esta temporada. Si alguien ha merecido ganar, ha sido el Mallorca. Aouate casi ha sido un espectador más. Quedaba media hora de juego y yo ya firmaba el empate, porque veía que no llegábamos, que no dábamos tres pases seguidos en el centro del campo, y que el Mallorca, pese a sus limitaciones, se esforzaba más que nosotros. Menos mal que Alfaro falló lo que nunca puede fallar un delantero y que Varas volvió a lucirse con alguna intervención de mérito.
Así que creo que hemos conseguido el mejor resultado posible. Cuando no se marcan goles y ni siquiera se da la sensación de que se pueden conseguir, lo mejor es un empate a cero. Eso es de perogrullo. Y nosotros hoy hemos estado tremendamente inofensivos, e incluso diría que sin ambición. Se nos han vuelto a ir dos puntos de oro ante un Mallorca que también tendrá que mejorar bastante si no quiere tener problemas.
El partido también sirvió para dar minutos a Campaña y Luis Alberto. Mejor el primero, porque el de San José del Valle pecó de egoismo, sobre todo en un contragolpe donde pudo asistir a un Navas que se había desmarcado bien.
En la portería, Varas volvió a lucirse con alguna intervención de mérito, y para mi, volvió a ser el mejor del partido.
Nos va a venir estupendamente el parón liguero para recuperar jugadores. Mientras tanto, sólo nos queda esperar a que nuestros rivales directos también fallen.