
Aún no es oficial, pero parece que Sergio Sánchez se va a ir al Málaga. Si el Málaga lo quiere fichar y el Sevilla lo quiere vender, un milagro debe ocurrir para que no se vaya a la Costa del Sol.
Y a mí me parece estupendo que se vaya. Hay que aligerar plantilla, y Sergio Sánchez, aunque ha jugado poco, cuando lo ha hecho no ha destacado. Es más, se le ha visto flojito en la marca y se descoloca con facilidad. Es innegable que su enfermedad y baja forma puede haberle condicionado, pero también parece –aunque el club ha hecho todo lo posible por taparlo– que su comportamiento no ha sido todo lo profesional que se le espera a un jugador que, prácticamente, se lo debe todo al Sevilla FC.
Me parece que, si finalmente se lleva a cabo, el Sevilla ha hecho un buen negocio, porque se quita una ficha de enmedio y además coge un dinerito bastante curioso –cercano a los tres millones–, que vendrá de perlas de cara a fichar a un central de garantías. Y aquí hay que tener cuidado, porque en el fichaje del central no podemos fallar. Si lo hacemos, seguramente tampoco iremos a la Champions la próxima temporada. Una buena defensa es la base de todo, y tenemos que fichar a un central que marque las diferencias.
Menos mal que Marcelino se ha dado cuenta de que es necesario un buen central, porque parece que Manzano no se dio cuenta de ese detalle.