Este martes, Marcelino prácticamente descartaba utilizar el sistema 4-3-3, dando a entender que sólo lo haría si tuviera jugadores de primer nivel. Dijo, textualmente: «Para eso tienes que tener muchos jugadores de más de 20 millones de euros, porque en el fútbol atacar es lo más difícil» Y yo no puedo estar más de acuerdo con él. Y es que el sistema a utilizar debe depender de la clase de jugadores que tengas a tu disposición. ¿Para qué jugar con un 4-3-3 si no tenemos jugadores para ser eficaces en el terreno de juego?
Marcelino ponía como ejemplo al Barcelona, que según él, es el único que juega bien con ese sistema, descartando incluso a la Selección Española. Coincido con nuestro entrenador en cuanto al Barcelona, pero no puedo estar de acuerdo en lo relativo a la Selección Española. Creo que La Roja también tiene potencial para usar el 4-3-3, y, de hecho, si somos campeones del mundo creo que será por algo. Eso sí, la Selección flaquea algo en defensa, ya que no tiene carrileros de calidad, rápidos y con resistencia, que tanto ayudan a hacer efectivo el 4-3-3. Es decir, que Raúl Albiol y Álvaro Arbeloa no dan la talla para estar ahí. Es más, supongo que van convocados porque pertenecen al Real Madrid. El resto del equipo es muy bueno, aunque a Sergio Ramos se le vaya la olla en más de una ocasión –tanto en ataque como en defensa– y descuide las marcas con facilidad. Sin embargo, a pesar de que la línea defensiva es el punto flaco de España, el enorme potencial que tiene el equipo, tanto en el centro del campo como en la delantera, hace que prácticamente pase desapercibido. Y eso es lo que creo que no tiene el Sevilla. Pienso que para hacer un 4-3-3 tienes que tener una plantilla de muchísima calidad, al menos en el centro del campo y la delantera.
Lo que no acabaré de entender nunca, por más vueltas que le dé, es cuando Marcelino dijo lo de que «el 4-3-3 nos va a dar más posesión pero menos llegada». ¿No es una contradicción? Seguramente, no llego a entenderlo porque no soy técnico, sino un simple aficionado. Lo que sí tengo claro es que si Marcelino, después de evaluar detenidamente a su plantilla, llega a la conclusión de que el sistema más apropiado es el 4-4-2, no seré yo quien le contradiga. Entre otras cosas, porque solamente tenemos dos delanteros natos en la plantilla, y los mediapuntas que tenemos tampoco son excesivamente goleadores.
Pero al final, el sistema es lo de menos. Lo único que importa en el fútbol es el resultado, y si éste es positivo, a nadie le va a importar que se consiga con un 4-4-2, un 4-3-3 o un 4-1-3-2.