No salgo de mi asombro con la rueda de prensa que dio Mourinho ayer tras el 0-2 encajado contra el Barcelona. Hay que tener poca vergüenza para escudarse en los árbitros, cuando el Madrid es el equipo más favorecido en este sentido. De hecho, llegó a disputar la final de la Copa del Rey gracias a goles anulados (o no vistos), tanto en el Sevilla-R. Madrid como en el R. Madrid-Sevilla.
Lo que tendría que haber hecho Mourinho es hacer un planteamiento más valiente e ir a por el partido. Y, sobre todo, recordarle a Sergio Ramos, Pepe y compañía que en Europa no tienen los favores arbitrales que tienen en España. Si se tiene que enfadar el portugués con alguien, no es con el árbitro, sino con Pepe, por su absurda y criminal entrada a Alves, al que podría haber retirado de los terrenos de juego por una temporada.
Y en Madrid seguirán riéndole las gracias.