
El Sevilla ha evitado la fuga de la joven promesa, internacional sub 16, Antonio Cotán Pérez (19-09-95), al fútbol inglés, concretamente al Liverpool, equipo éste que ya nos ha birlado algún que otro jugador (El lateral derecho Barragán, en el año 2005 y el central Ayala, en el año 2009).
Sin duda, evitar las fugas de jóvenes valores es un tema complicado, que debería pararse con una reglamentación europea, que supongo que llegará más tarde o temprano. Porque si no se hace, puede que los clubes pierdan interés en formar a jugadores, si en realidad lo que están haciendo es formándoselos a equipos más pudientes económicamente.
Tal y como están las cosas, el Sevilla no puede hacer mucho para evitar que vuelen los mejores jugadores de la cantera. En este caso concreto, el de Cotán, ha tenido un papel fundamental su representante, Álvaro Torres, que ha avisado al Sevilla de las intenciones del Liverpool, y, por supuesto, su familia, quienes han reaccionado de manera muy distinta a como lo hicieron el representante y los familiares del pileño Luque, quien casi con total seguridad se irá al Inter de Milán.
No sé qué se les pasará por la cabeza a los jugadores jóvenes cuando se les acerca un equipo prometiendo más dinero y un supuesto mejor futuro, pero yo pienso que, si es medianamente sevillista y un mínimo agradecido, la única opción es seguir en el Sevilla, que es el equipo que ha confiado en tí y que te ha formado. Pero algunos juveniles y cadetes ya se creen estrellas, cuando en realidad están empezando y les queda muchísimo por aprender, y no se dan cuenta de que un traslado de país, con un fútbol y una mentalidad diferente, y con un cambio de costumbres que hace necesaria una adaptación, puede serles muy perjudicial para su formación y futuro.
Afortunadamente, podremos seguir disfrutando, al menos por tres temporadas, de este, al parecer, talentoso centrocampista ofensivo olivareño, puesto que tengo que reconocer que aún no le he visto jugar.