Sigue dando buenas sensaciones el Sevilla en pretemporada. Tampoco hay que lanzar las campanas al vuelo, porque sólo se trata de un partido de preparación, pero también es verdad que hay aspectos en el nuevo Sevilla que me gustan, como es la presión que se hace al rival y que sigue manteniendo un importante poder ofensivo, a falta de un delantero, que se supone que será contrastado y de calidad.
El partido prácticamente sólo tuvo un tiempo, porque Escudé fue expulsado justamente. Aunque también es verdad que el árbitro debería haber tenido en cuenta de que se trataba de un partido amistoso y podría haber hecho la vista gorda y mostrarle sólo la amarilla, como hizo con la fortísima entrada, por detrás, del exsevillista Cordero a Navas o de la agresión de Raúl Cámara a Rodri, al que frenó en su carrera agarrándole del cuello.
Lo mejor del partido fue la exhibición de Kanouté, quien marcó tres goles en media hora. El maliense puede conformar un dúo mortal con Negredo o con cualquier otro jugador, porque Kanouté es la elegancia y calidad personificada.
En cualquier caso, más allá de la imagen que se dé o del resultado, yo en pretemporada me conformo con que no haya lesionados. Y ayer sobrevivimos al «angelito» Raúl Cámara, que no entiendo cómo acabó el partido.